14:Yami.
Media hora más tarde.
Hay comida en frente de mi, humeante, calentita y con olores realmente riquísimos, platos de muy alta calidad con bebidas muy finas, y por su aspecto y botellas de vidrios, confirman que son de provincias extranjeras.
Si no fuera por que estuviera secuestrado y con un desconocido a mi lado, en un lugar desconocido e inexplorado por mi, diría algo como : '¡Venga, que esto no se desperdicia por nada!.'
Pero dadas las situaciones, lo único que me queda pensar es que si el sujeto que tengo a mi lado le habrá puesto veneno o alguna extraña cosa para que me haga daño.
No lo sé.
Desconfío de él por completo.
— ¿No quieres comer?. —
—No tengo apetito. — Respondí viendo hacia otro lado que no fueran esos ojos rojos como la sangre.
— Debes de alimentarte. — Escucho su voz cerca de mi, luego su mano se coloca en mi hombro y me gira hacia su dirección para verlo, a continuación toma mi mentón e introduce un poco de carne en mi boca.
Enseguida el sabor a carne, especias y salsa, inunda mi paladar con sabores dulces pero picosos.
¡Esta buenísimo!, pero...
— ¡¿Qué mierda te pasa?!. — Me alejo de él, sacando de mi boca aquel pedazo de carne tirándolo al suelo.
—Oh, ¿Fue tan malo?. — Me pregunta mirándome fijamente. — ¿Debería de despedir al chef por su comida?. —
— ¡No te atrevas a darme comida que provenga de ti!. — Le dije enojado. Él se levanta de su asiento y suspira mientras retrocedo unos pasos.
Estoy seguro que él también es un monstruo.
—¿Aún sigues desconfiando de mi?. Ya te dije que no deberías, estas seguro aquí mismo, conmigo a mi lado. — Me dijo. Luego vio la comida unos segundos para volver a verme con una sonrisa. —Seguramente pensabas que estaba envenenado o que tenía otra cosa que pudiera hacerte daño, por eso lo escupiste. —
—Dime, ¿tu no harías lo mismo si te tuvieran secuestrado?. —
—No. —
¿Qué?, ¿acaso esta loco?.
— Por tu mirada me tomas de a loco, pero te responderé con algo; tu y yo somos diferentes en ciertos aspectos: Número uno: Eres humano y yo soy un hombre lobo, nuestras capacidades para percivir el peligro son muy distintas, por ejemplo: mientras tu tienes tus sospechas y te basas en que todo el mundo te hará daño, yo confío en mis instintos, mi intuición como humano y como animal, cualquiera que se atreviera hacerme daño estaría muerto en un segundo.
El segundo punto es que sólo juzgas a la gente por su apariencia, no les das a las personas la oportunidad de observarlas, analizarlas y darles una conclusión para que saber que te pueden ofrecer o que no.
La tercera es: que somos de diferentes razas; tú, un humano y yo, hombre lobo. —
Tenía razón, en ciertos aspectos, pero no del todo.
— Te equivocas. — Le dije, llamando más su atención mientras dirigía mi mano a aquella marca que aún seguida presente. — ¿Quién te dijo que sigo siendo humano?. —
Al decir esas palabras, pude notar de inmediato como se le desfigurada su rostro a uno muy molesto.
—¿De qué estas hablando?. — Habló con voz ronca y aterradora, tanto que temí por mí vida, retrocedí unos pasos más.
Seguramente iba hacer algo peligroso.
— Yugi, contestame, ¡¿de que diablos estas hablando?!. — Grito, su voz retumbó por todo el lugar como eco dentro de la sala donde estábamos y dentro de mí.
Algo, en el fondo de mi quería gritar y correr del miedo al ver lo enfurecido que estaba el Alfa enfrente de mi, el como había utilizado su voz solo hizo que todo mi cuerpo temblar a y que mis lágrimas salieran, mi voz se fue y lo único que podía hacer era implorar por ayuda en mi interior.
¿Qué es este sentimiento tan abrumador?.
— No... — Chille bajamente cuando vi a Yami acercarse con la mirada enfurecida, mis piernas perdieron el completo soporte, se doblaron y caí al suelo de rodillas temblando. — No te... No te acerques... Por favor. — Suplique con mi voz tan débil que dolió en mi alma.
—Respondeme. — Me dijo aun con esa voz que me daba miedo, me sostuvo de la nuca, negué varias veces su tacto, ¡quería alejarlo!, pero me sentí tan impotente en no hacerlo, ¡cada miembro de mi cuerpo no respondía!
¡¡Y no sabía el por qué!!.
—Marca... — Solté con un hilo de voz lastimero que me dolió la garganta.
Yami no dudo y comenzó a desgarrar mis prendas de arriba hasta que encontró aquella marca que quemaba piel.
— No... Esto... No... Se supone que tú... Debías... Debías de permanecer humano. — Musito bajamente.
—Lo siento... — Solté de repente, mis palabras me sorprendieron a mi mismo, ¿por qué me estaba disculpando?. —Te Falle... Perdón. —
Sus ojos rojos se llenaron de lágrimas, sus manos tomaron mis rostro para limpiar las lágrimas que ya estaban ensuciando mi rostro.
— ¡Perdón!. — Me solté a llorar sin razón aparente mientras me lanzaba a sus brazos.
¿Por qué sentía tanto dolor en mi alma?, ¿por qué le pedía disculpas?, ¡no entendía nada de esto!.
— Esta sufriendo. —
—¿Puedes sentirlo?. — Pregunta la madre de Yugi desesperada mientras ve al Moreno en frente de él cómo se agarra el pecho.
La conexión entre su pareja y él, es perceptible, aún cuando el otro está lejos de su compañero.
— Está llorando. — Dice Atem con la mirada dolida.
La madre de Yugi lleva sus manos a su boca asustada.
— ¿Estarán torturandolo?. —
Atem aprieta sus puños con fuerza y frunce el ceño.
— No lo sé. —
—¡Tenemos que encontrar rápido el escondite de tu hermano!, ¡no puedo seguir viviendo que mi hijo está allá fuera y que lo están matando lentamente! —
¿Pero podrían hacer algo con respecto a Yugi?, ¿a sus vidas?, ¿a su futuro?, ¿o su pasado?.
La verdad saldrá a la luz y la madre de Yugi no para evitarlo.
Después de todo, pronto se sabrá todo.
*"Continuará..
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro