13: Omega.
— ¿se ha vuelto omega?, ¿pero cómo?, creí que Yugi permanecería humano hasta el fin de su vida. —
—Yo también lo creía así. — Dije con pesar en mi voz, viendo a Mai enfrente de mi, sentada y con un libro entre sus manos. — Pero al parecer, los planes de mi hermano fueron otros. —
Cruce mis brazos.
—Me preguntó si Yugi habrá aceptado el cambio o si sabía sobre nuestro secreto, pero lo dudo. Vi su reacción conmigo y con él resto de mi equipo, vi el miedo en sus ojos cuando lo salve de Atem, ¿Y esa marca que porta?, Dios, esta mal hecha y temo que se podría infectar si Yugi no tiene las medidas necesarias para tratarsela. —
— ¿En conclusión?, piensas que Atem lo marco sin su consentimiento, que la marca que porta Yugi se le infectara a medida que este lejos de Atem, pues si no me equivoco, al marcar a tu pareja sin su consentimiento; la marca actuará como veneno para el huésped que lo porta. —
—Suena despreciable como lo dices, pero es la realidad de las cosas. Atem lo marco sin su consentimiento, envenenando a Yugi en el proceso, dime, ¿qué tan enfermo de ve estar Atem para encadenar a Yugi de esa manera cruel a él?. –
— No olvides a su madre. — Menciona mientras se levanta del sofá, camina al estante de libros y guarda ahí el que estaba leyendo. — Ella le quito los recuerdos sobre nosotros, se hizo cargo de alejarlo de ti como de mi. —
— Sí hubiera tenido más cuidado, hace seis años... — Aprieto mis puños con fuerza. — Nada de esto estaría pasando. —
— Ya te dije que no tienes la culpa de nada, ninguno de los dos, la tiene. — Me toma del hombro. — Yugi tuvo ese accidente por el mal manejo de decisiones que tuvo su madre con él. —
—Aún así, si lo hubiéramos llevado con nosotros ese día, en el que pasaron las cosas... Él estaría aquí con nosotros, sin ningún tipo de problema. —
— El hubiera ya no existe. — Dijo Mai. —Sin embargo, lo hemos vuelto a encontrar y ahora que estamos nuevamente juntos podemos protegerlo como es debido. —
Suspiré.
¿Protegerlo de aquí en adelante?, ¿cómo haremos eso?, Mai pensaba que las cosas se resolverían si Yugi pertenecía a nuestro lado, pero no es así, ahora que ya se sobre la marca que porta, debo de encontrar un método para volverlo humano, porque sé, que Yugi no quería convertirse en un Omega, no así.
— Tal vez pueda encontrarlo con el vínculo que nos une. — Dije sin pensarlo dos veces. — Al poder estar unidos, podré sentir si estoy muy cerca de él. —
—¿Sabes que debes utilizar un hechizo para eso, no?. —
—Tu eres bruja, por eso he venido contigo. — Mire a la morena, ella estaba parada, con los brazos cruzados y mirándome con soberbia, esperando a que le pidiese su ayuda. Maldita.
—¿Qué ganaré yo a cambio de llevarte con tu desdichado Amante?. — Me pregunta viéndose las uñas.
— Llévame con él y no te cortare la cabeza. —
—¿Tan desesperado estas por encontrarlo?, ¿acaso ese humano realmente hizo que te enamoraras, realmente?. —
No tenía tiempo para responderle y ni siquiera quería hacerlo.
—Lo que pase entre mi pareja y yo no te concierne. Solo haz el hechizo y llévame con él. —
Mana rió bajamente, pero sabía lo que significaban sus pequeñas risas traviesas y un poco desquiciadas. Ella realmente pensaba que yo estaba loco por Yugi, ¿y lo estoy?, por supuesto.
Por él mi vida doy.
— Bien, bien.... Tu ganas, hermanito, pero dejame decirte, el hechizo que te llevara a él, solo dura dos días por lo que si te encuentra lejos tu destinado, todo lo que tengas relacionado con él, es decir; sentimientos, recuerdos y afecto se borraran por completo de su mente, su corazón y alma. No te volverá a recordar por el resto de su vida, y aún si te volvieras a topar con él para volver a conquistarlo, él te rechazará infinitamente, hasta que tu mueras de soledad. —Me explico mientras sacaba un libro grueso de tapa grande y polvoriento. — Aún sabiendo todo esto, ¿deseas continuar con este hechizo?. —
Yo sabía a lo que me enfrentaba, las consecuencias que se presentarían si Yugi no estaba a mi lado, pero lo valdría, arriesgaría todo por volver a verlo a mi lado.
Después de todo, las cosas entre nosotros aún no concluían.
— Muerdelo. —Dijo Mai.
—¡¿Qué?!, ¡¿Estas loca?!. —
— No. Muerdelo. Marcalo. — Me volvió a decir. Yo me negué rotundamente, ¡no iba hacer esa mierda!, ya bastante problemas tenía Yugi con esa marca y para que llegue yo y tenga mi marca, sin duda alguna Yugi se volvería loco.
Tener a dos Alfas peleando por ti, era un gran conflicto.
¿Pero que debía de hacer para salvarlo?.
*continuará...
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