- Los omegas son personas con sangre lobuna, son capaces de embarazarse aún si este es un hombre. Son seres hermosos desde su nacimiento hasta su muerte, ellos constituyen un importante papel en la relación Alfa y Omega, ya que son los más comunes para relacionarse romaticamente o conflictivamente. -

Atem toma su soda y la bebe sin preocupación alguna.

- Te recomendaría relacionarte con ellos, puedes aprender mucho de los Omegas, Yugi. -

Parpadee confundido.

- Tienes que estar bromeando. -

-No lo hago. - Me respondió. - Únicamente te ayudo a entender lo que es mi mundo y lo que necesitas saber.-

- Entenderlo... - Susurre para mi mismo. - Lo dices como si ya perteneciera a tu mundo. - Le mire interrogante.

Por otra parte, Atem sacó su teléfono, lo vio y después lo guardo.

- Es tarde. Hay que irnos. -

- Pero... -

- Aquí anochece muy pronto y la nieve caerá muy pronto hay que estar en casa antes de que la nieve bloquee el camino. -

Sin más se paro, hizo una ceña al camarero quien aún lo veía molesto, Atem solo lo ignoro y le pagó por la comida, después fue a mi asiento, me extendió su mano para que la tomará, mire por un momento su mano y después de dudarlo la acepte y el sonrió complacido.

....

Al salir del restaurante nos dirigimos hacia el estacionamiento, pero para ello deberíamos recorrer algunas calles, debido a que el estacionamiento estaba un poco retirado.

Mientras caminábamos por el pueblo, Atem se detuvo de golpe, deteniendome bruscamente.

Justo cuando le iba a reclamar por haber parado así, la voz de un niño y la mirada de Atem mientras observaba la escena hizo que dirigiera mi vista hacia donde la tenía él.

- ¡Mamá!, ¡mamá!, ¡mira!, ¡globos!, ¿me compras uno?. -

-Claro que sí, pequeño. -

Aquella escena tierna y extraña se presente frente a mí. Un chico, de no más de 20 años cargo a un pequeño de 6 años, y mientras el vendedor le otorgaba el globo, el niño solo agradecía al chico entre gritos alegres la palabra "mamá" en vez de "papá ".

Esto me hizo recordar las palabras de Atem: que habían chicos con capacidades para embarazarse.

Aquel chico... ¿Sería un Omega?.

- Cariño, es hora de irnos a casa. -

Mi pregunta fue respondida cuando un hombre un poco más maduro que él se le acercó, lo tomó de la cintura y lo acercó a él con una sonrisa mientras le dejaba un beso.

-¡Mira papá!, mamá me compro un globo, ¿no es bonito?. -

-Puedo verlo hijo. - Le respondió su padre mientras desordenaba la cabellera de su hijo. - Venga, vámonos, se hace tarde. -

En cuánto ellos se fueron, sentí como Atem apretó mi mano con una leve fuerza, voltee a verlo y al hacerlo me encontré con la sorpresa de que estaba sonriendo.

- Yo también quiero eso. - Dijo.

-¿Uh?. -

-Quiero verte así. - Me volteo a ver con los ojos iluminados, enamorados e ilusionados. - Espero verte así de esa forma tan linda. Con nuestros hijos, vernos como una familia. -

Automáticamente pase saliva y deje de sujetar su mano, desvíe la mirada de él antes de que pudiera ver como lo había lastimado con mis acciones.

- Se hace tarde, vámonos. - Comencé a caminar deprisa alejándome de él, pero con el último recuerdo de sus palabras.

Atem quiere una familia, quiere tener hijos.

Y yo... No estoy tan seguro de que pueda brindarle eso, quiero decir; el es un hombre lobo y yo... Soy un humano, ambos somos muy distintos del otro y aun que tuviera la capacidad de quedarme a su lado, sería incapaz de embarazarme, soy un chico humano, no soy como los de su especie.

Mi mano en automático se va a mi cuello donde esta esa marca plasmada en mi piel.

Cierro los ojos un instante, pensando en todo lo que me acaba de pasar en estas pocas horas.

"No creo poder estar a su lado."

*Continuará..