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1: Noche de Bodas.

Y ahí se encontraban, parados, tomándose de las manos y besándose frente a sus invitados para coronar consigo el compromiso de la pareja recién casada.

Los invitados aplaudieron, gritaron y chiflaron de la emoción al reconocer al par de tricolores que se acababan de casar.

Yugi y Atem se separaron del beso con el cual habían demostrado su amor por el otro, se miraron directo a sus ojos donde quedaron más que fascinados por el color de iris que portaba su contrario, pero sus miradas cortaron la conexión ya que el flash de la cámara los había cegado por breves instantes sacándolos de su ensueño del otro.

Yugi se ruborizó levemente, bajo su cabeza avergonzado, pero aun así se apego al pecho del moreno para ocultar su sonrojo y su pena.

No estaba acostumbrado ser el centro de atención y Atem lo sabía bien.

Aun así no dejaría que toda esa atención abrumara a su compañero de vida, a su amor, a su vida; Yugi.
Lo abrazo por la cintura y lo apego más a su cuerpo sintiendo como su mismo cuerpo proclamaba sentir la calidez de su pareja.

—Es tan vergonzoso. —Murmuró el menor sintiendo la felicidad que le llenaba. —Pero estoy tan feliz. —

Como respuesta al escuchar esas palabras de su Hikari, Atem separo un poco a su pareja sólo para verlo mucho mejor viendo a esos ojos amatistas como joya que brillaban en su máximo esplendor.

—¿Te gustaría saludar a los demás?. —Pregunta el moreno regalandole una sonrisa a su pequeño.

—Por supuesto.—Respondió este sin dudarlo.

Y así fue, se pasearon por el gran lugar para saludar y agradecer a sus invitados por haber asistido a su boda. Pero tuvieron que parar frente a un grupito de personas que ya reconocían muy bien y que incluso los identificaban a distancia.

La familia de Atem.

Yugi por inercia se apego más alado de Atem, bajo la mirada puesto que entrar en contacto visual con los Halackti le ponía de los pelos de punta.

Su familia de su esposo no lo aceptaba del todo o al menos por aquella persona especial en la vida de Atem; era fría, seca y distante con el menor de los tricolores, si había alguna conversación o algo que decir, la madre de Atem lo apartaba de inmediato.

Pero no todos los miembros de la familia del moreno eran así. Por supuesto que no.

Dando varios pasos, con los brazos extendidos, con su gran sonrisa y casi saltándoles encima, Mana fue quien se les acerco, los felicito e hizo pequeñas bromas a Yugi sobre su luna de miel.

—"Flojito y cooperando"—

Eso le había recomendado la morena a su ahora cuñado, quien rápidamente se sonrojo por sus palabras .

Mana río ante el gesto del menor y el rubor que había pintado sus mejillas. Ese chico sí que era adorable. Les felicito una vez más, les deseo buena suerte a ambos, pero antes de irse, Mana giro su vista al ver a sus padres que se les estaban acercando a la pareja recién casada, tomo a Yugi del hombro y le susurró:

—"No les hagas caso a mis padres. Así siempre son ellos. "—

 Yugi asintió comprendiendo las palabras de la morena y después se retiró luego de dar su mensaje dando saltos cual niña alegre saltando en la pradera. Para ese momento los padres de Atem ya se habían acercado lo suficiente para entablar una conversación amena.

—Señor Halackti, señora Halackti muchas gracias por asistir a nuestra boda.—

Yugi hizo una reverencia a sus ahora suegros y estos mismo sólo le miraron serio. O al menos la madre, el padre le sonrió y le dio unas leves palmadas en hombro del oji-amatista felicitándolo al igual que a su hijo; Y por supuesto la madre sólo se dirigió con su hijo, le dio su más cordial saludo y más por obligación que por cordialidad a la pareja de su hijo.

—Felicidades.—Dijo ella y se marcho con su esposo.

No había duda, la señora Halackti no le caía bien, ¿Por qué? ¿Cuál era la razón del por qué no lo aceptaba? .

Luego siguieron adelante saludando a los demás, pero en su trayectoria Atem parecía preocupado por el gesto que mostraba su Hikari ; Su rostro estaba triste y su mirada un tanto apagada, ¿Donde estaba aquella sonrisa rebosante de  felicidad que debía de mostrar en su boda? se preguntó Atem; así que paro de caminar junto con su compañero.

 Atem sostuvo el mentón de su aibou y beso sus dulces labios reconfortando a su pequeño, le disgustaba mucho verlo con su rostro triste, siguió besándolo para distraerlo de los pensamientos que le rondaban en su mente y luego de unos minutos donde el mismo Yugi termino el beso, se  separaron lentamente, Atem beso la mejilla de su pequeño en gesto de cariño.

—No le hagas caso. —Dijo refiriéndose a su madre.

—¿Porque no me acepta? ¿Qué hice mal? —

Atem conocía la respuesta a esas preguntas, pero por supuesto no se las diría. Por más que le doliese ocultarle algo a su pareja, no se lo iba a decir. No podía saberlo, no aún.

—Tu no hiciste nada malo, Yugi.—Le aseguro. —Alguien como tú, no podría hacer algo malo. Sólo olvida que nos topamos con ella, ¿sí?. Por qué quiero ver de nuevo tú sonrisa este día que es especial para nosotros.—Dijo Atem con franqueza en sus palabras.

Con todas esas palabras que le había dicho a su ahora esposo, le respondió con otro beso pero que esta vez fue más corto al oír como las risas de algunos conocidos resonaban a un par de metros de ellos.

—Mira, ahí está tu familia. —Indicó el moreno culminando el beso de ambos para luego dirigirse  hacia la familia de su Yugi y en cuanto este giro su mirada se encontró con las dos personas más importantes que conformaban su pequeña familia . 

—¡Abuelito, Mamá! —Yugi exclamo feliz de sólo verlos y corrió a saludarlos, los abrazo con cariño a ambas personas, se separo un poco y se limpio las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.

—Hola mi bebé. —Saludo la madre dando un beso en la mejilla de su niño.

Yugi se ruborizo por ese seudónimo, ¿Cómo era posible que su madre siguiera llamándolo así y aun más cuando estaba con su esposo? ¡Ya estaba grande!

—¡Mamá! —Se quejo Yugi avergonzado.

 Atem miraba desde cierta distancia admirando con fervor los gestos de su amado.

—Ya estoy grande. —Prosiguió Yugi reprochando como un niño. —Deja de decirme así.—

—¡Jamás!. —Le respondió la madre y tomo las mejillas de su hijo para apretarlas con cariño como solo una madre podría hacerlo. Le gustaba mucho molestar a su hijo frente a Atem por que le hacía gracia como se comportaba su hijo frente al moreno; pataleando y reclamando que dejara de avergonzarlo.

Y dejo de jugar con su hijo pero eso no evito que lo abrazara y le felicitara por su compromiso.

 —Para una madre, tu siempre seras mi pequeño, tengas la edad que tengas, siempre seras mi bebé.—Le dijo su madre con cariño.

Esas eran las palabras más sabias que portaba una madre a su hijo y tenia toda la razón del mundo.

Atem Sonrió por ello y sintió en su interior su corazón latir un poco más fuerte, miro a Yugi, él se encontraba con una sonrisa hermosa pero que además mostraba tanto afecto por su madre. Le gustaba verlo así: Feliz .

—Atem, cariño, ven aquí. —La madre de Yugi le hizo señas para que se acercara hacia ellos y convivieran en familia un poco más. 

Atem no tuvo más opción y aun que no estaba del todo acostumbrado a tratar con los demás, con la señora Mutou hablaba sin temor alguno ya que ella había aprobado en primer instancia su relación, todo lo contrario a Solomon; quien le había puesto un arma de fuego en la cabeza al Alfa interrogándolo constantemente por que quería a su adorable nieto como pareja. Sí se supone que los Alfas únicamente están ligados a los Omegas, pero Atem con toda la naturalidad posible respondió en aquel momento; amenazado por una arma hecha de plata pura le contesto:

—"No solamente se pueden emparejar con mi propia raza, sino que hay excepciones donde los humanos pueden estar ligados a nuestro propio mundo sin saberlo . " —

El viejo era sabio, se podría decir que sabía bastante del tema de la existencia del mundo al que permanecía Atem.

—Señor Mutou.—Atem se acerco a Salomon.— ¿Cómo está? —Saludo de mano al veterano que no se opuso.

—Viejo, ya sabes. —Respondió sonriendo al Alfa.—Quiero creer que cuidarás muy bien de mi nieto.—

Apretó el saludo de ambos, ¿Eso era una advertencia de parte del abuelo?, sí era así, le daba gracia a Atem, por que en realidad cuidaría muy bien a Yugi, lo protegería.

—Créame cuando le digo, abuelo...—Hablo Atem tranquilo y el abuelo frunció ligeramente el ceño cuando el chico lobo se refirió a él como su abuelo y a Atem le divertía eso, hacer enojar al abuelito de la familia..—Qué lo único que quiero para mi aibou. —Atem sostuvo la mano de su Hikari y la entrelazo. —Es su felicidad.—

Una mirada retadora surgió de ambos pero que finalmente se esfumo como el apretón de manos al escuchar el  grito de emoción de la madre de Yugi.

—¡Son tan lindos juntos! —Alago la madre mientras reprima en sus adentros gritos eufóricos llenos de alegría.—¡No cabe duda que tendré nitos tan lindos!.—

Atem se petrifico en su lugar al igual que el abuelo, ¡¿Por qué había dicho eso?! 

—Es probable. —Respondió Yugi encantado con la idea de poder adoptar si a eso se refería a su madre con su grito lleno de alegría e ilusión.—¿No crees Atem? Adoptar sería lindo.—

—Claro. Adoptar será lindo. —Sonrió y suspiro con alivio, como el abuelo, al escuchar a Yugi decir esas palabras, ya que; Yugi era ajeno a la situación de su esposo.

Yugi no sabía que Atem era mitad lobo.

—Tener bebés es parte de nuestro plan de vida.—Abrazo a su Hikari con cariño.—¡Muchos, muchos bebés!—Concluyo Atem sonriente ante la idea.

Esto último inquieto al abuelo, no se fiaba del todo de ese lobo. Esperaba que su nieto no saliera perjudicado.

                                                                                 "Tonterías"

Pensó el abuelo sacudiendo su cabeza, tal vez estaba exagerando .

—Es hora de irnos de luna de miel, Yugi.—Dijo Atem.

"¿O no?"

Era imposible que algo así pudiera suceder, después de todo su nieto era por completo humano, no podía procrear,  y eso lo tranquilizo un poco.

Pero, ¿Qué pasaría esa noche?.

♣Continuará..♣

¿Adivinen quién está de vuelta?, ¿extrañaron está historia?.

¡Yo Hasta pensé que WATTPAD me la había borrado! Y ¡BUM!, que reviso mis borradores ¡y estaba viva! ¡VIVA! No saben lo feliz que me puse al verla 😁😊🥰

Por favor disfruten la lectura. ❤️

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