Quisiera recuperarte por completo
pero sé que te perdí;
tu silueta, tu sonrisa
todo ha cambiado en ti.

Aunque tu esencia sigue allí adentro
mas prisionera del olvido
en el reflejo de un espejo
el tiempo se ha detenido.

Por más que observas
no logras conocerte.
Aquellos años preciados
siguen vividos en tu mente.

Es que en tus ojos veo la chispa,
la pasión que la juventud te trajo.
El deseo de seguir viviendo,
de seguir viajando,
De seguir amando.
Esta chispa que se niega a olvidarlo todo
Ni por más dulce el recuerdo
Ni por más amargo.

Esos surcos que cruzan tu rostro
ya no son reconocidos
y la plata de tu pelo
es algo nuevo y reducido.

La sonrisa es diferente,
aunque algo dice que es tuya .
Es que en tus ojos aún la vez
tan tierna como esplendorosa joya.

Me ves tan amable
y algo familiar en mí te anima
a contar tus vivencias amiga mía.

Del amor afable de antaño,
de este que llaman "del bueno"
que aún en sus altas y bajas
se vuelve fuerte y eterno.

De tus travesuras de niña
que te costaron una que otra peseta
y de las veces que lloraste
cuando la vida no era perfecta.

Señora hermosa que me miras
y sacas tiempo de contarme
con tanto afán y emoción
tus consuelos y desaires.

El tiempo ha traicionado tus alas
y el olvido te ha hecho prisionera.
En una cárcel corpórea te encierra
mas tu alma libres me cuenta
que quisiste viajar el mundo
que quisiste ser arte,
romper el molde
y no ser copia de nadie.

Que muchas veces fuiste rebelde, obstinada y otras petulante
pero también fuiste paciente,
sensible y complaciente.

Fuiste egoísta muchas otras,
pues quisiste dejar huella
aunque también fuiste callada
llorando en silencio
la pesada encomienda.

Fuiste amor de la poesía,
amante de las historias romances
llenas de todo género
que abarcan la palabra arte.

Fuiste en un en un libro la palabra,
en una canción la poesía,
en su música lírica,
musa y armonía.

Sentiste a veces que no valías nada
siendo poseedora de grandes valores.
Y es que a veces
la vida nos trata de esa manera,
no da amores y también desamores.

Y río cuando te veo reír
y se me escapan las lágrimas contigo
y tus recuerdos son los míos
y contigo también los revivo.

Me apasiona observar
contándome tu vida.
¡Como brillan tus ojos
al compás de la narrativa!

Mientras con tus manos
ya curtida por los años
van danzando con la poesía.
Aquellas manos que en un tiempo acariciaron las teclas de un viejo piano
y tomaron con amor las del amado
ya es un mapa de vivencias
de aventuras y trabajos.

Y en tu monólogo amiga mía
me cuentas de la poesía,
política, guerra, osadías
de cuando te ofrecías de voluntaria
En cada evento o emergencia que surgía.

Del encuentro
con el que habías dado por muerto.
Del amor del cual huías
pues temías hacerlo preso.

Cada vez que nos encontramos
me vas narrando tus historias
y aunque en la neblina del olvido
se van disipando con el tiempo
aún siguen luchando
por llegar hasta su puerto.

Ahí te espera.
En tu puerto aguarda.
Como amante del marino
que un día zarpo al alta mar
rogando porque la neblina
no desviar a su navío
y regresé a casa,
al hogar, a su nido.

Amiga de mis historias
de mis risas y mis Congojas.
El tiempo sigue su marcha
de segundos a minutos,
de minutos hacia las horas.

Los años uno tras otros
no se detienen, antes se ajoran
a cortarnos el hilo
que bien sostenían las Moira's.

Y en un silencio menudo
tu rostro se queda perplejo
y la luz de tus ojos
vuelve a brillar intenso.
La resolución del presente
rosa de nuevo tu corteza
y comienzas a mirarme
con detenimiento y rareza.

Acaricias tu rostro
ante el emotivo hallazgo
y las lágrimas se escapan
buscando nido en tu regazo.

Tus labios titubean
en pronunciar las palabras,
pero salen de tu corazón
telepáticamente a mi alma.

"Las lágrimas de tus mejillas
las he visto muchas veces.
Las conozco, parecen mías
más es otra su fuente.
Misteriosa dama
que frente a mí y se posa
y que me imitas en sincronía
pero no compartes mi prosa.
Has sonreído mientras sonrío
has llorado mientras ésta llora
y tu mundo es el espejo
más mi silueta siento que es otra.
En ese lugar tuyo creo tendré que ir mientras tanto, dime bella anciana:
mi reflejo; ¿dónde se fue de mí?"

Y perlas por un instante
siguen rodando por tus mejillas
y quisiera consolarte
impotente desde mi silla.

En tus recuerdos
el tiempo se detuvo
quedando mi alma en este encierro atrapada en el espejo
un reflejo sólo eso.

En un corto instante de tiempo
vuelves la mirada hacia el frente,
Al reflejo que te encara
le das la bienvenida sonriente.

Abres tu corazón,
tu baúl de los recuerdos.
Ese libro añejado
y lleno de sentimientos diversos.

Nuevamente en tu prosa y verso
vas narrando las historias de tus luchas
a esta dama que tan complaciente
desde el reflejo pacientemente escucha.