
Capítulo 4: Mensajes odiosos
Dylan POV
Mi celular vibró y revisé el mensaje que acaba de llegar a mi bandeja de entrada:
Hola Dyl, ¿como estás?
-Sabanna
Leí el mensaje mientras fruncía el ceño y bufé.
¿Qué quieres Sabanna?
-Dylan
Ver cómo estabas. Podemos hacer algo si quieres.
-Sabanna
Creo que paso, ahora deja de escribirme, por favor.
-Dylan
Ya dije que lo lamento, fue un error. Vamos, amor, déjalo ya. Todos nos equivocamos a veces, no fue tan grave, lo lamento. Por favoooor.
-Sabanna
Para, no puedo hablar de esto ahora.
-Dylan
Masajeé mis sienes frustrado mientras me tiraba bruscamente en mi cama. Crucé mis brazos hacia atrás y descansé mi cabeza. Tamborileé con mis dedos mi celular mientras pensaba. Me decidí y fui al grupo de whatssap de la escuela.
Necesito ayuda con un número de teléfono, ¿alguien por favor?
-Dylan
***
Charlie POV
—¡Aiden, baja el volumen de una vez!—Grité sin cesar, golpeé insistentemente la puerta con mi nudillos, incluso traté de abrir la puerta pero estaba cerrada.
Genial, tenía que aguantar esa música de mierda una vez más. Es decir, ¿el volumen?, lo aceptaba. ¿Pero tener que soportar esos estúpidos raps sin coherencia y desafinados?, eso, eso no lo podía soportar.
–¿Puedes dejar de golpear la puerta como una maniática? ¿Qué quieres, Charlotte?
Un Aiden despeinado y sin camisa abrió la puerta, detrás se podía ver a Sierra en su cama. La había visto algunas veces en casa, o más importante, oído. Parecía ser la chica de Aiden, o algo por el estilo. De todas formas, me daba igual lo que hacía mi hermanastro, mientras fuera en silencio.
—¿Podrías bajar el volumen y dejar de hacer ruido? Haz toda las obras de caridad que quieras—Exclamé viendo a Sierra–pero no necesito oírlas todos los miércoles a la tarde.
Aiden me miró indiferente y aburrido.
—De acuerdo, de acuerdo, bajaré el volumen, Charls. Pero deja de molestar.—Y con esto, más una mueca de molestia, cerró la puerta en mi cara.
—Tu hermana es insoportable, Aid.—Escuché decir a Sierra y ya me imaginaba su cara de disgustada mientras rodaba los ojos.
—No es mi hermana.—Escuché por último a Aiden decir y luego volví a mi habitación.
Mi celular hizo un sonido conocido de cuando recibía un whatssap.
Hey, Charlie. ¿Tienes otros calzones para regalar?
—Mierda.—Pensé mientras contestaba el mensaje con una mueca en mi cara.
¿Primero en la vida real y ahora me acosas online?
–Charlie
Ey, acordamos que me soportarías no importara qué.
—Dylan
No inventes Dylan, yo no recuerdo nunca haber dicho esas palabras.
—Charlie
¿Ah, no? Yo estoy seguro que las dijiste antes de decirme también que me darías un millón de dólares.
—Dylan
¿Qué drogas usas, Dylan? Me preocupas un poco.
—Charlie
¿Te preocupo? Que tierna :)
—Dylan
Solo un poco, ¡idiota!
—Charlie
¿Primero grosera en la vida real y ahora online? Te recomendaré un psicólogo, Charlie.
–Dylan
¡Yo nunca fui grosera contigo! Antes lo decía de broma, pero ahora en serio, Dylan; ¿qué drogas alucinógenas usas?
—Charlie
¿Por qué? ¿Quieres un poco?
—Dylan
¿Para qué me escribes de todas formas? No creo que tratar de venderme drogas sea la única razón.
—Charlie
Auch, Charlie. Que seas una perra fría sin corazón no significa que todos no podemos ser amables y conversar un poco con las personas.
—Dylan
Aquí la única perra eres tú, Dylan. Si vuelves a llamarme así, corto tus bolas.
—Charlie
Mensaje recibido, amiga ;) ¿Quieres pasar el rato? Me suicidare si pasó un segundo más así.
-Dylan
Tratar que tu vida sea un poco menos patética no es mi problema, cariño :)
—Charlie
Hoy estás de un humor de perros, Charlie. Por favoooor, hagamos algo juntos :)
—Dylan
¿No tienes más amigos que molestar?
—Charlie
Poooor favoooor, Charlie.
—Dylan
¡Esta bien! Pero más vale que tu próximo mensaje sea solo de donde nos juntaremos por qué si no iré por tus bolas, Dylan.
—Charlie
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Hola gente :) espero que les haya gustado, estrellita y subiré más capítulos.
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