Charlie POV

—Sí, sí, los aplastaremos.—Will seguía caminando en círculos hablando por teléfono. Volví a bufar, estaba así desde hace media hora—. Está bien, adiós.

Colgó no sin antes volver a soltar una carcajada. Volteó y me miró sonriendo.

—¿Te antoja ir a un partido?—Preguntó acostándose a mi lado en el sofá de su casa.

—Mmmh, ¿no?—Hice una mueca.

—Vamos, Charlie. Puedes ser mi porrista personal...—Metió su rostro en mi cuello y sonreí por las cosquillas.

—Ya quisieras...—Will volvió sus ojos a los míos, de verdes a marrones. Acercó sus labios a los míos, uniéndolos. Nos besamos. Estaba bien.

Me agradaba Will, me gustaba. Lo más importante no me hacía pensar en Dy....ese chico.

No podía olvidarlo.

Nos ignorábamos, como si nunca nos hubiéramos conocido. Pero pensar en eso mientras besaba a William me hacía sentir sucia, entonces me aparté sutilmente.

—De acuerdo, iré.—Sonreí acariciando su mejilla.

—Gracias, preciosa.—Volvió a besarme.

***

Eran las siete de la tarde y el aire estaba fresco. Me vestí con una camisa a cuadros, un jean, un gorro de lana en mi cabeza y una chaqueta por si el clima se volvía más frío todavía.

Cuando llegamos a la escuela nos dirigimos hacia el patio donde se encontraba las gradas repletas de personas. En el campo había unos jugadores calentando y el árbitro recorría el terreno para chequear irregularidades.

—Nos vemos después, linda.—Will clavó un beso en mi sien y se dirigió a los vestidores.

Caminé hasta las gradas y busqué un asiento en la parte superior, subí las escaleras y me senté.

Suspiré. Ahora tendría que ver un partido entero de fútbol americano y ni siquiera me gustaba ningún deporte con pelotas. Los emisores hicieron un ruido horrible y anunciaron que el partido RedSnakes vs Mountainlions iba a comenzar. El árbitro hizo sonar su silbato y los jugadores salieron trotando hacia la mitad del campo.

La multitud se levantó de sus asientos, vitoreando, aplaudiendo y alzando sus puños hacia arriba. Yo me levanté con desgano y aplaudí a nuestro equipo local.

—¡Vamos, Leo!

—¡Tú puedes, bebé! ¡Eso, Leo!

Giré mi cabeza y vi a Dylan y esa chica que no conocía su nombre. Ambos estaban apoyando a Leo, este desde el campo de juego los saludaba con una gran sonrisa y alzaba sus brazos mientras gritaba de la euforia. Había visto a la chica pelirroja antes. Ahora siempre estaba con Dylan y Leo, supuse que era la novia de Leo por qué siempre andaban pegados a donde sea que iban.

Sí, así es. Todavía me interesaba saber de Dylan.

Los seguí observando aunque quería mirar hacia otro lado y dejar de pensar en ello. Como si supiera que alguien lo está observando, él miró sobre su hombro y como alguna especie de electricidad nuestras miradas se unieron.

En sus ojos se reflejó primero una leve sorpresa luego dio una sonrisa un poco incómoda. No supe que hacer, quería devolvérsela pero no quería tener nada con él. De todas formas, nunca tuvimos nada. Y tampoco quería hacerlo, no después de mentirme. Aparté mi mirada y tense mi mandíbula y seguí mirando el partido.

Dylan POV

Sentí una incomodad. Miré hacia atrás por instinto y encontré dos ojos de iris chocolate observándome. Traté de sonreírle, tal vez pareció una mueca pero no me importaba.

Era la primera vez desde hace tiempo que nos mirábamos a los ojos conscientemente. Ella apartó su mirada y mi entusiasmo cayó al suelo.

***

El ruido era ensordecedor. La alegría era palpable en todo el ambiente. Ganamos. La diferencia de puntaje no era enorme como otros partidos que habían jugado tiempo atrás pero eso no importaba, ganamos. Sonreí y aplaudí junto a Leah. Todos gritaban y corrían hacia el lugar de juego.

Leah tomó mi mano y me llevó a rastras hacia allí. Mi mejor amigo corrió hacia nosotros y Leah tomó el cabello rubio de Leo y estampó un apasionado beso en sus labios. Tosí haciéndome notar y cuando Leo me tuvo en cuenta lo felicité.

—Así se hace, Leo.—Estrellamos nuestros puños.

—Estuvo cerca. Pero logramos vencer a esos malditos cerdos.—Hizo un pequeño baile de victoria y yo solté una estruendosa carcajada.

Nos reímos junto a Leah y le rogábamos que pare pero luego ella se le unió. Tuve que apartar la mirada. Su baile era muy vergonzoso pero luego volvieron a su habitual besuqueo.

Volví a encontrar a Charlie. Tenía sobre su cuerpo la camiseta del equipo. Esa camiseta pertenecía a Grayson.

La prenda de ropa le quedaba enorme pero a ella no le importaba por qué sonreía. Vi a William aparecer detrás de Charlie, cargándola en sus hombros contento. Ella soltó un grito de terror ante la sorpresa pero luego volvió a reír. En eso, me miró y su sonrisa se borró. Era lo único que yo hacía constantemente, borrar su sonrisa. Esta vez, yo fui el que apartó su mirada.

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¡Noooooo! Dylott 💔💔💔
Sigue la crisis de amor...ay ay. ¿Cuándo se darán cuenta que son el uno para el otro, cuando?
Mitch