Aviso: [Pon la música cuando te lo indique para una mejor ambientación desde mi propia experiencia uvu]

Capítulo 35:

Dulce año nuevo, dulce nuevo comienzo

Todos... Extrañaba tanto verlos.

-No me atrapas Chaaatt- volaba jugando con su hermano la pequeña Tilsy, una zorrita, hija de Tails y Cream. Idéntica a su padre.

-mmm- hacia esfuerzo el pequeño Chatt, un conejito, hijo de Tails también. Idéntico a su madre.

Mi Ames y mi hermosa Aurora, quien llevaba cupcakes en una bandeja, reían con melodía de algo en peculiar, el faker.

-Oh por Caos, ¿Quién es la bella dama ante mi?- reverenció María viendo al emo.

-Si nena, ¿A dónde tan guapa?.- dijo alzando el pulgar mi mejor amigo, Tails.

-¡Foto!- gritó Silver viendo la escena mientras su esposa Blaze lo miraba sonriendo.

-Ja, graciosos.- Shadow los miró con aquella típica sonrisa. Estaba usando el mandil de cocina con un corazoncito al medio, el cual es de María.

Cream, estoy agradecido eternamente con ella, ayudó a Amy en todo momento y logró algo que ni yo pude hacer antes, hacer cambiar de parecer a Tails, es sorprendente, incluso ahora tienen dos hijos, son sobrinos inquietos pero así chuquis los quiero.

Knuckles estaba bebiendose toda la champaña para la cena, Rouge escogió la mejor botella.

-¡¿Y el vino?!- gritó Rouge desde la cocina, a knuckles le valió madres siguió bebiéndoselo.

Es curioso, pues no se me pasó ni un segundo por la mente volverlos a ver tan unidos y felices. Me llena de tanta serenidad verlos de este modo. Es como si todo lo malo que hubo en aquel tiempo se esfumará como polvo en el aire.

Mientras que yo, pues sigo siendo el mismo. Mi aspecto es el que ha cambiado. Mi oreja está medio cocida y mis ojos son de distintos colores, el derecho rojo mientras que él izquierdo amarillo. Conservo mis colmillos.

El palacio me pertenece. Y haré todo lo que es justo, todo lo que mi padre impidió para vivir en armonía sin que el desprecio a lo desconocido reine.

Suspiro. Que tranquilidad.
Mi familia reunida y lo mejor de todo, es un año nuevo feliz.

-Toma uno papá.- me ofrecía un pastelillo mi señorita Aurora, quién llevaba un vestido medio navideño. Es una señorita, no contuve las lágrimas por mucho.

-¡Oh por Caos. Un muérdago!- dije mirando el muérdago que llevaba como adorno en la oreja izquierda.

La tomó de sorpresa, envolviendo con mis brazos a mi señorita Aurora y la beso en la mejilla. Ella queda inmovilizada, pues como su padre, no dejaré que se vaya tan rápido de mi vida. Quiero quererla mucho, quiero darle el cariño que mi familia no tuvo la oportunidad de darme a mi.

-Te amo, mi niña.- pegué mi frente con la suya mientras lágrimas desbordantes se hacían presentes en mi y en mi hija.

-Aww papi, yo te amo más.- me dijo dulcemente.

Sonrío mientras lloro, pensé que este momento jamás se volvería a repetir. Estrujo mi corazón con ternura.

-Calma Amy, tu familia es hermosa.- dijo abrazándome mi querida hermana.

-María...

Ambas nos abrazamos con total felicidad.

Les echaba glaseado a algunas galletas de gengibre tranquilamente. Suspiro. Cuando de pronto su angelical voz me llama.

-Tails- la coneja cargaba un regalo enorme dirigiéndose hasta el zorro.- ¿Me ayudas, cariño?.

-Si, claro- sostuvo el regalo sin oponerse.

Lo miró con ternura, no se podía creer que aquel caballeroso zorro de dos colas había cambiado tanto, pareciera ayer que aún pensaba en venganzas y cosas por el estilo. Sin pensarlo, se alzó de puntillas y lo besó.

-¡Mph!- se sobresaltó sonrojándose aún sin estar acostumbrado a los besos de su dulce esposa. Incluso sus dos colas se esponjaron por la impresión.

-No mires hermanito- la pequeña zorrita miraba a sus padres besándose con una mueca de desagrado.

-¡Iagh!- El mini conejo optó por cubrir su cara y sacar la lengua con repulsión. Para nada discreto.

-Tranqui' renacuajos vamos por pastelillos- se interpuso la eriza entre ambos apretándole la mejilla al más menor, Chatt.

-ay ay- se quejó este.

Cargó a sus primos otorgándoles a sus tíos un poco de privacidad.

-¡Sii pastelillos!- los pequeños alzaron los brazos con emoción al pensar en el bocadillo.

-Je, luego le agradeceré.- afirmó Cream.

-Si, yo igual- concordó.

-¡Atención todos!. La señorita María y yo hemos acordado en bailar durante los fuegos artificiales de año nuevo y luego la cena-anunció Shadow alzando la voz.

-Claro señora, pero, ¿Dónde está el faker?- burlaba del mandil de su esposa que traía puesto el de betas rojas.

-Entre sus glúteos, mi estimado- respondió de inmediato burlándose "finamente", según él, de su payasada.

«Ha ha ha ha ha ha». Carcajeó todo el mundo. Mientras que el azul quedó con cara de "what the fuck?".

- Por caos... Estos no cambian. - Miraba la eriza rubia junto con su hermana a ambos erizos "inmaduros".

11:50 p.m

Estaba en mi habitación, remarcando mis labios con el labial que Rouge me regaló, el palacio es enorme, así que todos vivimos en él, frente al espejo trataba de arreglarme un poco más para el baile que anunció Shadow, aclaró que sería fuera del palacio. Así que todo ello me ponía pensativa y emocionada al mismo tiempo.

- Amyy -hablando de la reina de Roma. Me llamó entrando a mi habitación. - ¿Qué tal me queda?.

-¿Uh? - giré un poco la cabeza hasta verla. Llevaba un coqueto vestido pegado típico de ella. Me emocioné al ver su esplendoroso y elegante outfit - ¡Bonita Rouge!.

Ella posó como toda una diva, guiñó y mandó un besito volado como en una pasarela de belleza. Rouge es bellísima.

- Pero... - me miró de pies a cabeza y posó su dedo índice en su mentón en forma de duda - veo que tú no estás lista aún querida.

- ¡Claro que si!.

Rápidamente intenté hacer una pose como ella; guiñé, puse mis labios en forma de beso, aunque parecía más un pato, dios mío siento que me humillo sola, me incliné e hice el símbolo de paz. Convenientemente un grillo a mi lado empezó a rechinar. - «Cri cri» - sonó.

- "Pinche grillo". - lo maldecí en mente.

- Si... Fabulosa... - dije mirando a mi amiga Amy, sin embargo, lo que en realidad pienso es que -"Se ve exactamente igual que antes".

- He perdido el toque Rouge. - dije desanimda dejando de hacer el ridículo.

- Dios mío, me va a dar algo, ay ay - posé mi mano en mi frente dramáticamente al oírla decir ello.

- ¿Eso es sarcasmo?. - la miré incrédula.

Luego brincó de reversa a la mesa que teníamos en frente sentándose, se cruzó de piernas y me miró sonriente.

- Obviamente querida, yo arreglé a todas, incluyendo a Cream. Quién sabe cómo esté Tails.

Mientras en la sala por unos mini segundos...

- No te atrevas a ver a mi esposa ahora. - sonrojado, Tails cubrió los ojos de su mejor amigo limitando su visión.

- ... Ah.

-----------------------------🌹--------------------------

- Oh dios mío Rouge, ¿Que le hiciste a Cream? - pregunté algo preocupada.

-La dejé preciosa. -respondió orgullosa.

- Está bien Rouge, pero no creo que se pueda hacer mucho por mi. - dudé de mi belleza, no soy tan segura como ella.

- ¿Sabes?, Knuckles y yo tenemos algo en común, nos gustan los retos. Así que manos a la obra belleza. - guiñó.

- Aww, Rouge.

11:55 p.m

Arreglé a Amy, me quedó tan bella que por caos... ¡Tengo talento!.

- Preciosa. -le afirmé con un guiño.

El erizo de ojos bicolor con tranquilidad caminaba por la enorme sala del palacio. Con una sonrisa serena dibujada fielmente en su rostro.

«Me pregunto, ¿Por qué tardará Amy?. Seguro está arreglándose.»

- Tío Sonic súbeme. Ahora peso más.- dijo Chatt mientras estiraba sus brazos con ansias de que lo cargara.

- ¡Vaya Chatt, es cierto! - dije una vez que cargué a mi pequeño sobrino. Me recordaba a la primera vez que sostuve a mi princesa en brazos. - ¿Te comiste toda tus zanahorias?.

- ¡Jaja, si, así es tío Sonic!. Jaja ¿Uh? - se volteó un momento hacia el lado izquierdo y rápido sonrío sorprendido - ¡Es la tía Amy!.

Lentamente me giré aún con el pequeñín en mis manos, cielos... ¿Ella es mi Ames?. Estaba parada frente a mi con un precioso vestido escarchado, radiaba tanto, allí estaba ella, sonriendo un poco nerviosa mientras me veía, sin embargo las palabras no me salen. En mi oreja cocida sentí el mini corto circuito por la impresión. Siento mis mejillas arder a más no poder.

- Jajaja tu cara tío Sonic. - se rió Chatt señalando mi rostro enrojecido.-te pareces al tío Knuckles jajaja.

- Te luciste tía Rouge. -halagó Aurora.

- ¿Verdad que sí?. Tu mamá nunca deja de ser bella por más de que ella diga lo contrario.

- Las chicas siempre son muy inesperadas mi querido prisas.- Knuckles me abrazó desde el cuello con un solo brazo.

- Si tío Sonic así son ellas. - interfirió ¿Chatt?.

- ¿Lo ves?. Chatt sabe. - dijo proponiéndole un choque de puños al enano.

- Yeiii - correspondió.

Solo pude pensar viendo a Chatt en que........ "Se mamó". Al parecer el hijo de Tails pasa mucho tiempo con Knuckles.

- ¡Chicos, ya casi es hora. Vengan! - nos llamó la mamá de Chatt. Cream. Al parecer el ano nuevo estaba a tan solo unos segundos.

Todos salimos fuera del palacio y recibimos al año nuevo con calidez. Todos los pueblerinos estaban allí también, así que nosotros junto con ellos iniciamos con mucho entusiasmo la cuenta regresiva.

- «¡¡10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2...,1...!!» -

🎆¡¡F⃨e⃨l⃨i⃨z⃨ a⃨ñ⃨o⃨ n⃨u⃨e⃨v⃨o⃨!! 🎆

Tails y Cream abrazaban a sus dos pequeños con total amor. Algo muy significativo en ellos, pues al fin el zorro podría reponer el amor que le faltó a él, ahora con su propia familia.

Shadow y María se dieron un tierno beso mientras estallidos de colores reflejaban por encima de ellos.

Knuckles y Rouge reían con carisma mientras bailaban al compás de la melódica música medieval que habíamos puesto.

Silver y Blaze se llevaban a su manera, mientras bailaban él la sostuvo por la cintura inclinándola hacia atrás y ella posó de manera dramática.

- Oh cielos mi príncipe. - dijo Blaze.

- Pfft jajaja - Carcajeó el albino aún sosteniéndola.

- Feliz año mi Aurora. - Sonic abrazo a su ahora señorita hija.

- Feliz año papá. - ella correspondió por unos segundos, se separó y le sonrió - Papá ve con mamá, ella te necesita.

✨[Reproduce la música ahora]✨

Sonriendo. Sonic volteó y posó su vista en su amada Ames, quien saludaba con entusiasmo a su amiga y fiel compañera Cream.

- Feliz año Cream, sigue siendo maravillosa. - abrazaba a la coneja.

- Feliz año Amy. - correspondió ella.

Oía y veía a lo lejos el azulado de ojos bicolor, para luego mirar a su hija y abrazarla.

- Eso haré princesa. Gracias. - dijo sin soltarla mientras ella lo abrazaba del mismo modo y finalmente separarse.

Sonic se encaminó hacia la bella eriza rosa.

Tantos años y mi Ames sigue siendo igual.
Su belleza, su fuerte ser, su bondad y empatía por los demás... ¿Cómo no amarla?.

Amy sonreía distraída, mientras me iba acercando a ella sin que se percatarse, bajo el colorido cielo nocturno por los fuegos artificiales, podía ver aquella mágica escena de la chica que logró hacer un cambio radical en mi tormentosa vida. Tomé su mano, volteó sorprendida, sostuve su mano para besarsela, inclinándome posando mi mano izquierda detrás de mi espalda como todo un caballero... Je, como su caballero.

- ¿Me concedes esta pieza bella dama? - sonreí y alcé la mirada al preguntarle.

Ella tomó las puntas de su vestido e hizo una pequeña reverencia.

- Con gusto mi amado erizo vampiro.

Sin pensarlo dos veces ella hizo un elegante giro sosteniendo su vestido. No pude evitar impresionarme.

«Es preciosa....»

Sonreí.

«Y siempre lo será»🌹

Empecé con aplausos al son de la melodía y di una vuelta con pequeños saltitos poniéndome a la par de Amy.
Todos empezaron a aplaudir a nuestro alrededor también.

Tomé a Amy de la cintura y ella tomó mis hombros, reíamos sinceramente, mientras ambos estábamos dando una vuelta el pareja, sin pensarlo antes de que la vuelta finalizara logré alzarla haciendo que brinque en el aire majestuosamente.

Todos formaron una ronda a nuestro alrededor empezando a girar. Mientras nosotros seguíamos bailando en pareja al medio de la ronda.

No podría ser más feliz que ahora, enserio, no podría.

Todos rompieron el círculo para bailar individualmente con sus parejas. Enfoquémonos en aquella conejita que bailaba con toda emoción y alegría con giros incesantes de acompañante tenía a su pequeñito Chatt, quien aplaudía a su mamá con entusiasmo mientras volaba.

- ¡Eso mamá!. - reían juntos bailando, de lejos los veía Tails.

Me alegra que Cream pueda estar tan feliz ahora, la amo, quiero verla así de feliz cada día.

- Papá deberías estar bailando con mamá. - reprochó su hija mayor viendolo parado sin hacer nada.

- Lo sé Tilsy, lo malo es que no sé bailar y... - el sonrojo invadió su rostro - sin embargo...

Miró al frente. Cream alzaba en los aires a su pequeñín mientras reían. El zorro se sintió conmovido con aquella escena.

- Tu mamá es toda una experta.

Tilsy sonrío ante ello y no insistió más, solo se marchó a bailar con el resto de sus tíos.

- Hermano - abrazó Knuckles al zorro por los hombros. Se veía más rojo de lo normal - Deja de ser tan pinche aburrido y baila con tu chica.

Tails se percató de el intenso olor a "Buena noche", el vino que trajo Rouge para la cena.

- ¿Estás ebrio?. - alzó una ceja.

- Ven aquí Knuckles, bebe agua , eres una animal. - se lo llevó Rouge a regañadientes.

Tails miró la escena con preocupación y confusión.

- ¡Ven aquí Tails! - tomó la mano del mencionado.

- Eh- .. - antes de que pudiera pronunciar algo más jalaron de él cuál trapo - ¡Aaaaah!.

En unos segundos me di cuenta de que Cream me había jalado hasta la par de ella. Estábamos frente a frente. No pude evitar sonrojarme. No sé bailar y ella se ve preciosa haciéndolo.

- C-Cream. - me veía con su boba sonrisa de siempre.

De pronto siento un codazo en mi espalda. Era Sonic, quien seguía bailando con la cazadora.

- ¡Dale bro, échate los prohibidos! - guiñó mientras le daba una vuelta a Amy.

¿Acaso quiere que haga el ridículo?, Sigue igual de imbécil por lo que veo.

Estaba volteado viendo a Sonic bailar, trataba de analizar sus pasos, quizás podría aprenderme algunos, sin embargo, mi análisis fue detenido por un agarre en mi nuca y espalda. Cream me había acercado más a ella.

Poco a poco sentí que me elevaba del suelo. Efectivamente, Cream empezó a volar.

- ¡Venga Tails, baila!

- ¿E-eh?

La miré y ella a mi. Su sonrisa con tan solo verla... ¿Cómo es que lo hace?. Me tranquilicé y tomé su mejilla. Le sonreí también.

- Hasta ahora sigo sin entender cómo tu sonrisa boba soluciona todo. - su sonrojo es lo más cautivador que haya podido ver.

Tomé su cintura. Ahora sería yo quién la sorprendiera. Con mis colas di el impulso necesario para dar un giro y tomar su mano. Automáticamente reí junto con ella. Su vestido flameó como un pétalo de rosas retoñando. A pesar de mi personalidad cruel, fría y vengativa. Ella no se negó rotundamente a dejarme, je, es tan terca hasta para eso, la amo.

El erizo de betas rojas, sonreía desde lejos, mientras preparaba la cena viendo cómo su hermano era feliz sin necesitarlo, eso último le entristecía un poco, pero a final de cuentas, él tenía en claro que después de lo que hizo fuera lo normal, no se negó ha aceptarlo.

- Oh no, no me vas a tachar de inútil, ve y habla con tu hermano. - la rubia tomó el lugar de su esposo, llevando el banquete al horno. Shadow la miraba confuso mientras ella se dirigía firmemente al horno.

- No creo que me perdone María. Yo... En verdad n-

Lo tomó brusacmente desde el mandil que llevaba puesto para cocinar, aferrándolo hasta ella.

- Vas a ir a disculparte con tu hermano, ¿Me oíste?, quieras o no. - dijo a regañadientes.

Shadow suavemente tomó las mejillas de su amada y apegó su frente a la de ella.

- Lo haré. - sonrío.

Se acercaron y se besaron cálidamente. Aceptando sin dudas.

-----------------------------🌹--------------------------

- Ya vuelvo. Traeré pastelillos. - m dirigí con una sonrisa hacía la cocina, dejando el baile un momento.

El aroma de los pastelillos es tan dulce que me tranquiliza, los sirvo en una bandeja, a Cream le encanta lo dulce y no me sorprende de ella, Chatt y Tilsy heredaron el mismo gusto, tres tesoros los cuales cuidar, al menos, con ellos puedo olvidar lo solo y desconcertado que me siento, aún no he perdonado a Shadow, ni siquiera me atrevo a cruzar la mirada con él... Escuchó la puerta abrirse de repente, volteo para fijarme de quién es y, oh, hablando del "rey de Roma".

Shadow está parado frente a mi.

Lo miro fijamente y él a mí. No mostramos ni una expresión sentimental al respecto, solo indiferencia. Tomé la bandeja con pastelillos y pasé por su lado.

- Hay más en la nevera por si deseas. - solo pude decir. Él no me miró, a cambio, solo se quedó cabizbajo.

Hasta que mató el silencio con una frase.

- ¿Hasta cuándo nos odiaremos?.

Fruncí los dientes a tal estúpida pregunta, haciendo que frenara en seco.

- Si me disculpas... Debo ir con mi familia. - traté de evadir su pregunta.

Shadow se quedó helado.

No lo podía dejar pasar esta vez, no de nuevo, esta vez quería ser yo quién arreglé las cosas con él. Tails merecía todo lo que le hice pasar. Estoy seguro que la mayor parte de su vida fueron malas decisiones, por culpa mía, fue mi culpa que él haya vivido culpándose siempre, no dejaré que sea así más, este será el momento que definirá si me odiará por siempre, si es así, solo lo aceptaré, pero no hasta que salga de su propia boca, hasta ese entonces, no me rendiré.

- ¡Tails! - lo detuve tomando su mano.

- D-déjame...

Me quedé estupefacto, jamás en mi vida pensé que experimentaría un dolor en el pecho a tal grado, mi corazón latiendo a tanta velocidad y mi respiración tan pesada solo por... Verlo llorar de ese modo, con tanto remordimiento, rabia y culpa.

Sin embargo, él no sabía que quién más culpable se sentía era yo, cerré la boca de inmediato, las palabras no me salían. No supe que hacer.

- ¡Eras el único al que tenía!, ¡¿Por qué, Shadow?!. ¡¿Por qué?! - gritó de espaldas, sin mirarme, con tanto dolor.

Solté su mano.
Yo era el débil, no él, siempre me dió envidia saber que mi hermano menor podía hacer más que yo, solo alguien tan repulsivo como yo, podría tratar de saciar su propio ego tratando de remediar las cosas tan tarde. Sin embargo, solo yo, tengo esa oportunidad ahora que está cerca de mi... Y no pienso desperdiciarla.

Tomé su mano de nuevo ñ, esta vez atrayéndolo hasta mi.

- ¡¿Que ra- - ni siquiera lo dejé terminar de quejarse, no me importó.

Lo abracé.
Era la segunda vez que lloraba en mucho tiempo.

- Con mayor razón debí permanecer a tu lado y cuidar de ti. Soy de lo peor. Siento tanto haberte hecho todo lo que te hice. Perdón hermano.

«Este es otro año en el que sabía que no tendría a mi hermano, pero este también es el momento en el que eso podría dejar de ser así y no lo dejaré pasar. Ya no más.»

Él lloraba incesantemente en mi pecho al igual que yo. Lloraba tan pesado, parecía que se lo había guardado en todo este tiempo, no somos tan distintos, es como si pensara que llorar está mal, pero quiero darle una primera enseñanza como hermano mayor.

Sujeté su cabeza aferrándolo más desde la nuca a mi pecho.

- Tranquilo. El llanto no significa que un hombre sea débil, significa... - recosté mi mentón en su cabeza - que tiene corazón.

- No me vuelvas a hacer algo como eso. Yo no quería que ellos murieran, no quería Shadow, no quería. - estampaba su punto despacio y débilmente en mi pecho mientras seguía llorando más aliviado.

- Lo sé. Nunca más pasará eso de nuevo hermano. Lo prometo.

«Una promesa que duraría hasta la muerte, a partir de este año. Promesa que no pretendo romper nunca.»

Rato después•°•°•°•°•°'*'*°•*'°

- He sido horrible con ambos. Yo siento lo que hice. No es necesario aceptar mis disculpas. - me incliné ante ambos, Tails y Cream, aún con esa gran carga de culpa encima de mi.

Noté que Cream me miraba con preocupación, mientras que, Tails solo se mantenía cabizbajo.

No esperé ningún gesto amable, ni nada por el estilo, solo quería que supieran que estaba profundamente arrepentido de todo.

Y aún así, sin previo aviso, sentí que alguien me rodeó con sus brazos desde mi cintura. No pudo sorprenderme más.

- Te perdono. Tal y como perdonaron a mi Tails. - ella me abrazó sin rencor alguno, y con tanta calidez.

¿Cómo?, ¿Cómo es que ella a pesar de todo lo que hice, pudo perdonarme?. Es como un ángel.

Miré a mi hermano, quien sonreía mirando a su esposa. Ahora entiendo, entiendo cómo cambió tanto así, ella le otorgó el amor que yo no pude. Ella fue su salvación, así como la mía, fue María.

Ahora... Lo entiendo todo, el amor no es algo que se deba buscar a la fuerza, mucho menos desesperadamente, con paciencia llegará a ti. Gracias.

- ¡Tío Shadow! - el pequeño conejo lo abrazó con sus cortos brazos mientras volaba.

Vi a Chatt abrazar mi rostro del lado derecho y luego, sentí otras dos manos rodear mi rostro del lado izquierdo, era Tilsy, mi sobrina.

No supe cómo reaccionar, pues, mis sobrinos, de los cuales pensé que jamás podría acercarmeles por lo que había hecho, ver sus rostros de felicidad sincera y ser llamado "tío", no podría pedir más. Me sentí perdonado, sentí que aquel vacío fue llenado. Les daré mi protección sin importar qué. ¿Lágrimas?, Je, obviamente iba a llorar, por fin he vuelto ha tener una familia.

Entre lágrimas las abracé y ellos a mi.

«Te dije, "Nunca ibas a saberlo si no lo intentabas"» - mentalmente se lo dijo a su novio con la mano en su corazón, mientras aquella escena pasaba frente a sus celestes ojos.

- ¿Lo ves?, Una sonrisa boba lo soluciona todo. - la coneja recostó su cabeza en la de su esposo y tomaba sus manos.

- Lo sé, tu me hiciste entenderlo. - respondió haciendo lo mismo. Ambos lloraban.

Por supuesto, Sonic veía de lejos también, su sonrisa al verlos era de alivio, felicidad y tranquilidad de ver que en este año nuevo el perdón reinaba.

- Más te vale no abandonar a mi hermana rata azul de mil vidas. - amenazó la rubia posada de manos en la cintura aún con pequeñas lágrimas.

- Tan simpática como siempre, ¿Eh María?. - con total confianza posó su mano en el hombro de la rubia. Ella solo lo miró.

Sonic por su parte al ver el rostro de María no puede evitar aguantar la risa. Mientras ella se muestra seria por qué el erizo se lo tome a broma...

Ambos se ríen de todos modos.

- No me toques. - la rubia quita de una palmada la mano del erizo de su hombro con una mueca de desagrado total.

- Ah.

- Hablo enserio, ella sufrió mucho en aquel tiempo en el que tú...

El erizo de ojos bicolor, agacha la cabeza, no hace falta que María termine aquella oración para saber a qué se refería.

«De tan solo recordarlo...»

Aquel suceso desgarrador en el que el erizo dió su último suspiro, cuando su propio padre le había quitado la vida misma que él le dió. Amy abrazándolo mientras lloraba, segundos después de que le había dicho que "serían una familia feliz".

- «¡Sonic!» - Amy sostenía mi cabeza mientras yo me iba desvaneciendo poco a poco, sin embargo, su calidez me mantenía con vida, incluso si la muerte me arrastraba, se quedó allí conmigo, abrazándome.

No podría...

Posé mi mano en mi corazón y agaché un poco la mirada dibujando una leve sonrisa en mi rostro. Mis ojos se nublaron un poco.

- Incluso en ese momento... Ella no me dejó.

- ¿Ese momento?... - la rubia no comprendió de lo que el erizo hablaba.

- Incluso la muerte no fue impedimento para seguir a mi lado. No podría María. Jamás la abandonaría. - con lágrimas de conmoción respondió a la pregunta que le había hecho antes la eriza.

La rubia notó la total sinceridad con la que el erizo habló. Después de todo "la rata azul de mil vidas" no se tomaba todo a broma. Comprendió.

Tomó las manos del erizo conmovida y también lloró mientras ambos sonreían.

- Estoy segura de que mi padre te habría aceptado sin dudarlo. Hubiera estado tan orgulloso. - dijo con tono eufórico.

- ¿Enserio lo crees? - el erizo se emocionó con lo antes dicho por su cuñada, sin dejar de lado el llanto ni la alegría.

- Por supuesto. Ese señor estaría chismeando contigo, ambos hablando de mi hermana sin cesar.

Ambos nos reímos mientras llorabamos.

- ¡Tío Sonic, tía María! - llamó la pequeña Tilsy sonriente - el tío Shadow dice que la cena está lista.

Nos abrazamos sonrientes, limpiamos nuestras lágrimas y seguimos a Tilsy.

- No soy experto pero... - rápidamente el vampiro de betas rojas encendió la luz.

En la mesa había todo tipo de platillos y cada uno de ellos se veía como si de un restaurante lujosos se tratara.

Había pastel de carne que aún brotaba vapor, brochetas incrustadas en palitos, varias copas de vino y por último un maravilloso pastel de tres niveles, el cual, fue adorado por los pequeños Chatt y Tilsy.

- ¡INCREÍBLE! - exclamaron ambos al unisono cada uno a cada costado del pastel mientras sus ojos parecían estrellas por lo mucho que resplandecían del asombro.

- Mph. - Shadow posó sus manos en sus caderas y alzó la cabeza en modo de orgullo de si mismo por haber alegrado a sus sobrinos y haberles causado una muy maravillosa primera impresión como tío, pensando - "Eres grande Shadow".

Luego todos se dispusieron de disfrutar a la mesa el gran festín que Shadow había preparado con sus propias manos. La mesa estaba completamente llena. Un bullicio invadía todo el comedor, uno no irritante, más bien de esos bullicios placenteros y emotivos que suelen tener las familias cuando todo mundo está contento.

- Delicioso Shadow. Tails quedó satisfecho, ¿Verdad que sí?. - dijo la coneja poniendo la palma de su mano sobre el mentón del zorro.

- Si, te luciste Shads. - este tomó la cabeza de Creo acariciándola.

A su lado se encontraban Sonic y Amy, el erizo tenía el plato vacío mientras lágrimas de felicidad desbordaban como cataratas de sus ojos, al parecer su boca estaba llena. No tenía palabras para los chillidogs que se acababa de comer.

- Diablos señorito. - dijo la eriza viendo el plato del erizo mientras que el de ella estaba completamente lleno.

Luego de esa maravillosa cena de año nuevo. Todos optaron por hacer la típica tradición de todos los años.

«Comer doce uvas a la doce de la noche, se dice, que si pides tus doce deseos en ese tiempo estos conllevarán a una nueva vida mucha más dulce, tan nueva como el nuevo año que se aproximaba en segundos.»

- Espero desees bien tontito. - la murciélaga le daba las uvas en la boca a su querido equidna. Mientras que él desviaba la mirada sonrojándose con la boca llena. Eran sus favoritas.

- Deseé nunca separarnos hermanito. - dijo la pequeña Tilsy dándole uvas en la boca del mini conejito. Este no contuvo sus lágrimas por lo mucho que su hermana lo quería.

- Eres tan amable mi pequeña. Te quiero. - Tails tomó la mejillas de su pequeña hija mirándola con ternura, ella miró a su padre con lagrimillas en sus ojos rubí.

- Papá, yo también lo soy. Soy amable. - protestó el pequeño conejo con lágrimas en sus ojos.

El zorro mayor se aproximó con su hija en brazos a su menor hijo y los abrazó a ambos.

- ¡Lo sé! - sonrío con cada uno de sus hijos a sus costados, con ellos devolviéndole el abrazo - ¡Ambos lo son y los amo!.

Por otro lado, la murciélaga miraba con ternura a esos tres, posando su mano izquierda en su corazón.

El equidna miraba extrañado a su prometida sosteniendo las pocas uvas que le quedaban.

"Ella..."

Volteó su mirada a lo que ella estaba mirando, pues jamás la había visto con tan radiante mirada, era la belleza que solo había visto en la esmeralda que antes cuidaba...

"Está viendo..."

Pronto Knuckles divisó a Tails y Cream con sus dos hijos abrazándose mutuamente. Luego volteó a ver a Rouge de nuevo.

"A la familia de Tails..."
"¿Por qué vería a su...?"

La murciélaga posó su mano derecha en su vientre cariñosamente, su rostro se veía pensativo, y sus labios dibujaban una tierna sonrisa cálida.

«Familia»

Sus pupilas se hicieron diminutas. Sonrojándose entonces lo comprendió, ¿Quién diría que con tan solo unos simples gestos el equidna entendería?.

La murciélaga seguía en el mismo lugar, debajo de ese fino maquillaje, se escondía un deseo sincero, real, dulce y cálido. Su mano se mantenía en su vientre acariciando dócilmente. Sin previo aviso, su pecho fue rodeado de unos brazos gruesos y fuertes, abrazándola desde la espalda. Era el equidna.

- Puedo hacer realidad tu deseo. Solo tenme paciencia, mi corazón.

Rouge no había escuchado al equidna hablar de manera tan sincera y dulce. Se sorprendió. Al parecer los deseos si se cumplían.

En otra parte de aquel prado se encontraba la eriza rosa, con una mirada conmovida, esa mirada estaba posada en su hermana mayor y su esposo Shadow, quienes se abrazaban arrodillados recostando la frente uno del otro.
Amy río por lo bajo con ternura de aquella escena.

«Aún recuerdo cundo mi querida María no quería nada con los vampiros, jaja, ahora ama a uno.
Aunque trata de negarlo con el pretexto de que Shadow es mitad vampiro»

"-No, no, mi Shadow es mitad vampiro - decía una mini María protestando en los recuerdos de Amy"

Amy ahora posaba la vista en el erizo de orbes doradas y la gata lavanda, esta última llevaba un vestido blanco simple de tirantes con una flor del mismo color en el cabello, lo tenía suelto.

«Mis queridos Blaze y Silver después de todo lo que pasaron...»

- Abre aah - la gata le daba una bolita de uva en la boca del erizo.

- Aah... - este obedeció sonrojándose. Recibió la fruta, sin embargo, tosió un poco - Jaja lo siento. Te ves tan bonita que casi me atoro.

- jaja aww Silver. - sonrío sonrojada acariciando la mejilla de su amado.

Amy sonrío viéndolos desde lejos.

«Son tan tiernos... Y...»

Agachó la mirada de inmediato y esta se tornó un poco triste.

«Pensar que casi pierdo a...»

Una mano tocó su cabeza acariciándola de repente justo cuando pensó ello. La sorprendió y detuvo aquel pensamiento melancólico.

- ¿Me extrañaste?. - se sentó a su lado sin dejar de acariciar las suaves púas de la eriza. Ella con un poco de lágrimas en sus bellos ojos jade volteó a ver.

Era Sonic, con la sonrisa más tranquilizadora del mundo para ella.

Al instante, la eriza no pudo más con el sentimiento de casi perderlo. Se abalanzó hacia él tomándolo de las mejillas para besarlo sin más. El rostro de ambos se ruborizó.

El erizo abrió los ojos al ser besado desprevenidamente, sin embargo, a los pocos segundos cerró lentamente hasta cubrir por completo sus iris bicolor, tomó de la cabeza suavemente a su amada y correspondió. Se separaron lento.

Amy lo miró unos segundos. Sonic permaneció con los ojos entrecerrados, la eriza simplemente no contuvo las inmensas ganas de abrazar a quién estuvo casi al borde de irse de su vida para siempre. Así lo hizo y sus lágrimas desbordaron.

- Mucho, mi erizo vampiro. - ella respondió la pregunta de antes del erizo.

"Jamás podría dejarte, no pude antes, no puedo ahora y sé que no podré ni después"

Abracé a mi Ames con cariño y mi sonrisa se dibujaba sola, su aroma rosal, lo suaves que son sus púas y lo cálido que me hace sentir, no se comparan con ninguna otra dulce sensación que haya podido sentir a lo largo de mi vida más que con las caricias de mi madre cuando pequeño.

- Te amo. Siempre seré tu erizo vampiro, nunca te dejaré de nuevo. - dijo dulcemente.

- Que alivio. Eso quiere decir que mi deseo más preciado se hizo realidad mi amado erizo vampiro. - respondió sonriendo entre toda esas lágrimas de paz.

La curiosa Aurora estuvo todo el tiempo detrás de un arbusto viendo la escena romántica de sus padres y sonrío con conmoción sin salir de su escondite.

«Al final de cuentas tu fuiste el que cazó mi corazón.
Te amo, Mi erizo vampiro🌹»

🌹Fin🌹

¡SURPRISE MADAFAKER!

Resurrección, wuuu.

Espero que les haya gustado mucho mi inesperado regreso, me fui durante mucho tiempo y decidí que, qué mejor que recompensarselos que así.

"Eres grande Lindsay 😎"
Jauhajs.

Dios es el capítulo más largo que hay podido escribir en toooda mi vida. Más de 5000 palabras. Todo por ustedes <3

Gracias a mi querida HikaryShinning tuve mucha motivación para este hermoso OVA, aunque ella no lo sabe aún jajaja <3.

La verdad es que se me había ido toda la inspiración y motivación, pero, decidí que una vez que Shiny acabara su obra «Un desastre llamado bebé». Yo publicaría esto. Que por cierto me inspiró muchísimo también, léanlo si o si se los recomiendo con todo cariño 🌹.

Te quiero moon🌙. Gracias por ser mi motivación. :")

Y gracias a todos por su maravillosa espera a esta tipa aweoneadA TwT🌹

Los quiero, bye byeeee.

OVA de: ✨Mi erizo vampiro ✨

Con cariño, Lindsay Celeste.