[Capítulo no apto para todo público. Espero que reproduzcan la música y la puedan oír mientras leen ❤]

Con solo ver mi adorada casa en llamas, con mis dos chicas tal vez dentro, me quebré en llanto -- ¡¡Amy!! -- grité para tratar de llamar su atención o al menos saber que estaba bien.

Cuando de repente sin previo aviso, Tails me tomó del brazo, tenía una hoja algo quemada en su mano izquierda, así que forcejeé un poco para safarme de su agarre, más me detuvo con sus palabras.

-- ¡Espera! -- me reclamó -- Encontré una nota y la leí, ellas viven.

Me calmé de inmediato, pues me dijo que vivían, pero continuó explicándome y me dijo que estaban secuestradas por ese malnacido bastardo, el rey Mike, al oír o decir su nombre, es una repugnancia absoluta, su sola presencia me debasta. Terminé de oír a Tails y noté una peculiaridad en sus ojos, ya no eran celestes, eran nuevamente... Rojos.

-- ¿E-Enserio? -- dije al terminar de oírlo más no me aguanté en preguntarle la peculiaridad de sus ojos -- ¿Eres un vampiro otra vez, desde cuando?.

Al oírme su cara se hizo totalmente roja, incluso apareció cierto rubor en la punta de sus orejas, ¿tanto le apena?.

-- ¡Y que más da eso! -- ruborizado me gritó haciendo su típico gesto de fastidio -- ¡Solo vayamos a buscar a tu novia e hija ¿vale?!.

Mientras tanto en el palacio, que es donde Amy y la pequeña Aurora de tres años estaban secuestradas, había un pavor tremendo. Amy estaba atada a una silla con sogas de un material resistente y realmente grueso, ello la inmovilizaba por completo, mientras que la pequeña Aurora se encontraba encerrada en una especie de caja plastificada y transparente, prácticamente irrompible.

-- Creo que tenías solo un trabajo ¿No Amy Rose?. -- cuestionó con una sonrisa ladeada y espeluznante que pondría nervioso a cualquiera.

-- ¡No te atrevas a ponerle una mano encima a mi pequeña! -- desesperada intentaba safarse de las sogas, mientras el llanto invadía sus bellos ojos jade.

-- Tranquila querida -- posó su mano derecha a la altura de su cadera -- Solo voy a extraer un poco de su escencia. -- tranquilamente insinuó viendo sonriente a la eriza mayor.

-- ¡Mami, mami! -- chilló la pequeña dándo golpes sucesivos en la pequeña caja transparente.

-- ¡Mike, por favor no lo hagas, es una niña! -- suplicó.

-- Oh querida Amy, ¿enserio creías que quería a ese odioso vampiro azul para asesinarlo? -- alistó una jeringa -- Vaya... Que ingenua.

-- ¿De que hablas Mike? -- arqueó sus cejas en preocupación con lágrimas derramadas a través de sus mejillas -- ¿Q-Que estás diciendo?.

Mike la miró con superioridad, mientras la pequeña Aurora observaba desde atrás sin entender lo que sucedía.

-- Lo que yo quiero, no es ser un buen gobernador -- sonrió -- Lo que yo deseo es volver a tener mi vida eterna y para ello... -- volteó hacia la pequeña Aurora y se encaminó hacia ella, abrió la puerta de la pequeña caja y tocó su nariz con su dedo índice -- ¿Que mejor que acabar con una nieta que jamás deseé?.

Amy sintió como si un cuchillo atravesara su pecho, ¿había oído bien?, ¿llamó a su pequeña hija, su nieta?, No podía ser cierto.

-- E-Eres el padre de... -- Entendió todo.

-- Exacto. -- confirmó mientras sonreía de lado.

-- ¡Aléjate de ella, aléjate ahora! ¡Monstruo! -- deseperada intentaba quitarse las sogas que ataban su cuerpo. Aurora estaba en peligro y en uno muy grande.

Tranquilamente Mike se acercó a la pequeña, ella retrocedió hasta el fondo de la pequeña caja que la contenía, pero no sirvió de nada, él tomó su pequeño brazo y le pinchó con la jeringa sin piedad alguna, extrayendo de la forma más dolorosa la sangre de la pequeña eriza rosa.

-- ¡¡Aah, mamii!! -- sus lágrimas se derramaron, el dolor era indescriptible, de su brazo desprendía mucha sangre, mientras que la jeringa ya estaba llena por la mitad.

-- ¡Basta, basta, por favor para, es mi pequeña! ¡DÉJALA! -- lágrimas brotaban de sus ojos jade, para una madre es lo más doloroso que puede existir.

Ver cómo hacen sufrir a tu hija, y más aún si quién la hace sufrir, es su propio abuelo. No te imaginas, cuán doloroso y tormentoso es estar atada a una asquerosa silla, sin tener a alguien que te ayude y sin poder hacer nada por tu bebé. Amy no dejaba de llorar y gritaba a todo pulmón porque liberaran a su "princesa".

Como respuesta a sus desesperadas ganas de que alguien la ayudase, resplandeció atravesando la sólida pared de cemento una estela tan azul como el mar, los escombros rebotaron al suelo y entre polvo llegó quién más anhelaba ella por su llegada.

Sonic, su amado vampiro.

-- ¡Deja en paz a mis chicas estúpido, métete con alguien a tu nivel! -- lo confrontó.

Con tranquilidad, el rey volteó para ver al erizo azul, ese que tanto quería atrapar, mantenía esa sonrisa ladeada y cínica en su rostro, su mirada se clavó en el vampiro, una mirada vacía.

-- Ah vaya sorpresa, eres tu Sonic o debería decir... -- sonrió y lo miró de frente -- ¿Hijo?

El vampiro sintió como si un rayo lo hubiese golpeado, recuerdos de su pasado lo invadieron y se quedó intacto unos instantes viendo horrorizado a aquel monstruo que se hacía llamar "su padre", no podía ser, él murió ¿no es así?, al menos es lo que el erizo azul pensaba, finalmente reaccionó.

-- ¡Tu no eres mi padre! ¡¿A que intentas jugar eh?! ¡Él murió! -- exclamó seguro de si mismo.

El rey Mike río por lo bajo al escuchar "tal estupidez", empezó a caminar lentamente hacia él, hacia "su hijo", tomando una espada y seguir dirigiéndose hacia él con ella en mano.

-- A menos de que él haya cambiado su apariencia tanto como su nombre y tu siguieras creyendo eso. -- se burló de lo "estúpido" que el vampiro había sido.

Ahora entendía por qué no lo reconocía como su padre, "Mike", no era su nombre.

-- No... -- fue apartándose lento al escucharlo -- ¡No es cierto, tu no eres mi padre, n-no puedes serlo!.

-- Cuando me mordieron, me desesperé por volver a ser normal así que... -- alzó la espada enseñándosela a Sonic -- Tuve que asesinar a mi propia familia para ello, así tomar su ADN.

"¿Por eso no los volví a ver más?.... No, no, no."

El erizo ya no sabía lo que sentía, estaba confundido, aterrado, enojado, triste, frustrado, avergonzado, no lo aguanto más, en toda su vida, este fue el acontecimiento que menos quería, no podía ser posible, su padre no podía ser un asesino y de su propia familia. Todo tomó curso, el por qué no volvió a ver a su familia, el por qué el rey, su padre, lo quería a él con tanta desesperación, la razón de todo su sufrimiento siempre había sido él. Puso a todos en contra de los vampiros para que así su hijo no gobernara jamás.

-- No... -- las venas de sus ojos se fueron tornando negras mientras que el llanto invadía sus mejillas -- ya cállate ... -- cubrió sus orejas con temor de seguir escuchándolo -- ¡Ya cállate, ya cállate!.

Mike frunció el ceño e hizo una mueca de disgusto, abrió la boca en donde hizo notar que también tenía colmillos en su dentadura.

-- Pero me dí cuenta de que no sería poderoso y no viviría por siempre así que paré, por eso aún conservo mis colmillos pero no el color de mis ojos. -- explicó.

Todo empezaba a tomar forma.

Sonic se apartó horrorizado y estupefacto de cada palabra que oía de parte de aquel sujeto que se hacía llamar su padre, sus escleróticas estaban a nada de tornarse completamente negras, mientras lágrimas desencadenadas brotaban y viajaban con rapidéz a través de sus mejillas.

-- Y lo único que quiero, es que me devuelvas el poder que una vez te otorgué. -- se refirió a quitarle su esencia.

Mientras "Mike" estaba distraído, los amigos de Sonic ya estaban ejecutando el plan organizado antes de entrar, pero Sonic no duraría soportando cada palabra que lo atravesanban y dolían peor que estacas.

-- Ya casi Amy. -- susurró la coneja.

-- D-Date prisa Cream. -- susurró asustada al igual que la coneja.

Una vez desatada, le dió una señal al zorro, a lo cual, este supo que seguía después. Tomó a su pequeña sobrina en brazos, esta le abrazó muy fuerte llorando.

-- ¡Ahora Silver! -- gritó dando señal a su amigo plateado.

El erizo usó su poder, la telequinesis, e inmovilizó al rey, tomándolo por sorpresa.

-- ¡¿Pero que demonios?! -- inmovilizado exclamó.

Luego apareció el erizo de betas rojas dándo un salto desde lo alto de un árbol y rompiendo el techo de donde estaban todos.

-- ¿Me extrañabas "princesa"? -- burló.

Tails le entregó a Blaze a la pequeña Aurora. Ella la recibió y corrió rápido hacia la puerta de salida.

-- ¡Vámonos ya, ahora! -- quemó la puerta poniéndo su mano sobre esta.

-- ¡pero mis padres! -- exclamó la pequeña.

-- Salgamos de aquí Ames. -- cargó a su bella amada en brazos para dirigirse corriendo a la puerta, ambos lloraban.

Tails y Silver salieron corriendo al igual que los demás.

-- ¡Avisa a Knuckles, Silver! -- le dijo el zorro.

-- ¡Ahora Knuckles!. -- dió la señal.

El equidna salió de su escondite a penas el erizo plateado dejó de inmovilizar al rey y le dió un fuerte golpe con sus fuertes nudillos en el estómago haciendo que este escupiera sangre por el duro golpe.

-- ¡Por ser mal padre! -- excusó para darle la paliza.

El rey estaba adolorido pero eso no lo detendría por mucho.

-- hey, nada mal. -- la murciélaga halagó al equidna por su acto.

-- je, ¿que te digo?, los tipos como esos me llegan. -- presumió.

Mike empezó a levantarse dispuesto a matar a todos los que se atrevieron a desafiarlo y confrontarlo, así que no quedaba de otra más que aniquilarlo, Shadow vió lo que tramaba y no se quedaría de brazos cruzados y sacó su arma, apuntándo al estómago del rey.

-- Hasta nunca repugnante insecto.
Disparó.

La bala atravesó el estómago de este, salpicando sangre a todo aquello que estuviera atrás de él, cayó arrodillado para finalmente quedar tendido en el suelo desangrándose.

Pasaron algunos minutos, todo parecía haber terminado, Tails y Cream se preocupaban el uno por el otro, aunque Tails no quisiese admitirlo.

-- Me alegra que estés bien Tails. -- lo miró tiernamente como solía hacer antes, pues ahora lo recordaba.

-- A mi también me alegra que tu lo estés Cream. -- desvió la mirada hacia otro lado tornándose sus mejillas de un color carmesí.

Shadow y María se halagaban el uno al otro con sus habilodades durante la pelea con "Mike".

-- ¿y que hiciste? -- atrajo a su novia por la cintura.

-- Solo le partí la madre a unos diez guardias, fue sencillo. -- alardeó la rubia.

-- Esa es mi chica. -- la felicitó el de betas rojas.
Eran tal para cual.

Mientras que yo... Meditaba un momento sentado a la orilla de un abismal mientras el viento hacia zarandear mis púas azules.

"No puedo creer que ese monstruo haya sido mi padre." -- pensaba defraudado sin saber que aquella eriza rosa se encontraba ya detrás de él.

-- Mi Soniku, ya no te preocupes. -- tomó sus mejillas apegando su nariz con la suya.

-- okey Ames. -- sonrió.

-- Vamos a ser una familia feliz y además... -- no termina de hablar al ser nombrada por su novio.

-- Amy... -- dijo aterrado viendo atrás de la eriza para seguidamente voltearla hacia el lado contrario y ponerse atrás de ella abrazándola -- ¡¡AMY!!.

-- ¿eh, pero que-....

Antes de que terminara su pregunta, una espada atravesó desde la espalda hasta salir por el estómago de Sonic, una inmensa cantidad de sangre derramó por esas partes de su cuerpo, la eriza quedó en shock, parte de la sangre de su amado había manchado su vestido.
La había salvado de una muerte segura.

-- Akg ... -- Quejido de dolor que hizo que botara más sangre por su boca.

-- N-No... -- Murmulló por lo bajo realmente estupefacta.

Su amado vampiro... Aquel que hizo de su vida una aventura, había sido atravesado con una espada frente a sus ojos jade que rápidamente secretaron lágrimas.

-- T-te lo mereces... -- tomó su estómago ensangrentado -- a-agh, nunca olvides mi nombre, el rey Max.

Quitó la espada de la espalda del erizo para luego perder el equilibrio y finalmente caer en el césped, tornándose este rojo por la sangre que derramaba su grave herida.
El rey Max había muerto.

La eriza rosa quedó horrorizada, tenía a su amado agonizando entre sus brazos, mientras que ella lloraba desconsoladamente manchando sus manos de la sangre del erizo al tratar de impedir que se desangrara.

-- ¡Sonic no! -- lo aferró a ella mientras tapaba el desangre de Sonic. -- ¡N-No, por favor no!.

-- A-Amy... -- tembloroso tomó con su mano izquierda la mano de su amada -- El... Nom..bre de mi pequeña, Aurora, ella siempre fue... Y siempre será mi colorida Aurora -- su mano empezó a deslizarse hacia el suelo. -- Te... Amo.

La mano sin vida del erizo se deslizó, hasta finalmente chocar contra el suave y cómodo césped, siendo ese su último aliento, su boca tenía hilos de sangre, si estómago estaba completamente atravesado desde la espalda.

Ya no respiraba.
Sus bellos ojos esmeralda fueron totalmente cubiertos por sus párpados azules.
Agonizaba ya moribundo.

"¡Sonic!" -- voz de Cream
"¡Sonic!" -- voz de mi mejor amigo.
"¡Sonic!" -- voz de Silver.
"¡Sonic!" -- Blaze.
"¡Sonic!" -- Knuckles.
"¡Sonic!" -- Rouge.
"¡Sonic!" -- Shadow.
"¡Sonic!" -- Je, María.

"¡SONIKU!" -- Mi bella Ames.

"¡PAPII!" -- Mi princesa Aurora.

<<Perdonenme, debo dejárlos, los amo a todos>>.

Sonic, había muerto.

<<Y así luego de trece años cumplidos de fallecido, aún me complace contar la maravillosa historia en vida de mi mejor amigo...>>

Narraba el zorro.

<<Así notamos, que todos podemos hacer la diferencia.>>

Tails vestía una camisa negra al igual que todos los que estaban a su alrededor escuchándo su testimonio parado en el centro de una pequeña lápida que contenía estampado el nombre de "SONIC, un gran héroe vampiro."
Su nombre tallado en mayúsculas para que todos supieran quién fue él.

A los costados se encontraban, tanto Amy como una Aurora de dieciseis años, poniéndole flores a la tumba de Sonic, el padre de la eriza menor y el difunto esposo de la eriza mayor.

"Me enorgullece hoy en día ser quien soy y amo el significado de mi nombre, todo gracias a mi padre" -- la eriza se decía así misma orgullosa de su propio ser, derramando lágrimas de felicidad.

-- Él te amaba Aurora. -- dijo el tío Knuckles abrazando a tía Rouge y acariciando mi cabeza.

-- El mejor tipo que haya conocido. -- mencionó el tío Shads junto a mi tía María.

-- Un gran cuñado. -- mencionó ella.

-- Fue un gran chico Tails. -- mencionó mi tía Cream sosteniendo entre sus brazos al pequeño conejito, Chatt, mientras era abrazada por tío Tails.

-- Esta bien sentirse triste ¿okey?, no te juzgaré. -- consolaba tía Blaze al tío Silver, quién cada vez que hacíamos el recordatorio de muerte de mi padre, lloraba como la primera vez.

-- k-kgh... -- lloraba y lo comprendía perfectamente, tío Silver a de haber querido mucho a mi padre.

Yo solo me quedé en silencio unos minutos, era inevitable no llorar por él, imagino todas las cosas que podríamos haber hecho juntos, como padre e hija.

Me rompe el corazón.
Duele no tener a mi padre.
Pudimos llegar a tener y vivir más momentos felices.
Pero no.
Lo único que puedo decir de todo corazón, aún sabiendo que ya no es posible que me oiga.

-- Te... quiero papi. -- dejo la pequeña flor azul encima de su tumba.

-- Te amo... Soniku. -- mamá puso un chilli dog que ella misma preparó.
La pequeña Tilsy, mi prima, una zorrita dulce y tierna de dos colas como su padre, miraba a mi madre preocupada, lo pude notar en sus potentes ojos rubí.

Llevaba puestos los zapatos de mi padre, tan rojos como sus ojos y de ebilla tan dorada como su alma.
Los llevaba puestos casi siempre, pues cuando me los pongo suelo sentir que aún me acompaña.

Ya han pasado diez minutos de la pequeña y sencilla ceremonia de conmemoración de mi padre, camino hacia la puesta de sol, quiero divisarla un poco, al acercarme noto una silueta que se encontraba sentada en la orilla del acantilado, a medida que me fui acercando, la silueta tenía dos cosas al lado izquierdo y derecho de su espalda, eran punteagudas y pude ver que eran dos colas.
Era el tío Tails.

"Tal vez..." -- pensaba el zorro para si mismo siendo sus pensamientos interrumpidos.

-- Hola tío Tails. -- se sienta a la par de este.

-- Hola Aurora. -- responde con una pequeña sonrisa.

-- A veces... -- pausa un momento -- Me gusta pensar que hay una manera de revivirlo.

Dije cabizbaja.

El tío Tails me miró sorprendido y su sonrisa desapareció, lo que no me esperaba, es que me dijera sus pensamientos, quiero decir, él es muy reservado. A menudo lo es, rara vez suele decir lo que piensa.

-- Tal vez... -- me miró de reojo y suspiró -- La haya.

Me sobresalté por escuchar lo mencionado por mi tío.

-- ¿E-Enserio? -- algo asustada y ansiosa contesté a lo que mi tío rió un poco meneando sus colas.

-- Tengo... -- suspiró de nuevo -- Cierta manera de poder hacerlo, lo intentaremos esta noche. -- me citó.

La noche cayó en un abrir y cerrar de ojos, la eriza rosa de ojos jade y rubí, ya estaba de camino al laboratorio de su tío.

Hicieron muchas cosas, reparar la máquina que Tails utilizaría, desenterrar el cuerpo no tan descompuesto de Sonic, coser su oreja izquierda, parte de su brazo derecho y juntar las esmeraldas caos que habían recolectado hace mucho para ponerlas alrededor del cuerpo sin vida del erizo azul, a tal punto que por las mínimas cosidas que le hicieron, hacían que pareciese un Frankenstein .

Entonces comenzaron con el experimento "Frankenstein" que basicamente consistía, en que al jalar la palanca de la máquina que el mismo Tails había construido, generaría liberar energía de las siete esmeraldas del Caos, y así generar una descarga eléctrica en el cuerpo del difunto, en este caso, Sonic.

-- ¡Aurora con más potencia! -- ordenó el zorro mientras su pelaje zarandeaba por el viento que la energía de las esmeraldas provocaba.

Aurora elevó la potencia de la máquina frunciendo sus dientes con fuerza, elevando la carga eléctrica hasta más de noventa voltios.

Sonic no mostraba efecto, resultado o respuesta alguna.
De los ojos rubí del zorro cubiertos por la luna de lentes científicos, se podían ver unas pequeñas gotas de lágrimas invadirlos. Tan solo agachó la cabeza dando su experimento por un fracaso.

-- Solo... Para. -- ordenó.

Aurora en verdad quería que funcionara, sus ojos jade y rubí se cristalizaron al escuchar la orden que le dió su tío, la cual con mucho dolor obedeció.

La máquina disminuyó los voltios, de noventa a setenta, de setenta a cincuenta, de cincuenta a diez y de diez hasta llegar a cero.

Tails enseguida arrimó sus lentes hasta la parte superior de su cabeza para enseguida ir corriendo hasta Aurora para darle un cálido abrazo.

-- Lo siento ... -- derramó lágrimas sin poder contenerlas -- Aurora.

Correspondió sollozando en el pecho de su tío.

Tails alzó un poco la vista, para ver el cuerpo de Sonic sobre su mesa de análisis.

-- Lo lamento Sonic, te fallé... -- susurró mientras lo veía y abrazaba con fuerza a su sobrina.

Era tarde, el experimento había sido un fracaso, no dió resultado alguno. Sonic continuaba sin vida...

Tails miraba decepcionado de si mismo a su mejor amigo.

Falló.

A pesar de ser un gran científico, falló.

Pensar en eso solo lo llenaba de más tristeza.

Recordó los momentos en el que a pesar de todo, su mejor amigo recobraba la confianza en él.

Cómo lo perdonó tantas veces.

Cómo su amistad y lealtad siempre estuvieron en pie a pesar los errores que él cometía.

Lloró más, lloró mucho, sus manos temblaron apretando más la cabeza de su sobrina, su corazón palpitaba más rápido de la rabia que sentía por haber dejado que se fuera y ya no poder hacer nada.

Lo que Tails no se esperaba, es que en medio de sus pensamientos, recuerdos, rabia y pena...

Sonic abriera los ojos, el izquierdo amarillo y el derecho rojo.

-- Funcionó. -- afirmó viendolo.

-- N-No puede ser... -- sorprendida vió a su padre.

El cual ahora, estaba despierto.

<<A pesar de ser diferente, fui fuerte, me excluyeron cuantas veces pudieron, pero al conocerla, eso cambió para siempre>>.

Él es, siempre fue y siempre será el amor que me hizo ver todo diferente, un bello y encantador padre, el dueño de mi corazón, mi mejor amigo o como mamá y yo le decimos ...

-- Mi erizo vampiro. --

🌷FIN🌷

Gracias por leer esta historia, mi corazón es muy alegre de saber que la hayan apoyado.

"La discriminación o exclusión es lo que te da a conocer Mi erizo vampiro."

✨Ser diferente, no es malo, nunca lo va a ser, ser diferente, es lo que le da a uno su toque de autentidad y originalidad.✨

Vampiro o no, al final todo se soluciona con comprensión y amor.

Excluir a alguien; nadie merece ser excluido, dale tu comprensión a aquellos que la necesitan.

No te quedes estancado en un solo concepto, porque el mundo no es solo para uno, el mundo es de todos, aprende a compartirlo.

La amistad no tiene límites, porque tu seas así, no quiere decir que los que tengan que ser tus amigos o amigas serán igual que tu. Yo tengo amistades variadas y distintas, la amistad es aceptar al otro tal y como es, comprenderlo, ser empático e igual en el amor.

En Sonic la película, hay un claro ejemplo de ello, Tom ama a Madie tal y como es, su color de piel no es impedimento de que se amen, pues para el amor, no hay límites y te lo recalco de nuevo....

<<El amor no tiene medida, la única medida del amor es amar sin medida>>.

🌹<<No jusguez a alguien sin haberlo conocido>>🌹

Te quiere,
Lindsay---Celeste 🌹.

07/03/2021.