Pasado.
Creo que era entrada la noche, casi la media noche he de decir.
Los edificios, algunas tiendas cerradas, una que otra persona en la calle, todo eso pasaba por la ventana donde estaba sentada, a lado mio, Akashi, el decidió llevarme a su casa, con aprobación de mi padre claro.
Aun dudaba en comlño mi padre había accedido dejarme ir a quedarme con alguien que él no conocía, y con un chico. Yo no había escuchado nada de la conversación entre mi padre y Akashi.
-Lo siento por llevarte así a mi casa, pero estarás más segura conmigo- me miro, a pesar de la noche sus ojos parecían brillar.
-No te preocupes- la verdad no tenia muchas ganas de hablar, solo gire mi cabeza y mire de nuevo a la ventana del auto.
Escuche como soltaba un pequeño suspiro pero ya no hablo de nuevo.
La luna era grande y tan brillante, hermosa. El viaje fue silencioso, no se cuando me quede dormida, pero unas cálidas manos me despertaron al llegar.
-Chizuru, llegamos-
Arrugue un poco la frente, tenia sueño, una suave risa me hizo abrir un poco los ojos, me encontré con una brillante sonrisa baje del auto con ayuda de Akashi para encontrarme con una lujosa mansión.
Sabia que él era rico pero, nunca imagine tal cosa, era una típica mansión japonesa de la era feudal o algo así, se veía antigua y a la vez com algo de esta epoca, gracias a las restauraciones tal vez.
-Vamos- tomo mi mano.
Un calor subió por mi cuerpo u se detuvo en mis mejillas, mire nuestras manos, tal vez no era la primera vez que lo hacía pero siempre se sentía como si fuese por primera vez.
Al entrar a su casa lo revivieron varias personas con un "Bienvenido joven amo" eso me incomodaba un poco.
Me arrastro escaleras arriba, no sin antes darles algunas indicaciones a las personas, las escaleras eran de madera y muy brillosa, el olor que sentía era el mismo que desprendía Akashi, flores de cerezo y miel, me sentía embriagada.
-Dormirás en esta habitación de ahora en adelante, siéntete libre de hacer lo que quieras, estarás bajo mi cuidado, cualquier cosa que necesites pregúntame, mi habitación esta del otro lado- señalo una habitación un poco más adelante de donde me quedaría.
No me dio tiempo a hablar cuando se despidió y se fue.
Entre a la habitación, lo que vi me dejo anonadada, era enorme, una cama en medio donde fácil cabían más de dos personas, de un color dorado y plata, hermosa habitación.
No había traído ropa solo mi uniforme puesto y mi bolso de la escuela, me daría un baño y me pondría solo la blusa que quedaba algo larga.
No dure mucho en el baño, creo que de tres a cinco minutos, pero cuando salí, en la cama había algo de ropa, claramente mía, como le habían echo para traerla? Era mi pijama, un pantalón corto y una camiseta algo gastada. Me puse todo, dejando mis pies descalzos, mi cabello suelto aun con algunas gotas cayendo.
Sentía que mis ojos no querían cooperar cuando intente dormir, sentía como si aun tuviese energia, pero me sentía cansada a la vez. No podría dormir fácilmente después de lo que paso.
Salí de la habitación, mis pies descalzos no hacían ruido, camine por el pasillo hasta llegar a su habitación, fue instinto. No sabia si tocar o regresarme a mi habitación, tal vez ya se encontraba dormido o tal vez...
La puerta se abrió, dejándome ver a un Akashi sorprendido.
-Que pasa? Necesitas algo?-
-No, yo... no puedo dormir- mire hacia el suelo.
-Pasa- se hizo a un lado para dejarme pasar, su habitación no era tan diferente que en la que yo estaba, solo algunas cosas de más.
-Lamento despertarte-
-No tranquila, estaba estudiando y estaba a punto de pedir un poco de Té-
-Hum- asentí, no pude evitar mirar todo.
Algunos libros en su mesita de noche y en su escritorio, una gran cama, chimenea y... un gran cuadro, una hermosa mujer estaba retratada, hermosa y cálida mujer.
-Quien es ella?- pregunte sin pensar.
Unos segundos de silencio me hicieron mirarlo, el miraba el cuadro con una nostalgia palpable.
-Ella es mi madre, murió cuando era pequeño-
-Lo siento mucho por preguntar- me disculpe apenada.
-Fue hace tiempo, debemos seguir adelante sin mirar el pasado- miro hacia otro lado.
-Te equivocas, gracias a que tenemos un pasado podemos tener un futuro, mi madre también murió, pero jamas la conocí, mi padre siempre me platico de ella, yo la amo- unas pequeñas lagrimas salían de mis ojos.
Tomo mis manos y me hizo sentarme en la orilla de la cama.
-Discúlpame por hacerte recordar algo doloroso, tu más que nadie sabe más cosas de las que yo quisiera, pero es por eso que te admiro, tu tenacidad y no darte por vencida, eso solo tu podrías tenerlo-
-Tu madre era hermosa, se veía feliz-
-Si que lo era, era la persona que yo más amaba en la vida, pero al perderla todo se fue haciendo más difícil, recuerdas todo lo que una vez te conté?-
-Si, tu padre es muy estricto por ser el cabecilla de una familia que viene de la nobleza- respondí.
-Exacto, perder o ser el segundo en algo no es algo discutible, fui criado para estar por encima de los demás, a pesar de todo eso mi madre me dejo un maravilloso legado, el Basket, estoy agradecido por eso-
Ha pesar de tener una sonrisa en su rostro no parecía sentirla de verdad.
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Bueno aquí esta otro capitulo más, perdon la tardanza, mi telefono falla y estoy en preparativos de cumpleaños.
Cualquier cosa pueden opinar, gracias por leer y votar, esa es la mejor paga.
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