Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mi felicidad.

Los días pasaron rápidos, ahora ya sólo faltaba un mes para su regreso. Sentía un cosquilleo en mi estómago cada que pensaba en eso.

-¡No se detengan, corran!-

-¡Sí! - contestaron los chicos.

-Eres muy dura, últimamente tienes más entusiasmo- me sonrió Reo.

-¿Tú crees? Yo me siento igual- me encogi de hombros.

-Sea lo que sea que te tenga asi, me alegro, sonríes más últimamente -

Sonreí sin querer cuando recordé el porqué.

Últimamente Akashi me mensajeaba un poco más. Aunque eran mensajes cortos, pero sabía que se tomaba un poco de tiempo de su apretada agenda.

-Tal vez tengas razón -

-Bueno, es bueno que así sea, los nuevos están casi por vomitar- Reo carcajeo suavemente.

Miré hacia donde los demás estaban haciendo los entrenamientos. Todos respiraban agitadamente mientras seguían corriendo, unos se desplomaban en el suelo sin poder seguir.

Reo, Kotaro y Mibuchi fueron hasta donde ellos estaban, dieron algunas palabras y después esos chicos se levantaron con ánimos de nuevo. Sonreí.

Me sentía optimista y sentía que el mundo tenía colores diferentes, además del gris y blanco.

Ya en la salida me dirigí a casa, donde abrí la puerta y me topé con un apresurado padre.

-¿Qué pasa papá? - dejé mis llaves donde estaban las demás.

-Se me hace tarde, voy a dar una conferencia, así que no me esperes para la cena- mi padre, con su maleta en mano y mirando el reloj de su muñeca, corría por todos lados.

-Papá, todo saldrá bien, y saldrá mejor si tu corbata es acomodada como debe ser y no en un moño- le sonreí mientras le ayudaba a atarsela.

-Lo siento, es sólo los nervios, los negocios van muy bien e irán mejor si me aprueban en esta conferencia-

-Todo saldrá genial, ten fe- le sonreí mirándolo a los ojos.

-Tienes razón, tu mamá nos mira desde el cielo y siempre hace todo por cuidarnos-- asenti.--Ya me voy... ah, pero antes, llegó un paquete para ti, lo dejé en tu habitación-

Asenti, se fue rápidamente hacia su auto el cual arrancó y se fue perdiendo de mi vista.

Yo subí hacia mi cuarto, donde cuando entre me encontré con una gran caja en la cama, tenía un moño de color rojo.

Tenía una tarjeta, la leí.

"Es un presente, pontelo y te esperaré en el restaurante  Xxxxx, a las nueve de la noche, se puntual.

Akashi"

Frunci las cejas, ¿El señor Akashi me había mandado esto? Seguro que queria hablar conmigo, después de todo soy la novia y prometida de su hijo.

Mire el reloj de mi mesita, tenía un par de horas para arreglarme.

Tenía que ser puntual. Me di un baño rápido y salí enredada en una toalla, saqué el vestido de la caja, era un vestido muy bonito. Un vestido de color rojo, no muy escotado, las tiras estaban caídas con delicadeza por mis hombros, me quedaba a medio muslo, venían unas zapatillas también de color negro.

Arreglé mi cabello con un peinado ligero hacia un lado, puse una flor en mi peinado que venía dentro de la caja también, maquillar un poco mis labios y mis pestañas, me puse un poco de perfume.

Fuera de casa, sonó un claxon, era el chófer que ahora se había convertido también en mío, gracias a Akashi cuando se fue.

Salí apresurada, subí al auto, el chófer ya sabía la dirección así que no tenía porque decirle nada. Me puse nerviosa, no sabía para que me citaba. Aún daba un poco de miedo. Mire el anillo que estaba en mi dedo anular. Sus piedras brillaban con la luz de las farolas de la calle.

Era el objeto que más valor me daba en estos momentos.

El auto se estaciono frente a un restaurante muy lujoso, ya veo del porque este vestido. Una persona abrió mi puerta. Baje con su ayuda.

Cuándo salí todas las miradas estaban en mí, respire profundo tratando de controlar los nervios.

Camine dentro del restaurante.

-Disculpe, el señor Akashi me está esperando- avise a un hombre que parecía trabajar ahí.

-Oh ya veo, el señor Akashi aún no llega, pero dio órdenes estrictas de atenderla mientras espera su llegada, ya se a comunicado con nosotros, esta por llegar- asenti.

El hombre me llevó a una mesa donde había un centro de mesa de flores Rojas. Todo era muy elegante, por dentro y fuera, te dejaba boquiabierto.

Tomé asiento.

-¿Desea beber algo?- pregunto mientras sacaba una libretita.

-Sólo agua, por favor- sonreí nerviosa

-Enseguida se lo traeré - avisó y después se alejó.

Jugué nerviosa con el anillo dándole vueltas alrededor de mi dedo, el padre de Akashi era una persona ocupada, aún estaba sorprendida que me citará aquí. Mi futuro suegro.

Sonreí avergonzada por ese pensamiento. Cubri mi rostro con mis dos manos.

-Aquí tiene, si desea algo más por favor llámeme - hizo una reverencia y se retiró. 

Mire el vaso de agua, más bien era una copa con agua que burbujeaba, era agua mineral. Hasta en eso se fijan.

La bebí de sólo un trago, sentía mi garganta seca por los nervios.

Pasaron minutos que se me hacían eternos. Me quería ir. Pero sentía como si estuviera pegada a la silla.

Unas manos cubrieron mis ojos.  Me sobresalte, por poco suelto un grito. ¿Quien era? El padre de Akashi jamás haría algo así.

-Dime, ¿Quien soy? - ese susurro en mi oreja me hizo perder todas mis fuerzas.

Aún con las manos en mis ojos las lágrimas salieron, mi cuerpo dejo de reaccionar.

-Vamos, no llores, arruinara tu hermoso maquillaje- quitó las manos y me levantó de la silla.

Al mirarlo sentí como mi cuerpo sedia, me sostuvo mejor.

-No llores, ya estoy aquí - su sonrisa me enamoraba como el primer día que la vi.

-Akashi- lo llamé llorosa, y no era el señor, era Akashi, el dueño de mi corazón.

-Soy yo, en carne y hueso-

-Como...- mis lágrimas seguían saliendo.

Tomo una servilleta de la mesa y limpio mis lágrimas con mucha delicadeza.

-Regrese hoy,  quería sorpenderte, ¿Estas feliz?- me miró preocupado.

-Más que feliz, te extrañaba, ¿Porque no me avisaste? Eres un tonto- le golpee el pecho, sin fuerzas claro.

-Tu tonto cariño, como te dije, era una sorpresa, quise llegar antes de lo esperado, ya no podía seguir lejos de ti-

-Ni yo de ti- él acercó sus labios a los míos, y por un momento olvidamos donde estábamos.

Nada importaba, sólo que ahora estaba conmigo, para estar siempre juntos. Ahora y siempre, él siempre sería el emperador de mi corazón, el aire que respiro y la persona que le da significado a mi vida.

Jamás lo dejaré ir, siempre estaremos juntos.

Fin.

》》》》》》》

Muy bien. Esto llegó a su fin. Pero... no se preocupen habrá un epílogo. Esperemos con ancias. Por cierto, ha existe una nueva historia sobre Akashi.

Deseos. Nueva historia de nuestro Emperador. Nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro