Hola, bueno les traigo este corto capítulo para celebrar las primeras 1k de lecturas, este capítulo no va en el curso de la historia así que, mil gracias por sus lecturas, votos y comentarios y sin más empezamos.

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(Akashi)

El día amanecía soleado y algo caluroso.

Me levanté de mi cama quedando un poco aturdido, me quedé sentando por unos segundos más.

Decidí levantarme a ir al baño donde me di una ducha rápida, hacia demasiado calor para estas fechas. Tal vez era por el cambio climático que está susediendo en estos momentos.

Al salir con una toalla enredada en mi cintura me mire al espejo, mi cabello despeinado y con gotas aún cayendo de mis mechones de cabello.

*Turín* *Turín*

Sono mi teléfono, era un mensaje.

Lo abrí aplanado un botón para abrir el mensaje, era de ella.

"Si te parece bien, ¿podemos ir a la playa?"

Era corto y consiso, sonreí al ver el mensaje. Rápidamente teclee la respuesta.

"Claro, paso por ti en media hora"

Deje el teléfono en la mesita y me quite la toalla dejandola en la cama.

Me cambie poniéndome un short corto de color café y unas zapatillas de color café oscuro. Una playera de color blanco y amarillo.

Salí de mi habitación guardando mi teléfono en mi bolsillo de mi short.

Baje las escaleras dirigiéndome hacia la salida. Donde ya me esperaba mi chofer listo para cualquier orden que se le diera.

  - Iré a la playa, primero iremos por la señorita Chizuru- comenté.

  - Claro señor- abrió la puerta del auto y entre.

Condujo hasta la casa de Chizuru, donde ya me conocía las calles al venir casi todos los días a acompañarla.

Una vez estuvimos afuera de la casa, vi como se asomaba por la ventana y después desaparecía, sonreí ante el apuro que vi en su rostro.

Fui hasta su puerta y toque un par de veces, escuchó unos pasos que corrían de un lado a otro, y después se detenían enfrente de la puerta.

Esta se abrió dejándome verla, llevaba un vestido de color amarillo y blanco, al parecer combinabamos. Ella al ver ese detalle se sonrojo.

  - ¿Estas lista?-
  - Si, sólo que... ¿Podrías ayudarme con la canasta? Creo que me emocioné y ahora pasa un poco.

Mira detrás de ella, había una canasta de picnic.

Asenti y me adentre a sujetar la canasta, una vez hice eso caminamos hacia el auto donde ella entró y después la seguí.

Había sido algo extraño que ella quisiera ir a la playa pero, no era nadie para negarle nada.

Cuando llegamos a la playa la cual no estaba muy llena que digamos, algo sorprendente a considerar el calor que hacia

  - Busquemos un lugar donde ponernos, iré a conseguir un paraguas- le dije.

  - Esta bien- 

Me aleje mirándola como ella buscaba un lugar donde establecernos. Parecía tan concentrada, hasta parecía divertido.

Ella era una persona tan especial a la cual sólo a ella le permitía hablarme como lo hacía y reprenderme. Cómo los demás decían, un trato especial. Y así había sido también desde la secundaria, Ella se lo había ganado a pulso.

Tan hermosa y a la vez natural, siempre amable y tratando de no causar ningún problema. Pero no sabía que al hacer eso los problemas la seguían, como si la holieran.

Nuestra primera salida juntos, claro, ella mi mejor amiga y yo, ya que no quería lastimarla con mis decisiones o los enemigos que me ganaba cada segundo que pasaba.