El día estaba medio nublado y hacia frío, yo había dejado la silla de ruedas pero aún tenía que cuidarme de que mis puntos de la herida no se abrieran.

-Ah llegado el dia- Akashi me miró mientras se ponía su chaqueta.

Sí, había llegado la hora de que Kuroko y Akashi se enfrentarán.

-Estoy lista, prepare todo para esta ocacion- mire las hojas que estaban en mis manos.

El día de ayer me había quedado despierta para poder completar un partido basado en predicciones y estrategias. Ya le había dicho a Kuroko que si un día nos enfrentabamos, yo daría todo de mi.

Salimos de la casa para subirnos al auto que nos llevaría, Akashi parecía muy concentrado.

Mire por la ventana en todo el camino para poder calmarme, no sabía lo que pasaría hoy, pero de una cosa si estaba segura es que jamás había visto a Akashi perder, era inconcebible.

Al llegar al estadio donde seria el último partido nos dirigimos hacia los casilleros.

Los chicos ya estaban ahí.

-Al fin llegó la hora, sólo un paso más y ganaremos- comentó emocionado Kotaro.

-Eso es más que obvio, ya sabemos lo que pasara- Reo se acomodada su cabello lacio hacia atrás.

-Hoy comi suficiente para tener energias- Nebuya-San, como siempre tan ruidoso. Soltó carcajadas estridentes.

-Espero todos estén listos, confío en ustedes chicos- Akashi los miraba.

Desde que salimos de casa sentía algo en mi pecho, era como sentir un presentimiento de que algo pasaría.

-Aquí están los datos que hice, si gustan echar un vistazo - comenté enseñandoles las hojas en el legajo.

-Chizuru, dejaremos para el tercer cuarto esa estrategia, primero quiero ver como irán las cosas- me miró por unos segundos y después giró para dejar su maletín en la banca.

-Akashi, recuerda que no se enfrentarán a cualquiera...-

-Ah, lo sé, tenía tiempo esperando esto, nunca pensé que llegaría tan lejos, como siempre supera mis expectativas- sonrió un poco.

No dije nada, mire el reloj. Ya casi era la hora.

Después de salir de los casilleros, todos los presentes gritaron al ver al equipo más fuerte, Rakuzan.

Seirin estaba listo del otro lado de la cancha, mire buscando a Kuroko, quien se encontraba a lado de Kagami como la sombra que es.

Solté el aire un poco, yo me dirigí a la banca junto al entrenador, ahora mismo era la hora de esos chicos.

Uno a uno los fueron presentando, desde el capitán del equipo hasta el último integrante del equipo, así como con el equipo contrincante.

El partido dio inicio, vi como los jugadores empezaban a correr y pasarse el balón, Akashi jugaba con ellos desde el principio. Los estaba estudiando.

Mire con total concentración, no quería perderme ningún movimiento que hacían. Kuroko pronto empezó a usar sus habilidades.

El rumbo del partido estaba a favor de Rakuzan, sentía tristeza por Seirin, ellos eran fuertes pero Akashi lo era más.

-Si esto sigue así, la estrategia que hiciste no será necesaria- mire al entrenador.

Si, Rakuzan estaba ganando por varios puntos.

Pero llegó algo que nos dejó a todos sorprendidos, en un momento Kagami entró en la Zona, donde preciono a Akashi a más no poder, los chicos empezaban a tambalearse.

Akashi hizo algo que a todos nos dejó perplejos. Tiró hacia la canasta de nuestro lado.

El entrenador pidió rápidamente un tiempo fuera.

Los chicos se fueron acercando caminando sorprendidos y consternados.

-¿Cuando les di permiso de relajarse?- Akashi estaba muy serio, más de lo normal.

-Akashi...-

-Sei-chan-

Todos los presentes estaban consternados.

-No porque llevebemos un marcador favorable ustedes van a bajar el rendimiento, dejen de pensar en absurdas ideas, denlo todo hoy y si eso no basta, yo cargare con la culpa por esos puntos y... me arrancare los ojos y se los ofrecere- la mirada y sonrisa de Akashi me asustó.

Todos sorprendidos y a sabiendas que él lo cumpliría, estaban asustados.

-No es necesario llegar a tanto, Akashi- Kotaro lo miro como si estuviese loco.

-Bueno, sólo estoy diciendo que en tal caso de que perdamos, por eso confío en ustedes chicos, vamos-

El pitido del inicio del juego de nuevo se escuchó. Todos fueron de nuevo a la cancha. Tenían un diferente pensar ahora que Akashi había hablado con ellos.

-Como era de esperarse, Akashi puede manejar esto solo- mire al entrenador.

Como siempre dejaba esa carga en él, y él siempre cargaba con eso. No todo lo debería de cargar él.

El partido prosiguió, en un determinado tiempo paso algo que a todos nos dejó con la boca abierta. Kagami había roto el ojo del emperador. Siendo este mensionado más rápido.

Akashia había caído y no reaccionó a tiempo para seguirlo, me levanté de la banca impresionada y con el corazón a mil.

Después de eso el rendimiento de Akashi fue disminuyendo, dando pases torpes y no siendo como lo era minutos antes.

-No me digas que...- gire mi vista al entrenador.

Estaba sorprendido así como yo, había llegado la hora de usar eso. El entrenador pidió otro tiempo fuera, todos se acercaron, la mirada de Akashi no mostraba nada más que perplejidad.

-Aquí están los datos, denle una ojeada para saber que hacer- comenté dándoles las hojas.

Al acercarme a Akashi este sólo me dio un manotazo haciendo que tirara el legajo.

-No lo necesito- murmuró.

Una opresión en mi pecho fue lo que sentí, di unos pasos atrás.

Mayuzumi-san me hizo a un lado y miró a Akashi.

-Creo que será mejor sustituir a Akashi- el entrenador miró a todos.

Estábamos sorprendidos de que esto pasará.

-Entrenador, no lo haga, Akashi, si piensas que seremos amables contigo y tendremos pena, estas muy equivocado, ¿dónde quedó el Akashi despiadado? ¿Quien eres tu?- Mayuzumi miraba a Akashi con desdén.

Este último no respondió sólo tenía la mirada en el suelo. Parecía debatirse a si mismo, abrí los ojos sorprendida al darme cuenta de algo.

Esto ya había pasado una vez.

-¿Qué quien soy yo? ¿no es obvio? Soy el Akashi que necesitan- Akashi se había levantado de la banca haciendo que todos se sorprndieran al ver su rostro.

Estaba sonriendo, su mirada había cambiado. Lágrimas salieron de mis ojos y cubri mi boca con mis dos manos.

-Akashi...- susurre el nombre de la persona que tanto había anhelado ver.

-Estoy de vuelta- me miró sonriendo sabiendo de lo que hablaba.

Había dicho su nombre, pero no del Akashi de siempre, sino del otro Akashi, el amable y el que yo tanto había querido ver de nuevo.

Había sido mucho tiempo desde la última vez que lo vi.

El partido siguio y esta vez todos sentian que algo habia cambiado, y cono no, el antiguo Akashi era mucho más temible que el que habian visto.

Sólo que paso algo que nadie se esperaba, Seirin había ganado a Rakuzan. Insólito pero no improbable.

Se saludaron y se formaron, después de eso hicieron entrega de las medallas y del trofeo.

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-¿Quien eres?- preguntó por tercera vez Nebuya.

-Ya se los dije, soy Akashi- este sonreía mientras guardaba sus cosas.

-No, Akashi es... diferente, más despiadado- dijo Kotaro.

-Sólo crean lo que más les convenga, pero soy Akashi Seijuro-

Cerró el cierre de su maleta y la colgó en su hombro. Era hora de regresar.

-¿Nos vamos?- me miró tiernamente.

Sólo asenti. Los chicos habían estado alertas al ver al nuevo Akashi que nadie podía creer.

Salimos tomados de la mano hacia donde nos esperaba el auto para llevarnos a casa.

-Akashi, ¿enserio eres tú?-

Se detuvo y se puso enfrente de mi.

-¿También piensas lo mismo que ellos?- me sonrió burlón.

-No es eso, se que... dentro de ti existen dos Akashi, sólo quiero saber cuál es el que esta conmigo ahora mismo-

-Soy Akashi, el que nunca debió irse-

Muchos sentimientos cruzaron por mi, me lancé a sus brazos llorando. Me queje un poco después cuando sentí como me lastimaba.

-Vámonos, seguro que ya te lastimaste, podemos hablar más tarde- asenti limpiandome las lágrimas.

Había regresado Akashi, el Akashi que jamás debió irse.