Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☄️ Extraterrestres☄️


Capitulo 2

☄️ Extraterrestres☄️

Naruto abrió los ojos de golpe.

Lo primero que vió fue un techo brillante, como si fuera de un metal pulido, tan pulido que prácticamente podía verse en el reflejo. Su ceño se frunció al verse sólo con su boxer negro y bajó su mirada a su cuerpo que estaba acostado. El material bajo él era duro, pero no frío y primero movió las piernas, notando que no estaba atado. Su mano fue a su pecho, dónde le había llegó un destello de memoria que le habían disparado. No encontró más que piel desnuda, ninguna herida, por lo menos nueva. Sus ojos volaron a la habitación una vez comprobó que estaba entero.

No era una habitación grande, pero tenía varias camas y el lugar era completamente plateado. Se sentó en la superficie dura y bajó de un salto, notando que el suelo estaba helado a comparación de dónde había permanecido. Sólo había una puerta, luego varios armarios. Le hizo acordar la campaña de enfermería en el campo. Su ceño se frunció al ver qué había otro ocupante en unas camas más allá. Caminó con rapidez y sigiloso hasta que llegó a Nara. 

El rostro de Naruto estaba lleno de estupefacción al ver qué el hombre estaba en las mismas condiciones que él. Lo que más le asombró a Naruto fue cuando vio su hombro. No había señal de su disparo, sólo una pequeña cicatriz en forma de un agujero de tal vez unos cinco centímetros. Parecía una cicatriz vieja y ya curada. La mirada de Naruto fue a toda la habitación,no había ventanas y la única salida parecía la puerta cerrada y sin picaporte. 

Naruto se movió para ver lo que había en las distintos armarios, abrió con brusquedad al primero que alcanzó. Su mirada cada vez más confundida mientras sacaba telas y telas blancas. Gruñó con frustración y se movió al otro, intentando abrirlo, pero no pudo hacerlo. Casi corrió al otro lado de la habitación, dónde había unos cinco armarios más. Sonrió cuando abrió uno y encontró herramientas. Tomó la que tenía al alcance y la examinó. No podía encontrarle la forma ni para qué serviría. Parecía una llave inglesa, pero cuando él quiso mover la tuerca está hizo un ruido extraño y un pequeño as de luz salió hacia la parte trasera del armario. Naruto lo volvió a apretar y se apagó.

—¿Qué mierda?— preguntó asombrado y en un susurró.

Volvió el rostro, comprobando que nadie hubiera escuchado el pequeño ruido y volvió a dejarla en el lugar. Naruto tomó lo que parecía un bisturí pero mucho más grande, casi podía hacerse pasar por una cuchilla, pero Naruto sabía que era más médico. El hecho que estuvieran en camas y en un lugar tan higiénico... Naruto no tenía dudas. 

Naruto se miró y maldijo por lo bajo, no tenía dónde esconderla. 

Se movió en los distintos armarios, pero no encontró nada parecido a pantalones. Se volvió para ver toda la tela blanca que había sacado del primero y suspiró.

Naruto terminó haciendo una especie de falda, como lo usaban los escoses y ajustó fuerte en su cintura. Le dió una mirada al Nara, pero descartó la idea de despertarlo, mientras se guardaba el extraño bisturí en el elástico de su boxer, ocultándolo con la tela blanca. Había cortado unas tiras que uso para envolverla en sus manos, como si fueran vendas y se estuviera preparando para golpear la bolsa. Se movió a la puerta y cuando estaba a unos pocos pasos se abrió sola. Su mano voló a dónde sentía el mango del bisturí, pero nada apareció del otro lado. Naruto se asomó por la puerta, viendo un ancho pasillos para ambas direcciones. No había ni un alma y todo parecía reluciente y de un color gris más oscuro.

Sus pies descalzos fueron silenciosos mientras salía y daba unos tentativos pasos fuera de la habitación. Cuando se alejó tres pasos la puerta se cerró con un siseo. "Puerta automática", pensó con una ceja alzada y se movió a la derecha.

—FUGA EN ALA MÉDICA. FUGA EN ALA MÉDICA...

Naruto se detuvo cuando la voz computarizada llegó a él. No sabía en qué parte del edificio estaba, pero había encontrado un conducto de ventilación y se subió. En un principio, estaba casi seguro que no lo aguantaría, pero no eran de un material común y él podía moverse mientras se arrastrará, ayudándose con sus codos y pies. No tenía forma de ver fuera del conducto, pero había aire que corría y podía respirara con tranquilidad.

Maldijo interiormente y comenzó a moverse de nuevo cuando sintió pasos pesados bajo él. No podía ver, pero se congeló cuando escuchó un leve susurró. Pegó su mejilla en el suelo del conducto y agudizó su oído.

—Es el de cabello corto.

—¿El violento?— preguntó otra voz.

—Exacto, hay que ser cuidadosos....— las voces se fueron apagando, eso le dijo que se movieron más arriba por el pasillo.

Naruto apretó los dientes. "¿Violento? Ellos no sabían nada..."

La voz computarizada volvió a hablar.

—FUGA EN ALA MÉDICA. SUJETO UNO, PELIGROSO. MOVERSE CON PRUDENCIA Y DEJAR INCONSCIENTE EN EL PRIMER CONTACTO.

Naruto sonrió.

"Eso si lograban atraparme" pensó con diversión.

No le pareció extraño que no hubieran tardado tanto en darse cuenta que él ya no estaba, pero eran unos idiotas si pensaban que Naruto se quedaría tranquilamente en esa clase de cama si no estaba sujeto. Él se siguió arrastrando, hasta que llegó a una división, no sabía qué camino tomar, pero terminó dirigiéndose hacía la izquierda cuando vio una luz parpadear y quedar encendida. Voces altas, pero inentendibles, llegaron a él y Naruto se movió con rapidez para ir a esa pequeña abertura.

Mientras más se acercaba, las voces empezaban a tener sentido.

—¿Cómo pudo escaparse?— preguntó una voz profunda con un leve gruñido.

Naruto se detuvo antes de llegar, no parecía humano, estaba más cerca a un animal que hubiera aprendido a hablar.

—Lo sentimos, señor. Le dimos el mismo tranquilizante de siempre—, dijo otra voz, una con un leve tono de indiferencia.

Naruto se movió con sigilo mientras seguían hablando.

—Obviamente necesitaba más, a caso ¿no me has dicho que el macho necesito dos disparos para aturdirlo?

—Si, señor.

Naruto al fin llegó y acercó su ojo al pequeño orificio, pero sólo vió el suelo. Los hombres que estaban hablando estaban fuera de su campo de visión.

— Jamás había pasado eso.

—No, señor— contestó el otro, aunque no había sido una pregunta—. Es un macho fuerte, señor. No habíamos visto sus movimientos antes en un terrestre. Hirió a un Snaffss.

—¿De verdad?

—Si, señor.

Naruto frunció el ceño, hubo un movimiento, algo parecido a una capa oscura, pero no llegó a ver nada más. ¿Dónde diablos se había metido?

— Podría ser un buen prospecto para la Unión.

—Eso creo, señor. Parece tener algún tipo de entrenamiento.

El primero hizo un ruido extraño y se detuvo cuando hubo un siseo. Naruto lo identificó como la puerta abriéndose. La tercera persona no dijo nada, pero la voz algo gruñona habló después de un momento en silencio.

—Si, no creo que haya llegado muy lejos G—. Hubo otro silencio y volvió a hablar—. Parece que su mente y cuerpo está entrenados, en eso sin duda. 

Naruto sonrió, "los que me secuestraron no tenían la más puta idea con quién se metieron", pensó.

—¿De verdad? ¿Quién eres Naruto Namikaze?

Naruto se golpeó la cabeza con el techo del conducto cuando la voz pareció hablarle en el oído. Él maldijo interiormente y miró al rededor, nadie estaba allí con él. Él sintió el sudor bajar por su columna desnuda cuando la otra habitación se quedó silenciosa. Él acercó su ojo lentamente para poder ver, por primera vez su corazón agitándose. Sus ojos se abrieron asombrados cuando un rostro apareció en su campo de visión, no le afecto que lo mirará directamente ni que sonriera con sorna, lo que lo mantuvo congelado fue su aspecto.

Su piel era roja, como la sangre y de su frente salían dos grandes cornamentas. Sus ojos eran bordó oscuro y su cabello negro estaba despeinado. Naruto pudo identificar lo que parecía una cola moviéndose con suavidad tras su cabeza.

"¿Qué carajos...?'" pensó y en ese momento se dió cuenta que no podía moverse.

—Tranquilo, estás a salvo. 

Su cuerpo se tensó, intentó duro mover su cuerpo, cualquier parte de su cuerpo. Sólo pudo mover un poco su dedo pulgar de su mano derecha, pero el peso invisible que sentía, se intensificó, dejándolo completamente quieto. 

—Eres fuerte, Naruto Namikaze. Pero no puedes pelear conmigo...

Naruto quería gritar de frustración, pero no podía moverse. Sus ojos se quedaron clavados en esa clase de demonio que se acercaba al agujero del conductor de ventilación. El peso se hizo tan fuerte que le costaba respirar, podía sentir como su visión se ponía borrosa y la negrura bailaba en el borde de su visión.

— Relájate macho. No queremos dañarte... —Naruto peleó con más fuerza, contrario a lo que la voz le decía. Escuchó un suspiro—. Si eso es lo que quieres...

Naruto perdió la consciencia.

Pesadillas extrañas asaltaron en su mente.

Imágenes de un ser Gris, de esos que decían que tenían en el área 51, escarbando en su cabeza mientras le pedía que se relajara.  Naruto nunca había sido bueno para tomar órdenes.

Peleó.

El sueño se volvió más raro allí, apareciendo distintas criaturas parecidas ahora a los reptilianos. Estos lo redujeron y los ataron en una cama mientras Naruto intentaba pelear, pero eran demasiado fuertes. Naruto había conseguido darle un cabezazo a uno que se acercó demasiado y él se había desmayado, en su sueño.

Volvió a soñar, estaba vez estaba atado en la especie de cama dura y cálida. Está vez estaba este ser demoníaco cerca de él, observándolo con curiosidad.

Naruto nunca había sido religioso, con las cosas que había visto, se había dicho que dios nunca habría permitido que esos monstruos existieran. Él podía creer en su fuerza e inteligencia, sin llegar a ser presumido. Pero mirando al ser a sus ojos bordo, se preguntó si los demonios existían tal vez Dios también.

El demonio se había reído, ya Naruto había murmurado las palabras en voz baja, pero al parecer él lo había escuchado.

—Estas a salvo—, había gruñido.

Los ojos de Naruto se sentían pesados, pero se quedaron clavados en los colmillos que mostró el ser demoníaco cuando sonrió con burla. Sus párpados se cerraron por completo sin su consentimiento.

Naruto se despertó una tercera vez, está vez dándose cuenta que las imágenes no habían sido un sueño ni una pesadilla. Era su realidad cuando vio a las tres razas juntas cerca de su cama.

Él había tenido algunas experiencias con ovnis cuando estuvo en el ejército. Pero sólo había llegado a ver luces raras, que le parecían más unos proyectos militares y secretos, que naves extraterrestres. Pero viéndolos ahora, no tenía duda que lo habían secuestrado extraterrestres. Algo inverosímil para alguien que no creía las chorradas que habían dicho algunos civiles sobre criaturas extrañas.

Un ruido raro lo hizo saltar, pero no pudo moverse mucho gracias a la sujeción de sus muñecas y tobillos. Se dió cuenta, que el extraño sonido provenía de él.

Se estaba riendo, a carcajadas y los tres seres se volvieron hacía él.

Naruto no podía detenerse, el sonido tan extraño para sus propios oídos, algo raro gracias a su falta de uso. No podían culparlo, él no había tenido muchos motivos para reír a carcajadas después que sus padres habían muerto. Pero ahora no podía parar.

—Esto es una locura—, dijo entre risas.

Su cuerpo se detuvo y su boca se cerró cuando sintió el peso de nuevo.

—No pelees, Naruto Namikaze.

La voz volvió a hablar en su cabeza y él recordó esos reportes que decían que los grises hablaban telepáticamente.

"¿Qué quieren de mí?" Preguntó en su cabeza probando su teoría.

Los enormes ojos completamente negros del gris se afilaron un poco y la delgada línea que podría hacerse pasar por su boca se tensó. Naruto empezó a sentir un dolor de cabeza extraño, pero punzante.

—Quiero ver quién eres.

"Naruto Namikaze, ex soldado militar de inteligencia en infiltración. Terrestre, humano. ¿Qué más..." Él se detuvo cuando sintió como si tuviera una pica hielo en su frente y el gris dió un paso más cerca.

— Relájate, o será más doloroso—, habló el ser demoníaco.

A Naruto le habría gustado contestarle con una respuesta filosa, pero no podía hablar y mucho menos formar una oración en su cabeza. Cerró los ojos con fuerza, mientras imágenes de su pasado volaron por atrás de sus párpados.

Vió el rostro de su madre de una perspectiva que no había tenido en el pasado, o al menos recordado. Parecía como si él estuviera en sus brazos, ella parecía agotada, pero la sonrisa en sus labios era cariñosa. La imágen se cambió, su padre ahora mientras él lo observaba desde abajo. Naruto podía escuchar una risa infantil mientras parecía que su padre lo lanzaba por el aire y lo atrapaba en sus manos de nuevo...

Otra de sus tíos, Naruto observó la panza embarazada de su tía y supo que ese recuerdo lo tenía.

Una bebé pequeña y roja, estaba en sus brazos pequeños mientras escuchaba a su tía de fondo:— Esta es tu primita, Karin. ¿La cuidarás, mí gran guerrero?...

Otra imágen de él peleando con los vecinos de su prima, defendiéndola de las burlas absurdas...

Los hombres que vinieron a decirles de la muerte de sus padres...

Karin llorando cuando el subió al bus que lo llevaría al campus del ejército..

Su entrenamiento, los amigos que había hecho y poco a poco fue perdiendo. Los trabajos de infiltración, las noticias devastadora de su tía muerta por el cáncer. Karin graduada de la universidad.

Él dejando el ejército, renunciando a un puesto más alto y secreto.

Sus trabajos. Asesinando a un pederasta. Torturando a un mafioso. Desapareciendo a un golpeador y violador. Más y más trabajos...

Naruto abrió los ojos de golpe cuando las imágenes se detuvieron. Él sintió líquido caliente saliendo de su naríz, y sin ser consciente de que podía moverse, sacó su lengua probando el gusto a cobre. Sangre. Él parpadeó, sintiéndose exhausto, y volvió a perderse en la inconsciencia.

Naruto supo que estaba despierto, pero no abrió los ojos. Se mantuvo con la respiración tranquila y el cuerpo relajada mientras escuchaba con atención. La voz baja y profunda de un hombre llego a sus oídos:

—No se parecen mucho, mí dulce...

Naruto notó la falta de fijaciones y actuó cuando sintió una mano en su cabello. Se movió con rapidez, apretando la pequeña muñeca en su mano y levantándose, girando terminó cayendo contra el suelo mientras un rugido lleno la habitación, haciendo que le dolieran los oídos. Sus ojos se abrieron de golpe y miró hacia el sonido. Un enorme hombre se precipitó hacia él en un parpadeó y lo tomó de los hombros, lanzándolo por la habitación. Él apenas escuchó el gritó femenino mientras su espalda golpeaba contra la dura pared, sacándole un jadeó.

—¡No Suigetsu!

Naruto cayó de culo al suelo y su cuerpo fue hacia adelante, sin aire, intentó recuperar el oxígeno que había perdido cuando su cuerpo se había estrellado contra el material duro.

—¡Te tocó!— Rugió el hombre un vez más.

No tuvo tiempo de recuperarse cuando el hombre llegó a él, tomándolo del cuello y alzando su cuerpo del suelo como si no pesará más que una almohada. Los ojos celestes de Naruto se abrieron de par en par cuando los poderosos dedos se cerraron en su garganta cortando el suministro de aire. Él dejó que sus años de entrenamiento se hicieran cargo. Pateó a la altura de la ingle y el hombre lo soltó con una maldición.

Naruto tosió cuando cayó de costado, pero no sé permitió descansar o tomar aire. Rodó en el suelo y se puso en cuclillas, mirando hacia toda la habitación, buscando una salida o un arma para defenderse. Él se congeló cuando vió a la mujer que había gritado ponerse frente al enorme hombre como si lo defendiera.

—¡Tranquilo Naruto! No le hagas daño.

Naruto se quedó con ojos grandes mirando a la mujer de cabello rojo. Él sabía quién era, él sabía que era su prima, pero no podía creerlo. Se tensó cuando se volvió a escuchar el gruñido fuerte detrás de Karin.

—Ese macho no puede hacerme daño, nena.

Naruto entrecerró los ojos a la enorme mano que el hombre pasó sobre el estómago de su prima e intentó ponerla en su espalda. Él sonrió cuando Karin peleó para que la dejará en ese lugar.

—¡Déjame Suigetsu!— ella golpeó en su mano con una palmada—. Lo siento, Naruto. Debí saber que no tenía que tocarte dormido.

Naruto se levantó lentamente cuando tuvo recuperado en aliento, aún con la mirada clavada en su prima. No podía creer que estuviera frente a él, hablando y sonriendo.

—Naruto—, murmuró Karin dando un paso hacía él.

—Dulce..—, gruñó el hombre de pelo celeste tras ella, intentando que se quedará en su lugar, pero Karin no le prestó atención.

—Soy yo, guerrero. Tu demonio—, ella volvió a sonreír con lágrimas llenando sus ojos y dando un paso más cerca de él.

El corazón de Naruto golpeaba en su pecho con una ferocidad que ni él mismo había sentido antes. Sus ojos se nublaron por unos segundos, pero parpadeó las lágrimas hacía atrás. Su prima. Su pequeña. Su demonio.

Naruto dió un vacilante paso hacía adelante, mirándola detenidamente. Tenía el cabello un poco más largo de lo que había visto en las fotos, pero parecía radiante. Él la notó igual de pequeña de estatura, pero había crecido para hacerse una mujer muy bonita. Karin extendió una mano delicada y pálida hacía él y Naruto ya no pudo contenerse.

Dió los pasos que los separaban y la abrazó con fuerza.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro