Una larga noche
Media Noche...
Gilgamesh no podía dormir por mucho que intentara acomodarse, intento diversas posturas aun así ninguna dió resultado, por lo que al final se recostó de espaldas, ya rendido observó el techo rememorando así lo sucedido durante este día por la tarde.
-Flash Back -
-De verdad los siento, no creí que lograría escapar.
Ereshkigal dijo aquello mostrando su arrepentimiento, la joven apretaba su arma frustrada, jamás creyó que su hermana sería capaz de escapar de la tierra de los muertos, mientras que Gilgamesh rogaba a su amigo y a su madre que le dieran la paciencia suficiente para mantener la calma y no arremeter contra la diosa frente a él.
-¿Hace cuanto de aquello?
Pregunto el rey mirándola mientras masajeaba su cien con su mano derecha, en cuanto a su mano izquierda está enrojecía por apretarla demasiado, la diosa lo miro de forma seria.
-Hace una semana, la he buscado por cielo mar y tierra, aún así ni siquiera he conseguido un rastro, por eso quería pedirte ayuda,tienes más hombres a tu disposición.
Admitió la diosa de mala gana, Gilgamesh solo desvío la mirada hacia las afueras de su reino, el cielo despejado y el sol en lo alto hacia parecer que todo estaba en orden.
-Es verdad,- mira a la diosa- pero una semana es demasiado, debiste venir mucho antes, ahora no solo estoy atareado con la restauración de mi reino, ahora tengo otra cosa que hacer.
Comento recordando el rostro de Arturia, en eso la joven sonríe de forma leve.
-¿Tiene que ver con esa niña, verdad?, no sabía que también te gustaban las menores, aunque debo admitir que es muy linda.
Comenta con burla recordando el rostro de la joven de ojos jade, este comentario no hizo que el rubio se sintiera más calmado, por lo que provocó que este golpeara con fuerza parte del trono.
-¡Lo que haga con esa niña no te concierne, preocúpate de encontrar a la loca de tu hermana!.
La diosa se percata de que no era el momento de bromas de ese estilo e internamente se reprocha a si misma el darse esa confianza que no existía con el rey.
-Ya tranquilo, no es para que te alteres,- movió sus brazos y sonrió de forma forzada - aún así debo corregirte con eso último.
La diosa baja los brazos en lo que frunce el ceño, esta actitud hace que Gilgamesh alce una ceja.
-¿Corregirme?
-Si,- comenta la diosa colocando los brazos a los costados de su cintura - mientras esa niña esté contigo lo más probable es que mi hermana intente lastimarla o manipular la para lastimarte, ya que pasa más tiempo contigo, de hecho no me extrañaría de que ya estuviese tramando algo, si en algo se caracteriza esa envidiosa es que es rápida para idear planes que causen daño.
Abre sus ojos mirando al rey de forma de que él entienda la situación en la que está involucrado, Gilgamesh por alguna razón comienza a sentirse inquieto, aunque no lo demuestre del todo.
-Lily no se dejaría manipular fácilmente y dudo de que me lastime como piensas.
Dijo con voz fuerte y clara para que Ereshkigal se dejará de decir ideas tontas, según él, al fin y al cabo el la conocía un poco más que ella y con lo poco que había visto había comprendido de que el corazón de Lily era noble.
-¿Puedo terminar de hablar?
Cuestionó la diosa, ya comenzando a aburrirse de su actitud.
-Si...pero no sé a qué vas con eso.
Contesto intentando mantener su temple de siempre aunque por dentro quería seguir defendiendo a Lily.
-Retomando en lo que iba, si mi hermana daña a esa niña, lo que es probable, pasaría a ser asunto mío, por lo que para evitarlo debo cuidarla a ella y a ti.
-Yo me puedo cuidar solo y en cuanto a Lily yo soy su tutor así que esta a mi cargo, todo lo que le suceda pasaría a ser de mi responsabilidad.
-Vaya,- comenta con una sonrisa de burla - es raro verte preocupado por otra persona que no seas tú o Enkidu,- luego sonríe de forma orgullosa - de verdad has cambiado.
-¿Terminaste de hablar?
Pregunta el rubio de forma seca, la diosa fuerza un poco su sonrisa, de verdad que salió delicado este rey.
-Si.
Contesta con expresión aburrida.
-Bien, ahora retirate y descuida , estoy seguro de que Lily estará bien, por lo que no tendrás que hacer nada, además desplegare a un grupo de soldados con la tarea de buscar a tu hermana, pero te advierto que si la encuentran o en el caso de que yo la encuentre antes que tú - entrecerrando los ojos con irá - no dudaré en matarla.
Su mirada y sus palabras eran frías como el hielo, Ereshkigal suspira una vez más.
-Entiendo y puedes estar tranquilo, hace mucho que ya no existen lazos entre nosotras, no por nada la mate en aquel entonces.
-Me gustaría confiar en tus palabras, pero si ella escapó de tus dominios es que no supiste controlarla, además respóndeme una cosa Ereshkigal, ¿Si estaba muerta porque ahora camina entre la tierra de los vivos?.
-Ella murió de eso no hay duda, aun así en vez de enviar su alma a la nada preferí darle la oportunidad de cambiar su conducta, claro que no lo haría si seguia en su forma de diosa por eso crei que si la transformaba en serpiente cambiaría, muy fea blanca y de ojos rojos, - hace un gesto de asco, luego cambia su rostro a uno de arrepentimiento - pero al final me equivoqué...no sé como escapó Gilgamesh, pero si de algo estoy segura, es que la encontraré y esta vez me asegúrare de que no lastime a nadie más.
Una vez la Diosa demuestra su determinación se retira del lugar, aunque por dentro estaba preocupada, quizás Gilgamesh creia que esa joven estaba fuera de la situación, pero no era así, ella podía asegurarlo.
-Fin Flash Back -
-Y creí que después de Tiamat no tendría más problemas...- el rubio da un suspiro largo y pesado - ¿Qué más quieren de mi?.
Apenas hace aquella pregunta recuerda el rostro de Lily.
"Al menos ya estoy lidiando con ese problema"
Piensa el rubio al recordarla y así vuelve a suspirar, sin dudas la joven era inteligente y se notaba que no tendría dificultad con sus lecciones, pero también era terca y orgullosa, cosa que a veces le hacía querer dejarla de lado y enviarsela de regreso al mago, sin embargo se arrepentía de inmediato de estos pensamientos con tan solo verla y escucharla, reírse, aunque fuera de él.
"Me pregunto ¿Por qué es así?".
-Flash Back-
Lily no era así antes...
Algo sucedió con ella...
Algo que ignoro y quiero saber el porqué de eso...
-Fin Flash Back-
El rubio tras recordar las palabras del mago se retracta de su pensamiento y comienza a analizar de nuevo la situación frunciendo nuevamente el ceño.
-Al igual que ese mago, se que esa actitud se debe a que ocultas algo y si no planeas decirlo tendré que averiguarlo por las malas.
En eso el rey recuerda haber encontrado el hechizo perfecto para aquello, aunque para realizarlo había que cumplir con un requisito, este consistía en que la persona sobre la cual se le aplicara dicho hechizo debia estar dormida, Gilgamesh mira una vez más fuera de la ventana, el cielo estrellado y la luna en lo alto del cielo le recuerdan que ya era lo suficientemente tarde como para que ella estuviera despierta, por lo que decide levantarse y emprender rumbo al cuarto de Arturia, además si existía la posibilidad de que llegase a despertar mientras el aplicaba el hechizo este solo diría que creyó haber escuchado que la serpiente se encontraba en su cuarto.
"Gilgamesh eres un genio, el más grande"
El rey sonríe orgulloso, observa la puerta y las abre de forma lenta para no despertarla, pero con lo que no contaba el rey de Babilonia era que un grupo de bandidos también tenía planeado entrar en el cuarto de la joven Lily, entonces una vez el rey abre del todo la puerta se encuentra con la desagradable escena de que dos sujetos veían como otro de ellos cargaba a Lily aparentemente inconsciente sobre los hombros.
-¡Lily!
Grita el rey furioso, captando así la atención de los tres sujetos.
-¡Maldición el rey!
Grita uno furioso y a la vez con pánico.
-¡Huye, nosotros le detendremos!
Grita el otro a su compañero, desenfundando su espada al igual que el sujeto que había hablado antes.
"¡Gil!"
Piensa la joven al reconocer su voz, e intenta abrir sus ojos para verlo, pero lamentablemente apenas si puede sonseguirlo producto de una droga en polvo que le lanzaron antes de que pudiera reaccionar una vez que abrió sus ojos y se encontró con ellos.
"Me siento mareada..."
La joven lleva una mano a su cabeza e intenta levantar la vista, una vez observa los ojos de Gilgamesh, este siente como algo frío recorre todo su cuerpo y todo esto aumenta más al ver como el sujeto que la llevaba se había lanzado por la ventana.
-¡Lily!,- grita al ver como el sujeto se alejaba, Lily en ese momento miró a Gilgamesh con angustia, esto hace que el rey se enfurezca, sobre todo al ver como los dos tipos frente a él no le querían permitir el paso - ¡Apartense de mi camino soy el rey de Babilonia y les ordenó de que la liberen!.
Los sujetos lo miran fijamente, sus manos tiemblan y en vez de responder o hacer lo que les ordena el rey, solo se limitan a mover sus espadas para señalarlo.
-Lo lamentamos rey, pero tú ante nuestro líder no eres más que un hombre mitad dios, si bien te tememos, debo decir que le tememos mucho más a él.
Contesto uno intentando hacerse el valiente, pese a saber la fuerza del rey, aunque esto cambia en cuanto ven la sonrisa que esboza el rey, el arrepentimiento de golpe aparece sobre este y su compañero, logrando que se maldijera por su mala su suerte, puesto a que el trabajo consistía en entrar y salir sin ser detectados por ninguno de los moradores de ese palacio, ya después de cumplir con su faena podrian recibir la recompensa y continuar con su vida mundana como si nada.
-¿Oh?,- ¿Así que piensas que ante tu jefe no soy nadie?,- el rey saca una espada de su tesorería y los mira con ira - se necesita mucho valor para hablarme de esa forma bastardo o por lo que puedo ver en tu caso mucha estupidez.
Los hombres comenzaban a sudar frio, sobre todo al ver los ojos carmesí de este, ahora en vez de estar frente a su rey creian que en realidad se encontraban frente al mismísimo diablo, cabe mencionar que el hombre quien había dicho aquella frase a Gilgamesh no dejaba pasar segundo sin que se maldijera, incluso esto había aumentado de forma frenética luego de escuchar las últimas palabras de su rey, ya después de eso solo se escucharon unos breves gritos, para posteriormente quedar todo en absoluto silencio, Gilgamesh con calma camina hasta asomarse por la ventana para ver en qué dirección se llevaban a su aprendiz, una vez la detecta esboza nuevamente esa sonrisa de hace unos minutos.
-¿Así que creen que pueden secuestrar a mi huésped y aprendiz en mi propio palacio y salir ilesos?,- chista los dientes con desagrado y agita su espada para quitar la sangre de esta - vaya estupidez, les enseñaré personalmente a no meterse con lo que me pertenece.
El rey tras decir esta frase, ordena de inmediato a sus guerreros a acompañarlo en su búsqueda, pensando en lo desagradable que sería que lograran apartarla de su lado.
Mientras...
Los hombres se encontraban en una carreta que servía como transporte de suministros, uno conducía mientras que el otro se encargaba de vigilar tanto a Arturia como también de la retaguardia del vehículo.
"¿Qué?, ¿Donde estoy?"
La joven al abrir sus ojos se encuentra en un espacio en blanco.
"¿Un sueño?"
Aquella pregunta cruza por su mente de inmediato, puesto a que es imposible que exista un lugar así en la realidad, de pronto el espacio cambia a un escenario rodeado de cadáveres y llamas, Arturia comienza a caminar observando la cruda escena.
"¿Esto es Camlann?"
-No.
Se responde a si misma, al percatarse de que las armaduras de los soldados eran distintas, al igual que las insignias, al acercarse para observar una, siente como el aire se calienta cada vez más y gracias a sus reflejos esquiva por segundos una gran bola de fuego que había sido expulsada en su dirección, al observar bien en la dirección de la que venía se percata de que un enorme dragón la estaba observando.
"¿Vortigern?"
Piensa la joven, en eso ve como uno de sus caballeros, específicamente Sir Gawain se acercaba a golpear a la criatura, este le comenta que al paso que van será difícil vencerlo, porque en si el dragón era la mismísima Britania, antes de que la joven Arturia pudiera reaccionar escucha como una joven un poco más madura responde con confianza al caballero de que si podrán hacerlo, de que solo requería un poco más de su cooperación, el caballero asiente y ambos retoman la lucha.
"Yo"
Luego de observar por unos minutos como se enfrentan al dragón y de como está lo derrota con Rhongomyniad, una sonrisa se forma en sus labios, pero esta no significaba alegría, más bien era una de ironía.
"Recuerdo como en ese momento creía que derrotandolo...Britania tendría un mejor futuro, pero estaba equivocada, aquello solo fue el comienzo...el comienzo de su caída..."
El escenario cambia a otro, ahora era uno en el que estaban todos sus caballeros reunidos.
"Todos..."
En eso ve como uno de sus caballeros se retira de la mesa, diciendo la famosa frase que permanecería siempre en su mente por el resto de su existencia y la cual la impulsará a querer obtener el Grial para cambiarlo todo.
"El rey no entiende el corazón de los demás"
-Es cierto, nunca los entendí,- Arturia sonrie con tristeza - incluso ahora me es complicado, por eso me niego a aceptar a ser rey, no hice nada bien y temo que no pueda hacerlo incluso con la ayuda que me brinda Merlín y Gilgamesh,- ante esto lleva una mano a su pecho y la empuña - pese a que intento darme ánimos de aprender, de nada servirá si no aún no quiero ser rey.
El escenario se ilumina frente a ella, debido a lo molesto que era cierra sus ojos, luego de eso escucha los pasos de unos caballos, el grito de un hombre pidiéndole a otro que acelere el paso.
"¿Ahora...dónde?"
Una vez observa su entorno se percata de que se encuentra en una carreta y de inmediato recuerda lo sucedido en su cuarto.
"Cierto, había sido secuestrada por estos tipos"
Arturia mira frente a ella y ve como un hombre le daba la espalda, luego mira de reojo y solo nota a un hombre conduciendo.
"¿Solo dos?"
Arturia piensa que son muy pocos como para planear un secuestro, por lo que cree que pueden haber más, una vez comprueba de que los dos aún permanecen distraídos llama su espada.
-¡Caliburn!
La espada una vez se materializa y está la toma con su mano fuera de las cuerdas, corta sus ataduras.
-¡¿Qué?!, ¿Cóm...?
Antes de que terminara de preguntar Arturia lo había expulsado fuera de la carreta, el hombre una vez cae queda inconsciente.
-¡¿Pero qué?!
El conductor al ver que una hoja se posaba por delante de su cuello entra en un estado de molestia y pánico.
-¡Deten esto ahora!.
Ante la orden de la joven el detiene el vehículo, Arturia lo ata con cuerdas y se baja de ahí, pero antes de que pudiera avanzar más un grupo de encapuchados la rodea, de entre ellos siete con capas de color marrón y uno de color negro, curiosamente esto le llamaba la atención porque juraría que ya había visto dicha prenda antes.
"Lo sabía"
Piensa la joven mientras observa cuántos son en total, una vez repite el conteo y se asegura de que son sólo ocho decide iniciar, pero un fuerte dolor de cabeza, seguido de un mareo aparecen recordándole que aún seguía bajo el efecto de ese extraño polvo.
"Mi cabeza...no podré pelear bien así..."
-Vaya nuestra diosa tenía razón, tu no pareces ser cualquier persona.
Comentaba un sujeto de capa marrón y con un sello de color rojo en su pecho, por su voz y forma de expresarse daba a entender que era un sujeto bastante joven, casi bordeando la adolescencia.
-Ya usando magia da a entender que no se trata de cualquier persona, déjate de parlotear y llevemosla de inmediato con ella antes de que el rey nos encuentre y nos corte la cabeza.
Comenta el hombre de la capa negra, quien poseía un sello de color azul, además de un brazalete dorado.
"¿Diosa?."
Tras escuchar estas palabras Arturia recuerda el rostro de la mujer con la cual se encontró esta mañana en el jardín del palacio.
-Ya lo sé,- comenta el hombre del sello rojo con fastidio, luego mira a la rubia - bien ahora que escuchaste esto, ¿Podrías ser tan amable de acompañarnos, futura reina?.
-¡¿Qué les hace pensar que lo haré?!.
Grita la joven apuntandola con la espada y con una mirada de molestia.
-¿Y qué hacemos?
Pregunta el encapuchado a su compañero algo dudoso, el hombre suspira con desagrado.
-Bien, tendremos que llevarla a la fuerza, adelante muchachos,- hace una seña y cuatro de los encapuchados corren en dirección de Arturia - recuerden no ser tan brutos.
Comenta con burla, en lo que Arturia se pone en posición para enfrentarlos, estos canalizan magia a través de sus manos y papiros, al principio parecen letras de escritura sumeria, pero luego su forma cambia a una de rayos de luz, finalmente la velocidad a la cual expelen la magia hace parecer que fueran lasers, por suerte Arturia bloquea los primeros ataques con sus espada, luego de ello corre en dirección de los sujetos esquivando los demás logrando acortar la distancia con ellos quienes se sorprenden por la agilidad de esta.
-¡Demonios su estatura le da ventaja!
Grita el encapuchado de sello rojo a quien parece ser el líder, este cruzado de brazos observaba todo lo acontecido.
-Además es muy ágil - comenta a regañadientes, después hace seña con sus dedos a dos de sus compañeros - vayan ustedes también, si se complica entraré yo.
Luego de que Arturia derrotará a los magos ve como dos hombres con espadas se acercan, estos poseían un sello verde en su pecho, Arturia fija su vista en las armas, estas eran de forma curva pero a pesar de eso eran bastante ligeras a comparación de Caliburn, por lo cual sus ataques eran más rápidos, al final Arturia debe retroceder obligada tras recibir un corte en el hombro izquierdo y pierna derecha.
-¡Tsch!
Arturia chista los dientes irritada, de no ser porque esta con su cuerpo de adolescente ya los habría acabado, el encapuchado con el sello azul hace sonar sus dedos y los hombres res retroceden riendo maliciosamente.
-Niña, conocemos tu problema, ¿No quieres ser reina verdad?
Ante la pregunta Arturia los mira preocupada,sintiendo como su cuerpo se paraliza de golpe, el hombre quien revela esto sonríe por la reacción de la joven.
"¿Cómo?...¿Cómo saben?"
En ese momento una ligera ráfaga de viento atraviesa los bosques, un silencio de unos minutos es cortado por el aparente líder del grupo.
-Sin querer escuché la conversación entre ese mago y nuestro rey.
Ante esto Arturia recuerda de que el mago se quedo a hablar unos minutos en privado con este, ella nunca supo de lo que hablaron, pero en ese entonces asumió que se trataba solo de ella.
"¿Él escucho lo que hablaron Merlín y Gilgamesh?".
Arturia lo mira extraño, aunque este lo haya escuchado, solo recuerda que en el lugar se encontraban ella y los guardias fuera de la sala del trono, aun así no se podía escuchar lo que hablaban porque las puertas eran hechas del pesado metal dorado.
-Pobrecita - el hombre al decir esta frase capta de nuevo la atención de la joven - de seguro crees que por ser mujer llevaras a la ruina tu reino,- Arturia frunce el ceño ante el comentario - pero descuida si vienes con nosotros, nuestra Diosa te ayudará encantada, ella lo puede todo, claro, eso sí la ayudas a derrotar al arrogante y tirano de nuestro rey dorado ¿Qué dices?.
Arturia no podía creer el descaro del sujeto y de quienes lo siguen, primero la secuestraba y ahora intentaba convencerla revelando sus planes solo porque "su Diosa" la va ayudar por el simple hecho de que este le habrá comentado lo que escucho de la conversación de Gilgamesh y Merlín.
"Que ridículo"
Esta frase aparece en su mente, sujeta de forma firme su espada apuntándolos, estos comprenden de que trata la respuesta, por los que los dos hombres anteriores sin esperar la orden de su líder deciden atacarla.
-No se bien cuanto escuchaste de esa conversación, pero te diré una cosa, si creo que llevare mi reino a la ruina no es por el hecho de solo ser una mujer, el motivo real va mucho más allá de eso.
De forma rápida Arturia derrota a los hombres que portaban espadas, haciendo un corte en forma de media luna de lado horizontal, la sangre salpica y ensucia parte de su blanco vestido de noche, en cuanto a los dos sujetos que quedaban, el que se encontraba al lado del "Lider" corre para atacarla, pero la joven lo esquiva fácilmente, provocandole una zancadilla y antes de que el hombre si quiera tocara el suelo esta lo deja inconsciente con la parte posterior de la espada, el cuerpo rebota un poco por el golpe y el líder al ver que la joven se acercaba hacia él decide pelear.
-No se quien demonios seas, pero cumpliré la orden de mi Diosa.
El hombre hace un movimiento de manos y las plantas que se encontraban a su alrededor comenzaron a crecer de forma monstruosa,casi del tamaño de los árboles de aquel bosque, una vez que alcanzan dicho tamaño todo el lugar queda en silencio, estas comienzan a atacarla haciendo movimientos similares a como si fueran serpientes, Arturia esquivaba los ataques y hasta incluso se impulso con ayuda de ellas para acercarse al sujeto de la capa, este quien estaba inmóvil en el último segundo cuando ya la joven planeaba asestarle el golpe final, saca una daga y le hace un corte en el abdomen, la joven pierde fuerza en su ataque y cae al suelo.
-¡Aaaagh!
El sujeto moviendo sus manos hace que las plantas queden inmóviles y con daga en mano se acerca a la joven, esta lo fulmina con la mirada, en lo que observa como se acerca a paso calmo.
-¿Entonces cual es el motivo?
Pregunta haciendo notoria su curiosidad.
-No tengo porque decírtelo.
Contesta la joven de forma cortante colocándose en pie con algo de dificultad, pero tambien haciendo que la herida de su abdomen sangre más, el hombre en eso siente una presencia y no solo él, Arturia también la siente, una presencia muy familiar para ella y en cosa de segundos por delante de ella ve a un hombre de capa roja y detalles dorados aparecer de la nada con una enorme hacha en la mano.
"¡Esto no debería estar pasando!"
Piensa el hombre, luego mueve sus manos y las plantas comienzan a moverse con intenciones de atacarlo, el Rey lo mira como si nada y como si el hacha fuera el objeto más ligero del mundo lo mueve de tal forma que con un solo movimiento estas quedan destruidas, el hombre de la capa negra se enfurece y en segundos se encuentra frente a frente con el rey, el tan solo mirar los ojos rojos de este hicieron que todos los pelos de su cuerpo se colocaran en punta.
"¡Es un demonio!"
Piensa el hombre, para su suerte alcanza a desaparecer antes de que el rey le cortará por la mitad.
-¡Maldición!, ¡Ese bastardo se escapo!.
Una vez suspira, coloca su hacha en los hombros y voltea a mirar a la joven con una sonrisa esta sin darse cuenta le devuelve el gesto.
-Sabes, una vez te lleve de vuelta al palacio quisiera conocer ese motivo, porque de lo contrario yo no podré ayudarte y dudo que alguien lo haga tonta.
Arturia lo mira por unos minutos sin cambiar su expresión, sentia que el carisma de Gil la contagiaba y él tan solo verlo hacia que se sintiera aliviada, incluso le hacía olvidar todo lo malo ocurrido minutos atrás.
-Si - su voz sale con dificultad, en eso su expresión cambia a una confusa por ver el rostro impactado del rubio -¿Gil?
La joven comienza a sentir un ardor más intenso en su abdomen y al colocar su mano esta se empapa en sangre haciéndole recordar que habia sido lastimada por ese hombre de negro, ya después comienza a ver su entorno borroso.
"Es cierto, ese hombre me había causado está herida...que torpe...¿Cómo pude olvidar...eso...?"
-¡Lily!
Ya después todo se vuelve oscuridad para ella, el rubio rápidamente la lleva a palacio al igual que los hombres que se encontraban en el suelo, con la diferencia que a estos lo llevaban los soldados, una vez ordena de que la lleven a su cuarto y de que los sacerdotes le apliquen el tratamiento de emergencia, dejándola sin vestido y toda vendada por la parte del torso solo le piden que mantenga la calma y de que ella despertara una vez que se encuentre mejor, que por el momento solo debía tener reposo.
-Mi rey, un cuarto anexo se le ha sido preparado para que descanse.
Una vez los sacerdotes se retiran una de sus sirvientas le dice esto al rey, el sin dejar de mirar a Arturia contesta.
-Olvida eso, me quedaré en mi cuarto.
La sirvienta encuentra está actitud extraña y temerosa de la reacción de su rey decide espetar, pensando a que le sería incómodo dormir en otro lugar.
-Pero...
Gilgamesh ya aburrido de toda la situación ocurrida, fulmina a la joven con su mirada.
-¡Nada de peros, retirate!.
La mujer se asusta ante la respuesta, siente como las piernas le tiemblan.
-Si...
La mujer sale del cuarto a toda prisa y cierra la puerta, Gilgamesh suspira llevándose una mano a la cabeza, mirando a detalle a la joven sobre su cama cubierta con las sábanas hasta el torso.
"Mientras esa niña esté contigo lo más probable es que mi hermana intente lastimarla o manipular la para lastimarte."
El rey se enfurece consigo mismo al recordar las palabras de Ereshkigal, si esto tenía que ver con Ishtar ya no podía pensar que Lily estaba fuera del problema.
-Si todo esto tiene que ver con esa mujer juro que me encargaré de matarla, lo prometo Lily.
El rey acaricia su rostro y queda un par de segundos observando sus facciones, pero sobre todo sus labios, su pecho en ese instante se acelera, él sabe de qué va esto, ya lo ha sentido antes, pero comparar ese sentimiento con "ese", sería muy pronto, aún así, aún sabiendo que apenas llevaba conociendola por unos pocos días, aún conciente de todo eso, él...
-Buenas noches Lily...
Después de relamerse los labios, seguido de una risa traviesa, apaga las velas de su cuarto, se quita la ropa y se recuesta a su lado con cuidado para no lastimarla.
Continuara...
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Alle: Hola mis nenes, aquí les traigo otro cap, debo decir que si bien al principio ni sabía cómo empezar, me gustó cómo terminó, podría decir que hasta lo disfrute,.
*Se ríe mientras escribe.
En fin, se agradecen los votos y por supuesto estaré esperando las opiniones respecto al cap y si está cumpliendo o no con sus respectivas...
Eso y bye, bye.
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Publicado:19-21/01/2019
Arreglos:16/02/2019
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