En el mar negro
Ya se que no actualizo hace mucho, pero planeo terminar con todo esto este año y feliz año nuevo atrasado.
Nota: Aún así puede que la segunda línea sea mentira xd
Nota de la nota: Quedarían el siguiente capítulo y otro para el final.
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Caliburn estaba rota, por lo tanto lo siguiente en la larga lista en la vida de Arturia era conseguir la nueva espada, Excalibur.
Excalibur. Es una espada fabricada por las hadas de Avalon, con el fin de que en un futuro esta acabe con un ser que tendría por objetivo destruir toda la humanidad.
-Bien, Arturia ¿Estas lista?
Arturia, asiente y el mago antes de tomar distancia le lanza un hechizo para que respire bajo las aguas, la joven luego de eso se perdería en el fondo del lago para encontrarse con Vivian, la hada que le entregaría la espada, sin embargo apenas llega esta se queda estática.
"¿Qué le sucede?"
Arturia camina en su dirección, pero esta retrocede. Al parecer no quería entregarle la espada, entonces Arturia se siente inquieta, eso era imposible, quizás lo imaginaba, por lo que vuelve a dar unos pasos para confirmar que era así.
Y si, Vivian no quería darle la espada.
La hada no decía nada, pero por su expresión era claro que se negaría a entregarle el arma, aún así Arturia quiere terminar por asegurarse antes de actuar.
-¿Por qué huyes? —intentando ser amable— Dame la espada, sino Britania correrá peligro.
Extiende sus manos esperando a que el arma le sea entregada, intentando contener su impaciencia, pero el hada no colabora y sigue retrocediendo.
-Correrá peligro si te la entregó a ti -frunce el ceño- ¿Quién eres?
Arturia, deja de insistir y se queda quieta agachando la mirada, la hada no entiende su conducta, pero sus sentidos le gritan que huya cuanto antes, en eso Arturia alza la vista y se ven unos ojos dorados, tan luminosos como el ámbar.
-¿No lo sabes hada idiota? —el ámbar brilla con más intensidad— ¡Soy Arturia Pendragón Rey de Britania!
Los ojos parecen querer atravesar el hada, quien quedó paralizada, la persona que estaba frente suyo esta más que corrompida, pero aquella oscuridad venia desde tiempos ancestrales.
De la antigua era de los dioses.
"¿Cómo es que este Rey se ha sido consumido con esa clase de maldad?"
Pensó el hada de forma rápida al ver un aura roja rodeando a la mujer.
-Eso es...
"¡¿Qué?!"
Antes de que pensara o dijera algo más, Arturia, de un rápido movimiento aparece detrás suyo y sin duda alguna, la golpea detrás de la cabeza y le quita la espada para así asesinarla sin piedad, pero antes de que la sangre se esparciera sin control y se revelara lo ocurrido el joven Rey se hace un corte en la mano y sale rápidamente de las aguas.
-¿Arturia?
Merlín, al verla con el corte en la mano se inquieta y tras ver la sonrisa de la joven, más sus cálidos orbes verde esmeralda transmitiendo que todo estaba bien, por lo que espera su explicación con calma.
-Me pidió que me cortara la mano, era para asegurarse de que era yo.
-Entiendo.
Algo hace ruido en la mente de Merlín, pero por más que intenta buscar alguna explicación no la encuentra, es como si algo le dijera que todo va mal, pero en cuanto mira de nuevo la sonrisa de Arturia piensa que todo esto no es más que imaginación suya.
-¿Sucede algo?
Pregunta Arturia al ver al mago mirar fijamente el lago, por un momento siente miedo y la idea de matar al mago se cruza por la cabeza.
-No, creí que al menos se iba a despedir de nosotros.
Sin embargo, la idea desaparece tan rápido como lo que se asomó y la calma del mago la hace sentirse algo relajada.
-De seguro tenia cosas que hacer, vamos.
Dice caminando por delante del mago este suspira y camina hasta ganarse a su lado
-Supongo que será para otra ocasión.
-¿Tienes algo con ella?
Pregunta con mirada pícara en lo que una sonrisa se asoma, Merlin se sorprende y acaricia detrás de su cuello en lo que intenta mirar al cielo.
-No, para nada.
"Que aburrido, quería verte llorar"
Arturia, camino con pasos calmos, ahora con una sonrisa más que feliz, algo que hizo pensar al mago que se debía al hecho de tener su espada.
"Ya buscaré otra forma, mago idiota"
Más tarde...
Arturia, se sentía culpable, había asesinado a un hada inocente para obtener el arma, esto fue completamente diferente a la primera vez, en donde incluso se tomaron el tiempo de charlar y recibir consejos por parte de la entidad.
Creyó que podría dejarlo pasar, pero esa sensación de querer asesinar a quienes se interpongan a sus deseos crece de forma desmedida y teme no poder resistirlo por mucho más.
"Tenias que hacerlo"
Una voz hizo eco en su mente haciéndola abrir los ojos con horror en lo que miraba su reflejo en aquel enorme espejo de su habitación.
-Debió existir otra...
"¡No!"
De forma tajante detiene cualquier indicio de una solución esperanzadora y es que para esta otro yo solo existe el camino del dolor y del sufrimiento.
"Ríndete, no te la iba a entregar, por eso es que actué."
Arturia, quiere replicar pero teme que está otra yo en su próximo control de cuerpo haga algo mucho peor que lo de ahora.
-Entiendo.
Fue todo lo que dijo. El tiempo transcurrió y Mordred era ya una adulta, por lo visto la magia de Morgana, era causante de esto.
Al menos esa fueron las palabras de Merlín, quien al mencionar a la mujer se sintió incómodo, ya que era consciente de los rumores. Por alguna extraña razón después del nacimiento de Mordred, esta mujer se la entrego al mago sin decir nada, luego de eso transcurrió una semana de aquello y los rumores de Morgana acerca de sus acciones indecorosas habían empezado a aumentar incluso llegando a los burdeles donde él solía frecuentar, claro utilizando otra identidad.
Pero a pesar de lo extraño de aquella acción por parte de la mujer hacia el consejero, Arturia solo encontró un beneficio y es que pasaría más tiempo con la joven. Esto a ojos del mago lo tomó por sorpresa, pero al analizarlo lo encontró maravilloso y mucho mejor que abandonar a la criatura como pensó que Arturia haría.
Todo parece estar bien y gracias a eso es que la maldad del corazón de Arturia aprovechó para incrementarse, al punto de consumirla por completo delante de las narices del mago sin que se diera cuenta.
Arturia, se encontraba somnolienta por algún motivo, por lo que aprovechando que estaba sola en aquel trono, no creyó que estaría mal cerrar sus ojos.
Grave error.
-¿Eh?
Comienza a abrir sus ojos con dificultad, de verdad lo sentía pesados y cuando logra hacerlo se percata de que se encuentra en un mar frío y de absoluta oscuridad.
-¿Dónde estoy?
Un destello de luz capta su atención y mira por encima de su cabeza, aquella luz era cálida e imponente.
-¿Ese es? —recuerda un aro en el cielo, solo que a diferencia de esa vez no esta rodeado del color rojo, producto de las llamas abrasadoras— ¿El Santo Grial?
"No."
Siente algo que toca su hombro, es una mano pálida y fría como el hielo, aún más que el mar en dónde se hunde, de inmediato voltea con cuidado y ahí la ve, lo que cree que es parte de su yo, su otra mitad, aquella que le impulso a tomar acciones consideradas impropias de ella.
"Ese es el último rastro de luz que guarda tú corazón ¿No es patético?"
La mujer mira hacia arriba y Arturia hace lo mismo, la luz era hermosa a sus ojos, pura, libre de cualquier mal, con un esplendor casi comparado con el Santo Grial.
-Es hermoso...
Susurra, su otra mitad la mira con una leve sonrisa, no estará de acuerdo en muchas cosas con ella, pero en esta tenia razón.
"Lo es."
Mira de nuevo aquel brillo y frunce el ceño, aún si fuera hermoso, si ese brillo continuara intacto ella nunca podría actuar.
"Pero también es molesto, vamos, acabemos con eso"
Le sonríe, extendiendo su mano.
"Sede ante mi y veras como todo cambia para bien."
Mordred. Una hermosa joven de ojos verdes y cabello rubio casi como el oro, despierta aquella mañana de forma tranquila, desayuna con las criadas y se viste con su armadura para entrenar, en el entrenamiento la esperaba Lancelot y Gawain, su medio hermano a palabras de Morgana, quien le reveló eso, ya que nunca dejó de tener contacto con ella.
Gracias a ese contacto y el hecho de que nadie se diera cuenta, es como pudo explicarle algunas cosas a su manera y Mordred nunca lo dijo, pero confiaba en su palabra, confiaba en que su madre y el Rey se amaban a pesar de no estar juntos, haciendo que deseara haber crecido en familia con ambos, pero sabia que eso nunca seria posible, de lo contrario el Reino la odiaría, ese sería el motivo más importante por el que mantuvieron y mantuvo su origen en secreto, diciendo que solo había nacido de una criada cualquiera, pero que fue despedida por haber intentado robar.
-Arthur, tiempo sin verte.
Después del entrenamiento la joven se dirigía al trono de su padre, sabia que estaría solo y por eso planeaba hacerle compañía, pero detuvo sus pasos antes de llegar a la sala, al escuchar tan delicada y familiar voz.
-¿Madre?
No se asoma del todo, pero se queda a escuchar la charla de sus padres, aún si eso implicaba escuchar palabras vergonzosas, ya que en sus pensamientos creía que ambos hacían este tipo de reuniones en secreto a propósito.
Pobre ingenua.
-Arthur, hoy por fin cumpliré mi venganza, vas a morir.
Arturia, tiene la cabeza apoyada en su mano y le dedica un sonrisa divertida.
-Eres realmente tonta Morgana, lo que suceda va a ser por mis decisiones, no por las tuyas, esta vez todo será diferente...
-¡Muere!
Grita la mujer con toda la ira posible, esperando que eso le ayudara a acabar de una vez por todas con la familia culpable de su desdicha, familia que le había quitado el derecho al trono, que creía que le correspondía por ser la siguiente en la línea de sucesión.
Arturia, no soportó más, sentía como su vista se nublaba por la ira de estar frente a esa horrible mujer, aquella que le hizo mucho daño, es así como permite que finalmente la ira y el odio se apoderen de ella, un destello morado rodea su cuerpo.
-Lo siento no puedo dejar que me mates, vete antes de que yo lo haga.
Es la última advertencia, del poco autocontrol que le queda y que intenta retenerla como puede, de seguro es causa del último destello de luz en su corazón, puede ser una luz de lastima o de compasión, mientras tanto, Mordred, apenas se da cuenta de lo que sucede realmente sale de su escondite y corre en dirección a sus padres, en lo que los ojos del rey se tiñen de un fuerte dorado.
-¡Madre!¡Ma...!
Morgana, se distrae ante los gritos de su hija y Arturia aprovecha de matar a Morgana clavando Excalibur en su abdomen, para posterior sacar el arma y agitarla para poder limpiarla de la sangre de la bruja, sangre que corría descontrolada como cual catarata.
-Tú...
Morgana, mira con odio a Arturia, no puede creer que por culpa de su descuido haya sido herida, Arturia, le sonríe y con horror se da cuenta de que es el fin, su fin.
-Ya cállate.
Arturia, mueve su espada y corta la cabeza de Morgana sin remordimientos, mirando su cadáver en el suelo como si fuera basura. Mordred, no puede creerlo, vio con horror y en cámara lenta paso a paso lo que acaba de ocurrir, su cabeza era un remolino de ideas, remolino que se aclara cuando Arturia patea el cadáver de la mujer antes de caer al suelo y mirar a su alrededor con confusión.
-¿Qué?
Arturia, recupera el brillo en sus ojos verdes y mira a su alrededor algo desorientada, juraría que estaba en un mar oscuro luchando por salir de ahí.
-¿Morgana?
Pregunta con horror al cadáver inerte que yacía en el suelo, lo observa hasta que se da cuenta de la presencia de alguien más a su lado.
-¿Padre?
-Mordred? -confundida por verla ahí, ya que según sus suposiciones estaría entrenando- ¿Qué haces aquí?
-¿Por qué?
Mordred, mira el cadáver de su madre en el suelo y las lágrimas caen por sus mejillas. Arturia, se siente culpable y planea ponerse en pie pero su cabeza duele.
Lo arruino todo y eso es lo que piensa, ya sintiendo el frio apoderarse de su cuerpo de forma rápida y frenética.
-No lo sé.
Responde con una sonrisa retorcida en lo que lleva las manos a su cabeza.
-No lo sé, no lo sé, no lo sé ¡No lo sé!
Arturia, comienza a reír en forma baja y poco a poco aumenta el volumen de su voz, para luego reír a carcajadas mientras las lagrimas recorren cada centímetro de sus mejillas.
-¡No lo sé, pero fue divertido!
Cierra los ojos y ya no ve luz, solo ve oscuridad. Esta de nuevo en ese mar de total oscuridad, en el cual podía sentir como su cuerpo caía lentamente a quien sabe donde, el abismo, lo más probable y de pronto escucha una risa leve, una risa que denotaba diversión.
"Gracias, tienes toda la razón eso fue muy divertido."
Eso ya seria lo último que escucharía antes de dormir por un buen tiempo.
Lo que siguió después en Camelot fue caos, los caballeros no tenían idea de lo que ocurría, solo veían una luz morada con destellos rojos destruir todo a su paso, formando así un gran incendio, no les quedó de otra que advertir a los lugares que se encontraban intactos y pensar en reunirse más tarde.
Mordred, estaba en shock, su padre no solo había asesinado a su madre, sino que ahora destruía sin control Camelot, ahora camina entre las ruinas con los ojos llorosos, mientras piensa en voz alta.
-¿Qué te sucedió?
Es todo lo que dice y antes de que pudiera decir o más bien gritar algo más siente una mano en su hombro que la empuja al interior de un portal mágico.
"¡¿Merlín?!"
Es lo primero que piensa, entonces voltea furiosa pidiendo una explicación, de seguro el sabia todo, para luego quedar perpleja y preguntarse quien es la persona que esta frente suyo, este era un hombre alto, rubio de cabellos rojos, de tatuajes y vestimentas del mismo tono, con azul y blanco en el gorro, él hombre la veía serio, Mordred se dio cuenta de que además poseía un libro en una de sus manos.
-Mordred ¿Verdad?
Unos días antes Gilgamesh había notado un cambio en el comportamiento de Arturia. Estaba más pálida y a veces parecía hablar con alguien, hubiera pensado que se debía a que estaba abrumada por sus deberes. Sin embargo, un día notó como sus ojos y cabellos cambiaban de color, a color ámbar y su cabello a rubio pálido.
Ahí es cuando sus sentidos le advierten de que debe hacer algo, por lo que avisó al mago, este en cambio le decía que todo estaba bien, que si pasaba algo, él debía solucionarlo como su consejero. El Rey, haciendo gala de su orgullo no le hizo caso y el mago lo agradeció.
Agradecía haber desobedecido al mago y por eso estaba ahora frente a Mordred, quien lo veía muy confundida y lo comprende, acaba de vivir en menos de cinco minutos algo que no le desea a nadie.
-Mocosa, mi nombre es Gilgamesh, El Rey de los Héroes, regocíjate he venido a ayudar a tú padre y sacarlo de la oscuridad.
Se cruza de brazos en lo que cierra sus ojos, Mordred reacciona a la palabra ayudar y lo mira molesta.
-¿Ayudar a mi padre?
Sus ojos están inyectados en ira, pero Gilgamesh, no parece hacerle caso a esto y con toda la calma del mundo le contesta un...
-Si.
La joven, por algún motivo quiere golpear al sujeto frente a ella, primero llega de la nada para salvarla y solo decirle la locura de que debían salvar a su padre, ahora un asesino a sus ojos, como si nada y que ella aceptaría sin más.
-Sabes, creo que no —apretando los puños en lo que mira sus ojos—, por si no lo sabes ella acaba de matar a...
-Silencio mocosa ¿Acaso no escuchaste lo que te dije?
Mordred, por algún motivo siente escalofríos, ante la mirada molesta del hombre, nunca supo lo que era una corrección de un padre ya que su rey era muy amable y le satisfacía los más mínimos caprichos, pero si por ella fuera este hombre sería lo más cercano a eso.
-Arturia no es Arturia, algo o alguien controla sus acciones.
Eso le hace confundirse más ¿Cómo que su padre no es su padre?Más importante ¿Qué tanto estaba al tanto el hombre rubio?
-Se que es difícil de procesar, pero hay que hacer algo ¿O vas a dejar que siga así como esta?
Mordred, reacciona, si es verdad lo que dice el hombre, debe salvar a su padre sea como sea, de lo contrario el reino seguiría en caos.
-No, quiero ayudar, no lo entiendo del todo, pero no quiero que padre este así.
Ante su mirada y palabras que demostraban toda su determinación, el Rey no hace nada más que sonreír complacido, agradeciendo internamente de que está no fuera una mocosa tonta.
-Bien, reunámonos con el mago, te contaré todo lo que se por el camino, además, de seguro ya se le ocurrió algo.
Continuará...
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Publicado:¿?
Arreglos:18.01.2025
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