Tomé una gran bocanada de aire y la liberé en un suidoso suspiro. Dios mío, nunca en mi vida había estado tan nerviosa... ¿Y si no soy lo que él esperaba? ¿Si se decepciona de mí? o... ¿Y si es en realidad un demente? ¡¿O UN MEDIO HERMANO DEL QUE YO NO TENÍA NI IDEA?! ¡Eso en verdad sería muy malo! Pero ahora que lo pienso no es tan descabellado, papá nos abandonó desde muy pequeña y no tuve ningún tipo de contacto con él desde ese entonces, así que tranquilamente podría haber reconstruido su vida con una nueva familia... No no no no no, ¡no Marinette, no pienses en ese tipo de cosas! 

Suspiré nuevamente, realmente tengo que dejar de leer tantas novelas, no es bueno para mi salud mental... 

Observé el reloj que estaba en mi muñeca, aún faltaban unos minutos para las 17hs. Por los nervios había llegado 30 minutos antes y ahora estaba para ahí como una tonta sin saber qué hacer, mirado a todos los tórtolos tomados de la manos o dándose regalos y incluso besos. Después de todo era San Valentín, era lo más lógico que eso ocurriera. Creo que debí de haber elegido otra fecha de encuentro.

─Disculpe… ─y mi corazón se detuvo. Aquella voz resonó detrás de mi espalda. ¿Será él? ¡Dios! ¡Tengo que reaccionar rápido o sino aquella persona podría pensar que soy alguien rara, pero tengo miedo de voltear. Vamos Marinette, no ya no eres una niña, ¡tienes 23 años! ¡ten un poco de coraje! Traté de darme ánimos internamente.─ ¿Señorita? ¿Puede escucharme?

─Em sí, qué necesi… ─no pude terminar la frase, ya que me había congelado por completo. No puede ser… ahí, frente a mis ojos estaba viendo a la misma reencarnación del dios Adonis. Su cabello dorado como el mismo Sol y sus ojos tan verdes como un profundo bosque, era el ejemplo exacto de la perfección. También traía en su mano un gran ramo de rosas rojas.

─Disculpe, no quería molestarla, es que estoy buscando a mi novia, es una bella joven de cabello largo y lacio. ¿La ha visto de casualidad? ─y… no es la persona que estaba esperando… ¿En qué estaba pensando? Era más que obvio que alguien como él tendría una novia. Aunque debo de admitir que estoy muy decepcionada.

─Lo lamento, no he visto a nadie así, tal vez aun no ha llegado o debe de estar en algún local ─dije bajando la mirada.

─Entiendo, debe de ser lo más probable, muchas gracias Ladybug. ─Aquella última palabra la había pronunciado casi en un susurro, pero aún así logré escucharla. Y mi corazón volvió a latir a mil por hora. Con rapidez levanté mi mirada y me encontré con su rostro sonriente.─ Así que sí eres tú, es un gusto conocerte Ladybug... ─sí, Ladybug… ese era el nombre que había utilizado como nick en mi cuenta en la página de citas… Eso quería decir que aquel bello Adonis era nadie más ni nadie menos que el tan misterioso Chat Noir...

En ese instante me sentí la persona más afortunada del mundo por pensar que mi cita sería alguien tan hermoso como él.
Sin embargo, en aquel momento mi destino había sido sellado con sangre y comenzaría para mí la peor tortura que podría haberme imaginado en toda mi vida…