꧁༒• CAPITULO 1 •༒꧂
Narra Serena:
–Usa pequeña despierta– de forma cuidadosa me recosté a su lado, pasé mi mano por su brazo con ayuda de mis dedos levemente moví a mi hermanita de su hombro –hoy es tú fiesta corazón ya despierta– le susurré a su oído y con mi otra mano le acaricie su cabello.
Seguí en mi insistencia para despertarla, haciéndole mimos y movimientos para que abriera sus ojos. Luego de unos minutos lo que más estaba intentando lo logré.
Los ojos de mi casi gemela se abrieron de forma delicada, sus pupilas se acostúmbraron a la luz de la habitación.
–buenos días princesa– le dije riendo sus gestos en el rostro.
–buenos días reina Serena–me sonrió y yo a ella –sabes si vendrá mi príncipe azul– pregunto con dulzura, a lo que yo contesté
–amor no sé si vendrá pero tú debes verte como una verdadera princesa– me levanté de la cama y justo después de mi ella se levantó – así que apúrate o lo harás esperar mucho–
–me ayudarás a verme como una princesa verdad– me cuestiono
–sabes que hago lo que sea por ti corazón– rodeó la cama para estar del mismo lado que yo, se apresuró a mí, me abrazo muy fuerte y en su oído susurré –felices 15 años amor –
-gracias mami y hermana Serena-
-de nada, ve a ver al rey para que luego te bañes- ella asintió se separó de mí y salió corriendo de la habitación.
Aprovechando que ella se iba, me dediqué a acomodar su cama y el resto de cosas que se ocuparían, traje aquellos esmaltes de uñas que ella eligió para que combinarán con su vestido. Coloqué el vestido sobre la cama. Sus zapatillas en el suelo justamente debajo del vestido. Traje a el tocador el maquillaje, tocado, aretes y collar que mi princesa usaría.
Así como estaba planeado, desde hace ya meses hoy se celebrarían los 15 años de Usagi. Me sentí muy feliz que desde que tengo memoria ella solo ha sonreído y sobre todo que somos muy unidas nada nos ha separado, presumo que muy pocas veces hemos peleado.
Por ser su cumpleaños y su fiesta, las puertas de la gran hacienda Tsukino serían abiertas para amigos, familiares algunos conocidos y uno que otro colado. Estaba feliz pocas veces mi familia se reúne, por lo menos hoy lo harían la causa es Usagi.
Entre los invitados están algunos tíos, tías hermanas de mi mamá, amigos de Usa. Pero los más importantes para todo el mundo son los socios de mi papá los señores Shields y su hijo, papá dijo que si todo sale bien quizá en un futuro alguna de sus hijas se casaría con ese hijo de los Shields. Me asusta pensar quien de las dos se debería casar.
Mi pequeña Usa está muy joven para un matrimonio y yo no me siento lista para dejarla e irme a otro lugar para ser la esposa de alguien. En ese momento mis pensamientos se esfuman cuando la voz de Usagi resuena en la habitación.
-me voy a bañar- dijo entrando a la habitación y dirigiéndose al baño -cuando termine ayudas Sere- asentí.
Espere un rato mientras terminaba de preparar todo para ella. Después de escuchar los típicos ruidos de una ducha Usagi salió del baño, wlla venía en ropa interior, se sentó en una esquina libre de la cama y se dejó caer de espaldas en el colchón.
Ella siempre a presumido de que se siente tan feliz con su cuerpo, dice que es tan hermoso, yo solo le doy la razón. No es mentira ella tiene un buen cuerpo pero no me gusta eso y menos que le agrade demostrarlo.
Después de unos minutos me dio su mano para que la ayudara a levantarse, camino al centro de la habitación.
-te parece que te ayude con tu vestido-
-si que debo hacer-
-manten los brazos alzados-
Traje una parte del vestido que por gusto de ella era desmontable. El corset era con escote en forma de corazón. Se lo acomodé por enfrente y mientras ella lo detenía con sus manos yo le subía el cierre y lo ajustaba con esos cordones delgaditos típicos de los vestidos voluptuosos. A mí parecer le quedaba demasiado ajustado aún así ella lo quería.
Acomodé y ajuste las partes de abajo dejando unos lindos moñitos de adorno con los mismos listones. todo esto lo hacía por qué mi hermanita se veía feliz con ese vestido.
Deje que la pequeña falda cayera a sus piernas.
-ya quédate así- dije entre bromas
-asi será cuando baile con papá por ahora quiero parecer una hermosa princesa.
-claro entonces permítame usted princesa ponerle el resto del vestido.-
-claro mi reina le permito- ambas reímos.
La termine de ayudar con su vestido y mis partes favoritas se acercaban el peinado junto con el maquillaje.
-al fin me dejaran maquillarme- exclamó ella
-solo por hoy no abuses-
-y en fiestas- protesto.
-solo si te portas bien- me abrazo y yo a ella era tan dichosa de tener a una hermana como ella.
-mira Sere nos parecemos mucho-
-es que mamá nos hizo con amor a las dos - ella se rió pero me dio la razón. No dejaba de ver al espejo y tenía razón desde hace tiempo todos lo dicen que ella y yo parecemos dos gotas de agua idénticas.
Pocos se dan cuenta que Usagi es más pequeña que yo por 5 años. Más sin embargo mi estatura no es la más grande y Usagi está demasiado alta para la edad que tiene. En ocasiones le gusta jugar que somos gemelas.
Entre platicas terminé su sutil pero lindo maquillaje, comencé a alaciar su cabello poco a poco.
Hice algunas trenzas, unos pequeños rizos en dónde lo considere prudente y planche en donde lo necesito.
-listo ya quedó tu peinado de princesa solo te faltan algunos pequeños detalles princesa-
-gracias Serena- ella sonreía mucho y yo con eso me daba por pagada con verla enormemente feliz me hacía sentir que todo valía la pena.
El maquillaje peinado y vestido estaban listos, Usagi se decidió por unos aretes que hace tiempo yo me había comprado pero que nunca los usé. Y se colocó un dije de corazón que era de mi mamá.
-solo faltan tus zapatillas de cristal cenicienta- ella se rió por mi comentario, con cuidado se acercó a la cama despacio se colocó sus zapatillas, le ayude a abrocharlas. Me agradeció dándome un abrazo luego salió con entusiasmo en búsqueda de mi papá. Me alegraba que ellos dos se llevarán muy bien.
Me senté en la cama una parte de mí se sentía triste extrañaba demasiado a mamá, más en momentos como estos yo también necesito los consejos y atenciones de mamá sin embargo no los tuve, no estaba lista cuando mamá murió.
Hice tantas cosas que no se si fueron buenas o malas quizá debí decir la verdad, si Usagi cometía un error ella me culpaba a mí decía que papá se enojaría mucho con ella y no quería eso así que la vida se pasó así.
En yo ser la que todo hacia mal y se ganaba el despreció de papá y Usagi la pequeña correcta la consentida de papá. A veces me gustaría que papá me abrazara con la sinceridad que abraza a Usa pero me conformó con los pocos abrazos que me da aunque se sienten demasiado forzados.
Termino de ponerme el vestido que Usa eligió, es tan parecido al de ella con la diferencia de que el mío es como el corto que ella tenía al inicio.
-gracias por hacer feliz a Usagi- dijo papá abriendo la habitación
-de nada- respondí llendo al tocador.
Yo amo muchísimo a mi papá pero siempre peleamos y nos gritamos que prefiero alejarme para no hacerlo enojar. Papá tiene un problema en el corazón y grandes impactos y disgustos podrían costarle la vida, yo no quiero sentirme culpable por la muerte de mi papá.
Papá y Usagi se fueron a la iglesia, aquella misa en la que festejarán sus XV años. Mientras que yo me quedé a ayudar a Luna a acomodar los adornos.
-serena por qué no les dices que no eres feliz -me dijo acomodando el arreglo floral de la mesa
-a ti quien te dijo que no soy feliz - respondí a Luna. Fingiendo desinterés
-tu quisieras haber asistido a la iglesia pero Kenji no lo permitió-
-mi papá tenía razón yo debía ayudarles aquí- respondí -la hacienda es demasiado grande y tú sola no podrías decorar-
-alguien de servicio me podía haber ayudado-
-quise hacerlo yo-
-engañate pero a mí no lo vas a lograr- me hagache -te conozco como a mí misma
-bueno ya terminemos-
*Inicio Flash Back*
Al atardecer la señora Ikuko cuidaba de sus dos hijas bajo el gran árbol de peras.
-mi amada Serena, prométeme que pase lo que pase tú corazón será puro y cuidarás de tu hermana-
-mami pero aquí estarás tú-
-mi niña nadie dura eternamente y papá necesitará de tu ayuda para cuidar de Usagi-
-mamá pero yo también estoy pequeña-
-mi amor tú eres grande si mamá no está Usagi moriría sola tu como la hermana mayor que eres debes cuidarla mucho-
-esta bien mamá prometo que cuídare mucho de ella-
-te amo hija mía-
Le señora Ikuko dejo derramar algunas lágrimas al tiempo que abrazaba a su pequeña Serena. Sabía que los próximos años para Serena no serían fáciles.
*Fin Flash Back*
-Nana- Luna me volteo a ver -extraño a mamá muchísimo-
-estoy segura de que en cualquier lugar se siente muy orgullosa de la hija que tiene.
-te amo nana gracias por no dejarme sola-
-jamas te dejare sola mi niña- me abracé a ella después de tantos recuerdos me dio una tristeza muy grande el saber que mamá no está.
☆꧁hasta aquí el capítulo꧂☆
H
olaaa..
Que alegría me da comenzar una nueva historia, sobre todo sabiendo las causas y motivos por las que la voy a escribir.
Espero se emocionen conmigo con cada lectura y que por favor me ayuden con un comentario y una estrella.
Espero que así como muchas otras está historia también les guste...
Gracias
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