Dove

Al día siguiente me fui a la oficina, y cuando llegó la tarde me reuní por un asunto muy importante, el cumpleaños de Sofia.

—Tu la conoces más que yo —ella asintió—. Dime, Camila ¿cómo hago que Sofia disfrute su cumpleaños?

—Sofia siempre ha sido muy sencilla, nunca ha tenido ninguna fiesta extremadamente costosa ni nada, solíamos comprar un cupcake en la cafetería de la universidad y cuando no teníamos velas prendíamos un cerillo.

—No le voy a dar un cupcake con un cerillo —fruncí el ceño exasperada—. ¿Qué le gusta a Sofia?

—Le gusta leer, aparte de actuar, y la música, le gusta mucho la música, pero la dejo de lado cuando su padrastro la arruino para ella —asentí en comprensión—. También le gustan los animales, y su película favorita es escuela de jóvenes asesinos, estaba vuelta loca con el musical, nos colamos gracias a un amigo que conozco. Su época favorita son los 80's por los colores y el cine clásico.

—Eso si que es una sorpresa —dije intrigada—. Bien, será una fiesta temática de los 80 —tomé el teléfono y marqué a mi asistente—. Aparta el mejor salón de la ciudad para una fiesta el 10 de abril, y ahí necesito que cotices organizadoras de fiestas para una fiesta temática de los 80, yo me haré cargo de los detalles personalmente —colgué—. Es todo, puedes irte —le dije a Camila y volví a mi lectura del reporte sobre los presupuestos anuales y las inversiones de los últimos meses.

—Okay, hasta luego —me miró extrañada y cuando salió le dije a mi chofer que la llevara a donde necesitara.

Los días pasaron rápido, era la misma rutina casi siempre, pero era extraño tener a alguien esperando que llegase a cenar. Llegué temprano de la oficina y vi a Sofia nadando, me acerqué y ella me sonrió.

—¡Dove! No sabía que vendrías temprano ¿quieres nadar? —me encogí de hombros.

—Me iré a cambiar, ahora vuelvo —ella asintió y yo entré a la casa, me cambié el traje a un traje de baño y salí con Sofia a la alberca del jardín, era un día caluroso, valía la pena—. Me alegra que alguien use las cosas de la casa —me encogí de hombros.

—¿No sueles nadar? —negué.

—Hace mucho que no nadaba —confesé y nadé hasta ella—. ¿Qué tal tu día?

—Tranquilo, estuvo bien —sonrió—. ¿Y el tuyo?

—Normal —me encogí de hombros, pase mi mano por su cabello admirando su rostro, no había querido decirlo antes, pero se veía realmente hermosa en traje de baño, Sofia era jodidamente sexy—. No tienes idea de lo hermosa que eres —le murmuré y ella me miró sonrojada y nerviosa.

Coloqué mi mano en su mentón y me acerqué lentamente dándole un beso tranquilo, ella correspondió torpemente y comenzamos a movernos a un lugar más cómodo, la pegué suavemente a una pared y rodeé su cintura con mis brazos eliminando distancia entre nosotras.

Sofia

Los besos de Dove se estaban intensificando cada vez más, me estremecí cuando se acercó tanto a mi, cerré los ojos mientras intentaba dejarme llevar y solté un suspiro al sentir sus labios bajar por mi mandíbula hasta llegar a mi cuello, eché la cabeza hacia atrás, era muy relajante esto en verdad, de alguna manera.

Dove comenzó a bajar una de sus manos hacia mis piernas, pero fue en ese momento en el que la detuve, ella se separó de mi mirándome confundida.

—Lo siento —murmuré—. Creo que aún no estoy lista para llegar tan lejos —hice una mueca.

—Llegaremos hasta donde tú quieras que lleguemos —dijo con compresión y me sonrió levemente, su sonrisa era muy linda, aunque no sonreía muy a menudo.

—Gracias —ella puso una mano en mi cintura y la otra en mi nuca besándome profundamente, yo sabia que Dove hace mucho no tenía una relación así, ni mucho menos había estado con alguien que no accediera a tener relaciones, pero a pesar de lo que aparentaba, ella siempre era respetuosa conmigo y con mis límites, sé que eso es lo que debería pasar siempre en cada relación, pero cuando vienes de donde yo vengo, y estás con la gente con la que yo he estado, es difícil no sorprenderte por gestos así.

Jamás he estado con alguien, pero he sido presionada a eso más de una vez, Dove puede no ser la primera persona con la que tengo una relación, pero incluso en este corto tiempo, y con un inicio tan extraño como el nuestro, Dove había sido por mucho la mejor relación de mi vida, y es triste de pensar, pero es cierto.

Al salir de la alberca, cada quien se baño a su respectivo tiempo y al salir fuimos a cenar al comedor, y estando ahí hablamos de muchas cosas banales, me gustaba el ver a Dove abrirse conmigo, se sentía bien en verdad, creo que en verdad podríamos formar algo hermoso.