Shoto-kun, ¿Podrías hacerme un favor? - comentó el peli verde con su sonrisa habitual.

- ¿Qué necesitas, Izuku? - le preguntó tranquilo, sin despegar su vista del periódico.

- Por error mi sortija de bodas cayó dentro de esta esfera de hielo, ¿puedes derretirla?

El bicolor estaba confundido ¿Cómo había sucedido? Sin embargo dejó de lado su lectura para tomar aquel objeto helado, derritiéndolo al instante con su quirk, sin embargo en lugar de obtener la sortija había una pequeña caja que abrió al instante quedando paralizado. Eran un pequeño par de zapatos amarillos, su expresión fue tal que una pequeña risa salió de los labios del pecoso.

Ahora lo comprendía, aquellas náuseas y desmayos no eran por el exceso de trabajo, se trataba de una pequeña vida desarrollándose en el interior de su consorte, seguía sin creerlo, pensaba que ya había alcanzado la máxima felicidad al recibir un sí por parte de Izuku cuando le pidió matrimonio pero esto, esto cambiaba todo. Había olvidado que a pesar de ser un chico su esposo podía concebir ya que era parte de un pequeño grupo de humanos llamados donceles, capaces de crear vida como cualquier mujer. Rápidamente se levantó de su silla para tomarlo en un no tan fuerte pero cálido abrazo mientras sus orbes dejaban fluir unas cuantas lágrimas.

- vamos a ser padres

- así es, Shõto. tendremos un bebé

Desde ese día Todoroki se prometió a si mismo que protegería a su familia, no cometería los mismos errores que su padre.

Al dar la noticia a sus familiares y amigos todos les felicitaban incluyendo a Katsuki que lo negaba a base de gritos y frases vulgares como "Deku de mierda ¿por que no cerraste las piernas?" , aún así todos mostraban su emoción a excepción de su padre con el que aún no tenía una buena relación, sin embargo eso no llegó a afectarle, luego de vivir con Midoriya conoció lo que era el perdón. Dejaría que el tiempo pasara y tal vez con suerte su esté entendería sus decisiones.

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Los meses pasaban y aquel vientre plano poco a poco iba abultándose saludablemente, cada visita al doctor les dejaba ver una nueva parte de su pequeño milagro; la forma de sus manitas, sus piernitas, sin mencionar la emoción que ambos sintieron al escuchar los latidos de su corazón.

Cada ultrasonido era atesorado por el pecoso mientras anotaba en un cuaderno parecido a sus diarios de héroes el desarrollo de su feto, añadiendo un par de fotografías de este conforme se formaba, mientras Todoroki solo le observaba con una pequeña sonrisa por su emoción y cuando se enteraron de que se trataba de una niña no dudaron en comenzar a remodelar su casa.

Un cuarto con paredes rosa pastel, un ropero lleno de vestidos con estampados de héroes como era la costumbre de Midoriya, una elegante cuna blanca regalo de Yaomomo, unos cuantos peluches por parte de Uraraka y un pequeño móvil con temática de granadas, cortesía de Katsuki.

Aquellos meses habían sido los más hermosos de su vida aún con todos los cambios de humor de Izuku.

Una tarde durante su octavo mes, Shoto se encontraba acariciando y sintiendo cada patadita de su primogénita hasta que decidió aclarar una duda que llevaba dando vueltas en su cabeza desde hace ya varias semanas

-He estado pensando. Aún no decidimos el nombre para nuestra niña.

- Bueno, yo ya lo he decidido. Espero que no te moleste.

- Mientras no sea All Might, todo estará bien - le respondió con un leve tono risueño que provocó que las mejillas del pecoso se inflaran en un puchero

- ¡Oye! ¡que ya soy un adulto! - suspiró dándole un golpe de 2% en su hombro

- está bien esta bien, dime ¿cuál es? - pregunto esta vez sobando con un poco la zona afectada

- su nombre será Yuki

- ¿Yuki?

- así es, significa nieve, eso la conectará contigo siempre  ¿que te parece? - preguntó de manera nerviosa jugando con sus dedos, mientras un leve sonrojo adornaba sus mejillas

- Me encanta - con felicidad tomo el rostro de su esposo para besar sus labios posando una mano en su vientre sin dejar de acariciarlo.

El resto de la tarde aprovechando que no había señal de ningún desorden en la ciudad se la pasaron acurrucados en el sofá viendo televisión mientras comían algunos de los antojos del pecoso.

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Era cerca de la media noche cuando el teléfono del héroe de hielo comenzó a sonar, al principio pensó en dejarlo pasar pero su insistencia lo obligó a levantarse y responder

- habla Shõto - bostezó sutilmente - está bien voy para haya

- ¿tienes que ir? - le tomó por la muñeca ya que tenía un mal presentimiento

- es una emergencia, al parecer la liga de villanos se ha escapado y requieren refuerzos

- solo prométeme que estarás bien

- Por ti puedo prometerlo sin dudar- le habló con sinceridad tomando su barbilla para besar sus labios con dulzura.

Luego de una emotiva despedida Izuku se dirigió a su cuarto para continuar durmiendo.

Pasaron las horas hasta que de repente sintió una leve punzada en su vientre que luego de unos segundos fue seguida por unas cuantas más

- oh no, no , no Yuki. Ahora no - dijo sosteniendo su vientre, no podía dar a luz, no ahora, no sin su esposo.

Su preocupación iba en ascenso hasta escuchar como la puerta de su casa se abría escuchando unos cuantos pasos - ¡Shoto! - gritó con alivio, sin embargo la respuesta nunca llegó - ¿Shoto? - repitió comenzando a asustarse, más aún al notar como la puerta de su cuarto se abría lentamente dejando ver una silueta que terminó de alterar sus nervios logrando que su fuente al fin se rompiera mojando la cama.

- vaya, no hacia falta tanta emoción por mi persona I-ZU-KU - está voz, esa tenebrosa e inconfundible voz, no podía creerlo

- tú... tú ... ¡ahg! - se quejó sintiendo otra contracción

- no te preocupes mocoso yo estoy aquí para ayudarte

- ¡No! ¡No te acerques!- trataba de retroceder siendo detenido por el dolor

- solo coopera - habló one for all jalando su tobillo sin cuidado alguno obligándolo a recostarse abriendo sus piernas con brusquedad

Los gritos inundaban la habitación, entre aquellos gruñidos podía diferenciarse la palabra "ayuda" y "auxilio". Era una pesadilla, siempre pensó que la primera persona que vería su bebé sería a él o a su padre, preferiría mantener a milagro dentro de él un poco más la naturaleza del parto no le ayudaba, su niña quería salir y no esperaría, ya llevaba nueve meses ahí, quería salir, no era su culpa después de todo ella no decidía. Pudieron ser horas o minutos, no podía  saberlo con exactitud.

Un suave llanto le hizo darse cuenta de que Yuki estaba en el mundo.

Midoriya se encontraba exhausto, el esfuerzo había sido demasiado además de que era peligroso parir en casa, aún si su salud prenatal era buena debía estar en un hospital más que nada por higiene para ambos.

- vaya vaya qué sorpresa, tiene los ojos de su padre - con un tono risueño acariciaba la carita rosada de la bebé

- ¿Qué piensas hacer con ella? - su respiración seguía agitada intentando activar su particularidad sin éxito ante el cansancio que su cuerpo acababa de obtener.

- Tan solo imagina el Kosei que podría obtener al ser su hijo, no me arriesgaré a que lo desarrolle así que lo tomaré ahora mismo - poco a poco iba acercando su mano a su niña 

- ¡detente! - gritaba con desesperación el pecoso tratando de moverse pero aún estaba tan débil que no lo único que podía hacer era arrastrarse bajo la mirada del villano que reía por sus esfuerzos inútiles por detenerle consiguiendo solamente caer de la cama.

- tranquilo, tú también tendrás tu turno - rió de forma fría asustando a la infante que comenzó a sollozar provocando la furia de su madre.

- ¡Izuku! - era la voz de su marido, el corazón de Deku se calmaba un poco, si él no podía hacer nada al menos su esposo sí

- ¿Qué les parece? El gran héroe es muy listo como para caer en trampas

- Tus secuaces confesaron todo ¡aléjate de mi familia!

- o sino ¿Qué? Piénsalo, si tratas de detenerme podría matarles, no sería difícil. Tú decides, puedes estarte quietecito para que pueda irme o juegas al héroe y ves como todo se va frente a tus ojos nuevamente, ¿que eliges?

Todoroki solo podía ver como los amores de su vida sufrían, su amado esposo luchando por levantarse  y su bebé llorando en brazos de aquel monstruo.

No sabía que hacer, si atacaba podía dañar a su hija pero sino lo hacía igual les haría daño además de arrancar sus quirks volviendo más poderoso a la bestia. Por primera vez no sabía como manejar la situación, sus emociones negativas estaban tomando el control hasta que un estallido lo sacó de su trance.

- bastardo ¡no puedes hacer nada bien! - gritó con su típica ira el rubio lanzando una rápida explosión al villano provocando que soltara a la criatura que pronto llegaría al suelo asustando a Izuku, no obstante fue atrapada por las vendas del que una vez fue su maestro, Eraser Head.

- aquí hay demasiada gente y no tengo ganas de perder mi tiempo por ahora, adiós - con un chasquido una luz cegadora le rodeo hasta hacerlo desaparecer

- ¿teletransportación? - se preguntaron al unísono hasta ver el estado deplorable del pecoso que se dejó caer por completo en el piso cerrando sus ojos

- ¡Izuku! - gritó alarmado Todoroki para tomarlo en brazos

- rápido tenemos que llevarlo al hospital - ordenó Aizawa teniendo consigo a la bebé.

Gracias a las explosiones Katsuki no tardaron mucho en llegar a una unidad en donde fueron atendidos inmediatamente.

Los minutos pasaban sin noticias llenándole de temor con casa segundo.

Cuando por fin vio a la pequeña recovery girl salir de la sala para dirigirse a él.

- ¿cómo está Izuku? - cuestionó sumamente preocupado

- el está estable ahora, su presión bajo un poco dada la situación, nada grave, puedes pasar a verle ahora si lo deseas y por cierto felicidades nuevo padre - argumentó con su típica sonrisa serena

Al escuchar aquello fue con pasos apresurados a la habitación. Al abrir la puerta se topó con una de las escenas más puras de su vida, Izuku acuñaba a su primogénita que estaba envuelta en una manta rosa, no quería romper la atmósfera aunque tuvo pues necesitaba saber que todo estaba bien.

- ¿cómo estás?  ¿Te duele algo? -  tomo una de sus manos

- estamos bien - le generalizó con una sonrisa para calmar un poco sus nervios, no le había visto tan alterado desde aquel examen de la academia en donde se enfrentaron por primera vez.

- lo siento, lo siento mucho Izuku , no pude hacer nada - bajo su cabeza con vergüenza y arrepentimiento siendo levantado de nuevo por la mano de su pareja

- te equivocas Shoto, tú corriste en mi auxilio. Gracias a ti nuestra niña está con vida - destapó un poco aquel bultito que dormitaba en los brazos de su madre, ahora viéndole detenidamente era hermosa, cabello rizado de color blanco con algunos toques de verde y piel blanca como si se tratara de una muñequita de porcelana y al abrir sus ojitos pudo notar como estos eran iguales a los suyos con aquel brillo característico de su madre. Era una mezcla perfecta entre los rasgos de ambos.

- es preciosa, hiciste un gran trabajo dándola a luz, lamento que no haya sido como lo habíamos planeado

- shhh ya no pienses en eso - colocó un dedo en sus labios dedicándole una sonrisa serena

- me haz hecho el hombre más feliz del mundo - confesó besando su palma con delicadeza

- Shoto-kun yo te amo

- y yo te amo más - beso con suavidad los labios de su pareja

- No todo es una competencia ¿lo sabías? - argumentó riendo con suavidad

- bueno si se trata de ustedes dos mi amor nunca dejará de crecer, me volveré más fuerte para protegerlos a ambos.

- contamos contigo súper papá

- y yo siempre estaré para ustedes - aclaro abrazándolos

Y así aquella noche de terror llego a su fin marcando un comienzo. Un comienzo de una nueva vida junto a su familia a la cual protegería con uñas y dientes aún si le costara la vida por que ellos siempre serían sus tesoros más valiosos.