Cuando YoonGi conoció a JiMin, fue cuando su familia acababa de mudarse a la casa del alado. En ese tiempo, JiMin era un niño pequeño de tan sólo cinco años, que aún no se había diferenciado en omega, beta o Alfa. Mientras que él ya se había presentado en Alfa.

Sus padres habían sido ascendidos en su lugar de trabajo y fueron transferidos a una sucursal, así que YoonGi empacó sus pertenencias y vino desde Daegu, a Busan.

Tenía trece años recién cumplidos, y no había empezado hace mucho las clases así que a sus padres le fue fácil cambiarlo de escuela e inscribirlo en una nueva, en Busan.

El día que se estaban mudado, encontró que un pequeño niño muy lindo, jugaba afuera en el patio de la casa. No vestía muy abrigado así que pensando en el clima que comenzaba a ponerse más helado, dejo la caja que estaba cargando en la acera y camino hasta donde el pequeño jugaba idamente.

Le colocó la chaqueta sobre su cuerpo y acarició sus suaves cabellos, luego habló.

— Se está poniendo helado, no juegues mucho afuera Ok? —dijo en un tono al que los niños no podrían tenerle miedo.

Sin embargo, JiMin se estremeció y cayó sobre su trasero, había una mirada oscura en sus ojitos. Una mirada que no tendría que existir en primer lugar.

YoonGi lo noto y rápidamente retiro su mano y las alzó al nivel de sus hombros.

— Tranquilo pequeño, no soy una mala persona. ¿Ves? —Siguió insistiendo, sin embargo, JiMin no cedió ante su despreocupada amabilidad.

Las personas con sonrisa amable son las más aterradoras.

Su papá era uno.

YoonGi soltó un suspiro y se rindió, no podía obligar al pequeño a creerle, otro día vendría y hablaría con él. Hoy tenía que ayudar a sus papás a mover todo a dentro, y organizar sus cosas.

Suspirando, se dio la vuelta, eran las dos de la tarde, pero el cielo ya estaba comenzando a ponerse oscuro.

Después de ese día, no fue hasta una semana después, que YoonGi volvió a ver al pequeño.

Nuevamente, JiMin estaba fuera de la casa, jugando con el pasto, llevaba puesto unos shorts algo grandes para un niño de su complexión. Y una camiseta sin mangas, sus brazitos estában algo sucios a simple vista.

Resulta que ese día su papá omega estaba en casa, asi que siguió caminando y pasó por el lado del pequeño, hasta llegar a su hogar.

Dejo la mochila en el sofá y fue a la cocina.

— Papá. —Llamo el joven.

El hombre de cabellos rubios movía la cuchara de madera dentro de una cacerola, donde el olor a carne era prominente. Sin embargo, detuvo sus movimientos cuando escucho la voz de su pequeño alfita.

— Qué pasa bebé, tienes hambre?

YoonGi arrugó su nariz, no le gustaba que le dijeran bebé, ya tenía trece, no cinco.

El castaño negó. —Sabes si están los vecinos del alado?

El omega lo sopesó. —Mn, no estoy seguro, fui al supermercado temprano y cuando regrese, no he escuchado bulla. Por qué?

YoonGi mordió su labio inferior. —Es que el hijo de ellos está afuera, jugando solo. Y son casi las doce y media del mediodía.

El omega dejo el cucharón al instante en que escucho esas palabras. —Jugando sólo? Bajo este sol?

YoonGi asintió. —Iré  a ver, Quédate y mueve la carne para que no se pegue, ya regreso.

El omega salió de la casa y lo vio, efectivamente el pequeño estaba jugando bajo el sol, como si no lo sintiera, el mayor se sintió indignado.

¿Qué clase de padres son estas personas?

Adoptando una mirada feroz cruzó el patio y subió las escaleras de la entrada, luego tocó la puerta rápidamente. Espero por unos segundos pero no escucho pasos o algo. No se dio por vencido y siguió insistiendo, sin embargo, nadie abrió la puerta.

Él se giró para ver qué el niño había volteado a verlo, el omega sintió que su corazón se detenía. Un niño de aproximadamente cinco años ni tenia porque tener la mirada apagada, sin brillo, sin vida.

Él como padre Lucho duramente con su esposo para que los primeros años de su hijo fueran felices, eran consentidores pero hasta el punto de volver a YoonGi malcriado.

Pero viendo a este niño, que tiene una mirada tan apagada, su corazón se movió y se lleno de rabia y tristeza.

Tomando un respiro hondo. Camino hacia el infante. JiMin retrocedió por instinto, había una vigilancia extrema en su mirada.

Baekhyun detuvo sus pasos en seco. Vio la resistencia en su mirada y apretó el puño lleno de rabia.

— Hola cariño, están tus papis en casa? —Suavizo su voz, utilizando la voz de omega.

Le era muy útil para engañar a YoonGi cuando tenís cinco años, y no quería comer sus vegetales.

JiMin dudo por unos segundos y luego negó. No se atrevió a hablar.

Baek suspiro y luego se agachó, dio pequeños pasos hacía el pequeño y se detuvo a unos pasos de distancia.

— Regresarán pronto? —JiMin negó. Sabía que sus papás volverían noche, siempre lo hacían. Traían comida de la calle y le daban un poco, a JiMin no le gustaba, pero si no comía, moriría de hambre—. Sabes a qué hora volverán?

El pequeño no hablo. Baekhyun suspiro nuevamente. Entonces escucho un leve sonido. Sus orejas agudas captaron que dicho sonido provenía del pequeño.

— Tienes hambre? —El omega preguntó seriamente.

El pequeño dudo, pero nuevamente su estómago se quejó, así que asintió lentamente. Baekhyun apretó sus manos hechas puños.

Unos padres que se iban a quien sabe dónde y dejaban a su cachorro sólo en casa sin comida. Que grandes padres, ja.

Conteniendo la ira burbujeante. Tomo una decisión. —Quieres venir a comer a mi casa? Sólo estoy yo y mi hijo.

JiMin en verdad tenía hambre, pero tenía miedo. Nadie era amable sólo porque si, sus padres eran iguales. Un día eran amables con él, dándole buena comida, al otro día le gritaban y le perseguían para pegarle con una faja.

El instinto de esconderse para que no le pegaran se había adherido a su alma tan fuertemente, que no podía confiar en absolutamente nadie.

— No te preocupes cariño, si gustas puedes comer y luego regresar. No somos malas personas. —Siguió insistiendo el omega.

Mientras YoonGi terminaba de colocar la comida en la mesa, la puerta se abrió y su papá entro de la mano con el pequeño niño bonito.

Baek le dio una mirada a su hijo y este entendió, alegremente puso otro plato más en la mesa y saco el jugo de naranja del refrigerador.

Baekhyun cargo a JiMin, inesperadamente el pequeño nunca había sido cargado así que se congeló, cuando Baekhyun amablemente lo coloco sobre la silla y luego le acarició el cabello.

YoonGi colocó un vaso de plástico con dibujitos alrededor, era su propio vaso cuando tenía cinco, así que no importaba. Derramó el jugo de naranja y luego le sonrió al pequeño.

Baekhyun se sentó en el puesto del frente y le sonrió al pequeño. —Adelante, puedes comer. Mi cocina es excelente así que disfruta de ella.

— Sí, la comida de papá es la mejor del mundo. —Adulo el Alfa, JiMin vio la comida sobre el plato.

Nunca había visto tanta comida como hoy, jamás había sentido la calidez de una familia, los momentos felices eran esporádicos y prevalecía la violencia y los gritos mayormente. Así que inesperadamente, alguien le tendió un plato humeante de comida, que se veía muy apetitosa, y las cuencas de sus ojos se llenaron de lágrimas.

Baekhyun se alarmó y antes de que pudiera siquiera actuar, YoonGi ya había llegado al pequeño y lo cargo en sus brazos delicadamente.

Las lágrimas del pequeño no se detenían y pronto se convirtió en un llanto triste.

El corazón de Baekhyun se estrujó, sus manos se apretaron fuertemente.

Esa gente no merecía ser llamados padres. Que tan malos eran para crear una mella psicologíca en un pequeño bebé de cinco años.

Cuando su esposo regresara hablaría con él. Si había una forma de ayudar a este pequeño, él movería cielo, mar y tierra, para hacerlo.

YoonGi por otro lado estaba inquieto, no sabe que es ese sentimiento que nace en su interior, sólo siente que debe cuidar de este niño que llora desconsoladamente en sus brazos.

Su polera estaba húmeda por las lágrimas del infante. La comida en la mesa se heló después de estar expuesta al aire. Pero eso no importaba.

YoonGi sólo quería que este pequeño osito dejara de llorar, le dolía el corazón escuchar su llanto.

Sin embargo, JiMin lloro tanto que terminó cansándose y quedándose dormido en unos brazos caídos que lo rodeaban.

Tan cómodo, tan seguro. Tan cálido.

Hi, vengo a mendigar votos y comentarios💕🤧

Que os ha parecido la primera parte?

Todos los que odiamos a los padres de JiMin bebé, dejen sus insultos aquí!!

Ugh, creanme que hasta me dolió mi kokorito, pero es necesario para el desarrollo futuro de nuestros tortolitos~

Comenzamos actus xq se acerca el cumpleaños de mi papá JiMin🐣♥️♥️

Gracias x si votaste, comentaste, comenzaste a seguirme y compartiste esta Mini historia!!

Ojito, son 8 años de diferencia, pero hay respeto mutuo, más por parte del Alfa. (Sabrán xq digo esto más adelante)

Nos seguiremos leyendo~

MinMin🐣