La confesión que JiMin a sus dieciséis años quería realizar, tuvo su ser pospuesta para después, ya que...

Los padres de YoonGi iban a tener un bebé.

Baekhyun se enteró una semana después del celo de JiMin, que estaba en cinta. No estaba en sus planes pero estaban felices de tener otro hijo, esta vez esperaban que el o la bebé, fuera un omega.

Cuando YoonGi se enteró del embarazo de su padre, no hubo la reacción que sus ellos esperaban. El Alfa sólo le había indicado a su papá que fuera mas cuidadoso y que no hiciera horas extras. Sólo eso.

Asi fue como la confesión del menor tuvo que posponerse hasta nuevamente, tener el valor para hacerlo. Y eso fue en el cumpleaños número veinticinco del Alfa. Cuando vio como una maestra de la Universidad, le entregaba un regalo de cumpleaños y lo instaba a ir a cenar, sólo ellos dos.

Digamos que los celos hablaron en ese momento. Y sus acciones, aunque fueron muy vergonzosas, le terminaron de dar el valor para confesarse.

Sólo sabía que después del arrebato de besar al Alfa, había corrido al baño y se había encerrado, luego de eso la feromona que ya conocía tan de memoria se acercó y se hizo tan potente que sus piernas de pusieron como gelatina.

Lo que sigue esta borroso, sin embargo, recuerda muy bien el hecho de que sus sentimientos eran correspondidos, sólo que porque aún era joven y menor, su relación no podía progresar. Debían esperar, ambos.

Desde entonces, han transcurrido tres años, en unos pocos días será su cumpleaños y como regalo. Quiere ser uno con su Hyung.

Cuándo Baekhyun se enteró de que el pequeño que habían criado, se enamoró de su apestoso hijo. No supo cómo reaccionar más que preguntar, el por qué le gustaba alguien tan feo como YoonGi. JiMin sólo había reido por eso pregunta y Chanyeol se había carcajeado por su inocente bebé.

JiMin cerró la página del hotel donde hizo la reservación. Sólo faltaban dos días para cumplir veinte años. Estaba entre ansioso y nervioso.

Su celular sono. Había un mensaje nuevo de su mejor amigo. No pudo evitar sonreír. Tae era así, su cómplice en todo.

Respondió rápidamente y luego vio que había otro mensaje no leído, parece que fue de no hace más de una hora. Quizás lo pasó por alto.

Había una dirección, una hora y una fecha estipulada. JiMin sonrió, conocía el lugar. Era un restaurante, pero no cualquier restaurante. Sería tonto si no recuerda que ese restaurante, recuerda que cuando cumplió dieciocho años, quería venir a cenar a ese lugar, pero YoonGi estaba ocupado y no pudieron.

— Hyung~ lo recuerdas... —Se dejo caer en la cama y pataleó en el aire mientras rodaba por la cama riendo.

El día tan esperado llegó. Desde la mañana había estado recibiendo mensajes de felicitaciones de sus compañeros de universidad, algunos ex compañeros de colegio y claramente de sus mejores amigos y sus tíos y de la pequeña hermana de su Hyung.

— Vas a salir más noche? —Baek preguntó, mientras peinaba el cabello de su hija.

JiMin tarareo afirmativamente. —YoonGi Hyung dijo que me llevaría a cenar.

— Oh, bien —Respondió el omega mayor—. Ve con papá, para que te de el regalo de tu amiga si? —La pequeña asintió y corrió a la cocina, donde estaba Chanyeol.

— Ya te vas? —JiMin asintió, mientras guardaba el celular en su pantalón.

— Si hay tráfico llegaré tarde, y no quiero que por mi culpa perdamos la reservación. —Dijo el omega, sus mejillas tiñéndose de rojo.

Baekhyun asintió y lo acompañó hasta la puerta. Luego dijo: —Usen protección.

JiMin casi se cae ante aquellas palabras, Baekhyun soltó una carcajada y cerró la puerta rápidamente. Él no era estúpido, es obvio que sus dos bebés perderían la virtud, igual que ellos cuando eran jóvenes. Sólo que de su locura, resultó en un YoonGi en camino.

La cena de ambos transcurrió de lo más normal, había un pastel delicioso, vino tinto y comida de primer nivel. El sonido del piano y el olor a rosas. Que ambiente tan romántico.

Cuando JiMin llevo a YoonGi al hotel, la recepcionista les sonrió en complicidad y la llave electrónica fue entregada al Alfa.

Una vez alguien dijo, no necesitas prepararte para que ocurra, cuando todo fluye con naturalidad, las cosas simplemente ocurren, sin presión, sin nada.

La ropa se fue desprendiendo de sus cuerpos lentamente, cuando JiMin cayó en la cama, habían pétalos de rosas sobre las mantas, no sabe en qué momento la luna estaba en lo más alto y ambos cuerpos estaban desnudos, enredados y sudorosos.

— He... Querido, hacer eso... Desde hace mucho tiempo. —Comento YoonGi con voz ronca.

JiMin entendía el sentimiento, él también lo había anhelado desde que entendió sus sentimientos. Así que él también se había reprimido por años. Sin embargo, el que más había sufrido había sido su Hyung, teniendo que esperarlo hasta ahora.

— Ya, no más... Puedes, puedes hacer lo que quieras Hyung~ soy tuyo. —El omega pasó sus brazos por el cuello del mayor, atrayéndolo para besarlo.

Eran dos seres humanos que se habían anhelado por años, las caricias, los besos, las mordidas, el deseo. La habitación se llenó de la feromona de ambos.

YoonGi observó su obra de arte, JiMin estaba bajo su cuerpo, con el cabello alborotado, sus labios estaban rojos de tanto ser mordidos y succionados, y la mirada en sus ojos tenían escrita la palabra "comeme" su lobo estaba ansioso.

Era la primera ves para ambos, los libros decían una cosa pero, es muy difícil llevar lo teórico a lo práctico. Tomo una profunda respiración y luego se agachó para besar aquellos botones cafés, que estaban brillosos después de ser jugados por sus dedos.

El omega soltó un gemido y sus piernas se retorcieron, su parte trasera secreto más lubricación, ansioso por ser invadido.

Basta de juegos previos.

Dicen que la primera vez duele. Es verdad. Duele bastante, aunque lo estiraron y jugaron para adaptarlo, cuando realmente el pene del Alfa entro en ese orificio, JiMin sintió que un rayo cayó sobre su cuerpo.

Joder, era como ser partido y luego golpeado con bates. Tan incómodo al inicio pero tan placentero al final.

— Muer-muerdeme si duele. —Pidio el mayor mientras apretaba sus dientes, él también estaba tratando de contenerse y no empujar tan locamente.

JiMin lo estaba apretando tanto.

La habitación se llenó de la respiración agitada de ambos cuerpos, el sonido de la piel golpeando, la cama rechinando y los gemidos placenteros de ambos cuerpos.

Una ronda no fue suficiente, lo último que el omega recuerda fue que se desmayó por el cansancio y que cuando recuperó la conciencia, el alfa todavía estaba empujando su pene en su trasero.

Cuando se formó el nudo, el dolor de ser expandido fue mortal. JiMin empujo y pataleó pero YoonGi no podía salir, si se retiraba era seguro que lastimaría más al omega. Así que sólo podía besar sus ojos, nariz y labios para calmarlo.

— Feliz cumpleaños bebé —Había dicho el pelinegro, mientras acariciaba la mejilla del omega—. Te amo.

El corazón ya agitado del omega volvió a sufrir un ataque por dichas palabras. Aunque estaba incómodo allá atrás, no arruinó el momento. Sus mejillas se calentaron y luego le dio un pequeño beso en la nariz al Alfa, mientras decía:

— También te amo, Alfa.

Así fue como paso su cumpleaños número veinte. Que cumpleaños más memorable. Espera poder pasar así todos los cumpleaños que vengan a futuro.

Ya son uno, ya nada los detiene. Ellos serán realmente, felices.

Si, no te vayas sin dejarme tus votos y comentarios eh!!!

Os ha gustado Umm???

Les dije, nada de escena de sexo con palabras vulgares, la neta yo me avergüenzo cada que escribo algo así. Así que pardon si es mediocre, hice lo que pude!!

Nos leemos en el epílogo final!! Mañana✨✨

Las espero seguir leyendo en mis demás Fanfics, la mayoría están finalizados con final feliz.

TQM.

MinMin✨