Capítulo dieciocho: ¿Quiénes son ellos?
—No puede ser…
Tras la puerta, Melissa contempla los extravagantes arreglos florales que rodean el jardín, así como diversos globos dorados que flotan sobre los centros de mesa y en cada rincon del lugar. Un enorme letrero que dice “Felicidades a la nueva directora Melissa Hyland Sioux” la deja totalmente atónita. Las personas sentadas al fondo en sus respectivas mesas, se ponen de pie para llenarla de aplausos. Por otro lado, la gente cerca de la entrada arroja pequeños círculos de papel dorado y plateado, al fondo fuegos artificiales iluminan el jardín.
Zaiden, Sara y Carol aplauden fuertemente. Un mar de gratificantes emociones llenan por completo el corazón de Melissa, se imaginó infinitas posibilidades, pero jamás una fiesta tan grande como la que se mostraba ante sus ojos.
—¡Felicidades, preciosa!
Asher le ofrece su mano para ayudarla a cruzar la puerta. Sin titubeos, la mujer se arroja a los brazos de su amado ángel.
—¡Mi amor, muchas gracias por hacer esto por mí!
La calidez del cuerpo de Asher la hace sentir de nuevo en casa.
—No solamente fui yo hermosa, Dylan, Carol, Sara y Zaiden también son creadores de todo esto.
Melissa suelta por un momento a su adorado guardaespaldas, para agradecer y colmar de abrazos a sus amigos. Aunque ellos niegan haber contribuido en la fiesta, de alguna manera logra reconocerles su esfuerzo. La pelinegra se regocija al sentirse importante y valiosa para sus amigos.
—¡Mi mujercita, muchas felicidades, corazón!
Petra también le da un gentil abrazo, teniendo cuidado de no lastimar a la mínima que sostiene entre sus brazos.
—¡Muchas gracias Petra, eres como una abuela para mí!
—Lo sé mi niña y así será siempre.
Ambas se empapan de amorosos abrazos, sin olvidar a la minina Fanny, que también se carga de muestras de afecto.
—Dejaré a Fanny en el cuarto de juguetes y dejaré ahí su caja de arena como habíamos quedado hijita.
—Mil gracias Petra, te la encargo mucho, por favor.
—No te preocupes mi niña, yo estaré al pendiente.
Petra se retira del lugar, dejando atrás un sin fin de amorosa energía para todos los presentes.
—¡Bien tortolitos, disfruten de esta fiesta, que esto apenas comienza! —Exclama Zaiden con su característica sonrisa.
—Gracias Zaiden por todo esto.
La mirada de Melissa refleja gratitud sincera.
—No tienes que…
—¡Me lo llevo! —interrumpe Dylan
El rubio toma entre sus trabajados brazos a su preciosa pareja, con la intención de llevarlo adentro de la casa.
—¡Ey! ¡Pórtense bien, esto es una fiesta! —Exclama Melissa en tono sarcástico.
—¡No lo prometo! —Dice Zaiden divertido.
—¡Ey! ¡Dylan! —Expresa Asher como llamada de atención.
—¡Ya lo escuchaste!
Dylan hace un guiño mientras sonríe.
Con aquella acción, Asher concluye que los dos son tal para cual. Melissa no puede evitar sonreír al ver a la parejita feliz.
El delicioso aroma de las rosas y pasto recién podado relajan a la mujer de ojos grises.
El atardecer cubre el cielo con sus últimos rayos de luz. Melissa y el guardaespaldas entrelazan sus manos, para adentrarse al jardín finamente podado, cruzan la pista de baile, dirigiéndose a su mesa repleta de manjares. Un violinista que toca elegante música clásica, se detiene para darle lugar a los aplausos que los invitados le regalan a la pareja. Melissa y Asher se abstiene a solo sonreír, además de saludar, al recibir tanta atención de todo el mundo.
Minutos más tarde, los invitados degustan deliciosa comida Italiana y japonesa. También consumen el costoso vino y champagne que acompaña perfectamente a los platillos.
Asher y Melissa se miran mutuamente al disfrutar cada bocado. El ángel se asombra de la explosión de sabores que experimenta en su boca, mientras que Melissa disfruta de sus deliciosos rollos de sushi.
Las estrellas iluminan el cielo, al igual que la pista de baile. Zaiden y Asher habían llegado a un acuerdo: por la tarde el ambiente sería ameno con música clásica y comida deliciosa. Faltando pocas horas para la medianoche, la fiesta sería de Zaiden, cambiando por completo el ambiente con un DJ, luces neón, alcohol, mucho alcohol y sus invitados estrella.
La música retumbaba en el cuerpo de Sara, mientras que la canción se convierte en los latidos de Carol. Ambas sostienen una sonrisa al mirarse a los ojos. De nuevo la luna se posa sobre ellas, sumergiéndolas en ardientes recuerdos
Carol explota su sensualidad en el baile, al estar frente a la mujer que le roba el aliento.
Sara había dejado el miedo atrás luego de haberse entregado a Carol. Ya no había más dudas en cuanto a sus sentimientos; sin embargo, no existía una etiqueta con la cual se identificara, aún tenía mucho por explorar sobre su sexualidad.
En un suspiro, Carol toma los labios de Sara hasta hacerlos suyos. De pronto la sinceridad demanda ser escuchada.
—Me gustas Sara, me gustas tanto…
—No tienes idea de lo feliz que me haces Carol, me gustas más.
Rozaban sus labios una y otra vez en nombre del amor. En un instante el mundo se desvanece frente a ellas, sus corazones se entrelazan hasta pertenecer la una a la otra.
Carol podía ver un futuro a su lado, viviendo una hermosa y apasionada relación que juntas podrían construir.
Después de un fascinante momento, Sara toma la mano de la joven rubia. Ambas se dirigen a la barra del improvisado bar, el cual se localiza en una esquina del jardín.
—¡Es una fiesta Neón! ¿Dónde están sus collares y pulseras? —Cuestiona Zaiden afligido.
El pelinegro toma algunas pinturas, accesorios y luces de neón, que se encuentran en la caja puesta sobre la barra. Enseguida, Sara y Carol toman las cosas y se colocan las pulseras en sus muñecas.
—¡Me encantan estos colores! —Dice Carol con entusiasmo.
—¿Qué les parece la fiesta, guapas?
Zaiden sonríe orgulloso, luego de darle una calada a su cigarrillo.
—¡Eres el maldito amo de las fiestas Zaiden! —Exclama Sara luego de ver a tanta gente en la pista de baile disfrutando de la música.
Las luces y globos neón que brillan entre la oscuridad, logran un ambiente eufórico y placentero.
—¡Disfrútenlo chicas!
—Espera… ¿Dónde están Asher y Melissa? —Cuestiona Carol, quien dibuja unos corazones de color rosa neón en los cachetes de Sara.
—Ni puta idea —Una sonrisa pícara se forma en los labios de Zaiden —Dejemos que disfruten de esta fiesta como les venga en gana.
Aunque las rosas, los fuegos artificiales y el anillo estuvieran listos, Zaiden esperaba con paciencia las indicaciones del guardaespaldas “tal vez Asher aún no está listo para pedirle matrimonio” pensaba el joven de mirada astuta. Confiaba en la decisión que Asher tomaría, porque sería lo mejor para ellos.
—¡Amor!
Dylan camina con premura hacia su pareja que se encuentra en una plática amena.
—¡Amorcito!
Zaiden se arroja a los brazos de Dylan, este sonríe ante la dulce respuesta. El pelinegro lo llena de besos tan breves como copos de nieve en las manos.
—¡Amor! ¡Ya llegaron!
Zaiden se detiene al ver la expresión de sorpresa en el rostro de Dylan…
—¿Qué? ¿Ya están aquí?
—¡Sí! Caelus acaba de llamarme, pasaron a hospedarse en un hotel y ahora mismo viene para acá.
La mirada de Zaiden se ilumina por completo, la emoción le acelera el corazón. Después de mucho tiempo sus amigos por fin habían llegado, la espera había terminado, su banda ahora estaría a su lado.
—¿Quiénes vienen? —Dice Carol buscando a su alrededor.
—¡Nuestros amigos!
Dylan señala a la puerta de la entrada del jardín, que se encuentra a pocos metros del bar. Carol y Sara miran atentamente a la primera persona que no tarda en cruzar la puerta.
Una mujer alta y esbelta hace su aparición. Su cabello ondulado es rojo como el vino, al igual que su blusa escotada. Camina con firmeza y seguridad con sus botas negras. Su apariencia sexy y su visible temperamento fuerte, roba las miradas de algunos invitados.
—¡Ja! ¡Es mejor de lo que esperaba Zaiden! —Exclama la pelirroja al aproximarse a la pareja.
—¿Ahora si me crees? —expresa Zaiden después de expulsar el humo de su boca.
—Su nombre es Astrid. Es como una hermana mayor para mí, me enseñó todo lo que sé de armas y defensa personal. Su arma preferida son los cuchillos, es la mejor cuando los usa en combate. No es nada paciente, se irrita con facilidad, pero su lealtad y el amor hacia los suyos es incomparable —Explica Dylan con orgullo, su sonrisa es prueba de ello.
Una refinada pareja cruza la puerta del jardín. La mujer, de hermoso cabello castaño, luce un elegante vestido de tirantes color rosa pastel. El hombre que sostiene su mano, lleva puesto un traje de tres piezas color gris. El lunar en su pómulo derecho eleva su atractivo.
—Ellos son Lyssa y Han, son como dos Golden Retriever. Siempre están sonriendo y alegrando la vida a los demás, pero no los subestimen. Lyssa es cinta negra en Kick Boxing y Han tiene la mejor puntería que cualquier persona en el mundo. Lo apodamos “ojos de Halcón”.
—¡Oh por dios! ¡Esta fiesta es increíble! —Exclama Lyssa al escuchar la música que la incita a bailar.
—¡Se lucieron amigos! —Dice Han al apreciar los distintos adornos de colores neón, que brillan en la oscuridad de la noche.
Después de saludar a todo el mundo, la pareja corre tomados de la mano hacia la pista de baile.
El siguiente en aparecer es un chico de piel pálida, su cabello dorado brilla a la luz de la luna. Su caminar proyecta coquetería y arrogancia, oculta sus manos en su abrigo café. Sus lentes de sol le dan un toque misterioso.
—El del abrigo se llama Set, tengan cuidado coquetea con lo que sea que se mueva. Es muy bueno con la metralleta y siempre está vendiendo cosas ilegales por internet.
Sara y Carol lo miran con curiosidad, al verlo caminar como si estuviera en una pasarela.
—¡Dylan ven aquí! ¡Dame un brazo amigo! —Estira sus brazos esperando alguna respuesta de Dylan.
—¡Olvídalo Set, eso nunca pasará! —dice Dylan con firmeza y serenidad.
—Pero Dylan… —Set hace un puchero mientras se acerca al bar —¡Okay! ¡Tú ganas! ¡Solo dame un trago!
Dylan le da indicaciones al bartender, el cual comienza a preparar su bebida.
Sara, al igual que Carol, ríen al presenciar dicha interacción. Luego se percatan de la próxima persona en entrar a escena. Se trata de un hombre alto, con grandes músculos, que son visibles gracias a su ajustada playera blanca. Sus tatuajes por todo el cuerpo y su brillante cabeza calva le dan un aspecto rudo. Un delgado hombre que camina tranquilamente junto a él, acomoda sus lentes negros y su cabello largo.
—El calvo se llama Nobu. Su mayor fortaleza es el combate cuerpo a cuerpo. Su calvicie lo hace ver intimidante, pero en realidad es muy noble de corazón. El de lentes es Caelus. Es un tipo frío y calculador. Le gusta idear planes estratégicos y es experto en joyería. Su manera de combatir es a través de artefactos como: bombas, veneno y trampas en el suelo.
Ambos mueven las manos en señal de saludo, luego se dirigen con premura al buffet de comida italiana.
El siguiente en cruzar la puerta es un adolescente que lleva puesto una sudadera roja con estampado de letras negras. Al bajarse el gorro de la cabeza, deja al descubierto su cabello oscuro como la noche. Sus ojos azules escanean el lugar hasta encontrar a su objetivo.
—¡Zaiden! —Grita con alegría el adolescente de piel pálida.
—¡Oliver!
Zaiden corre a toda velocidad hacia él. Como dos imanes que se atraen, se unen en un fuerte abrazo.
La mirada de Dylan se vuelve amorosa, al apreciar dicho momento.
—Hace cuatro años Zaiden y yo encontramos a Oliver durante una misión. Al igual que Zaiden, escapó de un horrible orfanato. Terminó involucrándose con tipos peligrosos que le dieron comida y un techo para vivir. Logramos rescatarlo de un ambiente repulsivo. Así fue como Oliver se unió a nosotros.
—Ahora entiendo el amor que siente por ustedes… —Dice Carol, contempla la amorosa convivencia de Zaiden y Oliver.
—¡Wow! Nunca había visto a Zaiden así, es sorprendente… —Confiesa Sara al ver al impredecible Zaiden ser tan protector y afectuoso con Oliver.
—¡Ven, acá Oliver!
Dylan mueve su mano derecha de un lado a otro, como señal de su petición.
El adolescente corre a toda prisa hasta refugiarse en los brazos de Dylan.
—¡Te extrañé mucho!
—Yo también te extrañé Olí.
Oliver suelta al hombre de ojos color miel, al notar la gentil sonrisa de Carol y la curiosa mirada de Sara.
—¿Quiénes son ellas?
—Ellas son mis nuevas amigas Sara y Carol. Vamos cuéntales un poco sobre ti.
Dylan le da unas suaves palmadas en su delgado hombro, para animarlo a decir algo.
—Mi nombre es Oliver Stone, tengo 16 años, estudio la preparatoria, me gusta jugar videojuegos y amo viajar con todos ellos.
La voz dulce y serena de Oliver enternece a Carol. Ambas mujeres conversan con Oliver sobre sus días en la escuela y sobre la maravillosa relación que tiene con los miembros de la banda. Al final es despeinado por Dylan al llenarse de tanto orgullo por él.
—¿Qué les parece mi criatura? —Cuestiona Zaiden con inmensa alegría.
—Es muy adorable —Dice Carol enternecida.
—Lo sé… Dylan y yo lo estamos criando bien.
De pronto la atención se ve desviada en la divertida discusión de Dylan y la pelirroja Astrid.
—¡Cuando llegué ya no estabas! ¡Ni siquiera me dejaste la hamburguesa que perdiste en la apuesta! ¡Dejar a mi niño fue lo único bueno que hiciste!
—¡En mi defensa esa hamburguesa estaba mejor en mi estómago, además me fui sin avisar porque era una emergencia!
Sara se ríe y al mismo tiempo se sorprende al ver ese lado que jamás había visto en Dylan.
—¡Mi amor, Oliver tiene que conocer a tu abuela!
Astrid, que ejerce una llave en el cuello de Dylan, se detiene abruptamente para que el rubio recobre la compostura.
—¡Es verdad! ¡Oli acompáñame, necesito presentarte a alguien muy especial!
Dylan toma la mano de Oliver para buscar a Petra, que se localiza en la cocina, checando a los meseros que llevan los postres a distintas mesas.
—¡Esto no se quedará así Dylan! —grita Astrid al verlo desaparecer entre la multitud.
Zaiden se dirige a Set, que permanece sentado bebiendo un vaso de tequila.
—¿Y los demás? ¿Dareen no vendrán? —pregunta Zaiden, luego de buscar tras la puerta a los demás miembros de su equipo.
—El jefe mayor les dio una nueva misión. Solo nosotros pudimos venir, obviamente yo me escabullí a esta fiesta.
—Ese imbécil... —Zaiden por un momento mira al vacío, pero su atención regresa a Set cuando esté lo mira con atención—¡No esperaba menos de ti, Set!
—¿Y dónde está lo que prometiste? —pregunta Set, refiriéndose a la fiesta de espuma.
—Espera un poco, ya lo verás…
Usando sus palabras como señuelo, Zaiden y Set van en búsqueda de las máquinas de espuma que se localizan dentro de la casa.
Astrid se intriga al ver a las dos hermosas mujeres que ríen y bromean entre ellas. Sin pensarlo se acerca hipnotizada por el aroma a vainilla que desprenden sus cuerpos.
Melissa y Asher caminan tranquilamente hasta el rincón más escondido del jardín, alejados de la música y del tumulto de gente que disfruta de la fiesta.
Los grillos cantan, las estrellas iluminan el cielo y la calma vuelve a Melissa. Ambos toman asiento en el pasto repleto de pequeñas flores amarillas. El ángel la rodea con sus brazos, un suspiro emerge de él, cuando entra en contacto con la suave piel de su amada.
—Asher…
El ángel presta atención a Melissa, por un momento ella agacha la mirada.
—Me siento débil y mentalmente cansada. No lo quería decir, porque sé lo mucho que se esforzaron en hacer esta fiesta.
—Preciosa…
Asher toma delicadamente su barbilla, levanta su mirada hasta situarla en sus brillantes ojos azules.
—Aprecio tu esfuerzo en disfrutar de esta fiesta y sé lo mucho que valoras el empeño que invertimos en todo esto —Asher toma la suave mano de Melissa y le otorga un dulce beso —Ahora déjame cuidar de ti.
—Definitivamente eres mi ángel guardián.
Entre risas ambos se funden en dulces besos, que calman el dolor emocional de Melissa.
—Preciosa dame tu mano, vámonos de aquí.
Asher ayuda a Melissa a levantarse del pasto.
—¿A dónde?
—Solo dame tu mano, hermosa, confía en mí.
El pelirrojo abre un portal sobre el muro de césped. Melissa abre los ojos por completo, al ser sorprendida de tal manera. Toma con fuerza la mano de Asher, y se adentra al portal, siguiendo los pasos de su adorado ángel.
Continuará… 🥀
Nota del autor:
Aunque Zaiden y Dylan disfrutan mucho su vida sexual, en realidad Dylan se llevó a Zaiden para que juntos verificaran que todo estuviera en orden, tanto la comida, los accesorios para la fiesta, las bebidas y el DJ. 😆😆
Muchas gracias por leer, votar y más que nada por esperar la actualización de cada capítulo ❤️ Loviu.
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