3 - El regalo
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Después de que Chat Noir se fue de la casa de Marinette al ver que se estaba haciendo de madrugada, decidió que le prepararía una sorpresa para la siguiente ocasión que la vaya a visitar.
Marinette quedó muy confundida, ya no sabía a quien quería. Si a Chat Noir o a Adrien Agreste.
Era obvio que con su primer amor ya no tenía oportunidad y quizá piense en darle una oportunidad al gatito como Ladybug o tal vez como Marinette...
Sin duda hoy sería un día especial...El gatito estaba preparado para darle su regalo. Premio doble...
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Marinette despertó a causa del sonido que su alarma provocaba, simplemente la apago y se sentó en la orilla de su cama a pensar un poco en que debía hacer con su vida, después de el rechazo de Adrien ella sabía que tenía que seguir adelante obviamente sin él. Tal vez decida estar con chat noir.
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-¡Es muy tarde, Tikki! Llegare tarde, otra vez. - Suspiro poniéndose sus zapatos con rapidez para después tomar su bolso y salir de su cuarto para dirigirse a la puerta de salida de su casa y poder llegar a tiempo a las clases.
Cuando al fin llego lo primero que pudo notar fue a Adrien hablando con Nino, él cuándo la vio simplemente le sonrió amablemente provocando un gran sonrojo en Marinette, muy notorio.
Se puso muy nerviosa y simplemente le sonrió devuelta comenzando a caminar hacia su lugar alado de Alya quien veía atentamente la escena entre esos dos. Alya se sentía un poco culpable por lo que había hecho, empujar a su amiga a decirle sin que ella estuviera lista, pero ¡tenía que hacerlo o si no nunca le hubiera dicho!
Por el lado del rubio de ojos verdes no podía dejar de pensar en ella, que siempre estuvo sentada detrás de él y siempre fue un tonto ciego que nunca la noto, que nunca se dio cuenta de lo que Marinette sentía por él y si no se dio cuenta de eso menos de iba a dar cuenta de que ella es la mismísima Ladybug. Sin duda se sentía muy mal por eso. Rechazó al amor de su vida sin siquiera saberlo. ''Marinette es perfecta, lo tiene todo y yo... soy un tonto que dejo ir la oportunidad que tenia de salir con ella. Aunque aún tenía su plan dos... Chat Noir entraría al rescate.
Terminaron las clases y ambos chicos ya estaban en sus respectivas casas, cada quien con lo suyo.
-¿en serio esa será tu sorpresa? Yo me sentiría muy ofendido si me dieran esa cosa. - Plagg se quejaba del regalo que había comprado Adrien para Marinette
-Tú qué sabes de un buen regalo. Yo creo que si le van a gustar ¡a quien no le gustan los chocolates y un peluche en forma de gato! - exclamo orgulloso por su regalo sosteniéndolo con sus manos elevándolo hacia arriba mientras su kwami lo miraba sin expresión comiendo una gran rebanada de queso más grande que él.
-Ya es hora de ir por ella...-
-Apenas son las 7pm, galán. - dijo en tono sarcástico aun comienzo su asqueroso queso. - Deberías esperar una hora más. - recomendó.
-Este gato no puede esperar más para ver al amor de su vida. ¡Plagg, las garras!.- .
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Chat Noir llego al balcón de su querida Marinette y toco la escotilla cerrada con sus nudillos produciendo un sonido que llame la atención de la chica para que le abra, pero al no obtener respuesta decidió abrir la escotilla y lo que vio lo dejó perplejo, petrificado sin emociones.
Ahí estaba, tratando de procesarlo. Una gran sonrisa se fue formando involuntariamente pues era ella, Marinette se estaba vistiendo, parecía que había terminado de ducharse, estaba solo en ropa interior. Viendo de espaldas observando las grandes caderas de la chica, también miraba como se colocaba un blusón de color blanco que cubría sus caderas por completo.
Marinette se volteó y lo miro, no dijo nada. Estaba tan sorprendida como el felino, ambos con un gran sonrojo muy notorio. Ninguno de los dos sabía que decir, estuvieron en tensión 10 segundos, pronto se convirtieron en unos largos segundos muy incomodos, sobre todo.
-¡chat noir que haces aquí, no me veas! -exclamo asustada. su sonrojo ahora era mucho más notorio, ella entro en pánico.
-lo siento... Yo creo que vi de más, no era mi intención. estaba tocando, pero no abriste y decidí entrar. No sabía que estarías así. - explicó con máxima vergüenza rascando su nuca intentando no mirar a Marinette a los ojos.
Marinette no dijo nada y se relajó, no quería armar una pelea ya que sentía que el gatito se iría a causa de eso y realmente ella sentía y sabía que quería estar con él toda la noche.
-Chat, no te preocupes. No tengo problema contigo. - sonrió dulcemente y se sentó en un sillón rosa que tiene en su cuarto.
-¿estás segura, princesa? -
-sí, gatito. -
Ambos estaban felices de verse, aun después de lo sucedido, los dos estaban emocionados de verse. Adrien sabía que se empezaba a enamorar más de ella. Marinette sabe que debe olvidarse de su ''antiguo'' amor ya que no sus sentimientos no fueron correspondidos.
- ¿te gustaría dormir aquí esta noche? - con nerviosismo se atrevió a preguntarle tratando de no mirarlo a los ojos mientras jugueteaba con sus manos.
-Me encantaría, princesa. Por cierto, no lo has visto a pesar de que he estado aquí por unos minutos, te he traído un regalo. Espero que te guste tanto como a mí. - Le entregó el regalo con la sonrisa más coqueta que pudo darle mirándola fijamente a los ojos observando su reacción por completo.
Se impresionó, él nunca le había dado un regalo así, aunque no era lo mejor a ella le gustó mucho que pensara en su persona. Fue un lindo regalo de su parte.
- ¿te gusta? - empezó a sentir algo de inseguridad al no tener respuesta de la chica que tenía enfrente de él.
- ¡claro, me encanta! - exclamó abrazándolo por impulso
-Me alegra mucho que te guste, linda, - le regaló una sonrisa después de que se separaron.
-Sabes, Marinette... hay algo que quiero decirte...
Se sintió una gran tensión entre los dos y un gran silencio incómodo.
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