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33

Las puertas de elevador se abrieron y al entrar todo era silencio. Evans se dirige al sofá y se deja caer recostando su espalda y cabeza mirando al techo. Mis manos tiembla, no puedo moverme a voluntad. Quiero sentarme a su lado pero estoy tan nerviosa y las mariposas en mi estómago me hacen pensar que debo ir al baño.

Un suspiro de Evans me hizo dar el primer paso y me senté a su lado, mi muslo rozando el suyo y mi corazón golpeaba fuerte contra mi pecho.

Flashback
-¿Que haces?-pregunta mientras le llevo hasta el auto. Lo hice subir a su asiento y fui al mío, a su lado.
-Llévanos al registro civil más cercano.
-¿Te volviste loca?
-Evans da igual yo me iré de este mundo. No sé cuánto tiempo tenga pero tú si lo sabes.
Él traga grueso haciendo sonar su garganta.
-Sky-musita ronco tocando mi barbilla.
***
El dinero puede hacer muchas cosas y gracias a la tarjeta que mis padres me dieron, tuve más que suficiente.

-Ahora son marido y mujer. Muchas felicidades.-dijo la mujer frente a nosotros sonriendo.
Fin del Flashback.

-¿Lo hicimos?-le miro por el reflejo de la tele enorme que tenemos en frente.

-Si. Lo, lo hicimos.-tartamudeo.

-No me lo creo.-pasa sus manos por su cara y se inclina hacia adelante dejando sus codos sobre sus rodillas.

-Yo tampoco.

¿Por qué hicimos eso? ¿Ahora somos...?

-Yo, yo, voy al...baño.

-Si, yo, yo tengo que....

-Nos vemos.-salgo corriendo y subo las escaleras como si tuviera un cohete metido en el...ejem.

Entro al cuarto y cierro la puerta quedándome inmóvil y recostada a la misma.

-¿Acaso me volví loca?-enredando mis dedos en mi cabello jalo de ellos suave mirando al suelo-Dios, ¿será que lo obligué? Tal vez él no quería y yo...Ayyyshhh.

***

No he podido salir del cuarto. Tengo sed y no me atrevo a salir en busca de agua. Ay joder ahora se siente muy incómodo. Miro la hora en mi celular. Me preguntó si ya estará en su cuarto porque si es así puedo ir por ese vaso de agua.

Abro la puerta sigilosa y la puerta de su cuarto al lado está cerrada. Bien tengo que salir rápido y volver al doble de velocidad.

Preferí ir descalza, así no se escucharían mis paso y él no saldría de su cuarto. Bajé las escaleras y parece que si, está en su cuarto. Todo es oscuro aquí abajo. Suspiro caminando más relajada. Atravieso la puerta a la cocina y...

-¡Aahhh!-los dos nos asustamos.

-¡¿Qué rayos?!-pongo la mano en mi pecho temblorosa-¡¿Qué rayos haces aquí a oscuras?!

-¡¿Y tú, se puede saber por qué no haces ruidos con tus pies cuando caminas?!-él también pone su mano en su pecho y teniendo un vaso en la mano lo pone en la encimera.

Joder, que susto me ha hecho pasar. Yo muy confiada que estuviera en su cuarto.

-Yo, solo vine por un vaso de agua, no te molesto.-digo mientras camino hasta el refrigerador y se me acerca él extendiéndome un vaso de cristal.

-Parece que los dos nos sentimos algo raros con lo que acaba de pasar.

¡Mierda, ahora no que me ahogo!-pienso y trago agua con dificultad de no atorarme. También pienso en quitarme lo que más me incomoda.

-Quería preguntarte si...-al ver sus ojos ya comienzo a arrepentirme en preguntar pero aún así quiero hacerlo-¿Te sentiste obligado?-un silencio y solo miradas, más vergonzoso no pudo ser-Bueno, no tienes que responder si no quieres, yo solo me lo preguntaba porque...

-No.-me interrumpe.

-¿Eh?

Acortó los dos pasos que nos separaban y me ví con la respiración pesada. Quitó el vaso de mis manos y lo puso a salvo antes que lo rompiera también.

-¿No?-pregunto incrédula y él niega con su cabeza y susurra un "no" cerca de mis labios.

-Y tampoco me arrepiento, de hecho...se siente bien saber que ahora estamos casados.

¿No sé que decir o hacer? Ayuda, ¿alguien? díganme alguna idea.

Toca mis labios de un lado a otro con lentitud y suavidad. Mis manos tocan su pecho y quedó embobecida con los latidos de su corazón en la palma de mi mano derecha. Tan fuerte y rápido, igual que los míos.

Sus ojos, las pupilas de sus ojos están dilatadas y sus labios se acercan hasta tocar los míos. Una vez más sus besos me hacen olvidarme de todo a mi alrededor. Sus caricias acercando mi cuerpo al suyo y...hay algo más. Se siente duro contra mi vientre. Es...es...

Le empujo separandolo y llega a tocar la encimera con su espalda baja.

-¿Qué vas a hacerme?-demasiado nerviosa para que mis pulmones no sientan el oxígeno entrar.

-¿Me vas a hacer esperar?-su voz ronca, maldita sea, que bien se siente escucharlo.

-¿Lo harías si te lo pidiera?

-Muero por tocarte...pero si, lo haría si me lo pides.

Quedé sorprendida, ¿él me obedecería si yo...? O sea que respeta mis decisiones. Aun así su pecho sube y baja, su pelo tapa su frente, sus cejas y sus ojos azules oscurecidos que me observan, sus labios rosados y humedos entreabiertos dejando salir su aliento. Tenía delante de mi a un hombre que esperaba la mínima señal para devorarme.

-¿Vas...a hacerme esperar realmente?

-No-dije sin pensarlo.

Me lancé sobre él para besarlo y me siguió hasta tomar el control. No era este beso suave y lento, era más bien uno desesperado y delicioso. Sus manos me tomaron por la cintura y volteándonos me sube sobre la encimera, ahora sí tenía la estatura perfecta para que entre mis piernas...

-Evans-gemí temblorosa y sus labios estaban besando mi cuello, lo duro de su entrepiernas frotaba contra mi zona íntima.

-Di mi nombre.-siento sus manos tomar mi blusa desde abajo y alzarla sobre mi pecho.

-Da, David.-enredo mis dedos en su pelo rubio. Su boca está en mi pecho y asciende a mis labios. Tengo que poner .si manos detrás para no caer de espaldas-Espera. ¿Lo haremos aquí?

-Lo haremos dónde tú quiera.-su mirada es tan tierna, siento que me transmite mucho deseo y sobre todo que realmente le gustó.

-Es que es mi primera vez y yo...-me toma de mi trasero y levanta apegándome a él. Por instinto le abrazo para sujetarme. Me tiene cargada y comienza a caminar, salimos de la cocina-¿A dónde me llevas?

-A la cama.-sube el primer escalón y continúa.

Entramos al cuarto mientras nuestros labios no se despegaban, tomábamos aire entre beso y beso. Mi espalda toca la pared. Sus besos en mi piel encienden chispas dentro de mi. No sabía que esto se sentía tan bien, supongo que también el hecho de estar haciéndolo con alguien que realmente me gusta.

Vuelve a caminar aún conmigo cargada en frente y miré cuando la cama estaba justo detrás de mi. Él puso una rodilla, luego otra y dejó mi espalda tocar el colchón suavemente. Ahora está él sobre mi y no quiero que la noche termine. Siento que no puedo esperar más.

-Por ser tu primera vez seré gentil.

-No.-él miro mis ojos "¿Ah no?" dijo asombrado-No, quiero que lo hagas duro y rápido-me sonrió.

-Está bien.-dice alejándose para quitar su pulober y mostrarme un abdomen y un pecho marcado-Tú lo pedistes, después no vengas a culparme de nada.

(...)

Sentía como si algo acomodara mi pelo tras mi oreja. Abrí mis ojos, ese algo tocando mi pelo, eran los dedos de Evans. Lo primero que ví fueron sus ojos, un azul tan bello y más claro que he visto en él.

-Buenos días-dice con una sonrisa.

¡¿Qué demonios?!-me senté de golpe cubriendo mi pecho con la sábana-¡Ah duele!

-Mi espalda-caí otra vez de espaldas al mismo lugar.

-Tranquila, es solo que no estás acostumbrada, ya pasará.

Cuando me levanté de golpe y jalé la sábana para cubrirme pero también lo descubrí en su torso. Ahora veo su pecho y parte de su abdomen. Tapo hasta mi nariz mirando anonadada.

-¿Follamos?-pregunté y él comenzó la reírse-¿Qué si follamos?!

-Si.

-¿En serio?

-No.

-¿Si o no?

-No sé.

-¿Cómo qué...?¡EVANS!-me desespero.

Solo quiero saber que no fue un sueño.

Se ríe a carcajadas y sube sobre mi sus rodillas y manos me acorralan puestos a los lados.

-Mírame bien. Estoy desnudo y tú también. Aparte de eso...-de sus manos apoya sus codos y asi su cuerpo se apega al mío y sus labios se mueven en mi cuello-No me digas que olvidaste todos los besos que te di y la forma en que gemías mi nombre pidiéndome que me detuviera...y por supuesto, no lo hice.

Allá bajo siento que palpitando, o sea que si, que si...realmente pasó, pero ¿que forma es está de hablarme?, ¿piensas que dejaré que juegues conmigo?
Le empujé por los hombros al lado y acostándolo me puse sobre él a horcajadas.

-Joder, mi espalda-gruñí dolida.

Él tomo mi nuca y cintura, me hizo caer a su lado.

-No puedo creer que follé realmente. Me palpita allá abajo.-eso último lo susurré avergonzada.

-Felicidades, ya puedes decir que no eres virgen y que conociste un pene.

-Deja de burlarte. El doctorcito me ha salido gracioso después de todo.

-Aprendí de ti.

Mientras veo su sonrisa y ojos achinarse pienso-¿Cómo es que puedo sentirme tan rendida ante una persona y sentir que es mi todo?

-Realmente, ¿yo te gusto?

-¿Por qué dudas? ¿Qué te hace dudarlo?-alcé mis hombros sin saber el por qué y él me abrazo-Eres mi esposa y anoche te convertiste en mi mujer. Tú no solo me gustas, yo te amo, de verdad.

El calor de su cuerpo llega al mío. Sus manos se pasean por mi piel y susurra entre caricias: "Quiero repetir lo de anoche". Besa mi cuello, subo un pie sobre él y este lo sostiene, no tengo forma de bajarlo. Entonces un celular suena, no es el mío. Evans se detiene.

-Es tu celular. ¿Tenemos que irnos al laboratorio hoy?

-No, pero mañana si.

Miro su celular en la mesita de noche y él va a tomarlo. Queda arqueando una ceja. Vaya esa expresión hace que me dé curiosidad de saber quién es.

-Si-dice al contestar la llamada-¿Pasa algo?...¿En un rato?...¿Qué?...No tengo que darte explicaciones...Me da igual, tengo que colgar.

Cuelga y parece molesto. Me acerco un poco y el solo toma una bocanada de aire y lo suelta de golpe. Me mira y acaricia mi mejilla, amo cuando lo hace.

-Date una ducha y come lo que quieras en el refri, hay frutas, cereal, leche, jugo natural.-asiento con la cabeza-Yo tengo que salir pero no tardo. Solo serán unos quince minutos.

***

Realmente estoy sola. Me di una ducha y lave mi cabello. Ahora estoy en la cocina y solo estoy sentada mirando a la nada mientras como unas uvas, claro que no es lo único. Ya tomé un vaso de jugo y prepare tostadas. Nunca había tenido hambre de loba feroz, ¿será que el sexo da hambre? Mucha energía gastada supongo.

-Bueno, han pasado diez minutos-miro el reloj colgado en la pared-Dijo que le tomaría quince. Claro no será literal pero me preocupa que llegue a la media hora y yo aquí solita.

Ding

-Ese sonido. Es la puerta del elevador al abrir. Llegó rápido.-salgo de la cocina entusiasmada y freno en seco y toda frizada al ver que no era Evans sino su madre y no está sola, su esposo está con ella, el padre de Evans.

Y yo solita, ¡Mierda! o mejor dicho ¡Diarrea!

-Hola-sonrío y quiero transmitir calidez. La mujer adelanta un poco sus pasos dejando su cartera en el sofá.

-Hola...¿dónde está Evans?-las puertas del elevador se cierran y hubiera deseado que saliera detrás de ellos.

-No me dijo a dónde iba a ir, solo que volvería en quince minutos. Bueno...en cinco minutos...faltan, cinco, minutos.

Estar frente a esta mujer me alerta a alejarme. Sé que no parece mala persona pero también soy consciente de que no le caigo muy bien y sé la razón.

-Hola Sky-el señor es más contento que la mujer que tiene por esposa.

-Hola, señor...-uy olvidé su nombre .

-Sila y no me digas señor.-me sonríe inspirandome a tenerle más confianza.

-Le dije que vendría, ¿por qué tuvo que salir ahora?-habla consigo misma.

Así que fue ella quién llamó. Evans se molestó un poco cuando habló con ella, y parece que también está enojada.

Escucho el sonido del elevador y las puertas se abren. Hace entrada mi salvador y no puedo estar más aliviada.

-¿Mamá? Realmente viniste y con papá.-su voz tan fria co.o cuando lo conocí, se siente la tensión en el ambiente.

-David, ¿dónde estabas?-el padre se acerca y ambos se dan la mano y un abrazo. Evans no le quita la mirada a su madre.

-Solo salí a buscar algo-vio a su madre-y te dije a ti que...

-Tenemos que hablar, te dije que vendría y ya me conoces.

-Bien, quieres hablar, lo haremos. Antes tengo algo que hacer.-sus ojos me mirar por primera vez desde que entró. Camina hacia mí y tomándome de la mano me lleva a la cocina.

Estando a solas, él se ve molesto, de veras se ve como que no soporta la situación.

-Yo voy a ir a mi cuarto para que pueda platicar con más privacidad.

-No es necesario, al contrario, quiero que estés presente.

-¿Yo? ¿Presente? No quiero ser exagerada pero tu madre parece que quiere devorarme con la mirada.

-Está en contra de mis decisiones, es una larga historia, pero ella...no fui obligado, pero de cierta forma su manera de convencerme me hizo tomar otras decisiones que no quería realmente. Estaba tranquilo así que tampoco me molestaba.

-Ella quería a Kathya para ti.-cabizbaja miro al suelo y sus dedos en mi barbilla levantan mi cabeza.

-No le hagas caso a nadie, solo mírame a mi.

Asiento y él deja un beso tierno y suave en mis labios. Mete su mano en el bolsillo de su pantalón y saca una cajita. ¿Medicina? ¿Eso es lo que tuvo que salir a buscar?

-¿Qué es esto? Yo me siento bien.-le observo como deja caer la cajita en la mañana encimera detrás de mi.

-No es la clase de medicina que piensas.-estoy confundida, una de sus manos me rodea por la cintura y acerca hasta tocar nuestros cuerpos-Anoche no usamos protección y eso es peligroso si estás ovulando. Así que tómatelo rápido.

Sky tomo la cajita y la abrió, justo cuando iba a sacar las pastillas escuchamos el sonido en unos tacones.

-¿Demoran?-me volteo a ver a mi madre, dejé de sentirme bien para incomodarme con su presencia.

-Te estás comportando de forma inmadura.

-Solo vine por agua.

Escucho a Sky detrás de mi hacer algo de ruido y la miro. Ha escondido la caja en una de las gavetas. Me mira y se ve inquieta.

-Hijo, vayamos a la terraza para tener privacidad.-dice dejando el vaso de agua a un lado.

-Está bien. No tenemos que estar a solas tú y yo. Trajiste a mi padre como plan B, ¿no es así? te conozco muy bien.

-Solos tú y yo te dije David.

-También puedes decirme delante de Sky, ella lo sabe todo. No quiero esconder nada, habla ahora.

-Bien, eso quieres. Supe que ustedes ya están juntos.

-¿Supe? Dilo bien. Kathya te dijo.

-Bien, si. Ella me lo dijo. Respóndeme ¿Realmente están juntos?

Sky tiene su mirada puesta en mi madre, luego sus ojos encuentran los míos y sujeto su mano entrelazando nuestros dedos. Puedo sentir su mano sudada y temblorosa y una expresión de "no digas nada", pero mi corazón se acelera cada vez que confieso lo que siento por ella.

-Mamá, Sky es mi esposa ahora.-decir eso fue para mi madre fue como una bomba"¿Qué acabas de decir?" dice justo cuando mi padre entra en escena.

-Evans-susurra Sky apretando mi mano. Ya no hay vuelta atrás.

-Dije que Sky es mi esposa. Ayer fuimos al registro civil y nos casamos de forma legal.

-¿Cómo que se casaron? ¿Estás bromeando?-niego con la cabeza en respuesta a la pregunta de mi padre.

-Luego hablaré con Kathya. Comenzaré dejándoles en claro a los dos que no deben meterse en mi vida. Mamá, ya no soy un niño, puedo afrontar las consecuencias de mis decisiones incluso solo.

-Esto es una locura-mi madre camina hasta una silla y se sienta-¿Qué edad crees que tienes? No eres un adolecentes. No tengo nada en tu contra Sky...pero no puedo aceptar esto.

-Hijo...a ver, David...-mi padre pasa su mano por su cabeza y parece no saber que decir-Tu madre tiene un poco de razón. ¿Cómo se te ocurre hacer algo así?, a lo loco, ¿qué piensas tú qué es el matrimonio?

-No lo sé exactamente, pero para empezar se que debes casarte cuando amas a esa persona.

-Desde cuando has sido esa clase de hombre que se preocupa por el amor.

-Los hijos no siempre cuentan todo a sus padres,sus sueños más atesorados jamás salen a la luz. Al menos hasta ahora. Mi sueño era encontrar alguien de la que pudiera enamorarme, la medicina tenía una !mitad de mi pero quería a alguien que tuviera la otra mitad.

-¡Silas, hazlo entrar en razón!

-No lo intentes, esto es entre Sky y yo.-junto con una advertencia le miro firme.

-Yo...-la voz temblorosa de Sky se escucha y tiene la atención de los tres-Lamento que esté pasando esto, realmente no era mi intención...-cabizbaja y apretando mi mano fuerte. La acerco a mi repentinamente y la abrazo sin importar que mis padres se opongan.

-Sky, tu eres quien elegí, no tienes que lamentar nada. Yo no me arrepiento de estar contigo ni de ser tu hombre.

-No era lo que quería para ti-miro a mi madre con sus lágrimas rodando por sus mejillas, nunca la ví llorar-Ella no puede darte lo que necesitas. Chica de verdad, perdóname, pero ¿qué tú puedes darle a mi hijo? Eres una chica enferma con una fecha limit..

-¡Detente!-abrace a Sky más fuerte contra mi y ella también lo hizo su rostro está contra mi pecho-Yo la voy a sanar. Ella puede darme lo que quiero y ya lo está haciendo. Me siento feliz, tengo paz y...también estoy enamorado.

Besé la cabeza de ella y alzo su cabeza. Nuestras miradas coinciden.

-Te amo Sky.-dije acariciando su mejilla y la besé. Al separar nuestros labios fue lentamente y volvimos a mirarnos a los ojos, yo sentía que ella tiene un poder sobre mi que nadie jamás tendrá.

-Entonces no importa que te digamos, ¿no vas a escucharnos?-asentí mirando a mi madre-Yo quería verte casado, si. Quería que tuvieras un matrimonio duradero, hijos, una hermosa familia. ¿No la tendrás?

-Yo sanaré a Sky y cuando pase tendremos un matrimonio de muchos años.-Sky tenía los ojos llenos de lágrimas, caen y seco una a una con mi dedo pulga mientras acariciaba su mejilla-Tambien puede darme hijos algún día.-le sonreí y ella dejo su boca entreabierta, sorprendida.

-Evans-susurro cerrando sus ojos y me abrazo encomiendo su rostro en mi pecho.

Sabía que ella no está solo sorprendida por mis palabras, también estaba dolida. A nadie le gusta recordar cuánto tiempo de vida le queda. Más que nadie yo sé cuánto tiene pero...no voy a descansar hasta tener esa cura y tenerla a mi lado por muchos años más.

-No quiero ser grosero pero necesito que se vaya-dije y me sentía dolido de sentir a Sky sollosando sigilosa contra mi pecho-Dije que se larguen.

Jamás le había hablado así a mis padres. Siempre los respete y obedecí en todo, el hijo perfecto que no daba dolor de cabeza a sus padres. Hoy quiero proteger a mi mujer y no me importa pasar por encima de quién tenga que hacerlo porque no quiero que Sky llore.

Mis padres se fueron sin decir una palabra y Sky no me soltaba por mucho que intentará ver su rostro.

-No tenía que haberlo hecho.

-¿Qué? ¿A qué te refieres?-me molesta su comentario repentino y tomándola de los hombros la separó por la fuerza-¿De que te arrepientes? ¿De estar conmigo, de casarnos?

-No...no es que...yo...-¿estás confundida?-¿Por qué no me frenaste en nada?

-¿Crees que no pude hacerlo? ¡No quería hacerlo! ¡Porque, joder Sky...realmente me enamoré de ti!-alcé la voz sin darme cuenta y la sujetaba un poco fuerte en los hombros, la solté y ella retrocedió un paso chocando detrás con la encimera. Me acerqué a ella hipnotizado por mis sentimientos, quería besarla-No te das cuenta, pero tú posees algo que me atrae a tí, no tengo la más mínima idea de lo que es y ya no sé si quiero saberlo. Lo único que sé es que quiero estar contigo-mis labio rozan los suyos y mi corazón se derrite dentro de mi-Déjame estar contigo. Quiero darte todo de mi.

Sentí sus manos sujetar mi camisa y jaló terminando se unir nuestros labios. Nos besamos lento y suave. Mi pecho se siente cálido, mi cuerpo rendido a ella. La subí sobre la encimera abriendo sus piernas y me coloco en medio de estas.

-Di que me amas y me deseas como yo a ti.-jadeando, excitado, uno mi frente a la suya.

-Evans, yo te amé primero y te deseo desde el primer día que te conocí.

Sus labios son mi debilidad, lo supe cuando me besó por primera vez. Tan solo un roce de ellos podía derribar mis muros y adueñarse de lo más valioso que protegía.

Con una mano la rodeo por la cintura y la elevó para quitar su short, fue rápido. La acerco más al borde y me arrodillo. Miro sus ojos cerrados y sus jadeos salir de su boca. Abrí sus piernas y usé mis labio y lengua para hacerla gemir. Luego usé mis dedos.

-No quiero que vuelvas a dudar de mis sentimientos por ti. ¿Quedó claro?

No me respondía, solo gemía y me miraba casi a punto de cerrar sus ojos.

-Respóndeme. ¿Quedó claro que eres mi mujer y yo tu hombre?-mi respiración era fuerte y pesada.

-S, si-gime arqueando un poco su espalda y enreda sus dedos en mi pelo.

******************

Aquí les habla Shira, jelou (hello)

Les anuncio que aquí termina la primera parte.

¿Te ha gustado hasta ahora?

Yo por mi parte me he sentido de muchas formas al escribir está historia. Sky tiene una dura enfermedad que enfrentar y Evans por otro lado no solo quiere sanarla por el contrato, sino que ahora al enamorarse de ella comienza a crear ilusiones. ¿Crees que esto sea bueno o malo? Muchas personas le advierten pero parece que él solo quiere seguir a su corazón y confiar en que puede lograrlo.
¡¡Ánimo Evans!!

Nos vemos en la segunda parte.

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