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28

Verónica se llevó a Sky luego de que se lo pidiera. Me acerqué a la pared, dónde estaba cerca de ella y poniendo mis manos bajé la cabeza tomando aire por la boca. Aún mis latidos eran fuertes y me costaba un poco respirar de forma regular.

—Te tiene ciego, esa niñata no puede darte nada Evans.—es la voz de Kathya cerrando la puerta—Es un obstáculo en tu vida, supéralo y ya.

Alcé mi cabeza y la miré fijamente. Retrocedí un pasó teniendo mi atención en ella.

—No vuelvas a decir que es un obstáculo.—entrecerré mis ojos y recordé algo mas—¿Es cierto que la golpeaste? ¿Una cachetada?

—No es...—¿en serio lo negaría?—Ella me provocó, me faltó al respeto y...

—Conozco a Sky y sé que no es de callarse la boca cuando debería, pero eso no es suficiente, apuesto a que no lo fue.

—Si lo fue, me ofendió...y no fue tan fuerte de todas maneras...

—Pero la tocaste y última vez que lo hagas—advertí con frialdad en mi tono de voz dejándolo más que claro.

—No te entiendo. Querías que te ayudara. ¿Qué rayos te pasa ahora?

—No sé—llevo mis manos a la cabeza y quiero jalar mis pelos pero solo enredo mis dedos en el—Es solo...no quiero...no quiero verla sufrir, llorar. Sus lágrimas me duele, no sé que me pasa.

—¿Te duele verla llorar?—arquea una ceja.

—...—solo la miro y no sé si quiero contarle todo.

—Realmente te gusta entonces.

—He llegado a pensar que no es simplemente un "me gusta", es más fuerte que eso.

—No me jodas...¿Amor?—pregunta incrédula—¿Aun quieres alejarla de ti?—asiento con la cabeza y demoré un poco en hacerlo—¿Dices la verdad?

—No—susurro respondiéndole de inmediato.

—Evans—pude escuchar su voz baja temblar un poco—Eres un idiota. Nada bueno va a surgir de esto. Todo terminará y más que temprano, te dolerá.

—Lo siento, no trato de jugar contigo...

—¡Si lo haces! Alejándote de quién, según tú, te gusta tanto y me usas para alejarla esperanzándome de poder volver a como éramos antes. Eso es jugar con otros.

No me estaba dando cuenta. Tiene razón y lo admito.

—Lo siento. Será mejor que terminemos esto definitivamente.—luego de decir esto Kathya forzó a quitar el anillo de su dedo—Puedes quedártelo, da igual lo que hagas con el.

Tocan a la puerta y seguido alguien abre.

—Perdón que interrumpa. Doctor, esperan por usted.

Kathya se fue ignorándome, bueno, también ignoró a Verónica. Salí luego sobándome la nariz cambiando mi humor a más serio y normal, como si no hubiera pasado nada.

Allí estaban Sky con sus padres y el doctor Patrick. Mientras llegaba a ellos pensaba en que ya había hablado en la madrugada con el profesor Chen y este fue quién me lo propuso, pensé que no sería tan buena idea pero me dió motivos y terminó por convencerme.

—Sky, ¿tienes pasaporte?

—Si, claro, ¿por qué lo preguntas?

—Porque vienes conmigo, a Inglaterra.

***

No puedo creer lo que escuché. Desde que salí del hospital hace una hora sigo en shock.

Desbloqueo mi celular y me siento en la cama. Espero a que ella me conteste la llamada pronto.

—Hola enana.

—¡Ninaaaaa!—chillo.

—Pero ¿Qué pasa? ¿Buenas noticias?

Bueno en realidad cincuenta cincuenta pero voy por lo bueno.

—¡Me voy a Inglaterra! Iré con...¡Evans!

Yo toda contenta y emocionada, pero por el otro lado solo es un silencio prolongado.

—¿Con él?—su voz no suena como esperaba—¿Estás emocionada porque irás con él?

—Bueno...si.

—¿Es qué olvidaste cómo te trató ayer? Amiga, él te rechazó, delante de otras personas.

Auch. Gracias por recordarmelo.

—Te lo gritó cuando salimos del lugar. ¿Qué me dices cuando estábamos en el estacionamiento? Se fue sin al menos extender su mano para ponerte en pie. ¿No te sientes humillada por eso?

Wow, creo que...¿en qué rayos yo estaba pensando?

—No vayas a justificar lo que ocurrió. Abre los ojos, tal vez no es para tí. Demuéstrale que no estás a los pies de nadie, date tu lugar. No dejes que por ser un hombre guapo piense que eres una a la que puede manipular. ¿Te dejarás?

—No, claro que no.

***

Cuatro horas después.

En el aeropuerto estoy con mis padres. Me dan instrucciones para comportarme, ni que yo fuera tan desobediente.

A veces trataba de ver a Evans disimuladamente y estaba con su celular en la oreja hablando. Parece una buena charla porque a veces deja salir una corta sonrisa. ¿No me digas que habla con Kathya y dice cuánto la va a extrañar y bla bla?

Hacen el llamado por los altavoces y comienzo a temblar. Evans se acerca reclamándome y rápido abrazo a mis padres. Tomo mi mochila para ponerla en mi hombro derecho y voy tras el hombre de cabello rubio.

***

Desde que abordamos al avión hasta ahora han pasado solo veinte minutos. No hablo mucho, solo respondo a las preguntas de Evans, él tampoco abre mucho su boca para hacerlo. Por fin se me ocurre hacer mi primera pregunta.

—¿Cuánto tiempo estaremos en Inglaterra?

—De tres semanas a un mes. Eso calculo.

Eso se me hará eterno si tengo que alejarme de él. ¿Cómo se supone que resista tanto? Por cierto, me doy cuenta de algo que no sabía antes de subir al avión.

—¿Por qué estamos en primera clase? Pensé que iríamos en...

—¿Económico?—completó—No. Mis pies chocan con el asiento de enfrente—dice colocando la almohada en su nuca y cierra sus ojos—Aquí es cómodo.

Miro sus pestañas largas.

—Cuando lleguemos allá será de noche, te aconsejo dormir un poco.

Observo sus labios al hablar y agito mi cabeza para reaccionar del estado de hipnosis. Agarré la almohada y la lleve a mi nuca, se sentía cómodo. Cerré mis ojos pensando en las palabras de Nina. Estaremos él y yo sin Kathya, debo trazar un nuevo plan. Debo hacer que Evans conozca que no tiene derecho a jugar conmigo. Debo ser dura y mostrar mi lado exigente.

***

Horas después

—¡Sky!—miro a Evans junto a la puerta abierta del taxi—¡Muevete y sube al auto!

Estaba mirando la noche estrellada con la boca abierta, la cerré cuando caminé y entré al auto. Hacía un poco de frío.

Miré por la ventana y no sé porque me sentía emocionada pero extraña. Todo era como antiguo, no sé, era una pisca de moderno con detalles que lo hacían lucir de otra época. Al mirar dentro del auto noté que era lo extraño. Susurré a Evans acercándome a su oído.

—¿Por qué el volante está del lado derecho? No sé supone que va allá.—señalé.

—En Inglaterra los autos tienen el volante del lado derecho. No todos pero la mayoría si. Fíjate en los carriles, también es al revés.

No voy a acostumbrarme muy rápido a esto. Espero recordarlo cuando vayas cruzar la calle.

—¿Nunca habías venido?

—La verdad si, pero era pequeña y realmente no recuerdo nada. Añado que tampoco salía del hospital así que igual no conozco nada.

—Bueno, no tenemos que estar en la universidad todo el tiempo. Te puedo llevar para que conozcas un poco.

—Eso sería genial, entonces oficialmente sería mi primera vez acá.

Él tiempo dentro del auto paso rápido, hay muchos autos y vi muchos autobuses de dos pisos, me encantó y me dieron ganas de subir a uno.

Pues luego del corto recorrido el auto se detuvo para entrar en una evidencia donde habían dos edificios, ambos idénticos y de 1, 2, 3...8, 9, 10. Son 10 pisos, pero es alto, pareciera de más pisos.. Tienen ventanas grandes y balcones amplios, algunos de estos tiene plantas que adornan de forma muy hermosa desde donde puedo ver.

Me bajé del auto luego de ver a Evans hacerlo y junto al chófer sacaron nuestras maletas. Iba por la mía pero cuando se ofreció a llevarlas por mi no pude negarme al encontrar sus ojos azules con los míos y ponerme algo nerviosa. Así que solo tenía mi mochila colgada de un hombro, como siempre suelo llevarla.

Al entrar en el edificio subimos el elevador y me encanta lo amplio que es, caben más de diez personas cómodamente. También está rodeado de espejos y me veo de cuerpo completo. Ví cuando marco el piso octavo.

No llegó al minuto, creo y las puertas se abrieron. Pensaba encontrarme con un pasillo, pero no. Entramos directo a una sala, una muy grande, los muebles eran grandes y se veían cómodos, todo en su lugar perfecto y se veía una cortina blanca que se extiendía a todo lo largo de la pared del fondo.

—Wow—fue lo único que pude decir sin moverme.

—Sky, si no caminas se cerrarán las puertas.—su mano toca mi espalda y me da el empujón que necesito para reaccionar.

Una vez dentro lo primero fue el aroma, es suave y agradable, pareciera que todo aquí es nuevo. Me adentro más al centro de la sala deteniéndome junto al amplio sofá, mirando a mi otro lado una tele grande colgada en la pared.

—Bueno, como a todos te doy la bienvenida a mi hogar, pero a diferencia de ellos te diré que no rompas nada.

—¿Hogar?...¿Aquí es donde vives realmente?

—¿No sabes que vivo aquí, en Inglaterra? ¿Tus padres no te dijeron?—niego con cara de estúpida—Bueno ya lo sabes, viví aquí.

—¿Con Kathya?—pregunto y no me responde, tarda pero termina por negar sin apartar su mirada de mi—O sea, ¿solo?—asienta.

Me llama la atención la pared que él tiene detrás, está llena de cuadros, pero no la fotos de familia que se suelen tener, sino que son reconocimientos enmarcados, un pequeño estante con estatuillas.

—¿Esto es tuyo?

—Uh–huh. Son todos mis logros desde que entré en el mundo de la medicina.

—Con solo 26 años...¿todo esto? ¿es normal?

—Emm, no sé—alza sus hombros al mismo tiempo que camina hasta una escalera—Supongo...y cambiando el tema, sígueme.

Bordeo el sofá para poder llegar a él y subimos las escaleras y miro detrás de mi, la sala amplia desde arriba y me preguntó que hay detrás de esas cortinas. Al llegar al piso de arriba él se detiene en medio junto a una mesa que tiene encima una mediana estatua algo abstracta. Pone mi maleta en mis pies.

—Hay tres cuartos disponibles, el último es mío—dice señalando al fondo del pasillo—Ni te acerques.

¿Qué insinúa?

—¿Cuatro cuartos?—estoy sorprendida luego de acordarme que vive aquí solo.

—Si.

—Quieres una familia grande, ¿no es así?—acomodé mi mochila en el hombro y él se cruzó de brazos pensando.

—Nah, no lo creo. En realidad mi madre es quién quiere que tenga hijos, a mi no me van esas cosas. No pienso complacerla.

—Pero si los tuvieras...

—Estoy bien como estoy Sky—me interrumpe, pareciera que odia a los niños.

—Al menos nos parecemos en algo—el silencio y su expresión me hizo entender que quería saber ¿en qué?—Nuestras madres.

—Puede que si—lleva la mano a su nuca y frota moviendo su cabeza a un lado y otro mostrándose cansado—Iré a darme una ducha y deberías hacer lo mismo.—¿me dice apestosa?—Y también duerme un poco, mañana te llevaré a ver al profesor Chen, conocerás a otros más doctores.

—Ja, que novedad.—en ese momento él alza sus cejas y las baja para luego mirarme.

—Lo siento.

—Estoy acostumbrada, no pasa nada.—por unos segundos me embobece su mirada.

Luego de despedirse con un "descansa un poco más" toma su maleta hasta aquel cuarto del fondo y cierra sin mirar a hacia atras.
Bueno, quedé sola...voy a romper la estatua buajaja.

—Nah, no haría eso...y ahora se supone que debo escoger una de las habitaciones.¿Cuál de estas puertas me llevará a Narnia?...que más da, voy a la que está al lado de la habitación de Evans para estar cerquita.

Al abrir la puerta todo estaba oscuro y daba miedito. Con mi mano, sin moverme del lugar, comencé a buscar el interruptor para encender las luces y BINGO.

Era espacioso y entre cerrando la puerta a mis espaldas. Era una cama perfectamente arreglada y amplia, miré el techo metro y medio más alto que yo, la lámpara estaba justo en el centro.

Miré dos puertas a mi derecha. Una más grande que la otra, abrí la más grande y era un armario. Luego la otra y al encender la luz supe que era el baño.

—Se supone que estaré acá aproximadamente un mes. Creo que me podré acostumbrar fácil.

Estoy en casa de Evans, no quiero estar feliz pero no puedo evitar estarlo. ¿Cómo rayos me alejo de él si le tengo cerca? ¿Que pasará entre nosotros? Espero que estemos bien para cuando regresemos mi cabeza duele solo de pensar. No quiero que piense que puede tratarme como la noche del restaurante, ¿Dios dame fuerzas para resistir?

***

—¿Pudiste dormir?—pregunte a Sky que estaba detrás en el auto.

—Si. Bueno un poco.

Yo no pude dormir nada, estar a solas con Sky en mi casa no es algo que me tenga cómodo. Es bueno estar en casa pero el hecho de que ella esté aquí es algo como: Después de conocer tantas cosas de ella, ahora soy quién le estoy mostrando mi mundo.

—¿Cuánto nos tomara llegar?—su voz desde atrás me hace mirar por el retrovisor.

—Treinta minutos desde casa, faltan unos diez minutos.

—Entonces conoceré la gran universidad de Oxford. No sé mucho pero al menos he escuchado que muchos filósofos y matemáticos famosos estudiaron ahí—sonrío al escucharla—¿No me digas que te estabas incluyendo?

—Para nada. Soy doctor. Es solo el hecho de estar orgulloso de haber estudiado allí. Se convirtió en mi hogar por un tiempo ¿sabes? Todos nos volvimos tan cercanos como una familia.

—Una familia de amigos. Eso es genial. Por mi parte solo somos Nina, Ty y yo.

—Creo que tienes más solo que ellos destacan sobre el resto.

—Solo ello—insiste.

—Como digas. Lamento desiluciomarte un poco. No iremos a la universidad de Oxford en si, sino a un laboratorio que pertenece a este.

—Oh—se ve desilucionada—Bueno, está bien.

—Igual te prometo que te llevaré para que la conozcas—su sonrisa me dió satisfacción y luego la observé mirar por la ventana. Solo de verla sonreír me conmueve por dentro. Tiene una hermosa sonrisa.

Entonces pasaron los minutos y llegamos al laboratorio. Nos bajamos juntos del auto y al entrar Sky no se apartó de mi lado.

—¡Doctor Evans!—escucho a alguien desde atrás y me volteo—Vaya, si eres tú pensaba que era un espejismo.

—Profesor Harry. Tiempo sin verle.

—Desde que te graduaste para ser exacto. Has crecido muchacho—toca mi hombro y me mira de pies a cabeza sonriendo.

—Bueno yo le veo igual.

—No mientas, me han salido más canas desde la última vez—ríe a carcajadas—¿Ella viene contigo?

Miro a Sky a mi lado que saluda con su mano tímida.

—Si, ella es Sky. Es una paciente con la que trabajo hace unos meses. Y estoy algo apresurado por encontrar al profesor Chen.

—Oh, pero si acabo de verlo y dijo que iría a ver en el Departamento de Epidemiología a la doctora Pierre.

Ya está aquí, pensé que tardaría en llegar.

Nos despedimos y retomo mi camino con Sky y por los pasillos llegamos al Departamento de Epidemiología.

Y saliendo de una oficina justamente a quién estaba buscando.

—Profesor Chen.

—Evans, muchacho—nos damos la mano para saludarnos—Es bueno verte otra vez.

—Lo mismo digo—miro a Sky escondiéndose detrás y tomo su mano para hacerla aparecer—Le presento a Sky.

—Sky—le extiende la mano a ella—Por fin te conozco, realmente tenía curiosidad por ti—ella le dió la mano y sonrió diciendo que "es gusto conocerle".

—Profesor—nos miramos a los ojos y esperaba que recordara lo que le había dicho la última vez que hablamos por teléfono.

—Bueno...justo estoy camino a ver a la doctora Pierre. Vamos juntos.

Caminamos por el pasillo y esto entre Sky y el profesor. Noto que ella tiene sus manos tomadas al frente. Con sus dedos entrelazados, está nerviosa, quisiera tomar sus manos y tranquilizarla.

—¿Quién es la doctora Pierre?

—Es...

—Será la que se encargue de todo por estos días que estarás aquí.—el profesor me interrumpe y continúa—Ella es la que trabajará en tu cura junto con su equipo.

—Pensé que Evans sería quien se encargaría—sus ojos confundidos chocan con los míos.

—Ella es la Directora del Departamento de Epidemiología y también trabaja en la bioquímica. Los exámenes que te haremos ella será la que tome el control por un tiempo mientras trabaja en el laboratorio.

—Se escucha como alguien muy inteligente.

—Lo es. Pensé que ya la conocías.

—De hecho si la conoce—digo causando más condición en ella.

El profesor abre la puerta y entramos para verla sentada junto a su escritorio. Sus ojos verdes se alzan para vernos y su cabello rubio que estaba en su hombro lo lleva para atrás.

—No puede ser—musita Sky a mi lado.

—Doctor Evans—saluda poniéndose en pie acercándose a nosotros.

—¿Kathya?—Sky una vez más parece que está en shock, tenía que haberle dicho que ella también estaría aquí.

—Entonces si la conoces—el profesor dice y no puedo apartar la vista de esta tipa frente a mi.

—Claro que nos conocemos—Kathya parece contenta—Hola Sky.

—¿Pierre?—levanto una ceja.

—Es mi apellido. Soy Kathya Pierre.

Miro a Evans y este no dice nada. Bueno no es que deba tampoco reaccionar así, el me ha dejado en claro muchas cosas. Debería de cambiar mi forma de pensar y ser, empezaré justo ahora.

—Así que estarás a cargo de mi por este tiempo, espero que podamos hacer las cosas bien estando en paz y armonía.

Ella se ríe y claro que se está burlando, me estoy empezando a arrepentir. Es mejor cuando soy una rebelde y maleducada.

—Es sorprendente escuchar que eso venga de ti. No me lo esperé.

No quiero ni saber que gestos hace Evans y tampoco quiero preguntarme qué estará pensando, divertido de seguro.

—Comenzaremos tomando unas muestras—¿muestras? más análisis, que fastidio—Tengo mis métodos y claro que respetando el protocolo. Así que solo será algo sencillo hoy.

Estoy algo cansada espero no tome mucho tiempo.

***

Cinco horas, cinco jodidas horas llevo soportando a Kathya por el hecho de que Evans ha salido y me ha dicho que le espere aquí. Estoy con mi celular mirando lo que sea que me pueda tener entretenida.

—¿Sky?—dejo mi celular para mirar al profesor Chen acercándose—¿Qué haces aquí sola?

—Kathya me ha dicho que debo estar en un lugar donde no moleste a otros así que aquí estoy, sentada en una esquina—a esa Kathya le tengo unas ganada de hablarle los pelos. El profesor se ríe.

—Ven conmigo, pero debes usar algo encima de tu ropa.

Me entrega un traje blanco que me cubre de pies a cabeza, por supuesto me ayuda a ponérmelo, luego unos lentes de laboratorio y mascarilla. Terminó con una advertencia: No tocar nada.

Fue caballeroso al abrirme la puerta y al entra el frío me golpea aunque gracias al traje estoy protegida. El lugar es grande y veo muchas mesas metálicas y encima de ella estos instrumentos que usan para mezclar químicos. Esto es algo impresionante, parece una peli, todos visten como yo, bien protegidos. No me alejo del profesor pero no dejo de mirar a todos lados, hasta el suelo más limpio que he visto en mi vida.

—Te pediré que te quedes acá un momento, debo buscar algo y no tardaré.
—asiento y veo una silla donde me siento y pongo mis manos en mis piernas mirando al resto.

¿Como buscas a una persona si todas se visten igual?–me pregunto y dos se acercan conversando e intercambiando papeles. Tienen una placa pequeña en el pecho con un nombre–Aaah es así, eso responde mi pregunta.

Aquí hace mucho frío, en serio. Es la primera vez que entro a un laboratorio y más de esta clase. Me preguntó si aquí hacen las vacunas.

Maldita sea, justo me pica la nariz y con esta cosa en mi cara es tan incómodo. El profesor ya me había advertido de no quitármela ¿cómo rayos hago para rascarme entonces?

—Así que tú eres Sky.—¡joder que susto! La voz masculina se escuchó detrás de mi.

—¿Eh?—atontada me volteo y veo al profesor Chen poniendo unos frascos con un contenido liquido sobre en la mesa, luego caí en cuenta—Ah, si. Soy yo. Sky...si soy.

—Sé que me pidió que no te dijera pero me doy cuenta que debes de ser muy especial para él.—¿se refiere a Evans?

—¿Por qué lo dice?—pregunto nerviosa de hablar sobre él.

—Bueno, no dejó de pensar en ti, incluso cuando enfermo no se detuvo....

—¿Dijo que enfermó?—abri mis ojos asombrada.

—Si, tenía fiebre muy alta y se negaba a descansar. Solo decía que no se iba a rendir, tú le necesitabas—estaba algo impresionada de escuchar eso—Pero no digas que te dije—susurra.

—Ja, no sabe guardar secretos profesor Chen.

—No es que no sepa guardar un secreto, pero me doy cuenta que hay cosas en la vida que no puedes callarlas. Si lo haces después no te lo vas a perdonar, te darás cuenta cuando todo resulte como nunca esperabas y hablo en el mal sentido.

—Bueno fingiré no saberlo.

Me cae bien este profesor, ojalá y mis profesores de la universidad fueran así, todo sería más cool.

Enfoque mi vista detrás del profesor, por el pasillo entre las mesas de metal. Hay tres personas, por los pechos y estatura se que son dos mujeres y en medio un hombre. El caminar me parece conocido y estas mujeres le hablaban mientras le mostraban unos papeles que él tomaba en sus manos. Se detuvo a unos metros y al verme quedó inmóvil. Reaccioné a sus ojos azules tras los lentes.

—Sky, ¿qué haces aquí?—con esa voz lo confirmo.

—Estaba aburrida. Me dejaste sola con la bruj...—miré al profesor y preferí no seguir la palabras—El profesor me encontró y me trajo aquí. Pensé que te habías olvidado de mi.

—Traté de apurarme lo más que pude...

—Pues de tomó cinco horas genio.

Escucho una carcajada y el asiático estaba mirándonos como disfrutando de nuestra conversación, se voltea a los frascos, ¿de qué se ríe tanto? ¿Por qué mira perplejo al profesor como si estuviera avergonzado detrás de esa fachada de hombre serio?
Mi corazón se descontrola cuando se acerca y toma mi mano sorpresivamente.

—Ya podemos irnos—¿está enojado?

***

Estamos en el auto y no me ha dicho nada, cruzamos miradas a través del retrovisor y volteamos rápidamente. Yo estoy con el corazón acelerado y quisiera mirarle por más tiempo pero coincide que el también lo hace.

Joder no me mires que me avergüenzo.

—¿El profesor Chen te ha dicho algo?—su voz rompe el silencio.

—¿Algo como qué?—espero que el me lo diga pero respira fuerte—No me ha dicho nada.

Mi estómago suena y eso fue vergonzoso. El enojo que parecía tener él se volvió una carcajada.

—Eso fue inesperado.

—¡¿Inesperado?!—Me cruzó de brazos enojada y evito el contacto visual por el espejo—Espero un buen almuerzo doctor Evans, me tuviste castigada por cinco horas.

—Bien, soy culpable. Te llevaré a comer algo.

—¿Qué me harán exactamente aquí?—cambio de tema algo asustada.

—Trabajaremos en base a un medicamento que pueda...

—¿Una cura?—él asienta a mi pregunta.

—Al comienzo no quería traerte, pensé que sería molesto, pero eres la única chica que conocemos con esta enfermedad. Tendríamos que buscar a alguien y es una rara enfermedad así que como ya te teníamos...

—Entiendo.¿Y por qué al comienzo era molestia traerme?

—No es que fuera una molestia, pero...en fin, te darás cuenta mañana.

**********************

¿Qué pasará mañana?

¿Quieres saber que sigue? Continúa leyendo.

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