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26

Evans está sentado en la cama, a mi lado. Tengo los pies recogidos con las rodillas en alto y mis tobillos cruzados. Estoy tan feliz de verle que me habla y no entiendo nada, solo el hecho de su presencia me desorbita.

—Sky, trabajo duro por ti. Si bebes de esta forma no me estás ayudando, te estás haciendo daño.

—Lo siento. Es que...no podía más, te extrañaba demasiado y las palabras de Kathya revisaron mi copa...

—¿Kathya?—frunció el ceño y entrecerró un poco sus ojos—¿Qué dijo?

—Ella...—se abre la puerta en ese preciso momento y él se pone en pie antes de que Kathya aparezca con una cara de aires de grandeza, detrás de ella el doctor Patrick.

—¿Ya se lo haz dicho?—dice acercándose y Evans al tenerla a su lado pone una mano en su bolsillo y la otra en la espalda baja de Kathya.

—Vamos a casarnos en un mes—dice serio y sin mirarme a los ojos.

—¿Qué?—le miro y este desvía por completo su mirada, al suelo,hasta que lentamente alza su mirada conectando con la mía—¿Realmente vas a...?—estoy en shock, él asienta y la mujer a su lado sonríe.

—Somos más que felices por eso. Gracias por hacer que nos diéramos cuenta de lo que realmente queremos.

Esto no puedo creerlo realmente. No quiero que lo haga.–se aleja de Kathya sin mirarla, de hecho no mira a nadie, antes de abrir la puerta se detiene

—Llamaré un taxi para que puedas ir a casa—se dirige a mí y se marcha dejándome a solas con Kathya, el doctor se fue tras Evans.

—¿Ya? Con esto imagino que lo dejarás...

—No es cierto.—la hago callar—Él no se dió cuenta que realmente quiere estar contigo...es todo lo contrario—por alguna razón siento algo se temor.

—Pero mira que eres obstinada y odiosa. ¿Cómo voy a demostrarte que me ama y me eligió a mi?

—Quiero escucharlo de su boca, todo.

—Bien, dame tu celular.

Se lo entregué y ella escribía algo en la app de notas.

—Ven a esta dirección, a esta hora—tomé el celular de vuelta—Espero que luego de esto se acabe ese pensamiento obsesivo que tienes.

***

—¿Cómo se sitio estar de nuevo en casa?—dijo caminando a mi lado.

—No fui de vacaciones doctor Patrick. No fui a ver a mi familia o amigos para hacer una fiesta.—no podía evitar sentirme un poco molesto, la razón...quisiera olvidarlo.

—Sé que no fuiste a descansar. Kathya me contó todo.

Casi llegando al final del pasillo choco con alguien de repente que dobla la esquina con apuro.

—Ay...lo siento—dice una chica joven como de la misma edad de Sky y está se queda paralizada.

—Está bien, yo estaba algo distraído también.

Enfoco la vista más atrás de la chica y veo a unas cuatro enfermeras conversando, entre ella reconozco a una.

—Doctor Patrick, no vemos luego, debo hablar con alguien más, es importante.

Él no tuvo problemas en aceptarlo y siguió de largo a la vez que llegué hasta las enfermera y me dirigí a la morena de cabello trenzado.

—Verónica—le llamé y al verme me sonrió amplio, en seguida se acerco y me saludo—Si me permiten robarmela—bromeé, las tres enfermeras rieron y nosotros caminamos por el pasillo a paso lento.

—¿Qué pasa?—quitó su sonrisa al ver que estaba algo decaído.

—Nada malo...

—Que bueno que volviste.—vuelve a sonreir—Supe por Kathya hace dos días que vendrías anoche.

—Verónica...yo...—me sentía indeciso al hablar.

—No sabe nada. Tranquilo, guardo tu secreto—me sentí aliviado de escuchar eso.

—Siento pedirte que la llamaras.—apenado metí las manos en los bolsillos—Gracias por eso.

—Sabía que también ella lo necesitaba.

Me gusta la forma en que Verónica sabe llegar a ella, como puede convencerla y cambiar su estado de ánimo.

—¿No has podido verdad?—preguntó y la miré confundido—Lo que dijiste que harías. ¿No has podido?

Me detuve y miré la ventana a mi lado, recordé por un segundo todo en lo que pasó estando lejos.

—Eso pensaba—Verónica se puso frente a mi para verme a la cara mientras hablaba—Eso pensaba. Pero cuando la ví, cuando me acerqué y...ella...—mis mejillas comenzaron a arder y sabía que podía notarse el sonrojo, bajé un poco la mirada y mi corazón se acelera un poco de solo recordar—...se lanzó para abrazarme y escuchar ese te extrañé... pensé que todo lo que quería fue en vano.

—¿Y ahora? ¿Cómo es?

No sabía esa respuesta, o talvez sí. Me cuesta admitirlo, o quizás es por el hecho de sentir un poco de temor.

***

Supe que Sky llegó a su casa y estuve atendiendo otros paciente hasta que al llegar la tarde me fui al apartamento junto o a Kathya.

Estaba anocheciendo cuando Kathya se me acerca a mi y me hace una invitación, cenar afuera.

—No tengo ganas de salir.

—Este es mucho mejor que el primero al que fuimos, no será en vano. La comida es deliciosa.

—Kathya, en serio...—mis ganas están por el suelo.

—No acepto un no por respuesta.

Parece que es un batalla perdida para mí. Bien, acepto ir. Kathya se ofreció a manejar para que estuviera cómodo, me pareció tonto ya que no me molestaba conducir, pero una vez más " no acepto un no por respuesta". Mejor no le llevo la contraria.

Llegamos al restaurante luego de 15 minutos y se veía bien desde afuera. Al entrar las luces eran bajas y parecía que tenía fama ya que habían personas afuera esperando. Entonces me di cuenta.

—Habías reservado antes, ¿cierto?

—Si—sonríe jalándome de la mano y no encuentro la forma de sonreír como ella.

La ayudé a que se sentarse y la acerqué un poco a la mesa, luego fui a la silla frente y tomé asiento.

—¿Qué te parece aquí?

—Es un poco más elegante que el anterior. Me gusta igual.

—Deja que pruebes la comida, te va a encantar—su entusiasmo no me anima, la verdad solo trato de complacerla por no sé cuál razón.

Pedimos nuestra cena y al rato teníamos los platos en la mesa. Era realmente delicioso, tenía razón. No hablamos nada en especial, tampoco era interesante. Terminamos y ella puso su celular sobre la mesa y detallé como puso la servilleta sobre el. No me importo ese gesto.

—Evans, puedo preguntarte algo?—asentí curioso—Con respecto a Sky...

—No quiero hablar de ella—por favor.

—¿Por qué la quieres lejos de ti exactamente?

Miré los ojos verdes que me observaban fijamente esperando esa respuesta convincente.

—¿Por qué hablamos de ella ahora? Estábamos bien.

—¿Qué es ella para ti?

¿A qué viene esto? ¿Por qué pregunta por como me siento hacia Sky cuando ella claramente lo sabe?

—Kathya, olvídate de Sky. Solo es una paciente y quiero tratarla como tal, no me interesa nada de ella—¿por qué me miento a mi mismo?—ni siquiera su amistad.

Tomé la copa de vino y di un sorbo cuando entonces alguien se para a mi lado.

—Evans—no sabía quién era hasta que asciendo mi mirada a la de ella.

—Sky—musito poniéndome en pie sorprendido con su presencia—¿Qué haces aquí?

No está sola, su amiga, la de pelo rojo, está con ella y volviendo a los ojos de Sky noto tristeza.

—Me quieres lejos realmente, ni siquiera mi amistad. Eso duele.

—¿Cómo...?

¿Cómo sabe lo que acabo de hablar con Kathya?–miro a esta aún sentada y veo como cuelga una llamada en su celular. Escucho un sonido, mismo cuando terminas una llamada y resulta que proviene del celular de Sky, mismo que sujeta en su mano con fuerza.

—Kathya...¿qué has hecho?—pregunté mirando delante de mi esos ojos cafés que se humedecían rápidamente.

—Ella lo quería, escucharlo todo de tu boca.—eso significa que la hizo venir, por eso me preguntaba tanto por ella.—¿Convencida niñata?

Mi corazón estalla y siento algo nuevo. Es un dolor que no duele físicamente, sino un dolor que me provoca a justificarme  a no dejar las cosas así, con falsedad.

—Dilo una vez más.—sus palabras aceleraban mis latidos aún más, esos ojos tristes me destrozaban. Talvez sea una Buena oportunidad para alejarla.

—Tú solo eres mi paciente y yo tu doctor. Alejate de mi Sky.

—¿Estás diciendo la verdad?—dice tomando mis manos.

—Suéltame Sky—musito y retrocedo un paso.

—Ya lo oíste. Suéltalo. No te acerques más a él.—Kathya separa por la fuerza nuestras manos.

—Eres una perra Kathya—gruñó y la miro por debajo de sus cejas.

—Yo soy la prometida y tú no eres más que una peste.

—Oiga señora, no le hable así a mi amiga.

—¡Tú cállate!—mira con repudio.

—¡Ey...es mi amiga, tú cállate!—Sky alza un poco la voz.

—Te voy a...—Kathya da dos pasos y tomo su antebrazo deteniendola, la hago retroceder los mismos pasos que dió.

—¿Qué vas a hacer?—Sky se acerca a ella a una velocidad que pareciera que comenzarían a pelear. Su amiga alcanza a tomar sus hombros y frenarla—¿Vas a darme otra cachetada?

¿Qué? ¿Cómo que otra cachetada?—frunciendo el ceño Kathya nota mi curiosidad sin tener que mirarme. Me acerqué atrayendola por el brazo y sujetando con un poco de fuerza.

—¿Tú tocaste a Sky?—susurré con frialdad.

—Solo envidias que una niñata como dices pueda hacerle sentir cosas que tú, mujerzuela, ¡no puedes!

—Disculpen—una voz femenina y desconocidas entró en escena—¿Pudieran resolver sus problemas fuera?—dice la mesera.

—¿Cómo se atreve una chiquilla mocosa? ¿Cómo se te ocurre seducir a un hombre que ya ha planeado su vida?

—Kathya—llamé por su nombre pero me ignora continuando lo que decía.

—¡Una persona moribunda no puede pensar en tener planes futuros para su vida como una persona normal!

—¡KATHYA!—grité enojado, sorprendido, decepcionado. Sé que llamé la atención de todos en el restaurante por el silencio que hubo, pero no me importaba.

Sky se quedó quieta, no dijo ni una palabra mas y eso me pareció aún más aterrador. Apretó sus labios y comenzó a asentar con la cabeza dando a entender una derrota.

Me acerqué y tomé su rostro alzandolo cuando quería mirar al suelo. Su mirada estaba perdida y sus labios se despegaron para tomar aire y ahí estaban las lágrimas comenzando a caer.

—Sky. Mírame—no lo hacía—Por favor, mírame.

Cuando por fin lo hizo si me sentía dolido antes, ahora lo estoy más. No quería esto, romper su corazón así, no quería. ¡Maldición!

—Tiene razón. ¿Cómo es que yo... sabiendo que voy a morir, trato de conquistar a un hombre?

—No digas eso, no lo hagas.

Mi pecho se sentía apretado y quería abrazarla y negarlo todo, aceptar el hecho de que ella me gustaba.

—Por eso me alejas.—quitó mis manos de sus mejillas y seco las lágrimas por si sola.

—Disculpen los cuatro.—interviene la mesera—Realmente necesito que salgan.—sonaba decidida.

Sky fue la primera que secando la última lágrima se dió la vuelta y tomó la mano de su amiga para irse prácticamente corriendo.

No...no, Sky no.–fui tras ella y al salir tomé su mano frenando la bruscamente.

—Sky, espera.

—¡Está bien!...¡Estoy muriendo, soy una perdida de tiempo para cualquier, al final no habré hecho nada por nadie o tan siquiera! ¿Es lo que quieres? ¡Pues me alejo!—me suelta enojada y arrebata su mano de la mía.

—¡Hazlo entonces!—ella se detuvo en seco dándome la espalda—Esto es lo que quiero. Basta de querer conquistarme, basta de acercarte demasiado a mi. ¡Basta de besarme sin ninguna razón!

Se sentía un vacío inmenso decir todo eso. Todo era por intentar tener la vida ordinaria que solía tener pero luego de que Sky entrara a mi vida, lo ordinario se volvió un reto, lo normal se volvió entretenido y su ausencia estos dos meses en Inglaterra me hicieron darme cuenta de eso. No había vuelta atrás ahora, no podía negar cada una de mis palabras. Quería mantenerme a salvó, por decir de cierta forma.

Ella estaba inmóvil, no podía saber si lloraba, si estaba enojada, o no sé.

Me voltee al sentir los tacones de Kathya y dejándola en el lugar pedí que se quedará y lo dije enojado. Seguí hasta el estacionamiento y desactivé la alarma precio ando el botón con rabia. Abrí la puerta con rapidez y entre sin mirar más que el volante y cuando presioné el acelerador el auto se detuvo en seco golpeando mi espalda al asiento. Miro al frente y es Sky. Justo bloqueandome y estaba enojada, llorando. Sus manos estaban puestas sobre el auto.

—¡Quítate de mi camino!—dije desde dentro y al verla caminar hasta donde estaba abrí la puerta, estaba muy airado.

Puse un pie fuera, quería salir pero Sky me empuja de vuelta al asiento y en un abrir y cerrar de ojos estaba sentada a horcajadas sobre mi.

—¡Sal de encima de mi!—puse mis manos en su cintura y se aferró al asiento con sus manos y pies. Trataban de alejarla pero me era dificil hacerlo y no lastimarla usando mi fuerza.

De repente, une su frente a la mía.
Si, quedé inmóvil mirando sus ojos. Toda mi ira se desvaneció, como esa arena fina que tomas con tus manos y se escurre entre tus dedos mientras el viento sopla. Solo se escuchaba mi respiración y la suya.

—Perdoname Evans...es que, nada tenía sentido hasta que tú llegaste.

Hizo que mi cuerpo se estremeciera con sus palabras. Mi corazón quería estallar dentro de mi pecho.

—Sky—musito y ella me debilita. ¿A dónde fue la fuerza que tenía hace unos segundos?

Sus manos ascendieron desde mi pecho, cuello y terminaron en mi nuca tomando mi cabello con suavidad. No pude evitar mirar sus labios.

¡Basta de besarme sin ninguna razón!–recordé mis palabras.

Alcé mi mano y toque su barbilla, mi dedo pulgar, escurridizo termino rozando la punta de su labio inferior y la noté cada vez más cerca y más.

Ella se alejó de golpe saliendo del auto, no, Kathya lo hizo. La jaló y sacó del auto dejándola tirada en el suelo.

—Déjala.

Quedé con el corazón acelerado. Mis manos sentía aún la sensación de tocarla y tuve que obligarme, literalmente por la fuerzaa despertar.

Salí directo a tomar a Kathya por el brazo y la arremete contra el auto.

—¡Basta!—le grité.

—¡Lo vuelves a toca Sky y te juro que voy a...!

—Nada. No le harás nada. Porque no te dejaré hacerlo—nos miramos fijamente y ella termino mostrando que se rinde—Sube al auto. Nos vamos—dije en voz baja.

Antes de subir al auto miro a Sky sentada en el suelo. Ella evita mirarme y lo hace mordiendo su labio. Y pensar que casi los beso. Me resigne y entré cerrando la puerta. Pise el acelerador a fondo.

Estábamos a dos calles cuando en medio de mi enojo decido hablar.

—Fue un comportamiento estúpido de tu parte. Lo que dijiste en el restaurante.

—Reconozco que me pasé de la raya, pero no es mentira—escuchar eso me enoja más aún, me parece muy infantil de su parte pensar así—La verdad duele.

—¿A qué venía todo esto? ¿Por qué traer a Sky a escondidas? ¡¿Cuál era tu maldito objetivo?!

—¡¿Hasta cuándo más piensas fingirlo?! —hubo un silencio y traté de calmarme si es que era posible—¿Realmente te gusta Sky?

Maldita sea.

—Solo...no hagas más preguntas.

—Sepas que cuando quiera puedo dejar de ayudarte con esta farsa—hubo un segundo de silencio—¿Vas a utilizarme de esta forma? No pensé que fueras así.

—¡Lo único que quiero es alejarme de Sky!

—¡¿Por qué crees realmente que voy a ayudarte?!—se cruza de brazos recostándose cómodamente.

—Porque te gusto mucho.—me detengo por la luz roja del semáforo—Si tuvieras una oportunidad de recuperarme. ¿No lo intentarías?

—Si. Aún así dime la verdad.

—Ya te lo dije, antes de irme a Inglaterra.

(Recuerdo)
Horas antes de tomar el vuelo a Inglaterra.

Me acerqué a la puerta con la maleta de mano y tenía que decir algo antes de irme.

—Que tengas buen viaje.—me di la vuelta y acerques Kathya.

—Vuelve conmigo—solté sin pensarlo.

—¿Qué? ¿Hablas en serio?—frució el ceño.

—Si.

—Dame una buena razón.—me miro con determinación y tomé aire.

—Bien. Me gusta Sky—se cruzó de brazos y sonrió con ironía mirando a un lado—No puedo dejar de pensar en ella...

—Es tu razón para volver conmigo, ¿me estás jodiendo?

—Pero...no puedo estar con ella. Sky, ella...no quiero tenerla en mi vida.

—¿Por qué?

—Porque tengo miedo.—confesé lo que tenía guardado muy adentro—Miedo de abrirme a ella y lastimarme, miedo de que ella ponga toda su confianza en mi y termine decepcionandola y no poder perdonarmelo nunca.

—¿Entonces quieres volver porque sabes que ella no te conviene?

—Al menos si no quieres que volvamos... ayúdame. Quiero que Sky se aleje de mi, aunque me duela.

—Eso es fácil, ¿por qué crees que te voy a ayudar?

—Yo te gusto. Sé que si tuvieras la oportunidad de tenerme lo intentarías.

—Creído.

Pero es la verdad.

—Bien.

(Fin del recuerdo)

—¿Ya lo recuerdas?

—Si—cruza sus brazos mirando al frente.

Suena el celular y veo el nombre de Sky. Cuelgo sabiendo que tal vez diría algo que no quiero escuchar justo ahora. La llamada se vuelve insiste una segunda y descuelgo enojado a la tercera.

—¿Qué quieres?

—Doctor—no es la voz de Sky—Soy Nina...ella...no puede respirar bien—dive llorando.

—¿Qué?

—Ayúdela por favor—pude sentir que estaba aterrada.

Aceleré y a unos metros pude doblar y tomando el otro carril para regresar. Al llegar veo a Sky aún en el suelo y su amiga la abraza llorando.

—¡Sky!—corrí hasta ellas, me arrodillé—Neceaito espacio.

Su amiga se alejó y ordené a Kathya tomar el volante mientras cargaba a Sky en mis brazos y entré con ella en la parte de atrás. Nina se sentó en el puesto de copiloto y solo lloraba mirando a su amiga.

—Evans—dijo y aparté el pelo hacia atrás y toqué su pecho, acerqué mi oído y sentía su respirar de forma forzada, un pitido al tratar de tomar todo el aire posible. Miro su pecho hundirse, en su cuello el hoyo se hunde más de lo normal.

—¿Es asma?—me pregunto—Sky ¿Eres asmática?

—¿Qué, es, eso?—pregunta con dificultad. Ni siquiera sabe que es ¿Por qué tiene asma

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