Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

23

Estoy acostada en una camilla, justo en medio de un exámen de ultrasonido, veía a Kathya centrada en su trabajo. Estaba junto al doctor encargado de dicho exámen y hablaban palabras que no podía entender, cosas sobre mi hígado.
Me pregunto ¿qué pensará ella de mi? Estará muy feliz por el adelanto de esa aburrida boda, y por no tener yo mi objetivo cumplido respecto a Evans.

—Sky—susurra Verónica acercándose y toma mi mano—Si no te sientes cómoda con algo solo dímelo.

—En ese caso, no quiero estar cerca de ella—igual le susurré y lo hice mirando a Kathya, quién aún centrada con el otro doc me daba un pelín de escalofríos.

—No puedo hacer eso—dice sonriendo. Claro que sé que no puede.

Terminaron de examinarme y seguido fuimos al cuarto donde me toman por sorpresa Nina y Ty junto a mis padres.

—¿Qué hacer juntos acá? ¿Se pusieron de acuerdo?—dije mientras saludaba uno por uno terminando con Nina quien me dió un largo abrazo.

—Hola enana.

—¿Qué tal peliroja teñida?

Ay el amor de mejores amigas. Hasta los insultos son una forma de cariño.

—La verdad fue casualidad—dice mi padre.

—Pero supimos que ya no hay que venir—Nina me dejó pensando y miré a Verónica detrás de mi sonriéndo.

—Hoy irás a casa chiquita. Ya no tienes que estar en la hospital. Yo misma iré a verte a ver cómo avanzas.

La puerta se abre en ese justo momento y reviró los ojos apenas mirando quien entra.

—Doctora—mi madre parece muy agradecida.

—Imagino que Sky ya recibió la noticia de que volverá a casa—me mira tan...como si fuéramos amigas.

Primero Nina y Ty del otro lado, subí sentada junto a la ventanilla al lado de Nina.

Tomé mi celular y vi el contacto de Evans. Quería llamarle. Aprovechar que todos estaban hablando y me veía a solas por unos minutos.

Me lo pensé una, dos veces. Miré a todos indecisa en hacerlo o no. Me importa poco si él se molesta, pero tengo que hacerlo o no estaré quieta hasta que lo haga.

Le envié un mensaje:

"No me dijiste que te irías ¿Cuándo volverás?"

Al enviarlo sentía que quería mejor llamarle, prefería escucharlo de su boca antes que un simple mensaje. Ni siquiera podré notar alguna emoción de su parte si solo me textea.

Me siento algo inquieta, bueno "algo" no, más bien bastante. No dejo de pensar en nuestra última conversación, la forma en que lo alejé. Era lo que él quería, ¿pero yo? Por supuesto que no, no quería hacer tal promesa, ni siquiera sé si seré fuerte como para cumplirla.

Nunca hice una promesa, juro que es mi primera y creo que no podré cumplirla. No quiero estar lejos de él. ¿Ahora? Él no está y no tengo idea de que está pasando, todo parece en peligro de derrumbe a mi alrededor. Si él realmente se ha ido y no vuelve, entonces es un hecho que todo lo que podría derrumbarse, será.

Evans, por favor, solo quiero saber que todo está bien entre nosotros ¿al menos seremos amigos?

***

Estando en casa, Nina y Ty me acompañan en mi habitación. Los tres en mi cama sentados, escuchamos algo de música mientras me cuentan un poco de chismes. Por mucho que ellos rían y me hablen, yo solo se mirarles pretendiendo que escucho y entiendo todo. La verdad es que los miro y veo toda una vida por delante de ellos. Les veo a sus treinta, cuarenta, cincuenta y más. Veo la familia, sus hijo, nietos.

—¿Por qué lo callan?

No entiendo. Ambos se gustan ¿por qué lo sé?, ellos me lo dijeron. No entiendo porque se ocultan esperando el momento adecuado, ¿no se dan cuenta que el tiempo sigue corriendo?

—¿Qué?—los dos preguntaron a la misma vez.

Entonces cuando quería decirles la puerta se abre y es mi abuela con una bandeja de galletas y jugo. No tengo ni pizca de hambre, solo quiero descansar y no pensar en nada, intentar en olvidarme de Evans, como si fuera tan fácil.

Mi abuela nos dejó a solas y tomé una galleta, misma que di una probada y no es que estuviera mala, sino que no tenía ganas de comerla.

—Nina, toma.—Ty le extendió un vaso con jugo y en el momento que ella lo sostiene junto a la mano de Ty me inclino para sostener las manos de ambos.

La manos de mía amigos estaban tocándose y les impedía alejarlas. Me causo tristeza pero solo les miré y sentí que era el momento de decir algo.

—Les doy un consejo, como amiga, como alguien que no le queda mucho tiempo en este mundo y mejor que yo no creo que valoren el tipo que resta de sus vidas.

Vi en los rostros de ambos una expresión apenada y un poco dolida.

—¿Conocen la frase "No dejen para mañana lo que pueden hacer hoy"? Si mañana se acaba el mundo un beso de última hora no arregla nada. La pelis mienten. Recuerden que supuestamente antes de morir lo que vemos es toda nuestra vida en un segundo...¿que creen que vale mejor la pena recordar? No se callen solo por esperar a que el otro tenga más valor de hablar. El mundo no se va a acabar solo por decir unas palabras. Lo que es para ti se va a quedar, lo que no es para ti solo déjalo que se vaya para que llegue a tu vida lo que mereces realmente y esperas.

Ty está sonrojado y mira a Nina mientras esta mira mis manos rodeando la de ambos.

—Joder esta mujercita—reviro los ojos y terminamos mirándonos—¿Te gustan mis manos?

—No.

—Entonces míralo a él.

Ella aprieta sus labios y tímida, lentamente, sus ojos se conectan a los de Ty y no ví miradas más hermosas, ví algo de pureza.

Quisiera que Evans me mirara así. Saber que le gustó, que siente algo en su corazón por mi.

—Nina—musita con su voz ronca.

—¡Pero aquí noooo!—no entendí porque grité, pero solté sus manos avergonzada—O sea, a lo que me refiero es que hablen a solas.

Ellos se ríen a carcajadas y no sé dónde meter mi cara de tanta pena. Si que fue una reacción repentina y algo escandalosa pero...

—Ay mi enana, no eres muy buena en los discursos.—Nina no puede hablar de la risa.

—Al menos las exposiciones de la escuela le sirvieron de algo.—¿y Ty le sigue? Esto es increíble.

Me recuesto a la pared cruzando me de brazos y solo les miro divertirse. Finalmente igual me río solo por contagiarme con la de ellos.

—Solo tengan presente que estoy feliz por ambos, son mis mejores amigos y les quiero un montón.—las risas cesaron y Nina se acerco a mi lado y me abrazo mientras extendí una mano que Ty sujeto. Son los mejores.

Los amigos son la única familia que puedes elegir por ti mismo y creo que hice una buena elección.

***

Al rato, ya estaba atardeciendo. Mi madre pidió a mis amigos que me dejarán descansar y se fueron dejándome en mi amiga llamada Soledad.

—Toma tu medicamento ¿Cómo te sientes ahora?

—Bien, supongo.

Noté que al entrar también había traído comida y la rechazo. Ella no piensa irse hasta que coma algo por lo que me veo obligada a hacerlo.

—Mamá, en serio no quiero nada. Solo dame esa pastilla y déjame sola.

—Es importante que tu estómago no esté vacío. La doctora Kathya puntualizó la buena alimentación.

—Kathya ñiñiñi.

—¿Qué pasa? ¿No te cae bien?

—Un poco. Es molesta.

—Supe que es la prometida del doctor Evans y su compañera de trabajo, que lindo ¿no?

Reviro los ojos y me dispongo a intentar comer algo. Mi madre literalmente se quedó hasta que comí y no me lo acabé pero ella se vio satisfecha de que lo hiciera a medias. "Tengo ganas de dormir ya.", le dije, "¿Tan temprano?, se extrañó pero mi excusa de realmente cansada le bastó.

Cuando cerró la puerta me ví un poco a oscuras y solo por las ventanas entraba la claridad de la luz de afuera, sumando la luna en lo alto bien brillante.

Tomé mi celular puesto en la mesita de noche y miré su contacto por no sé cuantos minutos.

No había respondido mi mensaje. Tal vez si le llame me conteste.

Lo hice. Le marqué y esperé.

—Hola soy David Evans—por un momento pensaba que realmente era él, pero:—En este momento estoy ocupado pero deja tu mensaje y te llamaré luego—escuché y luego el tono.

—Evans, soy Sky...—no sé que decirle—Supe de repente que estabas en Inglaterra—estoy temblando—Solo...la última vez que hablamos, no sé, siento que nos quedamos algo distantes. Evans ¿Vas a volver, verdad?

No creo que tome la llamada, estoy muy nerviosa y no sé apenas que estoy diciendo, termino por colgar y cubrir mi cara sonrojada. Siento algo en mi cuerpo, algo que surge de mi pecho y es un sentimiento nuevo en mi. Es como estar aburrida y triste, algo celosa por Kathya y su relación con él.

¡¡¡Ay no sé me voy a volver loca!!!

Se siente feo estar así. Me dan ganas de llorar y no sé si sea lo que me haga sentir mejor pero igual lo hago. Tengo miedo que mi vida se vuelva aburrida y solitaria.

—Evans, al menos escribe una palabra, quiero que digas algo, lo que sea.

Cuatro semanas después

No sé nada de Evans, nadie sabe de él y no me atrevo a preguntarle a la única que puede saberlo.

He pasado todo el rato pensándole, cada paso que doy en casa me veo distraída porque no sale de mi cabeza. He llorado en las noches, sola en mi habitación rogándole a Dios que el vuelva.

Nadie podría entenderme. Mi vida no era excitante, divertida o interesante hasta que le conocí. Lanzarme sobre él en cada beso que le he robado o intento por provocarlo solo ha hecho que lo extrañe más.

¿Alguien ha ido a un lugar por saber que hay está tu chico? A alguien le ha pasado que ven esos ojos y esa sonrisa aunque no se dirijan a ti pero aún así te derrites?

Vale, Evans no sonríe, pero recuerdo muy seguido aquella vez que estábamos en el apartamento y mirando aquella peli él comenzó a reír hermosamente.

¿Qué hago ahora? Pues estoy en el hospital. Justo sentada en la camilla esperando a la jodida de Kathya. Justo frente a mi están Verónica y ese hombre que será el que realice la prueba de ultrasonido.

Leí cada uno de mis mensajes entreteniendome y más que eso confundida de que aún siga sin responder a alguno. Envío uno más esperanzada por esa respuesta.

"Evans, no contestas mis llamada, ni respondes a mis mensajes. Solo quiero saber que estamos bien."

No pedía más que eso, saber que nuestra última conversación no había creado una tensión que nos alejara. Esperé mirando la pantalla por no sé cuantos minutos, escuché la puerta abrirse, la voz de Verónica y aquel hombre. No sabía que hablaban, de hecho ni me importaba de que o quién era su tema. De repente alguien quitó mi celular de las manos a una velocidad que no pude reaccionar a tiempo.

—¡Oye!—miré de quién se trataba—Kathya—oh mierda, los mensajes que le he estado enviando a Evans.

Ella mira mi celular y claramente se enoja luego de leer no sé cuál de todos los que he enviado.

—Eres una mocosa molesta, ¿sabías? ¡Déjalo tranquilo, no le escribas, no lo llames!

—¡Lo voy a seguir haciendo!—apreté los puños.

—¡Sky!—Verónica abre sus ojos como platos. Si, fue atrevido de mi parte decir eso.

—Él no va responderte, pierdes tu tiempo y haces que el también pierda el suyo. ¡Daré cuenta que no le interesa involucrarse contigo!

—Tú no sabes nada Kathya. Yo, solo quiero...

—¡Él es mi novio, mi prometido! ¿Sabes que significa? ¡Que seremos marido y mujer, él me ha escogido a mi!—alza un poco su barbilla entrecerrando sus ojos, cruza sus brazos mostrando frialdad— Él no quiere tener piedra de tropiezo en su vida. Te pido en buena forma que dejes de molestarlo y de dañar nuestra relación.

—Él no te ama—musito bajo—Solo lo estás forzando...

Kathya da un paso y me da una cachetada inesperada. Volteo mi cara a un lado y pongo mi mano. No me esperaba que ella me tocará de esta forma, ¿quién se cree que es?. Estaba triste pero ahora me ha hecho enojar.

—¡¿Cómo te atreves a darme una cachetada?!—bajo de la camilla y quito mi celular de sus manos por la fuerza—Me vuelves a poner una mano encima y justo que te quedas calva. Eso sin contar que puedo demandarte por como doctora agredir a una paciente.

No me conviene pelear ahora tengo miedo que me duela donde fui operada. Siento que está pelea tampoco vale la pena si Evans no está para ver y escuchar cada palabra.

—Eres una niña Sky, no puedes entender nada. Si Evans estuviera forzado hubiera quitado este anillo de mi dedo—muestra el anillo en su dedo anular y trago saliva  con dificultad, tal vez tenga razón—Para él solo eres una paciente, no confundas las cosas.

—Soy más que una paciente para él, lo sé.—miro sus ojos verdes y su mirada firme me hace encogerse de hombros, creo que comienzo a dudar, ella es bonita también. Fueron luego unos segundos de silencio.

—Sé que no debo meterme en este asunto pero no puedo evitar decir algo ya que estoy presente. Solo diré una cosa...Evans es quién único puede tomar una decisión...—mira a Kathya—pero si realmente él te eligió eso no debes de preocuparte...¿o si?

Ella compartieron miradas y siendo sincera pareciera que algo esconden. ¿Ambas saben lo mismo o una esconde algo de la otra? El caso es que esas miradas fijas parecen desafiantes, hasta que Kathya es quién aparta la mirada para verme y toma aire por la nariz expandiendo está como enojada pero entrando en calma.

Volví a la camilla y allí comenzaron a examinarme y en resúmen todo indicaba que estaba teniendo una buena recuperación.

***

Luego de estar en el hospital y rozar miradas con Kathya en silencio volví a casa acompañada por Verónica.

Entro en casa y es mi abuela quien me recibe con un abrazo. Verónica se despide apresurada porque debía continuar su trabajo. Justo saliendo ella mis padres llegaban en el auto, no alcanzaron a verla al parecer. Cuando mi padre detiene el auto mi madre se baja enseguida.

—¿Cómo fue todo?

—No sé.

—¿Cómo que no sé?

—Si, no sé. O más bien se me olvidó.

—No me molestes muchachita, vamos a entrar y me cuentas todo.

—Para que—le doy la espalda entrando a casa—Al final llamaras a Verónica o a la Kathya esa.

—¿La Kathya esa? ¿Pasa algo?

—Nop. Voy a ducharme, huelo a hospital.

Luego de esto subí las escaleras y caminando un poco más llegó a mi habitación.

Que silencio. Aburrido, pero está bien.

Seguí hasta el baño y luego de mirarme en el espejo la cara de persona de pocos amigos y apartada del resto del mundo, me dispuse a darme esa dicha que talvez me levantaría el ánimo, tal vez.

Cada gota que caía sobre mi cara y corría por mi cuerpo me eran de alivio pero por dentro sentía que me caía por pedacitos.

Mis lágrimas se mezclaban con el agua y no las frenaba, quería desahogarme como mismo lo he hecho estás cuatro semanas.

Se que parezco estúpida. Llorando por alguien que ni piensa en mi, que solo me quiere lejos y literalmente me aleja. ¿Por qué no quiero darme cuenta y aceptarlo?

—No puedo olvidar tus ojos azules, tu rostro cerca del mío... Te extraño tanto.

********************

Con la inesperada ida de Evans a Inglaterra ha dejado a nuestra Sky con cierto remolino en su cabeza.

Sky teme que las cosas cambien bruscamente y este se aleje de ella. Ella nos cuenta la razón por la que no quiere que esto pase. También me duele lo que está pasando con ella.

Si te está gustando esta historia no olvides darme tu voto y sabré que la estás disfrutando. Y comenta, me encanta saber lo que piensas y leerte también.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro