Volviendo al presente te recuerdo que en el capítulos 14:

*Sky fue al apartamento de Evans con un plan previo. Kathya no estaba así que ella aprovecharía la oportunidad para quedarse con su doctorcito como parte de su plan de conquista.

*Evans sacó a Sky del apartamento y estando ella camino al metro comienza una fuerte lluvia ya pronosticada según las noticias. Obviamente terminó mojándose al no encontrar un techo.

*Finalmente las molestias de Sky con Diosito fueron escuchadas y Evans volvió para terminar por llevarla devuelta.

*Sky convence a Evans de ver una peli de humor con ella y este termina aceptando. Risas y risas y la chica queda embobecida con la hermosa sonrisa de aquél que tanto le gustaba y sin poder resistirse va sobre él robándole un beso. No termina muy bien.

*Al otro día Evans lleva a Sky a su casa y allí le dice que piensa ingresarla para poder controlar su salud antes de el transplante a lo que ella reaccionó de forma muy escandalosa e inesperada confundiendo a Evans.

*Sky termina desmayándose y Evans la lleva al hospital, luego pide a Verónica que le expliqué porque Sky reaccionó tan agresiva a lo que la morena que sabía el por qué comienza a contarle la verdad que Sky no quiere recordar mucho.

Perdonen tanto intro, mi intención era recordarles para evitar el volver atrás o volverlos loc@s. Ya saben, les quiero cuerdos. Muak.

*****************

Verónica termino diciendo:
Luego pasaron los años y Sky dijo que había tomado una decisión. Vivir como Lybia lo había hecho. Vivir cada día como el último porque así es como realmente debería ser. No le importaba sanar porque era consciente y sabía que la muerte tenía escrito si nombre en su lista y no podía luchar contra eso. Todo le daba igual.

Luego de eso quedé solo en la consulta, pensando y pensando. Han pasado unos treinta minutos desde entonces.

Yo tengo 26 años y aunque he salvado muchas vida y visto otros morir sin poder hacer nada. Aunque han sido pocos, cada uno te va marcando y me recuerda cuan incalculable es el valor se una persona. Puedo imaginar que para Sky pudo ser un hecho que la traumara.

Siento mi celular vibrando en el bolsillo de mi pantalón y le contesto a Verónica.

Sky ya había despertado.

Colgando salí por la puerta y pienso que Sky no debería de estar tramando lo que imagino. Cuando le vea tendré una conversación sobre eso. Entenderla creo que me ayudará a facilitar las cosas con el objetivo de tratarla y de que ella obedezca sin tropiezos.

Me detuve justo en frente de la puerta cerrada y al abrir la encontré sola. Sentada con los pies cruzados tiene su celular entre manos centrada mientras escribe.

-Stella-dije con un tono serio pero creo que podía notarse algo de molestia. Ella me mira fruciendo el ceño.

-Sky-corrige y ya sabía que lo haría-No me gusta que me digan Stella.

-Lo sé-camino más cerca hasta llegar a poco de tocar la cama.

-Entonces ¿Por qué lo haces?-pone los ojos en blanco y vuelve a su teléfono.

-Sé porque quieres que te digan Sky.

-No, no lo sabes-continúa con su celular.

-Rizitos de Oro-le recuerdo y miro que detiene sus dedos pulgares. Ella alza su cabeza lentamente y mirándome directo a los ojos entreabre su boca algo sorprendida y miro sus ojos acumular lágrimas.

-¿Cómo lo sabes?

-Tonta-veo salir una lágrima y extiendo mi mano tocando su mejilla, borro ese rastro húmedo-¿Por qué no me lo dijiste antes de gritarme de esa forma? No imaginas cuantas cosas me hizo pensar esa reacción.

-No tenías que saberlo de todas maneras-quita mi mano con un cambio repentino, dejando el celular de lado alza sus rodillas contra su pecho para abrazarlos.

-¿Por qué me hace pensar que tiene que ver con tu comportamiento?

--Siempre he sido así-su voz es raspante y no hace contacto con mis ojos como suele hacer.

-No, no siempre.-niego con total seguridad-Es normal tener un motivo para ser fuerte y vivir, pero uno para morir...SKY espero no tener razón en lo que digo.

-Mis decisiones son eso... MÍAS-lo resaltó con una buena y clara pronunciación

No lo ha negado tan siquiera.

-Parece que tú puedes gritarme, subestimarme e incluso decir que no soy Dios y eso último lo admito pero tú...tú eres egoísta-entrecerre mis ojos algo irritado con ella.

-¿Egoísta?-dice enojada y por lo menos he logrado que me mire-No tienes ni idea de...

-Ni quiero tenerla para ser honesto. Tus padres han removido cielo y tierra para verte libre de tu enfermedad y tú...

-¡Pero es en vano!-volvemos al hecho de que me alce la voz.

-Existen los milagros Sky. Eso es lo que les mantiene con esa esperanza-vi sus labios temblar y se lanzó sobre mi sorprendiéndome, sus brazos me rodearon en la cintura y su rostro lo escondió un poco más abajo de mi pecho.

Mi corazón estalló en latidos acelerados y traté de controlar esto, pero igual estaba sorprendido.

-Olvídalo-la escuché decir con la voz algo quebrada-Nunca voy a entenderlo. Yo solo pienso en que deje de doler.

-Eso lo entiendo-llevé una mano a su cabeza y sentí la suavidad de su cabello fino y oscuro.

Ella no dijo nada más, yo tampoco. Segui acariciando su cabeza mientras sentía como me abrazaba un poco más fuerte. ¿Ella lo disfrutaba? Talvez, pero se que este abrazo lo necesita. Moví mi otra mano sacándola del bolsillo y la llevé a su espalda. Sentía su respirar y ella ¿estará sintiendo mi latidos fuertes?

Sentí que por fin se movía pero no dejo de abrazarme, solo alzo su cabeza y me dolió. Me dolió ver ese rostro triste. Tomé sus mejillas y ella cerró sus ojos.

-¿Qué haces?-le pregunto cuando veo que pone una boca de pico.

-Quiero un beso.

Bien, ya se le pasó.

-No voy a besarte-la trato de alejar tomándola de los hombro pero se aferra como chicle.

-Vamos Evans la atmósfera era tan romántica.

-No sé que tenía de romántico-digo logrando alejarla de mi y cae sentada en dónde estaba.

-Ay que frío eres-se cruza de brazos molesta como una niña.

-Necesitas un psicólogo, lo digo en serio. Cambias de humor tan drásticamente que confundes a cualquiera-arreglo las arrugas de mi ropa.

-O sea ¿te confundo?

-No, no me confundes. Ni un poco.

-Que difícil es saber que pasa por tu cabeza, doctorcito Evans.

¿Doctorcito?

¿Tendré que ser más fuerte con ella?

-¡Sky!...

Tocan a la puerta justo interrumpiéndome.

Se ha salvado por la campana. En este caso por quién toca la puerta.

-Mi chiquita ¿estás mejor? Te traje algo de beber.

No necesito girarme para saber quién es.

-Evans-¿es Kathya, también está aquí? Me doy media vuelta para verla entrando-Acabo de hablar con el doctor Patrick. Está todo arreglado, solo esperando tu orden.

-Perfecto.

-¿Qué es?-pregunta Sky y me dirijo a ella con seriedad.

-Estoy pensando en programar la cirugía para el lunes.

-¿Qué? ¿El lunes? pero eso es en tres días.

-Uh-huh-asiento y tomo su mano, juntos miramos el color de su piel-No puedo demorarlo más-digo y no lo dejo ver pero estoy preocupado.

Ella cerró su mano y sujetó la mía. Mis latidos aumentan una vez más cuando me doy cuenta de su calidez y miro sus ojos. Me suelto de su agarre ignorando... o más bien escondiendo lo que me provoca. Pongo mis manos en los bolsillos de la bata.

-¿Entonces me tendré que quedar?

Debería pero...

-No, ve a casa. Nos vemos el domingo en la tarde. Eso es con la condición que hagas las cosas como son.

-Bien-noté que tensó la mandíbula apretando sus labios.

-Nos vemos hasta entonces-así me despedí para voltearme y miro a Kathya algo hipnotizada con Sky-¿Kathya, no vienes?

La desperté al parecer de algún pensamiento. Asentó con la cabeza enmudecida.

De camino a la consulta a la consulta ella era totalmente callada. Noté que mientas caminábamos me miraba algo ¿raro?

Le pasa algo. Las mujeres son así cuando algo las incómoda o molesta. Aún así no dije nada, esperaba que me contará por ella misma. Pasaron los minutos y finalmente llegamos. Abro la puerta dejándole el paso a ella primero y cerré una vez dentro. Ella se sentó y nada decía.

-Oye Kathya. ¿Pasa algo?-me senté en mi silla detrás del escritorio.

-No. Está bien-dijo pero aún tenía esa expresión de que indagaba en algún pensamiento.

Si, claro. Y yo me lo voy a creer.

-Puedes decirme-le doy la confianza de hacerlo.

-No, está bien. No es nada. Boberías.

Está bien entonces. No quiere decirme y dice que es una bobería, entonces lo es.

Tome la tableta que estaba dentro de la gaveta y encendí la laptop.

-Evans. Algo me dejó pensando, si.

La miré por un segundo ¿por qué sabía que no se lo callaría?. Volví a mirar a la laptop para escribir la contraseña.

-¿Y qué es eso que te dejó pensando?

-Tú nunca has tocado a nadie a menos que sea para examinar.

-¿En serio?-arquee una ceja.

-Evans te conozco y he pasado cada momento contigo conociéndote. Nunca te dejas tocar, ni tocas una mano como lo hiciste con Sky.

Esto me va a volver loco, ¿en serio, por tocar una mano?-puse mis codos en la madera y la miré con toda mi atención y también uso todos mis sentidos para entenderla.

-¿Estás celosa?

-No-respondió de inmediato-pff, por favor, es una niña-dijo que riéndose.

-Solo miraba su color de piel. No hay nada malo en eso ¿o sí?-entrecerré mis ojos esperando su respuesta.

-No lo hay pero he notado que a veces miras a Sky de una forma...no sé. Nunca ví esa expresión en ti.

-¿Y es una expresión...?-confundido quería saber.

-Tierna-esa simple palabra me hizo tragar saliva de forma forzada y quedar congelado.

¿Tierna? No sabía que la miraba de esa forma.

-¿Evans?

¿Kathya lo ha notado? Pero yo no trato de lucir....así. ¿Cómo es que ella puede decir eso? ¿Será que ya se me dificulta el hecho de ocultarlo?

-Nunca te ví tratar a alguien como haces con Sky...pero eso debe de ser por la responsabilidad que tienes con ella.-la observé relajándose de hombros y sonriéndome.

-Si, es eso. Supongo que nos hemos hecho...buenos, amigos.

¿Por qué dude al decir eso? No quiero caer en los jueguitos de Sky. Tampoco quiero arruinar mi relación con Kathya.

-Cambiando el tema-traté de calmar el temblor que me recorría por el cuerpo-Llama al doctor Patrick y pongámonos de acuerdo con la cirugía-ella asentó obediente y tomo su celular.

-Por cierto ¿cenamos afuera esta noche?-dice con mucho ánimo.

Asiento con una sonrisa pero no estoy animado como ella.

De camino en el taxi noté el cielo nublado, parece que también lloverá hoy.

Al bajar y entrar a casa muchos me preguntaron cómo estaba y respondí lo mismo a todos: "Bien, gracias".

No todos sabían de mi condición con exactitud. Para ellos estoy simplemente enferma sin nada que ocacione la muerte, pero por supuesto que no es así.

Mi abuela vino a mi y me abrazo fuerte. Aliviada de verme. estaba cansada así que apenas nos abrazamos dije que iría a mi habitación y justo antes de subir por las escaleras escucho ese señorita Stella que no tolero. Me volteo poniendo los ojos en blanco.

-Joder...Sky...que me digan Sky.

-Lo siento-sonríe apenada y le dejo pasar como a todos-Quería decirle que su amiga Nina llamó y...

-Si, ya lo sé-le interrumpí-le escribí estando en el hospital. Ella vendrá a estudiar para un bendito exámen. La esperaré en mi cuarto, no pienso salir de ahí por ahora.

Subo la escaleras con pereza y termino en mi cuarto. Cambio mi ropa para algo más cómodo y holgado. Me acuesto en la cama sintiéndome un poco mal.

***

Siento una mano en mi hombro y mi nombre a lo lejos.

Abro mis ojos y veo a Nina. Me siento de golpe y lo primero que hice fue mirar por la ventana, estaba atardeciendo.

-¿Cuánto dormí?

-Si no lo sabes tú para que me preguntas.

Ella pone la mochila en el suelo sentándose en la cama. Miró sus ojos humedecer y con mis manos tomos sus mejilla.

-¿Nina?-me entristece verla así de repente-¿Qué te tiene así?

-Ty-su voz quebrada me preocupa y quita mis manos secando sus lágrimas.

¿Le dijo algo que la hirió?

-¿Qué te hizo ese pendejo?-ya se me fue lo relajada por los pies.

-Me pidió ir a una cita, solos los dos.

ª

-Joder. Tu puta madre. Que susto.-me dejo caer de espaldas en la cama.

-¿Qué pasó?

Al menos me libre del infarto por el disgusto.

-Solo una cita, pensé que te había dicho que te odiaba o algo peor.

-¿Me odia?

-No, olvídalo. No es nada...solo el trauma por el rechazo amoroso que llevo.

-Sky me matas a mi del susto. ¿Sabes algo y no me has dicho?

Ty me lo dijo pero no puedo ser arruinasorpresas. ¿Existe esa palabra?

-Nope, nadita de nada. Estoy igual de perdía que tú.

-Sky estoy muy contenta con tan solo saber que saldremos juntos.-dice a punto de llorar por la inmensa alegría.

Ella cae sobre mi abrazándome fuerte y también lo hago.

-Me alegro por ti, mi peliroja teñida.

-Enana.

-Pendeja.

-Tu madre.

-La tuya.

Es normal reírnos luego de los insultos con cariño de por medio.

-Te quiero Sky.

-Igual Nina.

***

Bien han pasado dos horas y ya es de noche.

-Aaaaahhh-grito porque si.

-Ay no grites así de repente.

-Nina me aburro-digo con ganas de llorar-mucha información me bloquea.

-Pero apenas has escrito.

-Por eso.

-Bueno hablemos de las ideas que me vas a dar para mí salida con Ty.

-Ah no, tú te metiste en el lío tú piensas.

-¿Crees que sea una buena oportunidad para decirle por fin lo que siento?

-Honestamente, no sé. Llevas derretida por Ty desde hace años. El día podía haber sido, no sé...¡cualquiera!

-No decimos esas cosas a la ligera, Sky.

-¿Ah no?-siento que he metido la pata, ¿será qué por mostrarme desesperada él me rechaza?

-Y por cierto, que has logrado con este hombre, el doctor.

-¿Mi doctorcito Evans?-suspiro como princesa de Disney.

-Si ese. ¿Ya se han besado?

-Pafff cantidad-dudo.

Él ni siguiera me besa cuando lo hago.

-Lo extraño.

-Pues llámalo.

No es mala idea.

Volvimos a este restaurante familiar que tanto le gustó a Kathya. Debo decir que si es un buen lugar no solo por la comida sino también el ambiente y el buen trato.

Para mala suerte de Kathya la parte superior que es más hermoso por estar bajo las estrellas, no pudo ser. Él tiempo está algo nublado y al parecer lloverá.

Llevo minutos escuchando la hablar de cómo sería nuestra vida de casados. No es que no me guste hablar de esas cosas pero la emoción sobre eso me falta, y mucho.

-Pienso que todo seguiría igual, solo que estaríamos un poco más juntos que antes.

-Cierto. Estuvimos meses alejados a causa de tu último proyecto con los profesores de Harvard.

-Uh-huh.

Tome la copa de vino y tome un sorbo. Junto poniendo la copa devuelta a la mesa mi celular vibraba en el bolsillo de mi pantalón. Lo saqué discretamente mientras Kathya continuaba su cena y Vi el nombre de la persona mas revoltosa que he conocido en todo el planeta Tierra.

¿Sky ahora que?

No sé si contestarle.

-Si me disculpas iré al baño un momento-digo a Kathya poniéndome en pie.

Al llegar al baño ya Sky había colgado, pero sin esperarlo vuelve a llamar. No lo había notado pero es una videollamada.

¿Vídeollamada? Bien, me da igual. Voy a contestar.

Aparece Sky y a su lado una chica que desaparece en un flash. Sky se ríe al parecer mirándola.

-Sky, ¿que ocurre?

-Ay Evans-ella...¿acaba de suspirar? y pone su mano en la mejilla ladrando su cabeza-Que lindo eres. Te extraño.

-Sky, ¿que estás diciendo?-tapo mi rostro por un segundo, maldición me iba a sonrojar.-Ahora no puedo. Llámame cuando pase alguna emergencias.

-Esto es una emergencia. Si no te veo o escucho tu voz me duele en mi corazón.

Arqueó una ceja y ella se ríe cambiando a una expresión más normal.

-Perdona, estudiábamos Literatura y ya sabes cómo se pone Romeo con Julieta-dice poniendo sus ojos en blanco.

-Mentirosa. Ni Literatura, ni Romeo.-escucho a alguien más, de seguro su amiga y ella se ríe.

-Sky, tengo que colgar.

-¡Espera!-acerca el celular a su cara-Ey Nina, ese lugar me suena.

-¿Qué?

Miró a mis espaldas y están los retretes.

-El baño, idiota-dice su amiga y no pude aguantarme, la risa salió.

-No me refiero a eso hija de Godfy y Clara Bella. Lo decía porque allí fuimos una vez cuando querías espiar a Ty, ¿recuerdas?

-¡Ah si! El restaurante Buona Sera.

-Ese, ese. Oye Evans ¿qué haces ahí?

-Sky debo colgar.

-Estás con Kathya ¿cierto?-su rostro es serio y un poco encojida de hombros.

-Si.

-¿Y cuándo cenarás conmigo?

-Cenastes una vez en el apartamento.

-No, eso no. Quiero una cena contigo.

Miró el reloj en mi muñeca.

-Sky, debo colgar.

-Si lo haces no te dejaré tranquilo a menos que me lleves a cenar.

-Lo siento, no te llevaré a cenas. Adiosito.

Cuelgo y guardo el celular.

-¿Intensa la chica?-un hombre a mi lado se lava las manos y sonrió avergonzado.

Volviendo con Kathya. Ella estaba hablando por su celular y al verme cuelga.

-Demoraste.

-Recibí una llamada del doctor Patrick y fue lo que me demoró.

-¿El doctor Patrick? ¿Él te llamó?

Asentí y entrecerró sus ojos. Pregunté si en pasaba algo y ella relajó su expresión y volvimos a la cena.

El celular vibró dos veces en mi bolsillo. Eso es una notificación. Miré disimuladamente.

"Cena conmigo esta noche"

¿Qué?-tomo la copa de vino olvidando a Sky y su insistencia.

El celular vibra dos veces. Miro y leo:

"Si no aceptas ahora comenzaré a mandarte fotos provocadoras"

-No, no lo harás-susurro muy bajo y continuo con la copa en mano.

-¿Qué has dicho?-Kathya llama mi atención y niego diciéndole que no dije nada.

Doy un sorbo a la bebida. Vuelve el celular a vibrar, miro que ha mandado una foto.

Por favor, dime qué no lo es.

"Ella está de espaldas y no lleva ropa excepto por su ropa interior."

Me atoro con el vino y siento que he llamado la atención de los que están a nuestros alrededor. Tomo la servilleta y cubro mi boca. Ha salido vino hasta por mi nariz.

-Evans, ¿te encuentras bien?

-Si, solo me atoré con el vino.

-Ten cuidado.

Asiento y toso aún tapándome con la servilleta.

Miró en mis pies la foto de Sky, su cintura en estrecha y su...está...

-Pequeña traviesa-susurro contra la servilleta y quito la foto.

Otro mensaje y dudo en abrir pero antes que la pantalla se apague miró y mensaje de texto.

"Cena conmigo o me pondré más intensa".

¿Amenaza esta enana ahora?

Entra otro mensaje, una foto.

Abro mis ojos como platos y mi corazón se acelera a la vez que mi respiración se descontrola. Soy un caos en cuestión de tres segundos.

-Ahora vuelvo.-escondí mi rostro de Kathya y salí camino al baño nuevamente. Fui lo más rápido que pude.

Entré en uno de los retretes y cerré la puerta. Quedé quieto poniendo mis manos en la puerta y miré hacia abajo, mi gran problema.

-Mierda, Sky.

"Estaba justo en la misma posición que aquella noche. Sentada sobre su cama con sus pies doblados a cada lado, no se vieron sus senos pero si su abdomen plano y la ropa interior que le quedaba algo pequeña. Se veía tan..."

-Mierda-musito poniendo mi frente en la puerta y cierro mis ojos respirando profundo. Tengo que poner mi mano evitando que palpite de esa manera, llega a doler un poco.

El celular suena y es una llamada esta vez. No necesito mirar para saber quién es.

-¿Cenarás conmigo?

¿Por qué su voz suena algo ronca pero a la vez algo fina?

Tomo bocadas de aire. Y siento mis latidos fuertes. Me eriza la piel.

Sky detente.

-Si-finalmente me rendí-Está bien. Cenaré contigo.

-Oye ¿estás bien?

¿Por qué tu voz me sigue sonando así?...Maldición-muerdo mi labio inferior.

-Estoy bien. Nos vemos más tarde.

Cuelgo sin moverme dejando la mano con el cel apoyada en la puerta.

Nunca sentí esto. Nunca.

-Sky, no juegues conmigo. No lo hagas-estoy agitado.