Te equivocas
Dylan
Con el ceño fruncido aparté la mirada de Will, él llevaba unos cuantos minutos mirándome fijamente y eso me pone nervioso ya que comienzo a pensar que me veo mal, me preocupa como está mi cabello, no sé si tengo ojeras u otra cosa, suspiré. Terminaré loco.
-Así que... grababas videos sexuales... -dije vagamente mirándolo de reojo y él finalmente apartó su mirada de mí.
-Si... era una estupidez -contestó, lo miré con los ojos entrecerrados.
-Si era una estupidez, ¿por qué lo hacías? -pregunté confundido y realmente deseando comprender sus razones para hacer algo tan despreciable, él me miró de una forma extraña.
-Para entretenerme cuando me encontrara aburrido...
Apreté los labios con fuerza al escuchar eso, él lo dijo con mucha calma, al ver mi expresión para nada amigable suspiró.
-No voy a mentirte o a endulzarte las cosas que hice mal, pero quiero que tengas claro que todo eso es solo parte de mi pasado -dijo mirándome, respiré hondo y me acosté. Por lo menos está siendo honesto.
-¿Quién es Lucas? -hice otra pregunta, esta vez con algo de fastidio, me enoja recordar esas malditas fotos de él y ese rubio, miré a Will, él estaba un poco sorprendido. -También vi fotos... -expliqué con una sonrisa forzada, pude notar que eso le enojó, hasta se veía avergonzado.
-Es solo un ex -contestó con sus ojos en los míos, me quedé pensativo y asentí.
-¿Cómo conseguiste que mi padre no te matara? -eso ya lo había preguntado antes pero él no respondió.
-Llegamos a un acuerdo, no tardará en venir a buscarme... -dijo pensativo, arqueé una ceja.
-¿Qué acuer...
-Nos vemos mañana -me interrumpió, él tenía una pequeña sonrisa en los labios, me quedé un poco desconcertado.
Él se acercó mucho a mi rostro mientras miraba mis labios, tragué duro, en un impulso nervioso mi mano conectó fuertemente con su mejilla al pensar que me besaría, abrí mucho los ojos ante la tremenda bofetada que le había dado, miré su mejilla roja, luego miré sus ojos, él estaba mirándome fijamente.
-... ¿lo siento? -dije con duda, él suspiró resignado y negó alejándose de mí.
-Ya lo entendí, solo iba a darte un beso en la mejilla -dijo caminando hacia la puerta. ¿En la mejilla? Como no...
Él me guiñó un ojo y se despidió, pestañee varias veces cuando la puerta se abrió y mi padre enojado lo miró, Will suspiró y salió de mi habitación, mi padre me miró y cerró la puerta tras salir. ¿Qué fue eso?
Dean
Me quedé parado en la puerta observando con temor como Robert maldecía y tiraba las cosas, di un respingo cuando lanzó una silla contra la pared y esta se rompió, está destrozando su nueva oficina, ha estado así desde que llegamos a esta enorme casa. Me duele verlo en esta situación.
Según lo que sé Will sabe lo que hay entre nosotros y usó eso para chantajearlo, al parecer Edward de idiota no tiene nada y para proteger a Will de cualquier problema grabó un video cuando Robert y yo estábamos haciéndolo en la cocina. Will, el muy descarado debe estar hablando con Dylan en este momento.
Abrí los ojos como platos cuando Robert sacó una pistola de una gaveta, en sus ojos había mucho enojo.
-¿Q-Qué vas a h-hacer con eso? -pregunté nervioso y asustado, él me miró desde donde estaba, se sorprendió al verme aquí observándolo.
-¿Cuánto tiempo llevas ahí? -preguntó mirándome con una ceja arqueada, tragué duro, está tan distraído que ni me notó, eso me dolió un poco.
-Robert... g-guarda eso -dije lentamente acercándome con cautela, él me dio la espalda y cargó la pistola, mi corazón se aceleró por el miedo.
Entiendo que esté enojado pero matar a Will no arreglará las cosas, va a empeorar todo. Se ganará el odio de Dylan, irá a prisión y estoy seguro de que Edward hará que todo el mundo vea el video.
-Ese maldito se atrevió a amenazarme -susurró con desprecio, me mordí el labio y me paré frente a él, cuando bajó la mirada para verme a los ojos lo observé con miedo y culpa, yo fui quien comenzó a seducirlo anoche.
-P-Perdóname... si no lo hubiéramos hecho esto no estaría pasando -dije agachando la cabeza, mis ojos se llenaron de lágrimas.
-No es tu culpa -dijo él tras soltar un suspiro, levantó suavemente mi mentón, nos miramos a los ojos por unos segundos, los suyos gris azulados me observaban con tristeza. -Tú y yo nunca debimos estar juntos, Dean.
Me quedé atónito y frío cuando dijo eso con dolor, mi labio inferior tembló con violencia, lo agarré de la mano cuando iba a alejarse.
-¿T-Te a-arrepientes? -pregunté a un segundo de echarme a llorar, él acarició mi mano y negó.
-No, pero tú estás a tiempo, yo... veré qué haré con Will y el video, no quiero que arruines tu vida... -dijo mirándome con afecto, el nudo en mi garganta no me dejó hablar, él soltó mi mano y guardó la pistola.
Ciertamente si ese video se hace público quedaremos muy mal los dos, él cómo un infiel y pedófilo, y yo como un puto rompe familias, todo sería un terrible escándalo.
-Piénsalo bien, no te conviene estar conmigo... si las cosas salen mal con el video no te preocupes... puedo decir que te obligué a hacerlo -lo miré y negué rápidamente. Entonces él quedaría como un violador. Me miró a los ojos y tras unos segundos guardó el arma.
-No Robert... -dije con el ceño fruncido, él se sobo las sienes y se sentó en la silla detrás de su escritorio, hice un puchero y me sentí triste al ver lo cansado que se veía. -Encontraremos una forma de arreglar esto... si Will realmente quiere a Dylan no se atrevería a mostrarlo...
Me acerqué y mientras él me miraba masajee suavemente sus hombros, cerró los ojos.
-Tal vez tienes razón -murmuró y bostezó.
Tenía ganas de ir y estrangular a Will yo mismo, había otras formas de convencer a Robert de que no se llevara a Dylan pero ese malvado director escogió la peor.
Dejando eso aparte me encontraba feliz, cuando veníamos en el auto Robert me dijo que Dylan y yo viviríamos aquí con él, suspiré con una sonrisa y seguí masajeándolo hasta que noté que se había quedado dormido, acaricié sus mejillas y luego me senté en el sofá que había en una esquina, lo miré y sonreí un poco.
Ya no recuerdo a cuantos chicos rechacé y cuantas veces lloré encerrado en mi habitación porque él no se fijaba en mí, yo duraba mucho tiempo arreglándome para él, quería verme lindo, pero él solo me veía como a un hijo más y eso me dolía...
Flashback
Miré por la ventana como Robert salía de su auto y saludaba a mis padres. A mis catorce años sentía mi corazón volverse loco por el padre de mi mejor amigo, por las noches tenía sueños húmedos con él, en mi diario solo estaban escritas mis fantasías con él, eso me avergonzaba mucho, él es un hombre casado y jamás me verá como yo lo veo, además me llevaba más de quince años.
Nadie sabe sobre mis sentimientos, no puedo contárselo a Dylan, me odiaría, y eso es algo que yo no podría soportar. Aparte de mis padres, Dylan ha sido el único que no me ha juzgado por ser bisexual, siempre ha estado ahí para mí, defendiéndome de todo aquel que me molestara, le tomé tanto cariño que hasta llegué a pensar que era algo más, pero ahora tengo claro de quien es que estoy enamorado.
Suspiré y entré bajo el agua tibia de la ducha, tomé el shampoo de cerezas que compré esta tarde, lavé mi cabello con cuidado mientras tarareaba e ignoraba las mariposas en mi estómago, luego enjaboné mi cuerpo con el jabón de menta que también compré hoy, tras unos minutos salí de la ducha y cepillé mis dientes, tomé mi toalla y salí del baño de invitados, tuve que bañarme aquí porque se dañó mi ducha y el agua sale helada.
Cuando iba por el pasillo frené en seco al ver a Robert subiendo las escaleras, con el corazón a millón y con el rostro ardiendo corrí cabizbajo hacia mi habitación.
-Hola Dean -me estremecí al escucharlo y casi se me cae la toalla de los nervios, me detuve y lo miré, él estaba sonriéndome con amabilidad, como siempre.
Me mordí el labio al ver lo atractivo que se veía, casi siempre llevaba ropa formal debido a su trabajo, ahora solo llevaba una camisa blanca y unos pantalones negros, sus ojos estaban en mí y estoy semidesnudo. Esta se parece a una de mis fantasías...
-H-Hola... -susurré bajando la mirada al suelo, él me pone nervioso y actúo horriblemente tímido cuando está, levanté la mirada y me sorprendí al ver que sus ojos estaban recorriendo mi cuerpo, tragué duro cuando se quedó mirando mis pezones, sentí mi miembro ir levantándose y sabía que se notaría a través de la toalla. -¡A-Adiós! -dije y salí corriendo hacia mi habitación, lo último que vi fue una pequeña sonrisa en su rostro.
En cuanto cerré la puerta con el corazón acelerado me acerqué al espejo y me miré, parecía un estúpido tomate, hasta mis orejas estaban rojas, dejé caer la toalla y llevé una mano a mi miembro, puse otra en mi boca para callar mis gemidos mientras me tocaba recordando su mirada, ese hombre me ponía de esta manera.
-Dice Rosalie que bajes -di un respingo al escuchar su voz, dejé de tocarme y agarrando la toalla me acerqué a la puerta.
-E-Está b-bien... -dije apenado, mi voz sonó excitada, juro que escuché una leve risa.
Inflé las mejillas y me vestí con la ropa que había sacado hace horas, un bóxer blanco, una camiseta azul, un pantalón negro y mis vans negras, peiné cuidadosamente mi cabello, tomé un pequeño bálsamo labial que había comprado y me puse un poco, luego lamí mis labios para probar su sabor a fresa.
-Hmn... sabe bien -murmuré y mordisqueando mi labio inferior caminé hacia la puerta.
En cuanto llegué a donde estaban los demás mis ojos fueron a Robert, él estaba sentado en la mesa hablando con mi padre, mordí mi labio con más fuerza cuando me miró de reojo, me senté frente a él mientras mi madre ponía los platos sobre la mesa, la miré, ella es castaña y tiene los ojos negros, al verme sonrió dulcemente, creo que sabe algo sobre mis sentimientos por Robert, supongo que es muy sospechoso que cada vez que él viene me encuentro nervioso y tímido y cuando se va soy todo lo contrario. Miré a mi padre, él es pelinegro y tiene los ojos color café, a pesar de que parece un hombre duro es muy cariñoso.
Tomé un vaso y me serví agua al ver a Robert mirar mis labios con disimulo, varios minutos después me dieron ganas de vomitar cuando iba por el vaso de agua número cinco.
-Y Dean, ¿cómo va el instituto? -preguntó Robert tomando un poco de pasta.
-Bien... -dije en voz baja, él asintió y se quedó mirándome, me aclaré la garganta y eché lechuga en mi plato. -¿Y Dylan como sigue? -pregunté un poco más relajado al ver que mis padres hablaban entre ellos.
-Quería venir pero aun tiene mucha fiebre -respondió mirándome, me quedé pensativo, tendré que ir a verlo. Ayer trepó un árbol de abedul y resultó ser alérgico.
Durante toda la cena me mantuve mirando a Robert, me gustaba ver como sus labios se movían mientras hablaba y como se curvaban cuando sonreía, y me gustaban las cortas pero muy seguidas miradas que me daba, cuando miraba mis ojos o mis labios me ponía más nervioso, ya que hay veces en las que no muestra nada en su rostro y no sé en qué podría estar pensando.
-Estás muy lindo esta noche -dijo mirándome a los ojos cuando mis padres fueron a la cocina, me sorprendí y sentí un zoológico desatarse en mi estómago.
-G-Gracias... -respondí sonriendo, él no dejó de mirarme hasta que sentí mis mejillas calientes, entonces apartó la mirada y mi tonta sonrisa se desvaneció.
Siempre era así, justo cuando pensaba que había algo entre nosotros él se apartaba. Ni siquiera me levanté o hablé cuando comenzó a despedirse de mis padres cuando estos regresaron.
Me quedé mirando mis manos, sentía un gran vacío en el pecho, él regresara a su casa... junto a su esposa, probablemente harán el amor... ¿le dirá cosas lindas mientras lo hagan? ¿Cuando se va piensa en mí? Porque yo pienso en él hasta quedarme dormido.
-Dean -su voz me sacó de mis pensamientos, me quedé algo petrificado al notar cuanto se había acercado a mi rostro, mi corazón estaba por colapsar, no estaba preparado para esto. -Adiós... -dijo suavemente y revolvió mi cabello justo como lo hacía con Dylan, él me miró a los ojos y sonrió, lo observé mientras se alejaba, escuché los pedazos de mi corazón ir cayendo uno por uno...
Fin del flashback
Así fueron las cosas durante años, traté de olvidarlo pero se me hizo imposible, ahora me encontraba muy cerca de él, podía besarlo, acariciarlo, dormir con él, no voy a dejar que me quiten eso. Ni siquiera ese malvado director me lo quitará.
Sonreí cuando despertó unos minutos después, me levanté y me acerqué mientras él me miraba.
-No te alejes de mí -le pedí parándome frente a él, tomé una de sus manos y la llevé a mi sonrojada mejilla derecha, él sonrió levemente y me acarició.
Nos miramos con todo el afecto posible durante unos cuantos minutos hasta que el sonido del teléfono rompió nuestra burbuja de amor.
Algo desconcertado me alejé para que contestara, sin dejar de mirarme tomó el teléfono.
-... si... iré ahora mismo... adiós -dijo y colgó, eso me desanimó un poco, él suspiró y se levantó. -Tengo que salir, nos veremos en la noche -se despidió.
Él se acercó y acarició mi cabello, lo miré con vergüenza, sonrió y acercó sus labios a los míos, nos besamos con suavidad, agarré un poco de su camisa cuando metió su lengua demandante en mi boca, como pude traté de seguirle el ritmo, luego nos separamos por falta de aire, él acarició mis mejillas y tras darme un último beso caminó hacia la puerta.
Murmuré un "te estaré esperando"
Un poco mareado me senté en el sofá, sonreí y acaricié mis labios, aun soy algo torpe con esos besos tan intensos, tragué duro y segundos después caminé hacia la puerta por la que él salió.
Lo vi bajando las escaleras con una expresión de fastidio, a su lado venía un pensativo Will, los dos me miraron por unos segundos hasta que me alejé de allí con el rostro caliente.
Miré hacia las paredes de cristales del pasillo en el que estaba, afuera había dejado de llover, a Dylan le va a dar algo cuando vea esta casa por completo, conociéndolo estoy seguro de que ni se dignó a verla. Viéndole el lado bueno, tiene una piscina.
Caminé de regreso a las escaleras cuando Robert y Will se fueron, las subí rápidamente y miré alrededor con cansancio, ¿cuál de todas es la habitación de Dylan?
Abrí y cerré puertas con fastidio, miré una que había al final de un pasillo, caminé hacia allá y la abrí, mi mejor amigo estaba tirado en la cama mirando al techo, entré y miré alrededor con sorpresa.
-Luce exactamente igual a la otra, ¿verdad? -preguntó mirándome, asentí y me acerqué a la cama, en cuanto me senté él puso su cabeza en mis piernas para que acariciara su cabello, y eso hice.
-¿Qué pasará entre el director y tú? -pregunté preocupado, él suspiró y me miró, había un extraño brillo en sus ojos azules.
-Él quiere una relación... -susurró y se mordió el labio inferior, lo miré con las cejas arqueadas, él hizo un puchero. -Le dije que no -dijo a la defensiva, asentí sorprendido y aliviado, no confío en Will. -... por ahora... -murmuró, me quedé mirándolo con escepticismo. -¡¿Qué?! -preguntó enfurruñado al ver mi mirada.
-Seguro mañana estarán aquí teniendo sexo -dije muy confiado de mis palabras, él se mostró indignado.
-Te equivocas -contestó sin más, acaricié su cabello. Espero estarlo...
Daniel
Me reí malvadamente al ver como Ashley la niñera freía huevos con una expresión de puro terror, tenía miedo de quemarse así que utilizaba una tapa enorme como escudo entre ella y la sartén.
-Dani ya me voy, pórtate bien -corté mi risa malévola cuando mi padre entró en la cocina, le sonreí, él arqueó una ceja mirando a Ashley, la cual bajó lentamente su escudo y lo miró apenada. -Adiós Ashley, Dani cuida a tu hermana.
Nos despedimos de él, en cuanto salió Ashley siguió con su extraña manera de cocinar, arqueé las cejas al ver que sacó los huevos llenos de aceite.
-Abigail no se comerá eso ni muerta -dije mirándola, ella hizo un puchero y comenzó desde cero.
Abigail y yo llegamos hace unos minutos de visitar a Dylan y a Dean, este último nos había dicho que se mudarían y todos fuimos depresivos hacia allá, pero luego el hermano de Dylan nos contó que no se irían de la ciudad.
Mi hermana está un poco enferma así que Ashley está haciéndole de comer para que "se sienta mejor" pero más bien parece que quiere matarla. Mis ojos fueron a la encimera, allí estaba su celular, la miré, ella estaba concentrada en hacer los huevos sin quemarse, me acerqué a su celular y lo tomé.
-¿A dónde vas? -preguntó cuando me levanté, tragué duro y escondí con disimulo el celular.
-A ver a Sophie -dije y ella no me hizo caso, corrí hacia la habitación de mi hermana pequeña, la cual estaba durmiendo en su camita.
Saqué el celular, quería saber que era lo que Ashley tanto escribía, bufé al ver todos los brillitos rosas que tenía el celular por atrás, aunque no se veían feos.
Mis ojos se abrieron con horror y todo mi rostro se calentó al abrir y leer sus notas.
-Abigail, mi hermosa rubia de cabellera larga y grandes pechos, lamió sus dedos sensualmente mientras me miraba con deseo, gemí y abrí más las piernas, ella metió dos dedos en mi va...
Dejé de leer sintiendo mi cuerpo congelado, ¿qué clase de pervertida es Ashley? Deslicé mi dedo hacia abajo con las mejillas ardiendo.
-Grité con fuerza al sentir su lengua dentro de...
Lancé el celular lejos y casi chillo del terror al imaginar a Ashley y a Abigail haciendo esas cosas.
-Mátenme, mátenme, mátenme... -susurré asustado sentándome en el suelo y jalándome el cabello.
Sophie despertó y me miró somnolienta, vino hacia mí dando lentos pasos, la abracé y acaricié su cabello rubio.
-¿Qué tienes? -preguntó mirándome con el ceño fruncido, negué y la abracé, ella me abrazó protectoramente con sus pequeños brazos.
-Daniel...
Miré hacia la puerta y vi a Harry allí mirándonos con ternura, me sonrojé, Sophie se alejó y dando palmaditas se acercó a Harry, el cual la tomó en brazos.
-¿Se están divirtiendo? -preguntó mirándome de reojo, Sophie negó.
-Dani está asustado -me delató con inocencia, negué nervioso cuando Harry me miró fijamente, me levanté y recogí el celular de la niñera pervertida.
-Vengo ahora -dije caminando hacia la puerta, salí de allí dejando a mi novio con mi hermana.
Harry y yo llevamos varios días saliendo en secreto, no hemos hecho nada más allá de darnos inocentes besos... Bueno, algunos no tan inocentes, estoy muy seguro de que él quiere que tengamos relaciones, he tenido que detenerlo varias veces cuando las cosas se calientan demasiado.
Me da miedo el solo pensar que quiere meter a su pequeño Harry en mi trasero. Creo que soy yo quien debería meter el mío en el suyo.
Hice un puchero mirando hacia abajo, el mío es tan pequeño que seguro no sentirá nada. Suspiré, en estos días he estado preparándome psicológicamente para hacerlo con él, pero no sé si estoy listo.
Busqué a la niñera pervertida por toda la casa pero no habían señales de ella, caminé hacia la puerta al escuchar el timbre, le sonreí y saludé a mi tío Will al verlo al otro lado de la puerta, corrección, primo Will, él dice que se siente algo viejo si decimos que en realidad es nuestro tío, lo dejé pasar y fui a la cocina.
Dejé el celular de Ashley en la encimera, luego caminé de regreso a la habitación de Sophie.
-... iremos a ver a mami... -en cuanto entré vi a Will cambiándole la ropa a una emocionada Sophie, ella estaba sonrojada y daba saltitos, se pone así cada vez que Will viene.
-¿Podemos ir por un helado después de visitar a mami? -preguntó Sophie, Will asintió poniéndole unos zapatitos rosas, él la consiente en todo lo que ella quiere, y eso que según él no le gustan los niños.
Pero hasta él ama a Sophie, es una niña de tres años, rubia y con ojos azules al igual que Abigail y yo.
Harry estaba observándolos, caminé hacia él y sin decir nada me paré a su lado.
-Vámonos -dijo Will sonriéndole a Sophie y cargándola, se despidieron de nosotros y salieron por la puerta hablando sobre helados.
Le sonreí un poco a Harry, él estaba en silencio, pasé saliva y caminé hacia la puerta, él me siguió. Sabía que tenía preguntas, todos las tienen tras venir varias veces a mi casa y no encontrar jamás a mi madre.
En cuanto entramos al salón del piano cerré la puerta y me quedé recostado de esta observando a mi novio.
-¿Dónde está tu mamá? -preguntó en voz baja, sentí mi cuerpo frío.
-Muerta... -respondí en un susurro, lo miré, sus ojos verdes no mostraban lástima, se veían interesados. -Murió hace un año, ella estaba embarazada, iba a tener otro niño... yo iba a tener un hermanito pero mi madre tuvo serias complicaciones en el parto -dije recordando ese día, Harry me miró expectante. -Recuerdo que Abigail me abrazó llorando, no entendía nada de lo que ella me decía, solo sollozaba y murmuraba... cuando vi a Will y a mi padre llorando lo comprendí, sabía que ese día llegaría, desde que tengo memoria sé que mi madre ha estado enferma, durante su embarazo pasaba mucho tiempo con Abigail y conmigo... nosotros estábamos muy felices por eso, pero no entendíamos por qué nuestro padre lloraba casi todas las noches en su habitación, no sabíamos que esos nueve meses fueron una despedida... mamá sabía que no sobreviviría al parto... y así fue... pero el bebé nació con problemas y no duró más de dos minutos con vida... ellos murieron.
Ha pasado un año, aprendimos a sobrellevarlo. Además es como dice mi padre, mamá y mi hermanito están en el cielo cuidándonos, pensar eso me hace feliz.
Miré a Harry y sonreí levemente para animarlo al ver su mirada triste, él se lanzó a mis brazos dejándome muy sorprendido, nos abrazamos en silencio, tragué duro al sentir mi corazón acelerarse.
-Harry... -lo llamé con duda unos minutos después, él me miró, mordí mi labio con fuerza. -V-Vamos a mi... ha... h-habitación... -susurré nervioso y excitado, sus ojos se abrieron mucho, pasé saliva cuando me cargó y algo apresurado salió del salón, mis dientes no dejaban de castañear mientras él subía las escaleras.
Escondí mi rostro en su cuello y di un respingo al sentir sus manos en mi trasero, tragué duro cuando entró en mi habitación y cerró la puerta...
Dean
Dylan se había quedado dormido, saqué mi celular del bolsillo al sentirlo vibrar. Era un mensaje de Cameron, arqueé una ceja al leerlo.
-Salgamos esta noche...
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