¿Quieres probarlos?
Dylan
Me paré a respirar con tranquilidad luego de notar que habíamos dejado a Will muy atrás, miré a Dean, él estaba respirando con dificultad, luego comenzó a reírse.
-No quiero ni ver como se pondrá cuando se dé cuenta -dijo él echando su cabello hacia atrás y mirando hacia la dirección en que vinimos.
-Se dio cuenta desde que echamos a correr...
Respondí sin poder reprimir una sonrisa nerviosa.
Flashback~
-Dejen sus demostraciones cariñosas para cuando estén en privado.
Arqueé una ceja y sonreí con burla al escuchar a Will decirnos eso mientras nos miraba con escepticismo.
-Fue solo un abrazo... además, si mal no recuerdo usted estaba haciendo lo mismo hace un rato -dije con inocencia mientras lo miraba.
La mirada que me lanzó me hizo sentir pequeño a su lado, era una mirada que decía "oh no. No debiste haber dicho eso"
-Director, necesito que firme estos papeles...
Mathew, el chico del invernadero, lo interrumpió y le mostró unos papeles. En cuanto me vió me sonrió, igual a Dean, aunque este le sacó la lengua y lo miró mal. Will tomó los papeles en sus manos y nos echó un vistazo.
-No se muevan de aquí -dijo mientras nos miraba fijamente y tomaba el lapicero que le estaba pasando Mathew. Le sonreí como un niño bueno.
En cuanto su atención se centró en leer los papeles, agarré a Dean del brazo y con pasos lentos y silenciosos comencé a alejarnos de Will. Dean y yo nos miramos y luego echamos a correr a toda velocidad. Mire hacia atrás, Will me estaba mirando sin sorpresa alguna, más bien tenía una sonrisa que me causo un escalofrío, es como si hubiera estado esperando que escapáramos.
Le sonreí con burla, tratando de ocultar los tremendos nervios que tenía. Seguí corriendo con Dean...
Fin del flashback~
-Aunque no lo sé... hay algo que no me cuadra... si nos vio escapando, ¿por qué no nos llamó ni dijo nada? -preguntó Dean como un niño asustado, yo me mordí el labio y negué.
-Seguro se dio cuenta de que nos iba a regañar sin ninguna razón, un abrazo no es para tanto -dije deseando que así fuera.
Dudo mucho que esa fuera la razón. Además, ¿qué rayos era esa sonrisa de sádico que tenía? Me duele el estómago de solo recordarlo.
-Mmm... yo creo que estaba celoso.
Miré a Dean con las cejas arqueadas. ¿Will celoso? No lo creo, ese hombre me dejó muy claro que no quiere saber de mí.
-¿Por qué crees eso? -pregunté por simple curiosidad.
-Bueno... ¿por cuál otra razón sería? Hoy he visto a muchas personas abrazándose en los pasillos, y en el salón de ceremonias, él también los vio. Entonces, ¿por qué solo nos llama la atención a ti y a mí?
Me quedé pensando en eso que dijo Dean. Lo creería yo también si no fuera de Will de quien estuviéramos hablando.
-Yo pienso que solo quiere joderme.
Fruncí el ceño al ver la mirada picara de Dean.
-Eso no lo dudo... -dijo él con un tono burlón. Sentí mi rostro calentarse, lo asesiné con la mirada. Dean siempre le busca un doble sentido a las cosas.
-¡Hey! ¡Dean, Dylan!
Miré hacia la izquierda al escuchar a Harry gritar, por el pasillo venían él y Shelly.
-Chicos, estamos planeando salir esta tarde a la pista de patinaje. ¿Qué dicen, se apuntan? -preguntó Harry con un tono animado, Dean asintió de inmediato, en cambio yo lo pensé.
No tengo ganas de salir hoy, pero al ver la expresión de Shelly mientras me miraba, cambié de opinión.
-Está bien -dije mirándolos, ellos asintieron con sonrisas. Luego Dean y Harry comenzaron a hablar de sabrá Dios quien.
-Qué bueno que vas a ir, esos dos se van a su mundo y me dejan abandonada -dijo Shelly mirándome y luego a Dean y a Harry.
-Eso noté -contesté riendo un poco.
No sé si ella se dio cuenta pero en su rostro estaba escrito "ve por favor"
-Intercambiemos números, así estaremos en contacto -dijo ella mientras sacaba su celular, yo hice lo mismo.
A nuestro lado pasó Abigail, sus rubias no estaban con ella.
Me quede mirándola, ella me dedicó una pequeña sonrisa y siguió su camino sin mirar atrás.
Volví la vista al frente, Shelly estaba absorta mientras miraba hacia donde Abigail había ido.
-Ya nos vamos, Dean -dije al ver la hora en mi celular, ni me había dado cuenta de cuando tocaron la campana para irnos.
-Okey, nos vemos luego -dijo él mirando desde Harry hasta Shelly.
Nos despedimos y caminamos hasta la salida.
-Ha sido un día interesante.
Asentí de acuerdo con sus palabras, aunque este día me ha causado un dolor de cabeza enorme.
-¡Dylan! Toma el libro que me prestaste -me giré al escuchar a Harry decir eso, él había venido corriendo. Tomé el libro y lo guardé en mi mochila, él sonriendo se dio la vuelta y se alejó.
Giré la cabeza y me quedé mirando su extraño andar, iba dando saltitos mientras saludaba a todo el que veía.
Levanté la vista al cielo y admiré lo poblado de nubes que estaba, mi mirada se dirigió a uno de los grandes ventanales que había en el segundo piso del edificio más grande del instituto.
Agité suavemente la mano en señal de despedida y le sonreí de lado al dios griego que tengo como director, el cual estaba mirándome desde la ventana, lo vi negar varias veces mientras me miraba, me dio la espalda y se alejó, pero pude ver la pequeña sonrisa que tenía, me di la vuelta y trotando fui hacia donde estaba Dean.
-Ni siquiera preguntaré porqué estás sonriendo como idiota...
Dejé de sonreír de golpe cuando dijo eso. Sin decir nada más caminamos hacia nuestro apartamento...
. . .
Desperté al sentir mi celular vibrar sobre mi pecho, bostecé y mis ojos se aguaron, me los restregué y miré el mensaje que me había llegado.
Shelly - Nos vemos en diez minutos, Harry y yo estaremos junto a la fuente, en la plaza.
Está bien, allá nos vemos-
Visto: 6:45 p.m.
Me levanté de la cama y luego de decirle a Dean que se arreglara, entré a darme un baño...
Shelly
Me miré nuevamente en el espejo. ¿Así estoy bien?
Me pregunté por décima vez al ver mi atuendo.
-Si estúpida, así estás bien...
-Además, ¿por qué te preocupas tanto? ¿Para quién te estás arreglando?
Me di una cachetada, debo dejar de hablar conmigo misma.
Me miré otra vez. Llevaba unos pantalones negros ajustados, una remera azul y mis vans de flores, agarré mi cabello en una coleta y me puse un poco de brillo labial.
Miré la hora en mi celular, Harry ya debe de estar esperándome. Salí de mi habitación. Me despedí de mi madre y en cuanto salí del apartamento me dirigí al ascensor.
Entre en él y presioné el botón del primer piso.
Las puertas se abrieron en el tercer piso, resoplé al ver a Abigail frente a mí. Desgraciadamente un primo suyo es mi vecino, por lo que la veo muy seguido merodeando por aquí.
Ella se quedó ahí parada mirándome, la miré de arriba abajo, llevaba un vestido corto blanco y unas zapatillas del mismo color, miré con disimulo sus piernas. No puedo negar que la chica tiene un cuerpo de infarto, miré su rostro, tuve que apartar la vista de sus ojazos azules que me miraban atentamente.
Para mala suerte mía, mis ojos se dirigieron al escote de su vestido, donde estaban esos pechos que me hacían querer tocarlos para descubrir si son reales o si es solo silicona, pasé saliva con disimulo y miré a otra parte. Ella entró antes de que se cerraran las puertas.
Podía notar que estaba luchando para no mirarme. Pienso que Abigail es toda una zorra. ¿Que se ha tirado a medio instituto? No lo dudo ni por un segundo. Es una niña de papi y mami.
Varias veces a fingido inocencia delante de mí, ¿es de esa manera que atrapa a los idiotas? Eso conmigo no funciona.
-Sh...She... -las puertas del ascensor se abrieron en cuanto ella susurró cosas que no entendí.
Me quedé unos segundos mirándola con expectación, su rostro se puso muy rojo, luego salió corriendo del ascensor dejándome con varias preguntas en mente...
Suspiré y caminé fuera del edificio, salí a la calle y caminé hacia la casa de Harry que estaba a unas dos cuadras.
. . .
Harry y yo nos sentamos en un banco cerca de la fuente, lo miré, él se estaba comiendo con muchas ganas el helado que me hizo comprarle.
-Agsi que te encontragste con tu espogsa...
Lo fulminé con la mirada, él sonrió con la boca llena de helado.
Harry es mi mejor amigo desde que tengo memoria, no tengo ni que decirle cuando me siento mal, él se da cuenta de inmediato, aunque es algo distraído para algunas cosas.
-¿Hasta cuangdo vas a fingirg odiargla? ¡¡¡¡ARGHHHHG!!!! ¡¡¡SE ME CONGELÓ EL CEREBRO!!!
Gritó como loco haciendo que varias personas nos miraran, solté una malvada carcajada.
-Eso te pasa por hablar de más -dije mirándolo y pasándole una servilleta para que se limpiara los labios, él hizo un puchero.
-Hey... hablando del diablo... ¿no es esa tu esposa?
Miré de inmediato hacia donde él estaba mirando, en un restaurante que había más allá, estaba Abigail junto a un chico, los dos agarrados de la mano estaban entrando, lancé un bufido e ignoré esa escena.
-Ella solo está trabajando -su trabajo de zorra.
Harry con la cucharita del helado en la boca se quedó mirándome.
-Si tú lo dices... luego no te arrepientas cuando te la quiten.
Apreté las manos en puños y miré otra vez hacia el restaurante, que tenía paredes de cristal, ellos estaban sentados. La miré a ella, no estaba sonriendo de verdad. Se nota que se siente incómoda, pero entonces, ¿por qué no lo deja? Porque ella solo quiere uno más para agregarlo a la lista...
Dylan
Dean y yo nos acercamos a la fuente en cuanto llegamos a la plaza. Miré alrededor buscando a Harry y a Shelly.
-Están por allá -dijo Dean tomándome del brazo y caminando hacia algún lugar. -¡Holaaaa! -exclamó en cuanto nos acercamos a ellos.
Ellos nos saludaron, Shelly se puso a mi lado, muy cerca de mí debo decir, cosa que me pareció extraña pero no dije nada.
-Vamos -dijo ella, todos asentimos, ella me tomó del brazo.
Mmm... Esto está raro.
-¿Por qué siento que estoy siendo utilizado? -pregunté en un susurro a su oído, ella se sobresaltó un poco y me miró con pena.
La verdad es que desde que nos acercamos a ellos vi más allá en un restaurante a Abigail. Shelly me usa para darle celos a ella.
-Lo siento -dijo avergonzada y soltando mi brazo.
-Tranquila, no me molesta que me uses -respondí con un tono coqueto, ella me dio un manotazo que casi me hace llorar.
-¿Qué dijiste? -preguntó arqueando las cejas. Me reí, esta chica me agrada.
-Nada... -dije mirándola, ella sonrió y ambos seguimos a Harry y a Dean.
-Pagaré yo ya que fui quien los invitó, pero para la próxima lo harán ustedes -dijo Harry sacando su billetera cuando subimos hasta el piso donde estaba la sala de patinaje.
Todos asentimos, y entramos lugar. Harry pagó por todos, luego nos pusimos los patines que nos trajo un chico.
-¿Sabes patinar? -me preguntó Shelly levantando un poco la voz para que se escuchara a través de la música.
Ella estaba agarrada con fuerza de la barandilla, yo asentí y la tomé le las manos, ella chilló en cuanto hice que se soltara.
-Relájate... -dije riendo al ver lo tensa que estaba, ella asintió. Comencé a patinar suavemente sin soltarla.
De pequeños, a Dean y a mí siempre nos ha gustado el patinaje. Miré en su dirección, él y Harry lo hacían sin ningún problema.
Shelly perdió el equilibrio y se cayó jalándome con ella hacia el suelo, nos reímos y nos levantamos.
-Hey... ¿no son esos la rubia reina y tu hombre? -me preguntó Dean en un susurro, a pesar de que desde aquí podía escuchar el sonido de mi tembloroso corazón, no me giré a verlos.
-Que bien.
-¿Damos una vuelta? -preguntó Shelly mirándome, se veía un poco, ¿nerviosa?
Asentí y agarré una de sus manos, comenzamos a patinar lentamente, fruncí un poco el ceño, su mano estaba helada y su rostro pálido.
-¿Estás bien? -le pregunté frenando y poniendo una mano en su frente, ella asintió.
La miré con duda, ella llevando el ritmo siguió patinando sin soltarme, pude sentir varios ojos sobre nosotros.
De reojo y sin querer miré hacia donde estaba Will, y en efecto, allí estaba él, Abigail y un chico más. Se estaban poniendo patines, Will me estaba mirando, tragué duro al ver lo bien que se veía con esa camiseta que marcaba sus músculos, y esos pantalones negros.
-Dylan... mira al frente...
-¡Auuchhhh! -me quejé al sentir como impactaba contra la pared. Esto me pasa por estar viendo lo que no debo ver.
-¿Estás bien?
Frotándome la nariz miré a Shelly, ella me miraba con algo de preocupación.
-Sí, no fue nada -dije sonriéndole con tranquilidad aunque sentía mi nariz arder.
-Creo que deberías ponerte algo de hielo -dijo ella tomándome del brazo y patinando hacia la salida de la pista.
-No, no, estoy bien -respondí tratando de resistirme, hacia donde ella me está llevando es por donde están Will y Abigail.
Shelly no escuchó mis palabras y siguió patinando hacia allá.
-Dylan, sí que andas distraído.
Asesiné a Dean con la mirada cuando llegó a nuestro lado carcajeándose.
Él me sonrió y agarró uno de mis brazos.
-Y tú Shelly, parece que estás por desmayarte -dijo Dean mirándola con curiosidad. Puff, salió muy observador el niño.
-Eso es porque su esposa anda con...
-Harry.
Harry se calló al escuchar el tono amenazante de Shelly.
Miré a Dean en cuanto lo sentí picarme con un dedo.
-Tu hombre tiene un nuevo amiguito -susurró este mirando hacia donde estaba Will hablando con el chico con el que vino.
-Como si me importara.
Me crucé de brazos y dejé de mirarlos, Dean sonrió y agarró a Harry de los brazos, los dos se fueron patinando y cantando a todo pulmón Drag Me Down de One Direction.
-Son tal para cual.
Asentí de acuerdo con las palabras de Shelly. Les di una última mirada a Will y al chico. Shelly me hizo sentarme en una de las bancas que estaban cerca de la pista.
-Quédate aquí, iré a buscar hielo -dijo mirándome y apartándome el cabello de la frente, yo asentí.
Ella se alejó y yo me quedé mirando a Dean y a Harry patinar.
-¡Dylan!
Giré el rostro y le sonreí a Abigail, ella me correspondió y se acercó.
-Vi lo que te paso, ¿te sientes bien? -preguntó mirándome, yo me sonrojé un poco. Si ella lo vio seguro que Will también.
-Si... -dije en un susurro, ella se rió y se sentó a mi lado.
-Oh... ¿no sabes patinar?
-No, apenas estoy aprendiendo -mentí sin mirarla a los ojos. No voy a admitir que choqué contra la pared por andar mirando a Will.
-Qué raro... cuando llegamos vi que lo estabas haciendo muy bien...
Levanté la vista del suelo y miré a Will, sus ojos tenían un brillo de diversión mientras me miraba. Me relamí los labios y lo miré fijamente. Estúpido Will.
-Aprendo rápido, señor director -respondí sin apartar la mirada de sus intimidantes ojos verdes.
No me había dado cuenta en el momento en que él y el chico se acercaron.
-Por supuesto -susurró él casi inaudible, entrecerré los ojos al ver su mirada burlona.
-Dylan, él es Daniel, mi hermano -dijo Abigail mirando al chico que estaba al lado de Will.
Me quedé mirándolo, ahora que lo veo mejor noto que él se parece a Abigail, era rubio y sus ojos eran azules al igual que ella, aunque era un poco más bajo que yo, él tenía una tímida sonrisa.
-Hola -dije con un tono amable, él se sonrojó un poco y se escondió detrás de Will.
-Ho-Hola -susurró, no pude evitar sentir ternura al ver lo tímido que era.
Will me miró con una ceja arqueada y luego abrazó protectoramente a su primo.
-¿Verdad que es muy lindo nuestro Daniel? -preguntó él acariciándole el cabello a Daniel. Asentí con una sonrisa forzada ignorando las extrañas ganas que tenía de despegarlo de ese chico y de darle una bofetada a mi estúpido director.
El golpe con la pared me afectó el cerebro. Miré alrededor buscando a Shelly con la mirada, ¿dónde se metió?
La vi más allá mirando con duda hacia acá, al sentir mi mirada sobre ella comenzó a acercarse.
-Hola... -saludó en voz baja en cuanto llegó, Will y Daniel le devolvieron el saludo, menos Abigail que se quedó mirando hacia otro lado.
Shelly puso sobre mi nariz con algo de rudeza la bolsa con hielos que había traído.
-Ay, ¿quieres matarme? -pregunté con temor, ahora la nariz me dolía más.
-Lo siento -dijo ella con arrepentimiento, miré de reojo a Abigail.
-Lo haré yo mismo -dije con un tono nervioso al ver la mirada de recelo que tenía Abigail.
-Si eso quieres... -respondió ella soltando la bolsa, yo la tomé y me la puse en la nariz.
-Sheeeellyyy, patinemos -llegó Harry canturreando y sonriéndole. Él no le dio tiempo a responder pues se la llevó rápidamente.
-Daniel vamos a patinar -dijo Abigail haciendo un puchero y llevándose a su tímido hermano hasta la pista, dejándome a solas con Will.
Esperaba que se fuera, pero para sorpresa mía él se sentó a mi lado.
-¿Viniste a cazar niños lindos? -susurré con un tono burlón mientras me quitaba los hielos de la nariz, sonreí al ver la mirada asesina en sus ojos.
-Dylan, Dylan... eres insoportable. ¿A caso tú viniste a desnudar hombres con la mirada?
Sentí mi rostro más caliente que un horno al escuchar eso, me mordí el labio inferior con fuerza y dejé de mirarlo.
¿Fui tan obvio al mirarlo cuando llegó?
Inflé las mejillas al escucharlo reír a mi lado.
-¿Te sientes bien? Tu rostro está muy rojo -dijo con un tono de falsa preocupación, me levanté de un tirón de la banca.
-Tengo que ir al baño -dije sin mirarlo, sin esperar respuesta me quité los patines rápidamente y caminé hacia el baño.
. . .
Dejé de maldecir a Will en mi mente y me miré en el espejo del baño, mi cabello estaba algo desarreglado, mis mejillas estaban muy rojas, al igual que mis labios por morderlos tanto.
Suspiré pesadamente, ¿por qué tenía que encontrarme con él?
Bajé la mirada a mis manos, me quedé pensativo por unos segundos, luego volví a mirar al espejo.
Casi grito del susto al ver el reflejo de Will en el espejo. Él estaba detrás de mí, lo miré. Sus mirada estaba clavada en mis labios, mire los de él, eran finos y un poco rosados.
-Sr. Director, ¿por qué me mira así? -pregunté fingiendo inocencia. Sé muy bien que la única parte de mi cuerpo que Will no ha probado, son mis labios...
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