Mi jodido príncipe azul
Dylan
Me cambié rápidamente la ropa, hace unos minutos recibí un mensaje de Dominik. Me asomé por la ventana y maldije al ver el auto de mi hermano más allá acercándose a gran velocidad, reaccioné y me puse mis vans, tomé mi mochila y corrí fuera de la habitación.
Whisky, quien había estado durmiendo junto a la puerta despertó y jugueteó a mis pies, lo miré y suspiré, sin decir nada entré en la sala, el grupo de idiotas seguía reunido, traté de no mirar a Will pero fue imposible, sentí una punzada en el pecho al ver lo triste que se veía mirando fijamente un vaso de whisky, cuando levantó la mirada y nuestros ojos se encontraron sentí mis mejillas arder y mi corazón latir como loco. ¡Odio reaccionar así por él!
Aparté la mirada de sus hermosos y tristes ojos y caminé hacia la puerta.
—Dylan... —lo ignoré cuando me llamó, sabía que si me detenía me echaría a llorar en sus brazos, corrí cuando lo escuché levantarse, también ignoré los pequeños ladridos de Whisky.
Abrí la puerta y la cerré en cuanto salí, vi a mi hermano saliendo de su auto, al verme corrió hacia mí y sin decir nada me abrazó protectoramente, escondí mi rostro en su pecho y lo abracé sintiéndome tranquilo, hasta que él acarició mi cabello y mi labio inferior comenzó a temblar.
Me alejé lentamente, si seguía abrazándolo comenzaría a llorar y lo último que quiero es que Dominik me vea así.
—Vámonos —dije en voz baja sin mirarlo, caminé un poco pero me detuve al notar que no me seguía.
Suspiré con pesadez al ver su mirada de interrogación, él miró fijamente mi rostro. Dominik tiene 18 años, es alto, casi más que papá, tiene el cabello castaño como nosotros pero sus ojos son grises al igual que los de mi madre, sus labios son finos, él no es muy atlético pero aún así tiene un buen cuerpo, él estaba cruzado de brazos, me relamí los labios y miré nervioso hacia la puerta, Will no tardará en venir.
—¿Por qué estás aquí? —preguntó con calma y sospecha, pasé saliva y miré hacia la puerta.
—Te lo diré cuando nos vayamos —dije mirándolo con suplica, él arqueó una ceja y miró atrás justo cuando Will salió, Dominik miró desde él hacia mí y viceversa con una cara de incredulidad.
—P-Puedo expli...
—¿Tú lo hiciste llorar? —me interrumpió Dominik fríamente acercándose a Will, el cual no dejaba de mirarme de una forma rara, ¿está borracho?
—Dylan... te...
Me llevé una mano a la boca cuando Dominik le dio un puñetazo y Will soltó un pequeño quejido de dolor, ignorando las ganas de matarlo me acerqué a mi hermano y lo agarré del brazo al ver su intención de golpearlo otra vez.
—Déjalo y vámonos —mascullé un poco enojado, Dominik me miró de tal forma que sentí un nudo en la garganta, él sí que estaba enfadado.
Miré de reojo a Will, él estaba maldiciendo con una mano en su labio sangrante, me preocupé al ver su expresión de dolor, solté a Dominik y me acerqué a Will pero antes de que llegase a tocarlo mi hermano me agarró y me subió en su hombro.
—Ahora sí nos vamos —dijo al ver a los amigos de Will acercarse con caras para nada amigables, Dominik corrió hacia el auto, yo me quedé mirando a Will, el cual me pedía que no me fuera con la mirada.
—Te amo —moví mis labios diciendo aquello tan honesto que sentía dentro de mí, me decepcioné al ver que no comprendió lo que dije.
Con cada paso que Dominik daba sentía que la brecha entre Will y yo crecía, mirándolo no pude evitar soltar unas pequeñas lágrimas. ¿Este es el adiós?
No pude verlo más porque Dominik me subió al auto y cerró la puerta, abracé mi mochila cuando él entró y aceleró de inmediato, enterré mi rostro en ella y no pude evitar llorar en silencio nuevamente.
Él no dijo nada mientras conducía, minutos después cuando pude dejar de llorar me quedé absorto observando la fría noche a través de la ventana, sentía mis ojos ir cerrándose lentamente, antes de quedarme dormido pude sentir una suave caricia sobre mi cabello...
—W-Will...
. . .
Cuando abrí los ojos noté que me encontraba en mi cama, miré por la ventana y vi que era de tarde, dormí por mucho tiempo.
Me senté de lado y tuve que llevarme una mano a la cabeza, me dolía muchísimo, me levanté lentamente y caminé hacia el baño, llené la tina y después de quitarme la ropa me metí en ella.
Sintiéndome vacío observé varios chupones en mi vientre, eché mi cabeza hacia atrás y recordé como Will fue dejando besos y marcas por todo mi cuerpo mientras decía que yo era suyo, eso fue tras las dolorosas pero excitantes nalgadas que me dió.
Mentiras, todas las cosas que me dijo sólo eran mentiras. Lo triste es que las creí, todas y cada una de ellas. Él es un perfecto mentiroso y yo un gran tonto.
Escuché un pequeño ruido, jugué con el patito amarillo que había en el agua.
—Deja de espiarme, Dominik —dije sin mirar hacia la puerta, la cual se abrió segundos después y mi hermano entró.
—No te espiaba —replicó distraído, lo miré con las cejas arqueadas, él suspiró resignado. —Solo quería ver si estabas bien —justificó mirándome a los ojos.
Lo sé. Pensé mirando la espuma. Dominik es una de las pocas personas que se preocupa realmente por mí, eso me hace quererlo mucho aunque a veces llega a ser exasperante.
—Papá está muy molesto —dijo con cautela acercándose a la tina, me mordí el labio.
—Hmn... —murmuré, él suspiró pesadamente.
Sé que papá no ha venido a estrangularme porque Dominik está aquí o porque Dean lo tranquilizó.
—¿Quién era ese hombre?
Abracé mis piernas cuando preguntó eso poniéndose de cuclillas para estar a mi lado.
—¿Acaso papá no te lo dijo? —pregunté fingiendo burla aunque estaba avergonzado de que mi hermano sepa lo que he estado haciendo, mi voz sonó ronca, giré el rostro y lo miré, él estaba observándome fijamente.
—Algo... pero lo que quiero saber es quién es ese hombre para ti... —eso me dejó sorprendido, desvié la mirada de sus ojos y me concentré en el patito de hule sintiendo mi corazón acelerarse.
¿Quién es Will para mí?
Tomé agua en las manos y me la eché en el rostro al sentir mis mejillas calientes y mis ojos húmedos.
—Él es... e-el hombre que q-quiero... el que me ha hecho v-verdaderamente feliz... y triste también... yo... —lo miré sintiendo varias lágrimas en mis mejillas. —y-yo lo a-amo... —susurré bajando la mirada.
Alcé la vista al sentir sus manos limpiando mis lágrimas, él acunó mi rostro entre sus manos y me miró con una pequeña sonrisa aunque en sus ojos había preocupación, él sabe que entre Will y yo no hay ningún futuro.
—Dylan —me tensé al escuchar a mi papá llamarme.
Si él habla con las autoridades ese será el fin para Will, si va a prisión será en gran parte culpa mía. No puedo permitirlo.
—Iré a hablar con él —dijo Dominik parándose y mirándome, asentí agradecido, aunque dudo que sirva de algo.
En cuanto salió escuché como hablaban en voz baja, salí de la tina y me sequé con la toalla, caminé con duda hacia la puerta entreabierta.
—... Está aprovechándose de él... —me detuve al escuchar a mi padre decir eso, suspiré pesadamente y sequé mi cabello, tapé mis oídos para no escuchar las cosas que papá decía.
Sé que debería estar odiando a Will pero no puedo, honestamente siento que hice algo mal.
"No mentí en lo que dije" —había dicho él con tristeza.
Abrí los ojos de par en par al caer en la cuenta de que no escuché toda la conversación, tal vez realmente fue un malentendido. Quizás no estábamos pensando en la misma cosa cuando me dijo eso... Quizás Will... ¿me quiere?
Esos malentendidos solo pasan en libros y películas pero, tal vez...
"Dylan... te..." Recuerdo que él iba a decirme algo, hasta que Dominik lo golpeó. ¡Rayos! Quizás si fue un malentendido.
Salí del baño rápidamente, tengo que hablar con él. Paré en seco al ver a mi papá cruzado de brazos mirándome con seriedad.
—Te dejaremos para que te pongas ropa —dijo mirándome a los ojos, asentí levemente, sentí algo amargo en la boca al ver la fría mirada de Dominik mientras veía el celular de mi padre.
Los dos salieron de mi habitación, me quité la toalla y me vestí con prisa mientras pensaba en como ver a Will, tenía que aclarar algunas cosas.
Sé que mi padre me llevará a vivir con él o me enviará aún más lejos. Ya que me iré, primero quiero tener en claro que Will no me quiere para deshacerme de este desagradable sentimiento de culpa, o... sufrir aún más si él me quiere, ya que estaré lejos de él.
Miré hacia la puerta, ellos vendrán pronto. Respiré hondo y miré el gran ventanal, afuera estaba lloviendo un poco, caminé hacia allá, quité los seguros y lo abrí, el frío viento ligado con gotas de agua azotó mi rostro, sentía mi corazón martillear contra mi pecho, asomé la cabeza y miré que a unos pocos pasos estaba la escalera de emergencia, tragué duro y miré hacia abajo, estoy en el último piso, no saldré vivo si me caigo de aquí.
Solo tengo que pasar por el pequeño camino de resbalosas baldosas que separaba cada piso, llegar hasta la escalera y bajar sin que los guardaespaldas de mi padre me vean.
—Todo muy fácil —me dije nervioso. Temblando me senté en el alféizar, respiré hondo otra vez.
Podía sentir la adrenalina recorriendo mi cuerpo, ahora o nunca...
Cuando iba a dejarme caer unos brazos me agarraron con fuerza por la cintura, me quedé hecho piedra. Ahora sí que me va a matar.
—¿Qué diablos crees que haces? —preguntó mi papá con una calma que me heló los huesos.
—E-Estoy tomando a-aire fresco —mentí en voz baja y de la nada comenzó a llover a cántaros, temblé del frío entre sus brazos cuando me cayó toda esa agua helada.
—No me digas, ¿está bueno el aire? —respondió con un tono sarcástico, miré hacia atrás, él tenía una ceja arqueada mientras me miraba con enojo, al ver mis labios temblar me jaló hacia adentro y cerró el ventanal.
Temblando y con los dientes castañeando caminé hasta mi cama y me senté. Que decepción, en las películas se ve fácil...
Miré a mi papá cuando puso una toalla sobre mi cabeza, me sequé el cabello otra vez y lo miré.
—Te he decepcionado, ¿cierto? —dije mirándolo con algo de tristeza, él suspiró y se quedó mirándome fijamente. Sé que lo hice.
—¿Tú qué crees? Desde hace meses tienes una relación con el director y ahora te encuentro a punto de suicidarte, ¿cómo debería estar por eso? —preguntó con tanta seriedad que pensé en responder pero luego vi su mirada retadora y me asusté.
Se nota que trata de controlar su enojo, y eso que no sabe que mi "relación" con el director era solo follar.
—No iba a suicidarme... —dije mirándolo, él seguía con la misma expresión. —Lo siento... —murmuré sin más.
—¿Sabes que probablemente están arrestando al director ahora mismo? —sentí que el color se iba de mi rostro al escuchar eso, negué rápidamente asustado y nervioso.
—N-No... n-no lo hagas... por favor —susurré esto último mirándolo con arrepentimiento, su mirada era indiferente y fría mientras miraba por la ventana.
—No he llamado a la policía —suspiré aliviado cuando dijo eso secamente. —Lo conozco muy bien... esto no podré perdonarselo —dijo para sí mismo, fruncí el ceño, ¿qué?
Cuando él me miró sentí mi corazón terminar de romperse, había dolor y decepción en sus ojos.
—Papá... —cuando lo llamé él se acercó y me abrazó, yo me quedé sorprendido dejando que lo hiciera. —¿Qué te pasa? —pregunté en un susurro asustado por su reacción.
—No vuelvas a irte así, no con él, no es bueno para ti... —dijo sin soltarme, me sorprendí mucho. —¿Sabes lo que les hace a sus parejas? —negué lentamente, jamás había visto a mi padre así. —Las graba cuando tienen sexo, sus amigos hacen lo mismo... luego comparten eso entre ellos, después en grupo... ellos... "comparten" a los "juguetes"
Me quedé helado y horrorizado al escuchar tal cosa, me alejé de él y lo miré sin poder creerlo, pero él se veía realmente dolido.
—E-Es imposible... —susurré negando, ¿videos sexuales? ¿hacerlo en grupo? —Él n-no me haría eso... —volví a susurrar aguantándome las lágrimas, mi padre bajó la mirada y suspiró.
¿Will es así de imbécil? ¿Tanto así? Quizás sus amigos estaban en la casa para...
No... No... Por Dios. ¿Él planeaba que todos tuviéramos sexo?
Me sentí como si estuviese muriendo por dentro.
Recordé la vez que me grabó balbuceando mientras dormía, tal vez ese no es el único video que tomó...
—Mira esto...
Me llevé una mano a la boca al ver la conversación de un grupo en el celular de mi padre donde los miembros enviaban fotos de chicos desnudos y teniendo sexo, esos hombres... Son los amigos de Will...
—El último juguete de Will fue Lucas. Supuestamente era algo serio lo que tenían, entonces, ¿por qué Will enseñó todo esto? —preguntó esto último mostrándome unas fotos que terminaron de matarme.
Will teniendo sexo con un chico rubio... había un video...
—N-No lo pongas...
Aparté la mirada, no podía seguir viendo aquello.
—¿C-Cómo es que sabes todo esto? —pregunté desconcertado y asustado de que esos hombres tengan videos de mí.
—Te dije que lo conozco muy bien... no quiero que entres en pánico, si te tomó alguno no lo ha enviado por aquí, no es tan estúpido, yo me encargaré de él —asentí cuando dijo eso cautelosamente, la mirada en sus ojos era sombría.
Ahora si que me sentía sucio, no le di mucha importancia a que mi padre sabe que he tenido sexo con un hombre. Me asquea que tal vez hay desconocidos con videos o fotos de mí desnudo o peor. Me sentía muy traicionado, por un lado confié en Will, dejé que usara mi cuerpo, y ahora siento que he recibido una gran bofetada por eso.
Will, has sido el mejor y el peor de todos.
—S-Si eso llega a salir... tu t-traba...
—Shh... no te preocupes —él me interrumpió justo cuando comencé a llorar. Si eso sale a la luz no solo Will se verá afectado, mi familia también.
Cuando mi padre me abrazó lloré en silencio por la estupidez que había cometido, confiar en aquel hombre.
—U-Ultimamente no d-dejo de llorar —dije contra su pecho y solté una triste y patética risa, él pasó su mano por mi espalda.
—Todo estará bien —dijo con suavidad pero no me lo creí. Nada estará bien...
Nos quedamos así por unos cuantos minutos, cerré los ojos e inconscientemente imaginé que era mi director quien me abrazaba...
Me acurruqué más en su pecho y suspiré con calma, hasta que el perfume de mi padre llegó a mi nariz despertandome de mi agridulce ilusión. Esto será difícil...
—¿Me llevarás contigo? —pregunté alejándome y mirando fijamente a mi padre para olvidar por un segundo a mi director, él asintió mirándome pensativo. —¿Y mamá? —miré distraídamente alrededor, pero ante su silencio volví a mirarlo, él se veía un poco incómodo.
—No... —respondió levantándose, asentí sintiéndome un poco mal.
Obviamente quiero que él y Dean estén juntos, pero no me gusta ni me agrada ver como la relación de mis padres se deteriora cada vez más.
Llamaré a mi madre más tarde, aunque es una mandona obsesiva del orden también es muy sensible, ya me la imagino preguntándose qué hizo mal...
—Nos iremos hoy mismo, comienza a empacar —dijo sacando su celular y mirándome de reojo, me invadió el miedo en ese momento. ¡¿Tan rápido nos vamos?!
No podré volver a ver al imbécil de Will, o a Shelly, Abigail, Harry, Daniel, Mathew, el idiota de Wesley, el estúpido Cameron...
¿No volveré a verlos?
Sin duda eso me deprime. Ya les tomé cariño a muchos de ellos, y algo más a otro...
Miré a mi papá mientras salía de mi habitación hablando por teléfono, suspiré y me tiré en la cama.
—Dyl —me levanté al escuchar a Dean, él venía cojeando y con varias cajas en sus manos, arqueé una ceja al ver las ojeras que tenía y sus labios hinchados. —¿Estás bien? —preguntó mirándome con preocupación, asentí lentamente e intenté sonreírle pero me salió fatal, él negó y soltó las cajas, se acercó y me apretujó en su pecho. —Déjame darte amor —dijo quejándose cuando intenté alejarme por falta de aire.
—G-Gracias, estoy bien... —dije alejándome un poco y respirando, él hizo un puchero y miró las cajas.
—Solo falta tu habitación —eso me sorprendió, él bostezando se acomodó en mi cama.
—¿Estuviste empacando toda la noche? —pregunté con los ojos como platos, él asintió sin abrir los ojos.
—Robert... echaba fuego por la boca... y congelaba con los ojos... Dylan... eres un gran idiota... —dijo antes de quedarse dormido, fruncí los labios sin entender por qué me llamó idiota.
Miré mi celular sobre la mesita de noche, quisiera hablar con Will una última vez... Tenía la gran y estúpida esperanza de que viniera y me dijera que no me fuera, que él también me amaba... Y que ambos podríamos huir juntos... Rayos, si venía y me decía eso me iría con él sin dudar, olvidando todo para comenzar desde cero.
Suspiré con pesadez y comencé a empacar con un nudo en la garganta.
Cuatro horas después me encontraba observando mi habitación casi vacía, Dominik me había ayudado y Dean aún seguía durmiendo.
—¡Dylan! —me di la vuelta y no pude evitar sentir mi corazón apretarse al ver a Abigail, Daniel, Shelly, Harry y Mathew entrar a la habitación con expresiones tristes.
—¿Cómo...
Todos se lanzaron a abrazarme de inmediato, los abracé como pude.
—¡Hey! —exclamé cuando alguien me agarró el trasero.
—No queremos que te vayas... —dijo Abigail mirándome con el ceño fruncido, la miré con tristeza.
—Yo tampoco quiero —respondí bajando la voz, ellos se quedaron en silencio y pude ver que comprendieron algo.
Suspiré, sé que todos ellos saben de Will y yo, no fui muy cuidadoso que digamos.
—Dylan ya debe... —mi padre se calló al ver que no estaba solo, miró a mis amigos con sorpresa.
—N-No se lleve a D-Dylan —dijo Daniel poniéndose delante de mí, sonreí al ver lo rojo que estaba su rostro, mi padre lo miró juntando las cejas.
—¡Por favor! —exclamó Harry, los demás hicieron pucheros, mi padre suspiró.
—Lo siento, Dylan debemos irnos, tus amigos pueden ir a visitarte luego... —respondió mirándome, me quedé callado, todos lucían enojados mirando a mi padre, él los miró de forma intimidante, me rasqué la nuca al ver la batalla de miradas que tuvieron por un largo rato, luego papá se retiró tras echarle una ojeada a Dean, todos suspiraron exageradamente.
—Dios, que miedo —susurró Mathew, me reí al verlo temblar, Daniel pálido abrazó a Harry y Abiagil agarró la mano de Shelly la cual no se quejó, mi papá no da tanto miedo...
—Emm... ¿qué pasó? —todos miramos hacia la cama, Dean había despertado y lucia más perdido que Harry en clase de matemáticas.
Todos se acercaron a él, sentí mi corazón detenerse al ver la pantalla de mi celular prendida, me acerqué y tembloso lo tomé. Llamada entrante de Idiota...
Will
Jamás me había sentido tan mal como ahora, aparte de que tenía el labio partido del puñetazo que me dieron anoche, tenía una resaca horrible, y lo peor, fui brutalmente rechazado.
Ayer acepté delante de mis amigos que estoy estúpidamente enamorado de un adolescente, y juraba que él sentía lo mismo, vaya equivocación la mía.
Ese niño me rechazó, por primera vez alguien me rechazaba, se siente terrible.
Lo llevé a esa casa en la playa porque quería hacer algo especial con él, quería decirle que me ha robado el corazón, quería que fuese especial porque sé que él se sentía utilizado, y en ningún momento esas fueron mis intenciones.
Como les dije a mis amigos ayer, es estúpido arriesgar todo lo que tengo por jugar con un niño, sin embargo, yo no estaba jugando con él, pensé que teníamos algo más que solo sexo... algo más genuino y puro.
¿Con qué valor lo lastimaría? Todo lo contrario, haría cualquier cosa por protegerlo. No estaba entre mis planes que él se enterara de esa forma de lo que siento, así como tampoco esperaba que me rechazara.
He cometido muchos errores en el pasado, he hecho cosas horribles, sin embargo desde que lo conocí he dejado eso atrás. Aunque ahora sea estúpido decirlo, yo creí que Dylan y yo podríamos llegar a tener algo serio.
Miré mi celular, necesitaba escuchar su dulce voz otra vez...
Escuché el timbre sonar justo cuando iba a llamarlo, resignado, me levanté de la cama y salí de mi habitación.
Fruncí el ceño al abrir la puerta y ver a Lucas frente a mí, él sonrió un poco lo que me hizo arquear una ceja.
—¿Qué haces aquí? —pregunté mirándolo fijamente, él quitó su sonrisa.
Lucas es rubio y tiene los ojos color miel, sus labios son finos y su cuerpo es demasiado delgado, él es todo lo contrario a Dylan.
—Quiero sexo —observé su inexpresivo rostro cuando dijo eso, busqué alguna pizca de emoción pero no había ninguna.
Dylan es la persona más expresiva que conozco, Lucas la más inexpresiva, por eso algunos lo llaman robot, antes él se me hacia atractivo aunque todos decían que era aburrido, luego conocí a cierto niño y entonces comencé a ver a qué se referían los demás sobre Lucas.
A mi mente llegó Dylan con su rostro sonrojado y sus torpes movimientos nerviosos.
—Q-Quiero tener s-sexo... f-fóllame —así lo habría dicho él a punto de tener un ataque de nervios.
Negué al sentir mi pulso acelerarse con solo imaginar eso. Ese niño me ha dejado muy mal.
—Escúchame, tienes que dejar de buscarme, lo nuestro terminó hace mucho, si no lo haces tendré que pedir una orden de alejamiento... —le dije con calma para que entendiera, él suspiró y asintió mecánicamente, creo que sí es un robot.
—Adiós —dijo mirándome, se dio media vuelta y se alejó, arqueé las cejas.
Algo me dice que volverá. Entré y cerré la puerta. Miré mi celular y más decidido llamé a Dylan, ayer me quedó muy claro que me odia pero sentía que debía insistir. Si él no me ama, entonces haré que me ame...
—Dylan... —dije cuando contestó, él se quedó callado pero podía escuchar su respiración irregular, sonreí un poco, no tenía ni que verlo para saber que está nervioso.
—¿Q-qué q-quieres i-imbécil? —preguntó con enojo, pegué mi frente a la pared al escuchar su voz temblorosa. "Imbécil" él disfruta llamarme así.
—¿En serio me odias? —pregunté confundido y esperanzado de que dijera que no.
Pero él no respondió. Hice una mueca al sentir una opresión en el pecho.
—Ya debemos irnos —fruncí el ceño al escuchar a alguien decir eso, me alarmé.
—Dylan, ¿a dónde vas? —pregunté rápidamente, lo escuché sorber por la nariz. Mierda, ¿solo sé hacerlo llorar?
—M-Me m-mudaré...
No... No puede ser.
—No Dylan... no te vayas, por favor —le pedí cerrando los ojos con pesar, lo escuché sollozar. Maldición.
Tomé las llaves de mi auto y tras cerrar la puerta de mi casa corrí al auto.
—¿P-Por qué debería quedarme? Ya te cansaste de mí, ¿no? J-Jugaste con mis sentimientos... —sus enojadas y tristes palabras hicieron que me congelara. ¿Qué? Podría ser que...
—No, no, no pequeño, jamás haría eso —dije rápidamente encendiendo el auto, probablemente todo fue un malentendido.
—W-Will maldito, ¿n-no te cansas? —preguntó con enojo. —No sabes las ganas que tengo de poder odiarte hasta el punto de no querer volver a verte jamás en mi vida —susurró dolido y enojado, esas palabras me dejaron algo perplejo pero me sentí algo aliviado.
"Las ganas de poder odiarte..." entonces no me odia.
—Todo fue un malentendido, no soy el villano que crees que soy —expliqué acelerando, lo escuché gruñir. Sí que está molesto.
—¿M-Me grabaste mientras t-teníamos sexo? ¿Me h-hiciste lo mismo que a los demás? —eso me hizo frenar de golpe, me quedé sin palabras. Sabía que Robert se lo diría, pero ni siquiera una foto tomé de Dylan, no podría hacerlo.
—No, jamás te haría eso —respondí acelerando con cautela, lo escuché suspirar. Esas horribles cosas las deje atrás en cuanto lo conocí.
—N-No eres el villano... —dijo resignado, miré al frente sintiendo estúpidas mariposas en mi estómago. ¿Finalmente comprendió? —S-Solo eres un maldito sapo...
Ouch, suspiré pesadamente y doblé en una esquina. Lo mismo que tiene de tierno lo tiene de frío y malvado cuando quiere. Miré al frente. Eres mío, niño...
Dylan
Ni siquiera debí contestarle, pero aquí me encontraba, escondido en el baño hablando con Will, casi me da un ataque cardíaco cuando Dominik entró, él sabía con quien hablaba, pero al parecer no se lo dijo a papá.
Mi corazón latió como nunca cuando Will dijo que todo fue un malentendido, pero no sé si debo creer en él...
—Soy tu jodido príncipe azul...
Abrí mucho los ojos al escuchar eso, mi estómago se llenó de mariposas. ¿Mi príncipe azul? Me sonrojé con violencia y miré abochornado el celular.
—No te vayas...
Me llevé una mano al pecho. ¿Qué hago? Mi jodido y poco confiable príncipe azul me pide que no me vaya...
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