Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Espera por mí

Harry

Podía sentir varias gotas de sudor bajar por mi espalda, me encontraba sentado en la sala con el director, él estaba mirándome fijamente sin expresión alguna. No hay que ser un genio para saber que no le agradó ver a su tierno y tímido primo desnudo a mi lado...

-Hmn... ¿usted no había salido con Sophie? -pregunté confundido y nervioso por su mirada tan penetrante. Yo mismo lo vi irse...

-Mi instinto me decía que debíamos regresar -respondió calmado, yo arqueé las cejas y tragué duro.

Qué gran instinto.

-Bueno Rothwell... ¿cuáles son tus perversas intenciones con mi inocente sobrino? -me pasé una mano por el cabello con nerviosismo cuando preguntó eso seriamente. Un momento, ¿dijo sobrino? Creí que eran primos...

-Señor director, yo...

-¿Estamos en el instituto? -me interrumpió arqueando una ceja, negué con rigidez.

Los ojos verdes de este hombre me miraban con algo de burla, eso me hizo fruncir el ceño.

-Entonces llámame Will... -dijo con calma.

-S-si señor -respondí de inmediato, él se rió por lo bajo, y no es para menos, parezco un nervioso soldado delante de su tirano comandante, no puedo evitarlo, este hombre me asusta.

Me aclaré la garganta y miré hacia la puerta, deseaba estar con Daniel ahora mismo, aunque seguro está durmiendo profundamente. Fue muy tierno ver como se quedaba dormido tras haberlo hecho una sola vez...

Tragué duro al ver al director fruncir el ceño mientras me miraba, él se cruzó de brazos y se acomodó en el sillón.

-Y bien, ¿te estás aprovechando de la inocencia de Daniel? -preguntó tranquilo y con una mirada fría, lo miré indignado y negué.

-Claro que no, yo estoy enamorado de él -contesté de inmediato, él arqueó una ceja.

Sentí mis mejillas calientes y mi corazón acelerado, estaba muy enamorado de Daniel, pero eso ni él lo sabía. Se lo diré en cuanto tenga la oportunidad de hacerlo. No me importaría durar horas siendo interrogado o torturado psicológicamente por el director, pasaría cualquier cosa para poder estar con mi tierno rubio.

-Mmm... para mí Daniel más que un sobrino es un hijo pequeño, debo asegurarme de que está bien... de que nadie le haga daño... -dijo él mirándome, pude notar que estaba siendo honesto, no había ni hostilidad ni frialdad en su voz, me sorprendí por eso. -¿Qué harías si te digo que no puedes estar con él? -preguntó de una forma rara, sentí una punzada en el pecho con solo escuchar eso.

-Me sentiría muy mal... pero haría cualquier cosa para que estemos juntos... -respondí pensándolo y frunciendo el ceño, no quiero que me alejen de Daniel. El director se quedó mirándome.

-¿Cualquier cosa? -preguntó con seriedad en su tono, asentí levemente, tragué duro y le mantuve la mirada, él suspiró.

Estaba siendo completamente honesto, cuando salvé a Daniel de ser casi atropellado supe que haría cualquier cosa por él.

-Puedes volver con él, pero si le haces algo malo prepárate... sé dónde vives...

Lo miré incrédulo, ¿es una broma? ¿Me está dando pase libre? Él me estaba mirando fijamente, no parecía estar bromeando pero aún así no podía creérmelo.

-¿No me va a torturar? -pregunté con desconfianza mientras me levantaba, esto se me hacía demasiado bueno para ser cierto, entrecerré los ojos, él arqueó una ceja y me miró con fingida sorpresa.

-¿Eso quieres? -preguntó llevándose una mano a su correa, abrí mucho los ojos y negué rápidamente.

Caminé con rigidez hacia la puerta, suspiré aliviado y sonreí, podré estar con Daniel. Me di la vuelta antes de salir, el director estaba mirando hacia la ventana.

-¿Por qué me deja ir tras solo dos preguntas? -pregunté con mucha intriga, creí que me haría todo un interrogatorio, él me miró a los ojos por unos segundos e hizo una pequeña mueca.

-Dices que harías cualquier cosa para estar con él, ¿no? Entonces nada de lo que yo diga o haga para impedírtelo funcionará...

Pensé en eso por unos segundos y asentí, tiene razón, entrecerré los ojos un poco al caer en la cuenta de que su tono había cambiado, era un poco triste o algo así.

Él miró hacia la ventana otra vez, a mi mente llegó Dylan sonrojándose y bebiendo rápidamente de su soda cuando el director entró al comedor del instituto, no pasé por alto las miradas disimuladas que se dieron, eso fue hace unas semanas. Creí que era mi imaginación, se lo comenté a Shelly.

¿Eres o te haces? Tú y una tortuga no se diferencian mucho... -eso me había contestado, luego corrió tras Wesley, el cual le había robado varios dulces.

-Usted no es tan malo... -susurré con sorpresa para mí mismo, él me miró y se rió un poco, me reí nervioso.

-Daniel podría despertar en cualquier momento.

En cuanto dijo eso abrí mucho los ojos y tras despedirme salí por la puerta, antes de salir lo escuché murmurar un "¿Será que tengo cara de villano?" me encogí de hombros mientras caminaba, parece un villano, pero por lo que veo no es malvado...

Abrí la puerta de la habitación de Daniel y me sorprendí al verlo sentado en la cama, estaba cubriendo sus ojos con sus manos, caminé rápidamente hacia él al notar que estaba llorando.

-Daniel -en cuanto lo llamé con preocupación él apartó las manos y me miró con los ojos bien abiertos.

-H-Harry...

En cuanto me acerqué más a la cama él se lanzó hacia mí y me abrazó con fuerza, más que sorprendido y confundido lo rodee con mis brazos.

-¿Por qué lloras? ¿Te duele algo? -le pregunté acariciando su espalda desnuda, su piel se erizó y él se pegó más a mí.

-C-Creí que t-te habías i-ido... -susurró con tristeza, me alejé un poco y lo miré a los ojos con el ceño fruncido, sus ojos azules me observaron atentamente.

Me molestó un poco que creyera eso, aún después de lo que hicimos piensa que solo quiero sexo, suspiré y mi enojo se fue al ver sus mejillas colorarse cuando la sábana que cubría su parte baja rodó suavemente, sonreí suavemente y limpié sus lágrimas.

-No me iré a ningún lado -dije mirándolo a los ojos, su sonrojo se expandió hasta sus orejas haciéndome reír un poco, él infló las mejillas infantilmente y escondió su rostro en mi cuello.

Con el corazón acelerado lo sostuve con delicadeza, me relamí los labios varias veces con nervios, le diré lo que siento.

-Te amo Harry...

Mi corazón se detuvo por unos segundos, abrí mucho los ojos y miré a Daniel a la cara, él estaba mirando hacia abajo mientras se mordía el labio con fuerza, sentí una gran felicidad llenarme en este momento, cuando él levantó la vista y vi sus ojos aguados sentí que veinte flechas atravesaban mi corazón.

-Yo también te amo -contesté mirándolo con cariño, sus ojos y su boca se abrieron mucho, me reí cuando me agarró de la camiseta y me besó tras jalarme hacia él, moviendo mis labios y acariciando su cuerpo fui recostándolo en la cama.

Su lengua y sus labios se movían torpemente, esas pequeñas cosas me hacían quererlo cada vez más, sonreí en mitad del beso al sentir su pequeña erección, él suspiró cuando abandoné sus labios y besé su cuello, pero luego me levanté de la cama y me alejé, pasándome una mano por el cabello, tenía que calmarme, quería volver a hacerlo con él, pero lo lastimaría aún más.

-H-Harry... ¿n-no quieres hacerlo?

Tras respirar hondo y fulminar varias veces mi bóxer con la mirada deseando que esa gran erección desapareciera, me di la vuelta y casi tengo un derrame nasal al ver a Daniel mirándome con el ceño fruncido, él estaba abrazándose a sí mismo sin cubrirse con las sábanas.

Negué lentamente y le di la espalda otra vez. Cálmate Harry...

-Dame un momento... -le pedí mirando hacia la pared, tras respirar hondo durante unos dos minutos me calmé, me di la vuelta y caminé rígidamente hacia la cama. -No quiero hacerte daño, podemos hacerlo en otro momento... -dije con una falsa calma, él se sorprendió y asintió viéndose un poco aliviado, sonreí y me acosté a su lado. -Ven aquí -dije en voz baja, él de inmediato se pegó a mí como un koala, sintiendo un cosquilleo en el estómago nos cubrí con las sábanas.

Él enredó sus piernas con las mías y se acurrucó en mi pecho, suspiré y cerré los ojos.

A pesar de que soy un chico muy sociable y casi siempre parezco estar "feliz" realmente no me sentía así por dentro, muchas veces me sentía solo, sentía que algo faltaba, ahora ya sé que era.

Me faltaba alguien, Daniel. Desde que lo vi en la pista de patinaje supe que tendría que tenerlo en mi vida a como dé lugar.

Sentía que ya había encontrado lo que tanto quería...

Dean

Miré a Dylan acabarse otra malteada de chocolate que una de las chicas del servicio le había preparado.

-No sé si debería ir -dije por décima vez desde que recibí la invitación de Cameron, Dylan rodó los ojos.

-No vayas, déjalo plantado -respondió con una sonrisa malvada, suspiré y me miré, ya me había arreglado. Me había puesto algo simple, un pantalón negro, una camisa morada oscura y mis vans negras, nada especial.

Pero tengo muchas dudas sobre esto, Cameron y yo somos amigos, pero algo me decía que quiere salir esta noche en plan de cita, espero que no sienta nada más allá que amistad por mí, el único en mi corazón es Robert, al cual le había dicho que lo esperaría esta noche, ¿qué haré si llega y yo no estoy?

-Espero que tengas una crema fría... -murmuró Dylan mirándome de reojo, arqueé una ceja.

-¿Para qué tendría una? -pregunté confundido, él negó y me miró con lástima.

-Papi te va a castigar... -susurró maliciosamente bajándose del banquillo y caminando hacia la puerta, tragué duro al escuchar aquello.

Escuchamos el timbre de la casa sonar, la sangre se me heló, miré hacia el reloj de la cocina, faltaban unos pocos minutos para la hora acordada.

Dylan y yo nos miramos y corrimos hacia la puerta, entrecerré los ojos al ver su sonrisa malvada, Cameron y él son enemigos mortales, seguro le dirá unas cuantas cosas para molestarlo, corrí con rapidez para llegar antes que él pero una de las sirvientas se nos adelantó y abrió la puerta, Dylan y yo paramos en seco y casi chocamos.

-Dean... te buscan -dijo la chica dándose la vuelta, miré a Dylan con advertencia y caminé hacia la puerta, le sonreí tranquilamente a Cameron al verlo frente a mí, sus ojos verdes me miraron de arriba abajo de una forma sospechosa.

-Te ves bien... -dijo con calma haciéndome arquear las cejas. ¡Lo sabia! Esto es una especie de cita.

-Claro que se ve bien, ¡imbécil! -exclamó Dylan acercándose y mirándolo con desafío, negué resignado cuando a Cameron le dio un tic en una ceja al ver a Dylan.

-Silencio, ovejita -respondió el rubio con exasperación, Dylan lo miró indignado, me reí un poco, no entiendo por qué le dice ovejita.

-Repite eso, maldi...

-Vámonos, nos vemos luego Dylan -lo interrumpí y me apresuré a salir de la casa agarrando a Cameron por un brazo, el rubio estaba mirando hacia atrás con los ojos entrecerrados, le di un manotazo, él se sobo el brazo y me miró con confusión. -Vámonos -repetí caminando hacia su auto, él asintió e ignoró los infantiles insultos que Dylan le lanzaba.

-Ya verás Cameron, cuando te agarré te haré papilla, te destruiré... -Cameron y yo rodamos los ojos al escucharlo, nos subimos en el auto.

-¿A dónde iremos? -pregunté tras cerrar la puerta, él me miró algo distraído.

-¿Quieres ver una película? -preguntó con un tono raro, un poco nervioso asentí, él encendió el auto, ambos miramos a Dylan, estaba fulminándonos con la mirada desde la puerta.

Carraspee con exageración al ver que Cameron no arrancaba, se había quedado mirando fijamente al castaño en pijama que le sacaba la lengua con burla, lo miré con sospecha y presione con fuerza la bocina, él dio un respingo y me miró, me reí un poco.

-Ya deberíamos irnos -dije con cautela, él asintió lentamente y arrancó, miré adelante, ya estaba oscuro, espero que Robert no llegue temprano.

Mis ojos se abrieron como platos cuando la puerta eléctrica de la entrada se abrió y el auto de Robert entró, me bajé para que no me viera, Cameron me miró con confusión y siguió conduciendo, todo mi cuerpo se enfrió y me puse muy nervioso, sabía que debería devolverme pero dejar a Cameron sería algo muy feo.

-¿De quién te escondes? -preguntó con confusión, me reí un poco nervioso.

-De nadie, ¿ya salimos? -pregunté mirándolo, él asintió y yo volví a sentarme normal.

Suspiré y miré mis manos, tragué duro al sentir mi celular vibrar dos minutos después, aun sin verlo sabía que era Robert.

-¿Por qué se mudaron? -agradecí que Cameron hablara, me rasqué la nuca y pensé en qué responderle.

-El padre de Dylan quería estar con él... así que compró una casa... -dije algo distraído, Cameron asintió y me miró de reojo, me crucé de brazos un poco incómodo al ver que su mirada recorría mi cuerpo.

Me sentí aliviado cuando detuvo el auto frente al cine, bajé de inmediato con los pelos de punta, si Cameron se me declara no tendré más opción que rechazarlo, me pone triste pensar en que nuestra amistad se podría arruinar, él es un buen amigo.

-¿Quieres ver esa? -preguntó al acercarse, estaba señalando un cartel en el que se veían a varios zombis persiguiendo a un grupo de chicos, asentí al ver emoción en la mirada de Cameron. -Compraré los boletos -dijo sonriéndome, me quedé mirándolo, el es muy guapo, y realmente se veía perfecto, su cabello rubio peinado hacia atrás se veía muy bien, sus ojos verdes claros eran hermosos y su cuerpo era envidiable.

A mi mente llegaron los ojos gris azulados de Robert y sólo con eso dejé de pensar en lo atractivo que es Cameron.

-Está bien -respondí y sonreí un poco, él asintió y se alejó.

Aproveché ese momento para sacar mi celular, el cual no había dejado de vibrar, tenía una llamada de Robert, con duda deslicé mi dedo.

Rechacé su llamada, sé que si hablamos me hará decirle donde estoy y vendrá a buscarme.

Maldije al recordar que Dominik estaba en la casa, ese chico podría rastrearme en menos de un segundo. Le escribí rápidamente un mensaje para que no me buscara, vi que Cameron estaba comprando palomitas de maíz.

Apagué y guardé mi celular, le sonreí a Cameron cuando se acercó, trataré de divertirme y no pensar en que Robert me matará y que tal vez tendré que rechazar a Cameron...

Dylan

Tragué con dificultad la pasta, la mirada escrutadora y calculadora de mi padre me ponía nervioso, ya le dije que Dean había salido con un amigo, obviamente se lo dije con un tono sugerente, para que castigue a Dean esta noche. Me reí inevitablemente y bebí agua.

-¿Qué es tan gracioso, Dylan? -preguntó tomando su copa de vino y mirándome con atención, le sonreí con inocencia y negué.

-Nada papi -respondí con burla, él arqueó una ceja y siguió comiendo.

-¿Dónde se metió Dominik? -murmuró con el ceño fruncido, me quedé pensando en Will, al recordar algo miré a mi padre con fijeza.

-¿Por qué dejaste que Will hablara conmigo? -preguntó apoyando mi rostro en un puño, él se atragantó por un segundo con la comida, le pasé un vaso con agua al verlo toser, eso me hizo fruncir el ceño.

Mordí mi labio inferior con nervios al ver lo pálido que se puso, ¿qué rayos le hizo Will?

-¿Te sientes bien? -pregunté con preocupación levantándome y acercándome a él, asintió y bebió más agua.

-Will... usó ciertas tácticas de persuasión... -tras decir eso se quedó callado y con el ceño fruncido.

Me quedé pensando en eso, solo unas cuantas cosas harían que mi padre accediera a lo que Will quería.

Justo cuando sonó el timbre a mi mente llegó algo. Fruncí el ceño y me sentí enojado con solo pensarlo. Tiene que ser una maldita broma...

-¿Él... te chantajeó? -pregunté seriamente, mi padre suspiró con cansancio y se sobo las sienes, eso bastó para confirmar mis sospechas.

Estúpido Will.

-Dylan, te buscan.

Miré a la chica que había entrado al salón, asentí y caminé hacia la puerta tras mirar a mi padre una última vez. Caminé con enojo y preparé mi puño, si es Will quien me busca le pegaré por imbécil. Este no es un buen comienzo para nosotros...

Abrí la puerta y lancé un puñetazo, el chico frente a mí lo esquivó a penas con una expresión de puro terror, lo miré con sorpresa y vergüenza, era un rubio de ojos negros que llevaba un papel en sus manos.

-¿D-Dylan B-Bro... B-Bro...

-Soy yo -dije apenado, el chico no podía ni hablar bien, temblando me mostró la hoja en sus manos y me pasó un lapicero, arqueé las cejas, me habían enviado algo.

Le eché una rápida ojeada al papel y escribí mi nombre, el chico fue hacia una furgoneta blanca, varios hombres de seguridad miraban hacia el interior de esta.

Mi boca y mis ojos se abrieron muchísimo y mi enojo se fue a la mierda al ver el enorme ramo de rosas rojas y el gran oso de peluche que traía el chico en sus manos, mis mejillas ardieron y mi corazón se aceleró cuando me pasó el ramo, aspire el increíble aroma de las rosas y sonreí, miré con adoración el oso de peluche, era más grande que yo, como pude lo abracé.

El chico se despidió y se fue rápidamente, agarré la pequeña nota que traía el peluche pegado.

Espero que te guste, aunque me ponga celoso quiero que abraces a este oso cada noche, quiero que pienses en mí y en lo mucho que te amo.

Will.

Lancé un chillido de emoción y sentí mariposas en el estómago al leer eso, lo amo tanto, ese idiota sabe cómo ponerme feliz.

Corrí hacia mi habitación sin soltar nada, mi padre al verme subir las escaleras con un enorme oso y un ramo de rosas arqueó las cejas y suspiró negando.

-Saldré otra vez, cuando llegue Dean dile que tengo que hablar con él -dijo pensativo y con el ceño fruncido, asentí, sonreí bobamente y seguí mi camino.

-¿Podrías poner esto en agua? -le pregunté con pena a una chica pelinegra que encontré en el pasillo, ella me sonrió y asintió, le pasé las rosas. -Gracias -dije sonriéndole, luego caminé hacia mi habitación con el oso.

En cuanto llegué me lancé a la cama con él, enterré mi rostro en su suave pelaje blanco, tomé mi celular y sintiéndome más que enamorado llamé a Will.

-Hola pequeño, ¿recibiste mi regalo? -sentí un cosquilleo al escuchar su sexy voz, suspiré.

-Si, gracias... me gustó mucho... -respondí en un susurro, me sentía muy apenado.

-¿Ya podemos besarnos? Iré para allá aho...

-No -lo corté abrazando al oso. -Aun no puedes, además me acabo de enterar de lo que le hiciste a mi padre... -dije recordando eso, el se quedó en silencio. -No vuelvas a hacerlo Will, si le haces daño a alguien de mi familia... me lo estás haciendo también a mí...

Aunque no sé de qué forma lo chantajeó sé que fue algo fuerte, mi padre se veía muy mal.

-Lo sé, no tenía más opción... conozco a tu padre, o le decía eso o se encargaría de alejarte de mí para siempre, no podía permitir que eso pasara -respondió con cautela, suspiré románticamente, aunque eso estuvo mal las razones por las que lo hizo me hacen sonreír y sentir más que feliz.

-Lo entiendo, solo... no vuelvas a hacerlo... por favor -le pedí en voz baja recuperando la compostura.

-Está bien, ¿cuándo podré besarte? -preguntó, me sonrojé y relamí mis labios. Todavía no... Solo un poco más... Necesito que espere un poco más por mí.

-No lo sé -susurré juguetonamente, él se rió un poco, tragué duro al escuchar lo que parecía ser su cremallera bajándose. -¿Qué estás haciendo, director pervertido? -pregunté con curiosidad, llevé una mano al interior de mi pantalón de pijama.

-Voy a bañarme, niño mal pensado -mi mano se detuvo al escucharlo abrir la ducha.

-Oh -murmuré avergonzado, los dos nos echamos a reír, sonreí relajado, me sentía bien hablando con él. -Es una lástima... creí que íbamos a... no, ni tiene caso decirlo... -dije fingiendo tristeza.

-No, espera Dylan... hagámoslo...

Sonreí con malicia al escuchar eso.

-Mmm... ya no, tengo sueño... nos vemos mañana -me despedí con diversión, él gruñó, abracé mi oso.

-Mañana... -no me gustó la forma en que dijo eso, sonó como un Will malicioso y muy pervertido, me sonrojé.

-Adiós -dije y le colgué rápidamente. Mañana...

Dean

Riéndome le di otra mordida a mi rebanada de pizza.

-Y entonces, ¡me caí! -dijo Cameron con los ojos muy abiertos, me reí aún más al ver su expresión dramática, él estaba contándome sobre lo que le pasó en la boda de su tía.

Extendí mi mano y con una servilleta le quité un poco de queso que le había caído en la barbilla, él me sonrió. Me lo he pasado muy bien con él, olvidé por completo mis sospechas sobre esta cita, miré hacia el reloj que había en la pared de la pizzería, me quedé estupefacto al ver que eran casi las 1:00 a.m.

-Tengo que irme -dije levantándome, Cameron miró hacia el reloj y se sorprendió, el tiempo había pasado muy rápido, ahora sí que me van a matar.

Cameron dejó dinero sobre la mesa, éramos los últimos que quedaban, caminamos hacia la puerta, me abracé a mí mismo al salir a la calle y caminé hacia el auto, los dos entramos.

Él condujo en silencio, los nervios otra vez llegaron a mí, esta era la primera cita que tenía en mi vida, según lo que he leído en los libros al final los que salen se dan un beso.

-Déjame aquí afuera -dije cuando llegamos, él apagó el auto frente a la puerta eléctrica.

Salí y casi se me para el corazón cuando él también salió, miré alrededor, la calle estaba desierta.

-Bueno... me divertí mucho... -dije cuando él se acercó a mí, asintió y se quedó mirándome.

-Seguro te preguntas por qué te invité a salir... -tragué duro cuando dijo eso, asentí lentamente, él suspiró y se pasó una mano por el cabello. -¿Recuerdas aquella noche que fui a verte y estabas vestí...

-Si, si, ya recuerdo -lo interrumpí sonrojado por eso, él se rió un poco, habla de cuando me vestí muy sexy para Robert, pero Cameron y Dylan comenzaron a discutir.

-Esa noche... sentí algo... yo... -arqueé las cejas al escuchar eso, él tenía el ceño fruncido. -No sé si soy gay pero... se... se me paró -mis ojos se abrieron muchísimo al escuchar eso, que sincero.

Suspiré, no quería llegar a esto pero tendré que hacerlo.

-Escucha Cameron, eres un gran amigo... eres muy guapo y todo, pero yo... yo no te veo de esa manera... -dije con incomodidad, él asintió muy calmado.

-Igual yo a ti... lo comprobé esta noche -eso me hizo suspirar de alivio, me rasqué la nuca sintiéndome más que confundido al ver la mueca que hizo, él miró al cielo y luego a mis ojos. -No se me paró por ti, Dean...

Me llevé una mano a la boca y negué incrédulo al comprender, él asintió con cansancio y miró hacia la casa. No puedo creerlo.

-¿Cómo es posible? -pregunté curioso, él se encogió de hombros.

-No lo sé, cuando lo aprese contra la pared me gustó ver y sentir lo vulnerable que estaba, se veía muy lindo... a mi... me dieron ganas de hacérselo ahí mismo... -declaró con descaro, me sonrojé al escucharlo, no puedo creer que le guste Dylan...

Sentí pena por Cameron, aparte de que Dylan lo odia, ya hay alguien más en el corazón de mi mejor amigo.

-No me mires con lástima, sé que no tengo ninguna oportunidad -dijo sonriéndome de lado, me dolió el corazón al ver tristeza en sus ojos.

Me acerqué y lo abracé con fuerza, mis ojos se llenaron de lágrimas, Cameron es una buena persona, él me abrazó con cariño.

Nos separamos un poco, tragué duro, él estaba mirando mis labios con mucha atención.

-C-Cameron... no soy Dylan... -le recordé, él suspiró tristemente y me agarró por la cintura, abrí mucho los ojos cuando fue acercando su rostro al mío, traté de alejarme pero era inútil, detuve mi forcejeo al ver mucho dolor en sus ojos.

Cerré los ojos con fuerza al sentir sus labios rozar suavemente los míos. No quería esto.

Mi cuerpo se congeló al escuchar una bocina, abrí los ojos, sin soltar a Cameron miré hacia el auto que había llegado, sentí terror al ver que era el de Robert. Me separé rápidamente de Cameron, ambos nos hicimos a un lado cuando la puerta eléctrica se abrió, el auto se detuvo a nuestro lado, la ventanilla de atrás se bajo y un inexpresivo Robert nos miró.

-Dean... sube -dijo con un tono tenebroso, me despedí de Cameron y nervioso caminé hacia el auto, entré en silencio.

Miré a Robert cuando la ventanilla se subió, él estaba mirando hacia afuera.

-¿No es ese el mismo chico que se puso violento con Dylan y contigo? -preguntó fríamente, jugué nervioso con mis dedos y pensé en qué decirle. -¿A dónde fueron?

-Al cine... -dije mirándolo, él se quedó callado. Sentí un nudo en el estómago al sentirlo distante, ni siquiera me miraba.

-¿Solo al cine? -preguntó con un tono extraño, miré el reflejo de sus ojos en la ventana, su mirada era un poco triste.

-Solo somos amigos -sentí la necesidad de decir eso, él asintió y abrió la puerta en cuanto el auto se detuvo, salió y la mantuvo abierta para mí, salí y me quedé mirándolo, él caminó hacia la casa sin dirigirme la palabra.

Los dos entramos, observé varios pétalos de rosas en el piso, Robert sin mirarme caminó hacia un pasillo, lo seguí con cautela, él se quitó el saco del traje y entró por una puerta.

Abrí la puerta y asomé la cabeza, era una gran habitación, escuché el agua cayendo más allá, entré y cerré la puerta. Es obvio que Robert está molesto...

Me desnudé rápidamente, tragué duro y caminé hacia el baño, abrí la puerta y sentí calor en mis mejillas al ver a Robert de espalda, las gotas de agua bajaban por su musculosa espalda, me quedé mirando su trasero, casi me da algo cuando se giró y mi mirada se poso en su cosota, alcé la vista, él me miraba sorprendido.

-¿Estás molesto? -pregunté poniendo ojos de cachorro herido y caminando hacia la ducha, en cuanto entré lancé un chillido cuando me cargó y me pegó a la pared, en sus ojos había mucha furia.

-¿Cómo crees que voy a estar? Te fuiste, ignoraste mis llamadas y cuando llego estás abrazando a otro, casi besándolo... -dijo mientras rozaba su miembro ahora erecto contra mi trasero haciéndome gemir, lo agarré de los hombros.

-¿E-Estás c-celoso? -pregunté con dificultad y asombro, él metió un dedo en mi entrada haciéndome dar un respingo, sentí un cosquilleo en el estómago cuando me miró a los ojos, si estaba celoso.

Él movió su dedo rápidamente, acerqué mis labios y lo besé con desesperación, gemí con fuerza cuando metió otro dedo, mi piel se erizó cuando bajó sus labios por mi clavícula y mordió mi cuello.

Con las piernas alrededor de su cintura me pegué más a él y besé su cuello, chupé el lóbulo de su oreja.

-Ya hazlo... -le pedí con súplica, se me salieron varias lágrimas y un grito cuando él metió con rapidez la cabeza de su miembro, le clavé las uñas en la espalda, temblando lo abracé, él siguió metiéndolo, esta vez suavemente.

-¡ah! ¡ah! -gemí sin parar cuando él se movió lenta y luego rápidamente, grité cuando terminó de meterlo con dureza, mirándome a los ojos marcó un ritmo acelerado que yo le seguí moviendo las caderas, metí mi lengua en la boca de Robert, comenzamos un húmedo y candente beso mientras su miembro se movía en mi interior.

Arañé su espalda cuando tocó un punto dentro de mí, el momento se hizo aún más íntimo cuando él se movió lenta y profundamente mientras me miraba a los ojos, mis mejillas ardían y mi estómago era un caos.

-S-Solo te a-amo a ti... -dije acariciando su cabello mojado, él me sonrió y abrazándome siguió moviéndose, escondí mi rostro en su cuello y gritando terminé corriéndome, segundos después el se vino en mi interior.

Nos quedamos así por unos cuantos minutos, luego de eso nos bañamos, él me llevó en brazos hasta su habitación, me sequé con la toalla que me pasó, bostecé y restregué mis ojos, tenía mucho sueño.

Me anude la toalla en las caderas y caminé hacia la puerta.

-¿A dónde vas?

Eso me hizo detener, miré atrás con confusión, Robert sólo en bóxers se acercó y mirándome con atención negó.

-No he terminado contigo -dijo inclinándose, tragué duro y corrí hacia la puerta, él me jaló la toalla dejándome desnudo, lo miré mal cuando me cargó y me lanzó a la cama, caí boca abajo, lo escuché subirse a la cama.

Mi respiración se aceleró al sentirlo manosear mi trasero, sin que me lo esperara me dio un manotazo por este, solté un quejido, él acarició mis nalgas, me mordí el labio con fuerza cuando me dio otro manotazo, esta vez no me acarició sino que me dio dos manotazos más.

-Me detendré ahora porque mañana tienes clases... -susurró en mi oído, giré el rostro y lo miré mal, él se acostó y me atrajo hacia su pecho, lo abracé e hice un puchero, él me dio un beso en los labios y me cubrió con las sabanas. -Entiendo que quieras salir con tus "amigos" Es normal, eres un adolescente... pero... -lo miré cuando se calló, él suspiró pesadamente, acaricié su pecho.

-No tienes que preocuparte... en toda la noche no dejé de pensar en ti... -declaré apenado, él me miró con sorpresa, lo abracé y cerré los ojos. -Te amo demasiado...

Dylan

Caminé tranquilamente por los pasillos, no he visto al idiota de Will, gruñí al ver a Wesley más adelante hablando con Mathew, me di media vuelta y regresé por donde vine, no quería ni ver a ese maldito.

-Beee, beee -fulminé a Cameron con la mirada, ese estúpido estaba riéndose mientras me miraba.

-¡No soy una oveja! -exclamé exasperado, él asintió fingiendo seriedad, inflé las mejillas y seguí caminando.

Sin llamar mucho la atención caminé hasta la oficina de Will, paré en seco al verlo en el pasillo hablando con una elegante y hermosa mujer que jamás había visto, ellos estaban sonriéndose el uno al otro, sentí los celos y la rabia arder dentro de mí cuando él le abrió la puerta de su oficina y ambos entraron...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro