Siempre mi comida favorita, fueron las donas, las donas, un aperitivo que parece simple, pero esconde una fuerte capa de complejidad, las donas, son frágiles, efímeras, cortas, pero placenteras, mi visión del mundo se ve reducida a las donas, camino en una dona, haga lo que haga, siempre llegaré al mismo lugar, arrastrado a una rutina, de la que no puedo salir, viendo, que siempre tendré un hueco dentro de mi, ¿Por que? ¿Quien decidió que las donas sean huecas? ¿Quien decidió que mi vida sea tan vacía? Al final caigo en el hueco de la desesperanza, la vida es un ciclo, estoy atrapado en un laberinto de fragilidad, que continuará con o sin mi, y yo no puedo, más, me estreso, solo quiero estar acostado y ser una masa de donas, para poder moldear mi vida a mi manera...

Me acuesto viendo como la vida continúa, viendo los problemas por la televisión, siempre estoy pendiente de todo pero nunca soy protagonista de nada, viendo como mis amigos son felices, mientras estoy atrapado en una dieta azucarada, consumiendo puro brillo, viendo la ciencia, viendo las vidas que cuesta la ciencia, viendo como la tecnología avanza y si que avanza, ya no se qué es real, creo que la tecnología avanzará, y avanzará, y avanzará, y en algún momento avanzará tan rápido, que se va a desintegrar, y los humanos, igual como rápido avanzamos, rápido nos extinguimos.

Leyendo un libro me he dado cuenta de la poca importancia que tengo para los demás, para el estado, para la política, no somos más que donas, productos, envasados, hechos para no ser profundos, para producir dinero, la producción de donas tiene todo mi dinero, porque me he vuelto adicto al azúcar, no puedo parar...

Los seres tenemos una esencia, un glaseado, pero aveces ese glaseado solo tiene un sabor, y nos resignamos a ser alguien que no somos, porque para los demás no somos más que el glaseado, los glaseados más llamativos, serán los más comprados, mientras que los otros verán como son abandonados solo por tener un mal glaseado, pero quiero ser más que un glaseado, quiero ser más de lo que los demás esperan de mi...

...Y mientras observo esta dona frente a mí, su forma circular y su agujero en el centro me hacen sentir que algo en mí se ha desencajado. ¡Jajajajajaajaja! ¡Soy una dona! La vida es una dona. ¡Tú eres una dona! ¡Yo soy una dona! Cada uno de nosotros, girando en este ciclo interminable, buscando un propósito que quizás esté justo en el centro, en ese agujero que parece llevar a ninguna parte. ¿Somos simplemente seres destinados a ser consumidos por el tiempo, como estas donas por un hambriento comensal? ¡No, no puedo aceptarlo! Debo encontrar el significado detrás de esta locura circular, de esta vida de dona que parece envolverme. ¡Debo... debo encontrar el sentido antes de que me convierta en una mera migaja en el camino de la existencial!

Pero si la vida es una dona... Yo quiero disfrutar de este glaseado.