Mi Diamante

Siempre he sido fiel ante ti, siempre he obedecido tus ordenes, nunca he hecho ninguna objeción.

Desde que me asignaron a ti, desde que nos vimos por primera vez, supe que tendríamos una historia juntas, en ese momento supe que haríamos cosas grandes.

Siempre te seguía, como la leal perla que fui creada. Nuestro avance fue algo lento, no era tan fácil como parecía obtener tu propia colonia, o tu propio ejército.

Tu querías todo, ser igual que las demás diamantes, pero la verdad es que tu eras distinta, tenías algo que te diferenciaba de ellas.

Cientos de años pasaron, tu ibas creciendo, empezabas a convertirte en la monarca a la que estabas destinada, comenzaste a madurar y a comprender lo importante que eres.

Mientras yo, seguía siendo la misma perla de siempre, obedecía tus ordenes sin quejas. Pero había algo, un sentimiento que crecía en mi con el pasar de los años, el respeto que sentía por ti se volvió en cariño.

Cuando por fin elegiste tu primera colonia, estabas emocionada, sabias que este sería el inicio para ser igual que las demás diamantes.

Pero, mientras más días pasábamos en ese planeta, notaba como tu cambiabas, te encontrabas fascinada ante los seres que habitaban ahí, incluso mandaste a construir un zoológico para esos seres primitivos que habían robado tu atención, porque sabias que una vez acabada la colonia, ellos se extinguirían.

Cientos de años pasaron, tu ibas creciendo, empezabas a convertirte en la monarca a la que estabas destinada, comenzaste a madurar y a comprender lo importante que eres.

Mientras yo, seguía siendo la misma perla de siempre, obedecía tus ordenes sin quejas. Pero había algo, un sentimiento que crecía en mi con el pasar de los años, el respeto que sentía por ti se volvió en cariño.

Cuando por fin elegiste tu primera colonia, estabas emocionada, sabias que este sería el inicio para ser igual que las demás diamantes.

Pero, mientras más días pasábamos en ese planeta, notaba como tu cambiabas, te encontrabas fascinada ante los seres que habitaban ahí, incluso mandaste a construir un zoológico para esos seres primitivos que habían robado tu atención, porque sabias que una vez acabada la colonia, ellos se extinguirían.

Y fue exactamente por esa razón que tomaste esa decisión, ya no querías destruir ese planeta, no querías destruir su vegetación, no querías destruir más vida orgánica.

Sabías que las diamantes no te escucharían, así que decidiste crear un alterego y formar un ejército para salvar ese mundo, y yo, como buen sirviente, te ayudé a cumplir tu cometido.

Rose Quarzo se convirtió en el enemigo número uno de las monarcas gemas, ella junto a su nuevo ejército de gemas destruían las construcciones que amenazaban la vida en ese mundo. Y cuando Rose se convertía en Diamante Rosa, ella fingía estar molesta y mandaba más refuerzos, pero la cuarzo siempre sabía el siguiente movimiento.

Pero sabias que esto no podía continuar así, sabias que tu no podías continuar así. Fue entonces cuando tomaste la mayor decisión de tu vida.

Estaba impactada ante la petición que me habías hecho, me pediste que te destruyera. Pero no destruirte de verdad, solo debía fingir que era Rose Quarzo y desaparecer tu forma física para luego guardar tu gema.

Era un plan alocado, el hacerlo cambiaría nuestras vidas para siempre, no sabia cómo reaccionarían las demás diamantes, y tenía miedo. No se si fue tu suave voz, o tus brillantes ojos, pero acepté.

Y fue verdad, desde ese día todo cambió; Diamante Rosa ya no existía y su perla había desaparecido, Rose Quarzo se ganó el desprecio de Homeworld, y las diamantes, en un ataque de ira por el fallecimiento de su hermana, corrompieron a todas las gemas que en ese momento pisaban la Tierra.

Pero gracias a tu escudo, tu, Garnet y yo pudimos salvarnos de los rayos de la corrupción, pero el resto de las gemas no tuvieron la misma suerte.

¿El lado bueno? logramos salvar al planeta, las diamantes dejaron en paz a la Tierra (o eso creíamos), tu podías ser tu misma y yo ya no tenía dueña, ya que le pertenecía a Diamante Rosa, pero ella ya murió. A pesar de esto, todavía siento la necesidad de servirte, aunque siempre me digas que no tengo que hacerlo, es mi obligación.

¿El lado malo? Cientos de gemas fueron destrozadas y cientos fueron corrompidas. Te culpabas constantemente por ello, hasta intentaste usar sus lágrimas sanadoras para revertir el efecto, pero no había forma de salvarlas.

Como lo siento Rose, después de tantos años, no pude cumplir tu última orden como diamante. Steven entró en mi gema, lo descubrió todo, sabe quién fue su madre.

No quise hacerlo, pero algo dentro de mi quería contárselo, después de todo es su hijo, tu te sacrificaste para darle vida, merecía saber la verdad, pero ahora no sé cómo reaccionará, solo se ha quedado sentado en el suelo, sorprendido.

Como lo siento Steven, quería contártelo desde hace tanto, pero no podía, nací para ser fiel ante mi diamante, no podía incumplir una orden de ella, a pesar de que ya no esté aquí.

Solo... espero que no te molestes conmigo, o con tu madre. Solo queríamos lo mejor para ti.