Esto sucedió hace ya varios años, cuando era ingenuo y creía en la gente que me rodeaba.

Acabando de entrar a la universidad me sentí sumamente alegre porque comenzaba una nueva etapa de mi vida, pues había dejado de ser un niño al que le impresionaba todo... o al menos eso es lo que me gustaba creer.

En mi primer grupo de la escuela había gente de todo tipo, chicos emo, señores de más de 30 años, minioms que se hacían pasar por personas y la persona más increíble ante mis ojos.

-Buenos días Carmesí, te ves muy bien hoy.

-Gr-gracias Sofia, tu también te ves muy bien.

Sofia era una de las pocas chicas en mi salón de clases, por lo que no era sorpresa que todos en el aula estuvieran enamorados de ella, pero por alguna razón era conmigo con quien pasaba la mayor parte de su tiempo.

Nuestra relación al principio no puedo decir que era de amigos ni de una pareja, ella parecía estar constantemente coqueteando conmigo de una forma sumamente obvia.

Es por eso que solíamos estar en todos los grupos de trabajo juntos, solíamos salir juntos y poco a poco empezamos una relación un tanto inusual.

Ella fue mi primer novia de verdad, había tenido otras relaciones antes, pero ninguna incluía las palabras novio y novia.

Sofia era una chica sumamente brusca en cuanto a sus avances, me sostenía del cuello y me besaba siempre que tenia la oportunidad, sus manos recorrían gran parte de mi cuerpo cuando estábamos solos, pero por alguna razón jamás llegamos a hacer algo más allá de juguetear.

Cuando estábamos solos solía hacer las preguntas más extrañas, pero en ese tiempo yo creí que eran normales.

-Y dime, ¿qué tanto te gustó?

-Demasiado, yo realmente te amo, eres la única persona para mi.

-Jeje, que lindo.

Esa fue su única respuesta a mis verdaderos sentimientos.

Mi relación con ella dentro del salón de clases era muy conocida, pues eramos la unica pareja del salón. Tanto mis amigos como otras compañeros nos apoyaban con sonrisas en sus rostros.

–Realmente hacen una linda pareja.

–Ojalá tuviera tu suerte.

–Ella es la indicada para ti.

Por mucho tiempo creí en esas palabras, sin saber todas las mentiras que se escondían detrás de estas.

Cuando el final del primer semestre se acercó las cosas comenzaron a tornarse menos coloridas de lo que yo recordaba.

Las sonrisas que veía el día al día comencé a verlas como burlas, las dulces palabras que se me dedicaban parecían tan vacías y secas que no las creía.

Al principio pensé que me estaba volviendo loco…, pero me había vuelto consciente.

Mi relación con Sofia no era real, o al menos no para ella, pues a pesar de que decía ser mi novia, ella no sentía nada por mi.

Me di cuenta cuando descubrí que ella solo salía conmigo para tener buenas calificaciones en el semestre, pues al estar tan cerca del final de este, su actitud hacia mi fue más distante, menos cariñosa a lo que ella me tenia acostumbrado.

Dejaba de besarme o dejaba de buscarme, fue ahí que me di cuenta, siempre que me buscaba era cuando necesitaba algo de mi, siempre que me besaba era cuando no estaba convencido de ayudarle… siempre que me preguntaba por mis sentimientos era cuando yo estaba más confundido qué nunca.

Cuando fui a enfrentarla yo fui visto como el malo de la historia, fui el novio toxico que no confiaba en su pareja, fui el acosador qué tan solo la buscaba por su cuerpo… fui la mierda con la que ella salió tan solo porque me tenía lástima.

Yo fui un renegado por todo mi salón, todos la apoyaban, incluido mis amigos… y la razón de eso es más dolorosa de lo que uno pensaría.

Un salón de 30 personas en donde hay 6 mujeres y 24 hombres, de esos 24 hombres había 2 qué eran gays, de los 22 qué quedaban había 6 qué tenían una pareja, de los 16 qué quedaban estaba yo, el chico que era la pareja de Sofia, de esos 15 se encontraba mi mejor amigo… esas 15 personas se habían acostado con Sofia cuando ella era mi pareja.

Eso lo descubrí un poco después de que termino nuestra relación, y ahí entendí que no debía confiar en nadie, ahí comprendí que todos los que decían ser mis amigos eran una bola de mentirosos qué solo se burlaban de mi a mis espaldas.

Desde ese día deje de confiar en la gente, desde ese día comencé a ser escéptico… desde aquel día dejé de ser amable por naturaleza… o al menos eso creí.

Todo cambio cuando conocí a una chica mapache, la cual era tan torpe que revelaba sus secretos ante un completo desconocido, una chica tan torpe y credula que no le molestaba quedarse dormida frente a una persona que acababa de conocer la noche anterior.

Cuando conocí a Rakkun también fui escéptico, pensando que al igual que las demás personas ella terminaría mintiéndome… incluso si ella no se daba cuenta.

Pero, poco a poco descubrí lo honesta que era esta chica, lo torpe y linda. Todas las palabras que salían de su boca eran tan sinceras que parecía que podía leer su mente.

Rakkun me enseñó que estaba bien confiar en la gente, pero que debo aprender en que personas confiar.

Por años me aleje de las personas en mi universidad, no tenía amigos ni nadie con quien hablar, tan solo iba a la escuela para estudiar, nada más… pero ahora que Rakkune estaba en mi escuela, tenía otro motivo para ir, incluso si podía verla cuando quisiera en su casa o en la mía.

Nuevamente tenía una sonrisa en mi rostro… y parecía que no tenía derecho a ser feliz.

Cuando apareció Sofia recordé todo lo que me había hecho, la forma en la que me había lastimado y jugado conmigo.

Algún día creí que ella se disculparia conmigo, o al menos que me vería como a una persona más, pero este día me di cuenta. No soy más que un juguete para ella.

Ese día corrí detrás de Rakkun sin idea de lo que estaba sucediendo, tan solo sabía que tendría que explicar lo que estaba sucediendo, y que mi corazón solo le pertenecía a ella.

//Capitulo corto, la mitad de lo que suelo escribir, pero la razón de eso es por el tono del capítulo.

La verdad me gustó mucho escribir este capítulo, pues seré sincero, esto es algo que me sucedió en realidad… parcialmente, así que, disfruten mi sufrimiento v: