Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 5: El que sera nuestro mundo.

Domingo por la mañana, por lo usual no suelo disfrutar las mañanas de los fines de semana, en especial porque siempre termino despertándome pasado el medio día por lo que ya no podría considerarse mañana.

Pero en esta ocasión fue un poco distinto, pues tampoco me desperté por cuenta propia, más bien algo me había despertado.

–Haa, olvide lo duro que es dormir con Rakkun –me queje mientras sentía su cola golpeando mi rostro en distintas ocasiones.

Ambos nos encontrábamos acostados en la cama con prendas muy… invisibles. Realmente estábamos desnudos por lo que había sucedido anoche, pero no creí que fuera tan apropiado mencionarlo.

Pues ya han de imaginarse que ocurrió anoche… pues la verdad no es algo de lo que me sienta completamente orgulloso ni nada por el estilo.

Me pare de la cama y me estire con gran cansancio, todo mientras veía a aquella chica durmiendo tan plácidamente cuando ambos sabemos que por causa de ella yo estoy despierto tan temprano.

Su cuerpo estaba completamente cubierto por las cobijas, aunque en diversas ocasiones se podían ver como estas se alzaban mostrando lo que ocultaban debajo de estas, yo por mi parte ya había visto con calidad de detalle lo que se ocultaba a simple vista, pero el morbo de ver algo de esta forma, parecía ser algo prohibido.

El ver su pequeño cuerpo desnudo es algo de lo que jamás me cansaré, después de todo no hemos hecho cosas de parejas muchas veces, ya saben porque.

–Bien, será mejor que haga algo de desayunar antes de que despierte –dije guardando mi morbo para otro momento.

Salí a la que era la cocina del departamento, no me había dado cuenta, pero realmente Rakkun había comprado una enorme cantidad de muebles, y tampoco había notado el como estos combinaban tan bien con este departamento.

No sabía si este era un poder mágico de las mujeres o simplemente no tengo una habilidad básica para vivir solo, estética.

Cuando llegue frente al refrigerador al abrir recordé algo sumamente importante.

–No compramos nada de comida –murmure fastidiado.

Al final tuve que vestirme completo y salir a la calle para comprar comida para al menos un par de días.

Déjenme decirles una cosa, salir a la calle justo después de haber tenido relaciones con su pareja no es la cosa más cómoda del mundo, se desprende un aroma característico qué varias personas pueden detectar rápidamente, por lo que sientes que las miradas de las personas está pegada a ti.

Muchas personas en este vecindario me conocen, pues viví aquí toda mi vida, por lo que es aún más extraño pensar que la mujer que siempre veías en la iglesia te ve con una sonrisa pícara y burlona, como si supiera las perversiones qué cometiste pocas horas atrás.

O incluso aquella que alguna fue tu maestra en el Kinder que esta cerca de tu casa, la misma mujer que te llevaba al baño tomado de la mano y te limpiaba el culo cuando terminabas.

Bien, creo que estoy exagerando un poco, incluso puede que todo lo anterior solamente me lo esté imaginando ya que simplemente estoy consciente del aroma que emana mi cuerpo.

Me apresure a ir a comprar comida para Rakkun y termine enfrente de la carnicería que empezó todo esto, la misma que estaba debajo del departamento de Rakkun.

–Buenos días joven, ¿pasaron una buena noche? –pregunto la esposa del carnicero.

–¿E-eh?, n-nosotros no, di-digo… s-sí, algo asi –tartamudie nervioso, pues no creo que a alguien le guste escuchar que dos jóvenes tuvieron relaciones en su departamento, sea rentado o no.

–Me alegra, la verdad cuando llegamos pensábamos usar aquel departamento para vivir, pero para ser sincera no soy muy fanática de los hogares elevados –dijo la mujer con una sonrisa rara en su rostro.

Miré la distancia del suelo a la ventana del departamento de arriba, no eran más que unos pocos metros, por lo que no le encontré sentido a lo que está mujer estaba diciendo.

–Ya veo… Bueno, debo de agradecerles por dejar que mi novia pueda quedarse en su departamento. En especial de esa forma tan espontánea –dije ligeramente apenado.

–Oh, no debes de agradecer, realmente parece que tu novia llego en el momento justo en el que pensábamos rentar ese departamento, pareciera que esa chica fue enviada por lo ángeles que escucharon nuestras plegarias –comento la mujer con cierta mueca en su rostro, como si una revelación se hubiera postrado ante su rostro.

Yo, en aquel mismo instante, no pude evitar pensar que lo dicho por esta mujer tenía cierta verdad.

–Sí, ella es mi ángel, siempre llega cuando más la necesito –dije sin pensarlo.

No me había dado cuenta del rostro de la mujer, con una sonrisa tan grande que me traía malos recuerdos del pasado no tan lejano.

–Eso es algo muy dulce, pero, parece que tu ángel está por revelarse ante todos –dijo mientras apuntaba sobre su cabeza.

Asomándose por la venta estaba Rakkun, usando nada más que una ligera cobija qué estaba por caer al suelo, mientras una cantidad de gente considerable estaba por la desnudez de su cuerpo.

–Ay carajo –dije antes de salir corriendo a toda prisa.

Subí lo más rápido que pude hasta el departamento, tan solo para verme atrapado por la trampa mas mortal de la humanidad, las llaves.

–¡¿Por qué diablos tengo tantas llaves?!

Comencé a buscar la llave del departamentode forma apresurada, pero estaba tan poco familiarizado a ella que me estaba costando bastante trabajo.

–¡Maldita sea, si esto sigue así, el cuerpo de Rakkun estará, estará… si sigue así todos verán su cola! –grite con fuerza antes de finalmente encontrar la llave.

Abrí la puerta rápidamente y corrí hasta la habitación en la que estaba Rakkun. Podía ver como la cobija comenzaba a caer en cámara lenta, corrí lo más rápido que me era posible y cubrí a Rakkun con mi cuerpo, dándole la espalda a todos esos espectadores morbosos que querían ver el cuerpo desnudo de Rakkun.

Rápidamente empuje a Rakkun hasta la cama, donde la obligue a acostarse.

La escena era algo más o menos así, una chica con orejas y cola de mapache estaba completamente desnuda abajo de mi, medio dormida y con un rostro tan lindo que seria imposible para cualquiera el resistirse a hacerle cosas indebidas.

–Haa, haa, tonto ángel descuidado –fue lo único que dije antes de besar con cariño su mejilla.

Me levante de la cama y cerré la ventana detrás mío, todo mientras veía miradas frustradas en todos los que estaban caminando por la calle.

Tras eso regrese a donde había dejado las compras. La esposa del carnicero las había cuidado por mi, y con esos ingredientes finalmente pude hacerle de desayunar a mi linda y descuidada novia.
.
.
.
–Sniff sniff, algo huele delicioso –dijo una pequeña mapache que se asomaba por la puerta de la cocina.

–¿Acaso acabas de decir sniff? –pregunte con un ligero tono burlon.

–Cariño mio, debes saber que de esa forma le aligero más el trabajo al que escribe nuestra historia –dijo aquello que no logré entender por completo. –Después de todo, nuestra historia de amor es la más hermosa de la vida, escrita por un ángel que nos ama a ambos –dijo Rakkun para dar sentido a sus palabras.

–Hmm, hablando de ángeles, ¿sabias que hoy el mundo casi ve uno desnudo? –dije refiriéndome a lo de hace rato.

–¡¿En serio, y como era?! –pregunto con suma emoción e inocencia.

–… Rakkun, mira como estas vestida en este momento –dije apuntando al hecho de que estaba completamente desnuda.

–… upps, no me di cuenta que estaba desnuda, tehee –dijo haciendo una ridícula pose.

Sé que en diversas ocasiones la regañaba por hacer esa extraña pose cuando estábamos discutiendo un tema serio, pero en esta ocasión, tras ver aquel pequeño rebote provocado por su repentino movimiento, bueno, solo diré que no podría estar más agradecido.

–Bu-bueno, ju-justamente eso –dije mientras trataba de controlar el sangrado de mi nariz. –Te asomaste por la ventana usando solo unas cobijas, y todo el mundo estaba a punto de verte así –dije desviando mi mirada hacia su rostro lo más posible.

–Oye, mis ojos están acá arriba –replicó molesta mientras hacía una pose qué denotaba más su pecho expuesto.

–Mi-mira, mejor ve a vestirte para que podamos tener una conversación –farfulle apenado.

Había algo que debía ocultar en este momento por más de una razón, aunque Rakkun parecía ya haberse dado cuenta.

–Heee, ¿hay alguna razón del porqué no me quieres desnuda? Dime, ¿Acaso te excita que camine por ahí completamente desnuda? –comenzó a preguntar mientras se acercaba cada vez más a mi.

En un momento ella ya estaba sobre mi espalda, abrazándome por detrás mientras metía sus manos al desnudo por debajo de mi ropa. Podía sentir como presionaba sus pecho contra mi, podía sentir su forma y lo suaves que eran.

Rakkun no se detuvo ahí, pues levanto mi camisa hasta que ella logró entrar dentro de esta. Su cuerpo era tan esbelto que no le costó mucho trabajo entrar dentro de mi ropa conmigo aun adentro.

De esa forma podía sentir su cuerpo desnudo pegado al mio, el calor que su pecho producía era dirigido a mi en este momento.

–Hehe, ¿te gusta esto? –dijo mientras bajaba su mano por mi pantalón. –Sabes, podríamos continuar lo de anoche, ya que, estamos solos –susurro eso último a mi oído, lo cual me hizo estremecerme.

Realmente mi cuerpo no podría resistir por mucho tiempo, lo único que me mantenía sensato era el pensar que había varias personas abajo comprando carne, y que no me gustaría que me escucharan, pues, chocando carne con carne, si saben a lo que me refiero.

El problema era Rakkun, sería casi imposible detenerla cuando esta así de excitada, o por lo menos eso parecería.

–¿Anoche? –pensé en voz alta.

Lo siguiente que vino a mi mente parecía ser la solución a mi problema, pues recordando lo que sucedió anoche era justo lo que necesitaba en este momento.

–Oh, ¿te refieres a como te quedaste dormida después de que terminaste? Todo porque según tu estabas satisfecha, dejándome con las ganas de más –dije, provocando que las manos de Rakkun se detuvieran.

En cuestión de segundos Rakkun salió de mi ropa y comenzó a caminar de vuelta al cuarto.

–I-ire a vestirme –dijo con una suave voz apenas audible. –Ta-también, lo lamento –fue lo último que dijo antes de salir de la cocina.

Tras eso finalmente pude respirar tranquilo, aunque me sentía un poco mal por aquello que dije a Rakkun, pero estoy seguro de que me perdonara cuando vea la enorme cantidad de gente que hay en la tienda de abajo.

–… mierda, creo que necesito ir al baño.

Aunque claro, hay cosas que preferiría olvidar en estos momentos.

//¡¡Capitulo nuevo después de mucho tiempo!! No estaba muerto ni andaba de parranda, estaba en un limbo del cual no podía escapa, al menos hasta ahora.

Espero hayan disfrutado esta capítulo y que esperen el siguiente, en un mes o dos :3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro