Capítulo 3🌹
Gracias por estar aquí y leer
Esta historia
Me haces muy feliz ✨️
Deja tu voto y tu comentario al final
Del capítulo ❤️
🥀🥀🥀
Capitulo 3
Connor
Aromas.
Puedo percibirlos en el aire. Hay personas en el bosque. Pero hay un aroma que me mantiene inquieto.
Y aunque estoy en mi forma humana, puedo sentir ese embriagador olor impregnarse en mis fosas nasales. Es muy dulce. Me agrada, pero a la vez me resulta abrumador. Me hace sentir extraño. Es un aroma que nunca antes he conocido. Me transformo y empiezo a correr por el bosque en busca del olor. El aroma me lleva hasta el río. Me detengo y me oculto detrás de unos arbustos.
Hay una chica en la orilla del río, lanzando piedras al agua. ¿Es ella quien desprende ese aroma tan agradable? La observo, oculto en la distancia. Su cabello castaño se mueve con la brisa del viento, de espaldas a mi, así que no puedo ver su rostro. Pero parece alguien joven desde mi perspectiva. De pronto la chica se gira, mirando hacia el bosque, justamenteen mi dirección. Me tenso en mi sitio, sin dejar de observarla. Entonces veo su rostro y como lo suponía es una chica joven. ¿Qué hace en un lugar como este? ¿Estará sola?.
Su ceño se frunce y mira a su alrededor como si estuviera en busca de alguien. Pero yo me quedo quieto, cauteloso en mi sitio. A lo mejor se ha dado cuenta de que la observo. No puedo dejar que me vea. Pero la chica, repentinamente, comienza a alejarse. Observo cada uno de sus pasos hasta que la pierdo de vista. No la persigo, no sería algo prudente.
Salgo de mi escondite y olfateo el aire. Me doy cuenta que hay más aromas en el bosque, pero ningún aroma es tan atrayente como el de aquella chica. Eso quiere decir, que ella no está sola.
Pero ellos no deben estar aquí, es peligroso para nosotros. No sabemos quienes son. Pero de lo que sí estoy seguro es que no pertenecen a la organización. Conozco cada uno de los olores que desprenden. Y ninguno de los que hay en el aire me es conocido. Supongo que solo son campistas.
Pero debemos alejarlos de aquí.
No debemos correr en riesgo.
Con eso en mente corro de vuelta para reunirme con mis hermanos y trazar un plan.
Aunque el aroma de esa chica se queda grabado en mi olfato sin poderlo evitar.
🥀🥀🥀
Samantha
El lugar es increíble.
Ahora que estamos en completa oscuridad puedo percibir lo hermoso que es.
Solo la luz de la fogata nos acompaña, pero se puede ver perfectamente a nuestro alrededor ya que la luna llena brilla firmemente en el cielo iluminando el bosque.
Se escuchan variedad de sonidos de animales a nuestro alrededor. Pero nada que debamos temer. Hay luciérnagas volanteando de un lugar a otro, grillos cantando en la lejanía al igual que un búho que seguramente se encuentra oculto en algún lugar.
Pero el sonido que más me gusta, es el del río fluyendo arrastrando piedras a su paso. Es agradable y me hace sentir en paz. Mi corazón se siente en calma en este instante. Nunca me había sentido tan bien como me siento ahora en este bosque.
Tengo un poco de frío, ya que la temperatura ha subido un poco a medida que pasan las horas.
Mi piel se eriza ya que tengo mucha piel al descubierto; solo llevo mi pijama puesto al igual que Jess. Ámbar, al contrario, esta lo más abrigada posible porque no quiere que los bichos la piquen, según ella.
Las carpas están tendidas en su lugar mientras miramos la fogata arder, comemos Malvaviscos y Alex cuenta una que otra historia de terror, haciendo que su hermana mire a su alrededor temerosa de que algun fantasma aparezca en cualquier momento.
Kevin permanece a mi lado tomándome de la mano mientras sonríe por las locas historias de Alex.
—¿Quieres dar un paseo, Bonita?. —me pregunta mi novio en un susurro mientras los demás no nos prestan atención. Yo me sonrojo al instante pero de igual forma asiento con mi cabeza y le sonrío. Nos levantamos de nuestro tronco y nos alejamos de nuestros amigos. Caminamos tomados de la mano por el bosque. Esta oscuro pero podemos ver perfectamente a nuestro alrededor.
—¿Tienes miedo?. —me pregunta algo divertido.
—Claro que no, no le tengo miedo a la oscuridad.
Detiene sus pasos cuando llegamos al río y se gira para verme intensamente. Levanta su mano y acaricia mi mejilla, dicho acto me acelera el corazón al instante.
—No me refería a la oscuridad, Sam.
—¿Entonces...?
—Hablaba de estar juntos. Aquí. A eso me refería.
Paso saliva con fuerza sintiéndome nerviosa de repente. ¡Es mi novio! ¡No debería de estar nerviosa! Confío en el.
—Yo...no tengo miedo de estar contigo, Kevin.
—Podemos esperar. Puedo esperar por ti toda la vida si es necesario, Sam. No tenemos por qué hacerlo.
—Pero yo...quiero hacerlo. Quiero estar contigo aquí, en este instante. ¿Es que tu no...?.
—Claro que quiero. Te deseo profundamente, Sam. No hay nada que desee más en este mundo que a ti.—mi corazón da un vuelco ante sus palabras. —Pero puedo esperar. No me importaría.
Le sonrío de lado, muerta de amor por el. Lo miro fijamente y muerdo mi labio inferior levemente. Detallo lo perfecto que es su rostro; sus labios se ven rojos a causa del frío, sus ojos oscuros brillan mientras me observa, es tan hermoso que no me canso de admirarlo.
Corto los pocos centímetros que nos separan y lo beso. Sus labios son suaves mientras se mueven al compás de los míos. El beso es suave, lento, exploratorio, como una caricia. Sus manos rodean mi cintura y me aprieto más contra el. Sus latidos desesperados me descolocan y su forma de respirar con dificultad me llena de mucha satisfacción. Se que me desea tanto como yo. ¿Por qué debemos esperar?.
Siento la piel ardiendo mientras aumento la intensidad del beso. Ahora nos besamos con desesperación, con ganas, y eso hace que ahogue un gemido en mi garganta. Se siente tan bien.
—Sam...
Lo escucho pronunciar con la voz entrecortada y yo sigo besándolo con fuerza, llena de deseo. Sus manos acarician mi espalda, hasta llegar a mis nalgas y apretarlas acercándome más a él. Es cuando siento su dureza en mi vientre para mi deleite.
—¡Joder!.
Gruñe, hambriento y excitado. Se aferra a mi cuerpo con firmeza como si no quisiera que me apartara de él. No lo hago. Esto se siente jodidamente bien.
—Tócame. —gimo y el lo hace. Sus manos se deslizan hacia mis pecho y los acaricia con fuerza. Dejo de respirar al instante. Me dejo llevar por la sensación que se instala en mi cuerpo. De pronto me siento necesitada, desesperada, algo que nunca antes había sentido. Me pellizca uno de mis pezones y suelto un gemido inconscientemente.
—Si quieres que pare dímelo, Sam.
Niego con la cabeza con el corazón latiendome en la garganta. Sus ojos brillan lujuriosos mientras respira agitadamente. Y es precioso.
Vuelve a atacar mi boca y al mismo tiempo me quita la camiseta dejando mis pechos al aire libre. Me mira y pasa saliva con fuerza.
—Eres preciosa. —me dice con la voz llena de deseo. Se saca la camiseta de su cuerpo y me besa. Su cuerpo está ardiendo y la fricción de su pecho con el mío, hace que mis pezones se pongan duros de repente. Su mano se cuela dentro de mi short de pijama y me acaricia por encima de la tela de mis bragas. Gimo en su boca haciendo que el se estremezca. Todo se vuelve más intenso y yo me siento aún más ansiosa. La piel me arde de necesidad. Puedo sentir mis bragas húmedas mientras sus dedos se deslizan por mis pliegues por encima de la tela. ¡Dios! Me encanta la sensación. Me falta el aire y mi corazón creo que va a explotar por todas las sensaciones que estoy experimentando. Inconscientemente muevo mis caderas como si no tuviera control de mi propio cuerpo.
—Joder. Me encantas, Sam. —dice al borde de la desesperación y yo me restriego contra su mano como si de esa forma pudiera saciar mi necesidad. Pero esta aumenta aun más. Necesito más. Estoy a punto de enloquecer. Mi cuerpo tiembla inevitablemente y todo mi ser pide a gritos mucho más.
Nos besamos con hambre y devoción, como nunca lo hemos hecho. Nos acariciamos, nos tocamos, hasta que...
Escuchamos un grito.
Nos detenemos al instante con la respiración acelerada.
—¿Lo escuchaste?. —le pregunto a Kevin, sonrojada. Aún con el deseo en mi cuerpo intacto.
Asiente.
—Si. Alguien gritó.
Nos apresuramos a vestirnos.
—Los chicos. —digo preocupada.
—No te preocupes, de seguro están bien.
—Mejor volvamos. —le pido y el asiente. Nos tomamos de la mano y nos apresuramos a volver. Cuando estamos a punto de llegar, nos quedamos paralizados al escuchar aullidos.
Mi corazón salta en mi pecho.
—¿Lobos?. —le pregunto a Kevin y el asiente.
—Maldición. Debemos largarnos de aquí, Sam.
Se aferra a mi mano y corremos hasta llegar con nuestros amigos. Ámbar llora, aferrada al brazo de su hermano y Jess luce aterrada mientras tiembla. Alex tiene un enorme palo en sus manos.
—¿Están bien?. —les pregunto, preocupada.
—¿Lo escucharon?. —nos pregunta Alex y ambos asentimos. —No puede ser cierto. ¿Cómo pueden haber lobos en este lugar?.
—¡Te dije que este maldito lugar sería peligroso!. —le grita ámbar enojada con su hermano.
Este se gira hacia ella.
—Lo siento. ¡Cómo diablos podía saberlo, Am!. Pero vamos a estar bien.—la consuela y ella sigue llorando, asustada.
—Recojamos todo y larguémonos de aquí. —añade Jessica. Nos apresuramos a recoger todo. Pero no nos da tiempo. Vuelven a escucharse aullidos. Están cerca.
—¡Vamonos de aquí! ¡Ahora!. —dejamos todo tirado y salimos corriendo con linternas en nuestras manos. Esta oscuro y hace frío. Creo que ya es medianoche.
Kevin corre conmigo tomándome de la mano, sin soltarme. Me aferro a él mientras corro. Estoy agitada, mi corazón salta en mi pecho con fuerza y siento mucho miedo. Llegamos hasta la colina, pero nos detenemos. Frente a nosotros están tres enormes lobos, observándonos.
Se me corta la respiración al instante. Porque no son lobos comunes, estos son gigantes, el triple de una persona normal. ¿Cómo puede ser posible?.
Me quedo paralizada sin dejar de observarlos. Estos muestran sus colmillos afilados y posan amenazantes frente a nosotros haciéndonos retroceder. Alex está al frente con un palo en su mano como si esa simple rama pudiera defenderlo de esas enormes bestias.
Estamos muertos
Kevin me sostiene con fuerza mientras Ámbar y Jessica permanecen detrás de Alex llorando asustadas. Yo trato de mantenerme en calma, pero no puedo. Podría morir esta misma noche.
De pronto Ámbar se aleja del grupo y sale corriendo, atemorizada por el bosque.
—¡Ámbar! ¡No!. —le grito, pero ella sigue corriendo. Tal vez pueda llegar a la salida. Pero es en vano, uno de ellos comienza a perseguirla.
No.
Las lágrimas corren por mis mejillas al instante, mientras Alex se vuelve loco en su lugar.
—¡Por favor, no le hagan daño!. —grita Alex como si esas criaturas pudieran entenderlo. Mis manos tiemblan sin parar.
—Sam...
Kevin a mi lado me mira con miedo y yo apenas puedo respirar.
—¿Confias en mi?. —asiento repetidamente ahogando un sollozo.—Necesito que corras. —me dice desesperado.
Niego con la cabeza.
—No voy a dejarlos.
—Sam. Vete. Corre. Llévate a Jess. Nosotros le daremos tiempo para que escapen.
Sigo negando con mi cabeza. Jessica llega a mi lado.
—¡Vamos, Sam!. —me sujeta pero yo solo miro a Kevin.
—Por favor, Sam. —me suplica en un susurro. —Alex y yo, estaremos bien. Te quiero, bonita.
Los otros dos lobos se nos acercan.
—¡Ahora!. —grita Alex y Jessica me hala del brazo y corro junto a ella por la oscuridad del bosque. El pecho me duele mientras las lágrimas se deslizan por mi mejilla. Mi pecho sube y baja frenéticamente mientras corro sin parar. Me duelen los pies, siento espinas aruñarme la piel. Pero no nos detenemos. Hago muecas de dolor a medida que avanzamos.
—¡Ya estamos cerca, Sam!.
De pronto escuchamos un aullido detrás de nosotras.
No.
—¡Ahí viene!. —grita, Jess. —¡Corre, Sam!.
Pero apenas puedo escucharla. No me molesto en mirar hacia atrás. Se que nos esta persiguiendo, puedo sentir sus pisadas fuertes detrás de mi. Me siento aterrada. No quiero morir.
Suelto un grito cuando tropiezo y caigo al suelo. Siento mi tobillo crujir y grito de dolor. Jessica detiene sus pasos.
—¡Sam!. —Corre hacia mi y se arrodilla a mi lado mirando mi tobillo roto. Yo me quejo del dolor que siento. Es abrasador. —¿Puedes levantarte?.
Niego con mi cabeza.
—¡Debes hacerlo! ¡Tenemos que irnos!.
—¡No puedo, Jess!. Déjame y sal ya de aquí.
—¡No voy a dejarte!.
—No puedo caminar.
—Voy a ayudarte. No me iré de aquí sin ti. —insiste desesperada y trata de levantarme colocando mi brazo sobre su cuello. Cuando estoy de pie por fin, me tambaleo y sollozo de dolor.
—Tu puedes, Sam. ¡Debemos salir de aquí!. La salida está cerca.
Como puedo, camino. Pero el dolor se vuelve insoportable en cada paso que doy.
—¡Jess! ¡No puedo!.
—¡Maldita sea, Sam! Entonces te cargaré si es necesario. Pero debemos salir de aquí.
Me tumbo en el suelo y me quedo de espaldas en el tronco de un árbol controlando mi respiración. Tengo la garganta seca y estoy casi congelada del frío.
—¡No!. Escúchame, Jess. No puedo seguir avanzando. Pero tu si. Corre hasta la salida. ¡Debes irte sin mi!.
—¡No lo haré!.
—Jessica, Por favor. Me quedaré aquí, oculta. No va a encontrarme. Pero tu debes huir. Estaré bien.
Mentira. De igual forma moriré aquí en este lugar. Solo quiero que ella siga con vida.
Ella llora de miedo y desesperación. La halo hacia mi y la abrazo con fuerza.
—¡Shh! Todo estará bien, Jess. Ahora vete de aquí.
Cuando se aparta de mi, asiente.
—Volveré por ti. —Me dice entre sollozos. —Por favor, no mueras.
—No moriré.
Eso también era mentira.
—Corre. —le pido y ella lo hace. Se aleja de mi y yo me permito llorar en silencio. Solo espero que esa bestia no me encuentre. Escucho sus pisadas a lo lejos y cierro los ojos tratando de tranquilizarme. Inhalo y exhalo una y otra vez. Cuando abro mis ojos veo mi tobillo hinchado apenas y puedo reconocer que es mi pie. Tiene un color morado terrible. Moriré. De eso estoy completamente segura.
Nadie va a ayudarme aquí. Solo espero que los chicos estén bien.
Apretando los labios con fuerza consigo levantarme. Ahogo un grito de dolor. Se que si hago algún ruido el lobo va a encontrarme. Camino lentamente, cogeando. Trato de explicarme como una criatura así de grande existe. Porque los lobos así de grandes no existen.
Camino con dificultad pero no encuentro una salida en este lugar. Escucho un aullido muy cerca de mi y me giro como puedo. Esta cerca. Va a encontrarme.
Me desespero y trato de correr soportando el dolor en mi tobillo. Lloro a medida que avanzo y corro bruscamente por el bosque, pero no puedo más. Siento el cuerpo pesado, estoy a punto de derrumbarme.
Hago un último esfuerzo, pero mi cuerpo cede y caigo al suelo de nuevo. Siento un fuerte golpe en mi cabeza al caer y el dolor se vuelve peor. Mi vista se vuelve borrosa, apenas y puedo sentir mi cuerpo.
Es mi fin.
Parpadeo tratando de quedarme despierta.
No quiero morir.
De pronto escucho una fuerte respiraración a mi lado. La bestia me ha encontrado, pero ya no me importa de todas formas moriré. Giro mi cabeza como puedo a un lado.
Entonces lo veo.
Es blanco como la nieve y sus ojos azules me observan. Y me pregunto como una bestia tan salvaje puede ser tan hermoso a la vez. Estoy divagando, supongo. Si pudiera me echara a reír de mi propia locura. Esa bestia va a comerme o a despedasarme y yo solo estoy pensando que es una criatura surrealista y muy hermosa.
Me le quedo viendo a los ojos, es como si mirara el cielo o el mar, y por primera vez no siento miedo. El lobo es enorme, me mira intensamente pero no me ataca. Solo me observa. Y yo lo observo de vuelta.
Como puedo estiro mi mano lentamente para poder tocarlo. Su pelaje se ve muy suave. Quiero hacer mi última locura antes de morir. No sé si me atacará o me morderá, pero hundo mi mano en su pelaje y es tan cálido que siento que mi piel se eriza al instante. La criatura se aparta de mi un poco y mi mano cae al suelo sin fuerza alguna. Me falta la respiración y mi vista se nubla.
Lo último que veo antes de morir, son sus bonitos ojos azules.
🥀🥀🥀
AHHHHH
Amo a mi criatura ❤️😍
¿Qué les pareció el capítulo?
Cuénteme.
El próximo capitulo estará narrado por Connor 🙈🔥😏
¿Qué creen que pase?
¿Teorías?.
Gracias por leer mis
Historias ❤️
Ya saben que las quiero
Voten y comenten
Se les quiere
Att: Patrix
@patrixia_escritora
En Instagram
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro