Capitulo 1

Samantha

Apenas se asoma el amanecer, salgo a correr por el parque, una costumbre que he mantenido desde que me mudé a California hace ya un año, después de la muerte de mi madre.

Troto al ritmo de No Lie de Dua Lipa & Sean Paul que resuena a traves de mis auriculares, sintiendo cómo mi pecho sube y baja con cada paso que avanzo por la acera. Las gotas de sudor empapan mi ropa deportiva, recorriendo mi cuerpo. Minutos después, detengo mi carrera, sintiendo que mi corazón va a salir de mi pecho, y regreso a casa para alistarme para la universidad.

Vuelvo caminando, dando sorbos a mi botella de agua para combatir la deshidratación. Al llegar, subo a mi habitación para darme una ducha rápida y vestirme. Ya lista, recojo mi bolso, mi celular y mis libros de arte y pintura. Al bajar las escaleras, me encuentro con mi padre en la cocina, quien me recibe con una sonrisa mientras disfruta de su café. Me acerco y le doy un beso en la mejilla.

-¿No vas a desayunar, Sam?

-No -respondo, tomando una manzana de la mesa-, con esto es más que suficiente.

Muerdo la manzana justo cuando escucho la bocina de un auto.

-Es Kevin -le informo a mi padre, alejándome para dirigirme a la salida.

-Debes alimentarte bien o enfermarás -advierte detrás de mí.

-Sí, lo haré en la universidad, papá -respondo, elevando la voz mientras tomo el pomo de la puerta-. Te quiero.

Fuera, el aire frío golpea mi rostro, revoloteando mi cabello. Al levantar la vista, lo veo: Kevin, con sus ojos negros clavados en los míos, me observa apoyado en su auto con esa sonrisa que me desarma. Siento un revuelo en el estómago mientras me acerco bajo su atenta mirada. No aparta los ojos de mí, y eso hace que mi corazón lata con fuerza.

Le devuelvo la sonrisa, sonrojada, al llegar a su lado. Se aparta del auto y coloca sus manos en mi cadera, atrayéndome hacia él para besarme. Rodeo sus hombros con mis brazos y correspondemos el beso con energía. Mi cuerpo se estremece con el contacto de sus labios. A pesar de los pocos meses juntos, cada beso se siente como el primero.

-Te extrañé, bonita -dice al separarse, y no puedo evitar sonreír.

-Pero si nos vemos todos los días.

-Aun así, te extrañé.

-Yo también.

Nos besamos suavemente y recuerdo cuando conocí a Kevin hacen seis meses. Me enamoré sin darme cuenta, y cada sonrisa suya en clase me hacía ruborizar. Nuestro primer beso fue hace un mes, en una fiesta, inesperado y mágico. Desde entonces, no ha dejado de mirarme, de decirme cosas bonitas y de tener detalles conmigo. Me confesó que le gustaba y me pidió que saliera con él. Dije que sí al instante. Hace una semana me pidió ser su novia oficialmente, y acepté encantada. Ahora somos inseparables. Kevin Morgan es encantador, tierno y amoroso, el chico que cualquier chica desearía. Es perfecto, y cada gesto suyo me enamora más.

-¿Sam?

Parpadeo, volviendo a la realidad.

-¿Eh?

Él sonríe, divertido.

-¿Estás bien? Te quedaste pensativa.

Me disculpo, un poco avergonzada, y él niega con la cabeza, aún sonriendo. Me besa de nuevo, esta vez con más intensidad.

-Feliz cumpleaños, Sam -susurra, y sonrío en sus labios. Había olvidado que hoy cumplo 19 años. Con todo el estudio, se me había pasado.

-Por cierto -dice, alejándose hacia el auto. Saca algo por la ventanilla y regresa con una pequeña caja de regalo roja-. Es para ti.

-¿Para mí? -pregunto, recibiendo la caja.

-Sí, es tu regalo de cumpleaños. Espero que te guste.

Al abrirla, quedo impresionada por el contenido.

-¿Te gusta? Pensé en ti al verla.

Es una delicada cadena plateada con un dije de nota musical. Igual a la que mi madre me regaló cuando era pequeña y por un descuido de mi parte la perdí.

-Sabes lo mucho que significa la música para mí... Es el regalo perfecto, Kevin.

La emoción me embarga al recordar a mi madre y su amor por el piano. Desde su muerte hace un año, no he vuelto a tocarlo. La extraño tanto. Se me hace un nudo en la garganta.

Una lágrima se escapa por mi mejilla. Kevin la limpia con su pulgar y me sonríe.

-Hey, todo está bien, bonita.

Le agradezco por el regalo, y él responde:

-No es nada. Mereces mucho más que eso, bonita.

Como puedo, le sonrío.

🌹🌹🌹

Cuando llegamos a la universidad, mis amigas me reciben con besos y abrazos dramáticos por mi cumpleaños. Hoy debería ser un día especial, pero no lo siento así, no sin mamá aquí. Seguro que habría preparado un enorme pastel y me lo habría llevado a la habitación con una gran sonrisa. Ese pensamiento me aprieta el corazón, pero termino sonriendo a mis amigas. Al menos no me siento tan sola con ellas a mi lado; son como las hermanas que nunca tuve.

Minutos después, estamos sentados en la cafetería del campus. Kevin está a mi lado, acariciando mi mano bajo la mesa. Amo sus caricias secretas mientras escuchamos la discusión entre mi mejor amiga Jessica y Alex, el mejor amigo de Kevin. Parecen querer golpearse, incapaces de ponerse de acuerdo en nada. Mi otra mejor amiga, Ámbar, solo los observa divertida, y yo no puedo evitar sonreír también. Parece que Alex siente algo por Jess, aunque siempre lo niega. Pero Ámbar y yo estamos seguras de que hay algo fuerte entre ellos, aunque ninguno de los dos lo admita. Es absurdo y ridículo, pero estoy segura de que alguno de los dos dará el paso eventualmente. Cuando finalmente dejan de pelear, Alex se dirige a mí.

-Oye, Sam, como es tu cumpleaños, ¿no deberíamos hacer algo divertido? -propone Alex, entretenido.

Hago una mueca.

-No creo que sea necesario.

-¡Vamos, amiga! -interviene Ámbar, lanzándome una mirada cómplice y guiñándome un ojo-. Deberíamos divertirnos. Podemos salir a festejar.

-Eh... no lo sé -respondo, encogiéndome de hombros con duda.

-Podríamos ir de campamento -sugiere Alex, y Ámbar lo mira como si hubiera perdido la razón.

-¿Qué? ¿A un bosque? Ni lo sueñes, hermanito -replica Ámbar.

Alex ríe, divertido por la reacción de su hermana.

-¿Tienes miedo, hermanita? -la desafía, y ella lo fulmina con la mirada.

-¡Claro que no!

La discusión entre hermanos continúa hasta que Kevin me susurra al oído, captando mi atención.

-Creo que es una buena idea, ¿no crees? -sugiere con una sonrisa, y de repente, la idea no me parece tan mala.

-Mientras esté contigo, sí -respondo, devolviéndole la sonrisa.

Él deposita un casto beso en mis labios, y vuelvo a prestar atención a mis amigos.

-Te reto, hermanita. Si soportas una noche en el bosque, haré todo lo que me pidas durante una semana -desafía Alex.

Ámbar lo considera, mientras Jess observa la escena con diversión.

-¿Todo lo que yo diga? -pregunta Ámbar, y su hermano asiente.

-Piénsalo bien. Habrá mosquitos, serpientes y bestias nocturnas espeluznantes -advierte Alex.

-Solo lo dices para que no acepte el reto -replica Ámbar.

-Solo digo la verdad.

-¿Y qué pasa si no acepto?

-Entonces harás lo que yo te diga -responde Alex con una sonrisa triunfal.

Jessica interviene.

-Quiero unirme al reto.

Alex la mira, sorprendido y divertido.

-¿Estás segura, Jess?

Ella asiente, confiada.

-Sí. Y no vas a ganarme, zoquete.

-Eso ya lo veremos, rubita.

La tensión es palpable. Aunque parecen odiarse, es evidente que se gustan demasiado, solo que no lo aceptan.

-Aceptamos el reto, hermanito -dice Ámbar con confianza.

-¿Y si hay un empate? -pregunto, y todos me miran expectantes.

-Pues... -comienza Ámbar.

-Yo decidiré el desempate -anuncio, y Alex levanta las cejas, mientras Ámbar sonríe y Jess asiente en acuerdo.

-Bien -acepta Alex-. Pero no será necesario porque no voy a perder.

-Sigue soñando, hermanito -responde Ámbar.

-Estoy seguro de que serás la primera en perder -se burla Alex, y Ámbar le da un golpe en el brazo, provocando que se queje, aunque sigue riendo. Sonrío, sabiendo que Ámbar probablemente perderá.

-Te romperé la nariz por imbécil -amenaza Ámbar.

-No seas agresiva, hermanita -responde Alex, y Ámbar pone los ojos en blanco.

Jessica interviene.

-¿Y a dónde iremos de campamento?

Alex sonríe con picardía, claramente tramando algo.

-A Saint Ángel -responde.

-¿Saint Ángel? ¿El pueblo misterioso del que todos hablan? -pregunto, curiosa. Hay rumores de desapariciones en ese lugar.

-Sí. Dicen que es un lugar fantástico para acampar -afirma Alex.

-¿Estás loco? Ese lugar es peligroso, Alex -dice Ámbar, alarmada.

-¡Vamos! Esos rumores no son reales, y lo sabes -contradice Alex.

-No puedes estar seguro -replica Ámbar.

La discusión entre hermanos se reanuda, pero intervengo.

-Es mi cumpleaños, así que yo tengo la última palabra.

-Eso no es justo -resopla Ámbar-. No quiero ir a ese lugar.

-Tampoco yo -añade Jessica, decidida.

-Sí, suena aterrador, pero ¿qué malo podría suceder? -me encojo de hombros, minimizando los rumores. Lo único que me importa es estar a solas con mi novio.

Todo irá bien.

-Iremos a Saint Ángel.

🌹🌹🌹

Gracias por estar aquí 🙈
No sabes lo feliz que me haces.
Esta fue la primera historia que escribí, pero por motivos personales la eliminé de Wattpad
¡pero ahora vuelvo a publicarla!
Ahhhh 😭❤️
Espero que les guste un montón esta historia 😉😍

No olviden dejar sus opiniones
Estaré muy feliz de leerlos

Preguntas:
¿Qué crees que pase en la historia?
¿Que tal te parecen los personajes?
¿Tienes alguna teoría?
¿Leíste la primera versión?

Los estaré leyendo🥰

Gracias!!

Los quiere siempre

Patrixia Gómez ♡