Capítulo 5
(Aclaro que esto sucede un día después de que despertaran en el hotel).
●Tyler●
Adam se encuentra con la boca abierta; acabo de ponerlo al tanto de todo lo que sucedió después de que me dejó en el bar. Es que simplemente se oye ridículo, nada más me faltó terminar en una boda exprés al estilo las Vegas.
Apuesto a que si mi amigo no me conociera, estaría pensando que me lo inventé, y es que hasta quiero eso, porque me siento algo avergonzado y un poco culpable por todo lo ocurrido, porque fui yo quien se acercó a la chica y fui yo quien la animó a beber. Lo que si no fue idea mía es el tatuaje que adorna el lado izquierdo de mi pecho, donde le proclamo mi amor a una chica con la que apenas pasé una noche.
Siempre he considerado que eso de tatuarse el nombre de tu pareja es algo absurdo, porque nunca sabes cuánto durará tu relación con esa persona y luego podrías arrepentirte de haberlo hecho, pero al parecer mi yo borracho no piensa lo mismo, porque lo que recuerdo es estar encantado con la idea y hasta dije que le agreguen corazoncitos a los lados del nombre.
Porque así de idiota puedo ponerme estando borracho.
Cuando Adam parece salir de su estupefacción el muy maldito empieza a reír. Se ríe tanto que hasta empiezan a salirle lágrimas.
― Luego dices que quien hace locuras soy yo― suelta cuando por fin consigue tranquilizarse un poco― ¿Puedo verlo?
― ¿Qué cosa?― frunzo el ceño.
― Tu nueva adquisición― empieza a reír otra vez.
― Ya para con eso, no es gracioso― me muestro serio pero en el fondo siento ganas de reír por la manera en la que Adam parece estarse quedando sin aire.
― Es que cuando tu primo se tatuó la fecha de aniversario con su novia te burlaste bastante de él. Ahora podrá cobrárselas.
― No. No se lo dirás a Jayson, ni a nadie de mi familia― sentencio.
― ¿Por qué no?
― Porque entonces querrán saber cómo es que llegué a eso y no quiero tener que explicar lo que me llevó a ese bar en primer lugar. A ellos les diré que terminé con Marie por diferencia de ideas y ya.
― ¿No les dirás que te utilizaba y para colmo te puso los cuernos?
― No voy a exponer mi vida privada de esa manera, además de que no quiero hacerle eso a ella. Aunque en este momento me siento sumamente enojado con ella, y hasta podría llegar a decir que la detesto un poco, no voy a revelar sus trapos sucios.
― A veces me exaspera que seas tan bueno, yo quería compartir el odio que siento por ella, con tu hermana.
― Ary es quien menos debe saberlo, ella es capaz de ir y agarrarse a los golpes con Marie.
― Y apuesto a que sale ganando, tu hermana da unos buenos golpes.
― No es bueno que se exalte, queremos que tenga un embarazo tranquilo.
― Ya va por el tercer mes, ¿no?― se muestra muy emocionado ante la idea.
― Si, su novio está más nervioso que ella. Ary se queja de que la trata como si fuera de porcelana― me río.
― Ariadna lo volverá loco, es demasiado terca― bufa y rueda los ojos―. Yo solo espero que no tenga problemas en compartir a su bebé conmigo.
― Con lo que te gustan los niños aun no entiendo cómo es que no tienes uno propio.
― Soy muy joven para ser padre― se levanta del sofá y camina hacia la cocina― ¿Tienes jugo?
― Busca en la nevera― me acomodo a lo largo del sofá mientras oigo como él rebusca en la cocina; si Adam no asalta mi cocina, simplemente no es Adam.
― Y lo más importante― regresa bebiendo su jugo de naranja―, aun no encuentro a la indicada.
― Tampoco es que las estés buscando.
― No tengo prisa, como dije: aun soy joven, quiero disfrutar un poco más siendo solo yo. Mientras tanto acapararé a mis sobrinos.
― Apuesto a que no tardarás en dar la noticia de que serás padre.
No responde y simplemente me mira mal mientras sigue bebiendo su jugo. Yo me pierdo en mis pensamientos, que vuelven a Skylar, la chica de anoche. No puedo evitar sentirme mal por cómo sucedieron las cosas, no me imagino lo que debió sentir ella, si yo me asusté al despertar, ella debió tenerla peor. Yo fui su primera vez, para algunas chicas eso es importante, no sé si ella sea el caso pero imagino que a ninguna le gustaría hacerlo por primera vez y ni siquiera poder recordarlo, porque los dos estábamos bastante borrachos, eso es una de las pocas cosas que si recuerdo.
― ¿Qué te sucede?― la voz de Adam me trae de vuelta a la realidad, me está mirando fijamente, como si me analizara.
― ¿De qué hablas?― me hago el que no sabe.
― Tienes cara de querer que te arrolle un carro. Ya dime a qué le estás dando vueltas en esa cabezota tuya.
― ¿Crees que estaría mal buscar a Skylar?
― Con que así se llama― veo satisfacción en su mirada, puede que haya omitido algunas cosas cuando le conté lo que pasó ayer.
― Quiero buscarla― decido ignorar su comentario―. No creo que eso sea algo malo, ¿verdad?
― Y si la encuentras ¿qué vas a hacer?― veo que está disfrutando de esto.
― No sé, yo…― ni siquiera sé lo que voy a decirle, podría empezar disculpándome―. Solo quiero hablar con ella― termino diciendo.
― ¿Y cómo planeas encontrarla? Solo sabes su nombre y lo único que tienes de ella es un sujetador― veo como aprieta sus labios para no reír.
Idiota.
― Tal vez en el hotel pueda conseguir algo.
― Entonces te acompañaré― se pone de pie y tira de mi brazo para que me levante y lo siga.
― ¿Ahora?― trato de seguirle el paso y no caer en el proceso.
― No es como que tengas otra cosa para hacer, ¿o sí?
― Supongo que no― digo mientras salimos de mi apartamento.
(...)
Intento ignorar la risa de Adam, ha estado riendo desde que salimos del hotel y ya no lo soporto. Me dejo caer en el sillón individual y me cubro la cara con mis brazos.
― No puedo creer que se registraran como el señor y la señora Taylor― vuelve a reír―. Sí que te pones creativo cuando bebes, hasta combinaste sus nombres.
― No sabes si fui yo quien lo sugirió.
― Estoy seguro de que fuiste tú, una vez dijiste que querías que tu hija se llamara así.
― No lo recuerdo.
― Fue en la primera fiesta de la universidad, estabas muy tomado como para recordarlo― hace una pausa pero por su cara ya sé que dirá otra de sus ocurrencias―. Solo que en esa fiesta no te acostaste con nadie ni terminaste tatuado.
― No sé por qué te soporto― lo doy una mirada con ojos entrecerrados.
― Bah, sabes que no podrías vivir sin mí.
― No me tientes a comprobar si es cierto o no.
― Amargado― me saca la lengua, porque Adam es así de maduro.
●Skylar●
― ¿Ya tomaste una decisión?
― Creo que sí― digo dudando, porque aún tengo dudas, aún tengo miedo.
― Debes estar segura de la decisión que vas a tomar, ten en cuenta que luego no hay vuelta atrás― Jessica se muestra tan seria que por un momento siento que estoy frente a mi abuela, y no mi amiga.
― Eso lo sé pero aun así tengo miedo― suspiro pasándome las manos por la cara―. No es como decidir si esta noche quiero cenar pizza o hamburguesas, es una decisión que puede cambiar mi vida.
― Por esa razón debes estar segura― asiento tratando de mostrarme determinada―. De acuerdo, ¿qué decidiste?
― Voy a tenerlo, voy a seguir con el embarazo― observo como su expresión va cambiando a una de total asombro, como si no pudiera creérselo.
Después de pensarlo durante cuatro días por fin puedo decir que me he decidido. Fueron unos días tensos y muy duros para mí, estuve analizando la situación a fondo, pensando una y otra vez en las posibilidades, en los escenarios que podrían presentarse ante cualquiera de las dos opciones. Soy una persona que sobre analiza cada decisión que va tomando y ésta no fue la excepción.
― ¿Lo dices en serio?― se muestra incrédula.
― ¿Por qué te sorprende tanto?― estoy confundida, no es como que eso no estaba entre las opciones― ¿Crees que no tengo madera para ser madre?
― No, no, no― se apresura responder notando mi desilusión―. Es solo que no me lo esperaba, la verdad es que estaba casi segura de que no continuarías con ello.
Siendo sincera yo también estaba más inclinada hacia la idea de interrumpir el embarazo, pero mientras pensaba en mi decisión se fueron creando imágenes en mi mente donde yo estaba con una niña en mis brazos; fui imaginando como sería tener un hijo, alguien que dependería de mí y a quien seguro iba a amar por sobre todas las cosas.
La idea y las imágenes se fueron metiendo con fuerza en mi mente y sin darme cuenta ya estaba ilusionada con la idea, el miedo que sentí al enterarme de mi estado fue siendo reemplazado por la alegría poco a poco y al final ya no pude hacer más que dejarme llevar por esas ilusiones.
― Sé que no va a ser sencillo, y puede que en ciertos momentos me cuestione mi decisión pero también sé que vendrán cosas maravillosas. Si por un momento me pongo a dudar solo debo recordarme a mí misma por qué lo decidí en primer lugar.
― ¿Y eso es?
― Tendré a quien amar incondicionalmente y sin miedo a que me haga daño― me trago el nudo que tengo en la garganta y decido continuar―, me hará feliz.
― Tomaste el camino más difícil pero aun así estas contenta― todo esto lo dice mientras lentamente se va formando una sonrisa en su rostro―. Nunca creí que me harías tía tan pronto, ni que me alegraría tanto por la noticia.
Se acerca a mí en la cama y aun estando sentada me abraza, siento como el nudo en mi garganta se hace más grande y las lágrimas van llenando mis ojos pero aun así la sonrisa en mi rostro no puede borrarse.
― ¿La idea te gusta?― ya las lágrimas empezaron a salir y cuando me aparto veo que ella también tiene unas cuantas en sus mejillas.
― Me encanta la idea, y mientras más lo pienso más me gusta― se seca los rastros húmedos en su rostro con la manga de su chaqueta―. Creo que la razón de que me guste aún más es porque no tendrá nada que ver con Edwin― a ambas se nos escapa una risita―. Ese tipo sería insufrible como padre.
― Quien sabe― me limito a decir.
― ¿Cuándo se lo dirás a tus padres?
― Estaba planeando hacer una video llamada con ellos esta noche, quieren ver con sus propios ojos que de verdad me encuentro bien, si reúno el valor suficiente se los diré. Tengo miedo de su reacción y si las cosas se ponen feas lo único que tendré que hacer será colgar.
― ¿Quieres que te deje la habitación para ti sola?
― En realidad me gustaría que estés conmigo, además mis padres también quieren asegurarse de que sigues viva.
― De acuerdo, entonces esta noche soltamos la bomba.
(...)
― ¿Estás lista?― pregunta una vez que estamos acomodadas en el sofá y la computadora en la mesita de café frente a nosotras.
― No, pero hagámoslo antes de que me arrepienta― siento que los nervios se me notan en la cara, y no quiero eso porque si mis padres lo notan empezaran a hacer preguntas apenas comience la llamada.
― Tú tranquila― apenas termina de decir eso el rostro de mis padres aparece en la pantalla, por lo que veo parece que están en el despacho que mi papá tiene en la casa.
― ¡Hola, cariño!― mi papá es el primero en hablar y su saludo viene acompañado de una encantadora sonrisa―. Jess, se nota que esas vacaciones te sentaron muy bien, ¿cómo están mis niñas?
― Estamos bien, papá. No tienes de que preocuparte.
― Es verdad, la estamos pasando muy bien, tío Paul― mi padre siempre ha tratado a mis amigas como de la familia, de ahí el que ellas lo llame tío. Mi madre por el contrario se siente más cómoda si la llaman Denisse, no le gusta cuando le dicen señora.
― ¿Cuándo volverán?― cuestiona mi madre con una cara de pocos amigos.
― Yo también me alegro de verte, mamá― ignoro su pregunta y eso parece molestarle.
― No me vengas con jueguitos, Skylar― uh, me está dando la mirada―. Dejaste plantado al pobre Edwin en el altar y luego desapareces por un mes sin dar explicación alguna, nos has tenido a todos con el Jesús en la boca sin saber siquiera donde te encuentras y…
― Ni siquiera me saludas, mamá― corto su discurso sobre mis hazañas―. Creí que luego de no verme por un mes me extrañarías aunque sea un poquito.
― Precisamente porque no te he visto durante un mes es que quiero que me des explicaciones.
― Denisse…― intenta calmarla papá pero ella le lanza una mirada asesina.
― No. Ella no se presentó a su propia boda y desapareció sin decirle a nadie más que a la amiga que se encuentra a su lado. Edwin la ha estado buscando y llamando sin conseguir respuesta porque a la niña se le antojó hacer una rabieta.
― Ni siquiera me has preguntado por qué― suelto molesta.
― ¿Cómo?― parece no entender.
― Dices que quieres explicaciones pero ni siquiera me has preguntado por qué hice todo esto, solo me estas recriminando todas mis acciones sin siquiera darme tiempo para hablar.
― Porque quieres hacer berrinches. No te entiendo, Skylar― me mira como si yo tuviese toda la culpa, ya quiero ver lo que dice cuando sepa que sus adorados Edwin y Amanda me pusieron los cuernos.
― Denisse, por favor― la voz de mi padre es calmada, sabe que con ella debe hacer uso de toda su paciencia―. Dejemos que ella hable y nos explique lo que pasó, porque estoy seguro de que todo esto debe tener una razón― me mira como esperando que lo apoye y yo asiento efusivamente.
― Ojala tengas una buena excusa― me mira como si hubiese echado a perder sus sueños, tal vez así fue. Podría decirse que mi madre amaba más a Edwin que a mi―. Cuando regreses tendrás que disculparte con la familia Stevens, rogar para que Edwin te perdone y con suerte accederá a reorganizar la boda, tal vez si…
― Estoy embarazada― suelto la bomba y todo se queda en un mortal silencio, mi padre tiene abiertos los ojos cual búho y mi madre quedó con la boca abierta a mitad de la frase.
― ¿No les ibas a decir con delicadeza?― susurra Jessica a mi lado.
― Que se joda la delicadeza, ella planea que yo me eche la soga al cuello.
― ¿Qué dijiste, cariño? Creo que oí mal.
― No, papá― ya no hay vuelta atrás―. Estoy embarazada, me enteré hace una semana― bajo la mirada esperando que empiece a regañarme pero cuando lo único que oigo es la risa de Jessica decido mirar al frente.
Me esperé de todo menos ver lágrimas en sus ojos y una sonrisa que amenaza con dividir su cara, pese a que aún hay asombro en su expresión la emoción que destaca es su alegría.
― No es una broma, ¿verdad? porque entonces voy a enojarme con ustedes por jugar así con mi cordura.
― No, papá― digo de forma cautelosa, aún estoy esperando que estalle y me grite o algo por el estilo.
― ¡¿Cómo se te ocurre?!― al parecer quien si va a gritar es mi madre― ¿Tienes idea de lo que van a decir nuestras amistades?
― Denisse, cariño…
― No, Paul. Ésta niña necesita que le pongamos un alto.
― Señora…― intenta mi amiga pero ni si quiera puede empezar a hablar.
― ¿Cuánto tiempo tienes?
― ¿Cómo un mes?― dudo un poco.
― Entonces aún hay tiempo antes de que se note, solo debes arreglarte lo antes posible con Ed y yo me encargo de la boda, no debes preocuparte por eso.
― No voy a casarme con Edwin― suelto lo que llevo atorado en la garganta desde la primera vez que dijo su nombre.
― ¿Eh?
― ¡¿Qué?!― su grito hace que papá se sobresalte― ¿Enloqueciste? ¿Qué es esa tontería de que no vas a casarte? ¡Estás embarazada!
― Lo que oyeron, no voy a casarme con Edwin y es mi última palabra.
― Cariño, creo que ahora si necesito que me expliques― definitivamente él no puede mostrarse mas confundido.
― Es que…― el miedo me invade y miro a Jessica como preguntándole si debería hablar, cuando ella me sonríe y asiente ligeramente me armo de valor para arrojar la segunda bomba de la noche―, el bebé que estoy esperando no es de Edwin.
Decir que están atónitos es poco, creo que hasta podría haberles causado un infarto con esta última revelación. La niñita buena y perfecta que criaron les está dando el mayor dolor de cabeza de sus vidas, apuesto a que no se esperaban nada de lo que les acabo de decir.
Es que ni siquiera yo me esperaba todo esto, hasta pareciera que el destino me está jugando una broma; ya me he preguntado varias veces si todo esto no es más que un sueño porque aún se me hace difícil de creer.
Toda la situación es una locura, pero aún no acaba, aún falta que los golpee con la verdad una vez más, porque no olvido que una de las mayores noticias será que ni siquiera sé quién es el padre de mi bebé. No sé qué reacción esperar, mi madre es obvio que se volverá loca pero mi padre se ha mostrado muy comprensivo hasta el momento y pensar en lo que dirá respecto a lo último que tengo para decirles hace que quiera esconderme bajo la cama. No quiero decepcionarlo a él, no sé si soportaría el dolor de ver que la niña de sus ojos lo ha decepcionado.
Ese es mi mayor miedo.
Veo que mi madre está saliendo del shock y se prepara para gritar pero la detengo.
― Y antes de que te pongas histérica, mamá, tengo algo más que decir― el que la haya detenido no parece gustarle pero aun así espera a que hable―: no sé quién es el padre… ni como encontrarlo.
Capítulo dedicado a A33Zyudy
Gracias por comentar y siempre dejar tu ☆.
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