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Capítulo 3

●Skylar●

Intento regular mi respiración y no entrar en pánico, de verdad estoy intentando no enloquecer mientras miro al sujeto desnudo en la cama. Mi mente es todo un caos en este momento, mis pensamientos van de un lado a otro sin sentido alguno.

Estoy hecha una bolita en una esquina de la habitación, una habitación que no conozco y a la cual no recuerdo cómo llegué. Como si no hubiese sido suficiente despertar con el rostro de un tipo desconocido frente a mí.

Al abrir mis ojos lo primero que pude ver fue el rostro de ese sujeto, eso me hizo saltar de la cama y terminar cayendo al suelo sobre un condón usado que goteaba por la punta, cosa que luego tiré bajo la cama cuando quise alejarlo de mí.

Me siento asustada, perdida y no tengo una mínima idea de que hacer para estabilizar mi mente y mis emociones. Jamás imaginé que yo estaría en una situación como esta y no me encuentro preparada para lidiar con todas las emociones que me abruman.

En estos momentos es como si mi cuerpo pesara toneladas, es imposible moverme y no recibir una protesta por parte de mis adoloridos músculos. Siento que mi cabeza estallará en cualquier momento y hay cierta incomodidad en mi entrepierna que aumenta cuando camino. Pero nada de eso se compara al dolor de cabeza que tengo, es como si la estuvieran martillando desde adentro. Lo bueno es que las náuseas disminuyeron luego de vaciar mi estómago en el baño.

En menos de veinticuatro horas me han sucedido tantas desgracias que ya ni siquiera puedo contarlas. Es increíble la mala suerte con la que cargo últimamente.

El sonido de mi celular recibiendo una llamada me saca del trance en el que me encontraba y me obliga a levantarme para buscar dicho aparato y silenciarlo antes de que despierte a mi compañero de habitación, porque lo que menos quiero es que ese sujeto despierte y me encuentre aquí.

Localizo mi celular tirado a un lado de la cama y lamentablemente la pantalla está rota.

¿Algo más, Dios?

Cuando lo recojo deja de sonar y veo que la llamada era de Jessica, aunque no es la única llamada perdida que tengo.

Mamá (14).
Jess (9).
Amy (4).
Emma (5).

Ver el nombre de Amanda hace que las náuseas vuelvan a aparecer y por un momento imagino que la tengo enfrente y le vomito encima. Una imagen asquerosa pero que en cierta manera mejora mi humor, solo un poquito.

Por un momento me siento confundida al ver tantas llamadas y ni se diga los mensajes, esos ya superan los doscientos, y todos ellos demandando saber dónde estoy y qué pasó conmigo. Algo en mi cabeza hace click cuando veo que ya son las once de la mañana y se supone que yo debería estar en casa arreglándome para ir al hotel donde se celebrará la boda.

― ¡Mierda!― eso era todo lo que necesitaba para despertar completamente y ponerme a revolver el cuarto buscando mis cosas. Decido correr las cortinas porque no veo nada y si enciendo la luz capaz despierte a desconocido.

Ignorando deliberadamente mi dolor de cabeza y el mareo que casi me hace caer unas cuantas veces trato de encontrar mi sujetador, es lo único que me falta y de seguro luzco como una desquiciada buscándolo.

― No toques eso…― me paralizo inmediatamente cuando escucho la voz del desconocido, lentamente y con el corazón amenazando con salir de mi pecho, me doy la vuelta y lo encuentro con los ojos cerrados―. Ya estuvo…― suelto un suspiro largo de puro alivio cuando me doy cuenta de que solo está hablando dormido.

Decido que no puedo perder más tiempo y arriesgarme a que despierte, no quiero tener una charla incomoda y vergonzosa con este tipo, simplemente no quiero hablar de lo que obviamente sucedió anoche. Ya tengo bastante con mis propios pensamientos prácticamente mi mente me está gritando las consecuencias que esto puede traerme.

No soy idiota, ese condón goteando no ha dejado de hacer ruido en mi cabeza, sumándole a eso el hecho de que no conozco nada sobre ese tipo, es suficiente para ponerme de los nervios, podría hasta haberme contagiado alguna enfermedad anoche. Quiero regresar en el tiempo solo para golpear a mi yo borracha.

Me visto rápidamente y cuando salgo al pasillo mi celular vuelve a sonar, viendo que es Jessica decido contestar mientras camino por el pasillo buscando cómo salir de aquí.

― Jess.

― ¡Al fin respondes!― su grito hace que me dé una puntada en la cabeza.

― Te oyes un poco nerviosa.

― ¡Pero por supuesto que lo estoy!― hago una mueca por la nueva puntada―. Tu madre lleva horas preguntándome donde te has metido y por qué no llegaste a dormir anoche. Le he dicho que te has quedado a dormir en mi casa pero me sigue preguntando por que aún no apareces y ya no sé qué decirle.

― ¿Podrías no hablar tan alto?― masajeo mi cabeza como si eso ayudara a calmar el dolor―. Me duele la cabeza y no quiero que nadie por allá escuche nuestra conversación.

― ¿Dónde rayos te metiste?

― Estoy en un hotel, pero ahora no hay tiempo para hablar de eso. Creo que el asunto de la boda es más importante en este momento.

― ¿Ya decidiste lo que vas a decir?

― Bueno…― me quedo callada sin saber que decir―, no he tenido tiempo de pensar en ello.

― ¿Entonces qué demonios hiciste toda la noche?

― Jess, en serio no hay tiempo para hablar de eso― cuando estoy a punto de darme por vencida y ponerme a gritar para que alguien venga a mi encuentro y me ayude a salir de aquí logro dar con la recepción―. Escucha, creo que tengo algo en mente pero temo que sea una locura.

― Sea lo que sea sabes que voy a apoyarte. No estarás sola cuando tengas que enfrentarte a todos.

Saber que aún tengo a alguien en quien confiar y apoyarme me da fuerzas para tomar la decisión que temía.

― No voy a casarme― me recuesto contra la pared donde termina el pasillo y suelto un largo suspiro.

― Me preocuparía si dijeras que sí.

― Pero…― muerdo mi labio inferior dudando por un momento pero finalmente me decido―, no me siento lista para enfrentar a mi familia ni a nuestros amigos, mucho menos a quien creía el amor de mi vida, tampoco a la que consideraba mi hermana.

― Entiendo y creo que es razonable, fue un golpe duro.

― Voy a irme― suelto de golpe―. Sé que es muy repentino y puede parecer que estoy huyendo, en cierta manera lo hago, pero esto me supera, Jess. Necesito alejarme de ellos y aclarar mi mente, necesito tiempo para mí misma.

― ¿A dónde irás? ¿Por cuánto tiempo?― se le escucha preocupada y es entendible, seguro piensa que perdí la cabeza.

― Yo tengo los pasajes de la luna de miel en la casa de mis padres, siento que no hay que desperdiciarlos, además no creo que piensen que fui allí. Y sobre el tiempo… creo que dos semanas, tal vez un poco más, aun no lo decido.

Solo hay silencio por parte de Jessica, por un momento creo que la llamada ya terminó pero antes de que pregunte ella habla― Voy a ir contigo.

― ¿Qué…?

― Lo que oíste― se oye muy decidida, incluso más que yo―. Te dije que no estarías sola, además hay dos pasajes, ¿no?― no sé qué decirle y simplemente me encuentro abriendo y cerrando la boca como una idiota―. Me vendrían bien unas vacaciones.

Me doy cuenta de que aunque dos personas que eran muy importantes para mí me han fallado aún hay otras que de verdad me quieren y siguen ahí para mí, Jessica es una de ellas y el que quiera ir conmigo me alivia, porque me acabo de dar cuenta de que no quería estar sola.

― Gracias, Jess. De verdad, gracias.

― No te ilusiones, lo hago por las vacaciones― me hace reír y eso me quita cierta tensión.

― Ahora, quiero que escuches muy atentamente.

●Jessica●

Entro a la casa por la puerta trasera luego de terminar mi llamada con Skylar, vigilo que no haya nadie cerca que pudiera habernos escuchado y suelto un suspiro de alivio cuando me doy cuenta de que me encuentro sola, supongo que todas deben seguir en la sala.

Me dirijo hacia las voces histéricas que siguen preguntando en donde está la novia y repito mentalmente todo lo que debo decirles. Me encuentro nerviosa porque siempre he sido una mala mentirosa y temo que ellas lo noten y descubran que algo va mal.

― Vamos, Jessica. Saca tu actriz interior, y si no tienes pues es hora de crearla.

Tomo aire y reúno todo el valor que puedo antes de cruzar el marco y entrar a la sala, donde me encuentro con las otras dos damas de honor y algunas mujeres de la familia de Skylar, entre ellas su madre, quien camina de un lado a otro.

― Aun no llega, voy a llamarla otra vez― antes de que desbloquee su celular decido hablar.

― Acabo de hablar con Sky― todas las mujeres en la habitación voltean a mirarme y me ordeno mantener la calma y no demostrar mis nervios―. Se quedó dormida pero ya va en camino a un salón para arreglarse― me obligo a sonreír.

― ¿Cómo que a un salón?― Emma se me acerca a medida que habla― Tendría que estar aquí arreglándose.

― ¿Está bien? ¿Le pasó algo?― me aguanto la mala mirada que quiero dirigirle a Amanda y mantengo mi sonrisa falsa.

― Todo está bien, es solo que ese salón le queda cerca y no quiere perder más tiempo. Dice que nos alcanzará en el hotel, no hay de que preocuparse.

― Su vestido está aquí― juro que cada vez que Amanda abre la boca las ganas que tengo de golpearla solo aumentan.

― Vendrá aquí al salir― veo que está a punto de decir algo mas pero me adelanto―. Estoy muy segura de que sabe vestirse ella sola.

Se muestra confundida por mi tono algo brusco pero me resulta demasiado difícil disimular mi desagrado en este momento. Como no quiero que empiecen a sospechar no digo nada más y simplemente camino hacia la maquillista para que termine conmigo.

― Siempre debe haber algún problema en las bodas― al parecer Emma capta que no estoy de buen humor y trata de cambiar el tema―. Deberíamos apresurarnos, no queremos más retrasos.

― Este es el día especial de Sky, todo debe salir perfecto, ella se lo merece― el cinismo de esta chica es impresionante. Se supone que es su mejor amiga pero se nota que no siente ni un poco de remordimiento por lo que está haciendo.

Entre Amanda y Edwin no sabría decir quién de los dos me cae peor. Ambos son unos malditos que han estado engañándonos a todos, nos han hecho creer que son unas blancas palomitas y que aman a Skylar con locura. El engaño viene de ambas partes, en el lugar de mi amiga no sabría la traición de quien me dolería más.

Me siento indignada en el nombre de Skylar, y no estoy segura de poder seguir soportando ver la cara de nuestra “amiga” sin decirle unas cuantas cositas no muy bonitas. Ni siquiera quiero pensar lo que haré en el momento que vea a Edwin, porque el jamás me ha caído bien y ahora solo ha conseguido que lo odie. 

Una vez terminan de arreglarme salgo disimuladamente de la sala y subo con rapidez las escaleras dirigiéndome al cuarto de Skylar para coger los pasajes. Cuando los encuentro decido guardarlos en el bolso donde tengo mi celular.

Mientras bajo las escaleras me repito que debo controlarme y no hacer muy obvio mi desagrado hacia Amanda porque de lo contrario me harán preguntas que no tengo ni la menor idea de cómo responder.

Cuando estoy a punto de llegar a la sala oigo pasos que se acercan de manera apresurada por lo que me quedo al pie de las escaleras y me pego a la pared para que no me vean.

Emma pasa como un rayo mientras arrastra a Amanda en dirección al baño, la expresión de molestia en su rostro despierta mi curiosidad y decido seguirlas sigilosamente. Ellas entran al baño cerrando la puerta y yo me acerco lo más que puedo para intentar escuchar algo.

― ¡¿Me vas a explicar por qué demonios no fuiste anoche a la despedida de soltera?!― el tema de conversación definitivamente me interesa así que decido que voy a quedarme a escuchar―. No pienses que voy a tragarme el cuento de que estabas enferma, Amanda.

― Trata de no hablar tan alto, no quiero que nadie en esta casa escuche nuestra conversación.

― Dime que no volviste con él, Amy. Por favor dime que tú y Edwin no volvieron a lo mismo― siento que de repente me falta el aire y mis ojos se abren a mas no poder.

No hay que ser un genio para saber hacia dónde se dirige esto, tampoco para que me dé cuenta de lo que es obvio: Emma lo sabía. Sabía que Amada y Edwin estaban engañando a nuestra amiga y no dijo nada. Esto podría considerarse como otra traición.

― No volví con él― hay una pausa y escucho un suspiro, supongo que vino de Emma―, en realidad nunca terminamos.

― O sea que me mentiste.

― Yo no diría que…

― ¡Teníamos un trato!― golpea la puerta y yo me sobresalto―. Quedamos en que terminarías el amorío que tenías con él y yo no diría nada.

― No hagas como que ahora te importa, hasta me cubrías la espalda cuando iba a encontrarme con él. ¿Qué cambió?

― Pasa que me cansé de mentir por ustedes. Anoche Drake me llamó porque Edwin se desapareció de su propia fiesta y dejó su teléfono en el club. Tuve que inventarle que necesitaba su ayuda con una sorpresa que tenía para Skylar.

― Así que Drake lo tiene, con razón Ed no logró encontrarlo esta mañana.

― ¡Ese no es el punto! Tuve que volver a mentir por ustedes, lo he hecho durante años y ya estoy harta, ¿hasta cuándo vas a seguir con esto?

― Tú tranquila que todo terminará muy pronto.

― ¿Qué quieres decir?

― Es mejor que no lo sepas. A menos que quieras guardarme otro secretito.

― Ya tengo bastante con tener que ocultar que te has estado tirando a Edwin durante más de dos años.

El bolso que tenía en mis manos se me cae y mi celular hace ruido cuando golpea el piso, la conversación muere en ese mismo instante y yo me apresuro a recoger mis cosas y salir corriendo de allí antes de que ellas salgan y me vean.

No tengo nada que envidiarle a Quicksilver en este momento.

Apenas pongo un pie en la sala, la madre de Skylar se apresura hacia mí.

― Ahí estás. Ya es hora de irnos, el chofer nos está esperando― agarra mi brazo y empieza a arrastrarme hacia la salida― ¿Has visto a Emma y Amy?― me apresuro a negar con la cabeza.

― Ni idea de donde se han metido, Denisse.

― Entra al coche, voy a buscarlas. No tenemos tiempo para esto ¿tienes noticias de mi hija?

― Acaba de decirme que ya viene en camino― creo que mi sonrisa luce demasiado falsa porque me mira como si sospechara algo―. Nos alcanzará en el hotel― sin decir nada más, se aleja a paso rápido y yo me apresuro a sacar mi celular.

Jess: estamos saliendo, tengo los pasajes en mi bolso

Sky: tus maletas están listas y ya encontré tu pasaporte, voy a buscar mis maletas y te esperaré en el aeropuerto

Jess: ya le hablaste a la secretaria de tu padre?

Sky: lo haré de camino al aeropuerto, mientras tanto tú actúa como si no pasara nada

Esto de actuar se está volviendo más difícil, cada vez descubro a mas traidores y mi enojo va en aumento. Solo espero poder ver a Edwin sin matarlo a golpes.

(...)

Cuando llegamos al hotel veo a la organizadora de bodas, luce histérica y lo primero que hace es preguntar por la novia y casi le da un ataque cuando le decimos que se va a tardar otro rato porque hubo un contratiempo.

Decido quedarme en la entrada del hotel para poder borrar por un segundo la sonrisa falsa de mi rostro, además de que así podré ver cuando el auto de la novia llegue. Adentro ya deben estar impacientes esperando la llegada de Skylar, vaya sorpresa van a llevarse.

― ¡Jess!― me doy la vuelta con rapidez para ver que el llamado proviene del padrino de la boda.

― Hola, Drake― trato de que mis nervios no se noten y me ordeno parecer una persona normal. Cada vez que veo al mejor amigo de Edwin tengo que respirar hondo y calmarme antes de acercarme a hablar con él.

― Se tomaron su tiempo en venir ¿Dónde dejaron a la novia?

― Está en camino― digo demasiado rápido y el me da una mirada interrogante―. No tardará en llegar, ¿por qué no la esperamos adentro?― lo sujeto por el brazo y casi lo arrastro hacia el interior del hotel.

― ¿Te encuentras bien?― trato de no mirarlo a la cara, aun cuando el clava fijamente sus ojos en la mía.

― Es por la emoción.

― Te ves muy bonita― suelta de la nada y yo casi caigo cuando piso mi vestido pero él logra sujetarme a tiempo―. Cuidado

― Eh… gracias― si antes estaba nerviosa ahora estoy a un segundo de que me dé un colapso.

― Me preguntaba si…

― ¡Drake!― veo como Emma con una gran sonrisa se acerca a nosotros―. Olvidaste esto anoche― le tiende lo que reconozco como su celular―. Y… quería preguntarte si quieres acompañarme a una exposición de arte la próxima semana.

Trato de ignorar la repentina punzada que me da en el estómago cuando él le regala una amplia sonrisa. Ya debería estar acostumbrada a verlos juntos. Todos sabemos que a Emma le gusta Drake y ha estado detrás del él durante mucho tiempo, aunque más que gustarle yo diría que es un capricho, pero no soy nadie para  opinar al respecto.

― Seguro, tú solo avísame y me tendrás allí.

― Permiso― susurro y me alejo a paso rápido.

― ¡Ahí viene la novia!― grita uno de los primos de Skylar y las personas que quedaban en la recepción van entrando al salón. Las damas de honor van posicionándose junto a los padrinos para hacer su entrada y antes de hacer lo mismo me acerco a la organizadora.

― Que comiencen a entrar.

― Pero la novia aun no…

― Ella lo pidió así― y antes de que diga otra cosa me ubico en mi lugar.

Prácticamente estoy rogando que no me ignore y cuando escucho la música casi me pongo a saltar. Los primeros en entrar son Amanda y Drake, luego los sigue Emma y yo detrás de ella, ambas acompañadas por otros amigos de Edwin.

Cuando veo a Edwin mirando nuestra entrada con una sonrisa me entran ganas de borrársela a bofetadas. Las ganas son aún mayores cuando se le queda mirando a Amanda. Descarados.

Aparto mi vista de él y me quedo mirando un arreglo de flores, de seguro se nota que mi sonrisa es falsa pero ya no me interesa, no cuando esta obra de teatro está a punto de acabar para convertirse en un circo.

Una vez que ya todos estamos en nuestros puestos, clavamos la vista en la puerta por donde debería entrar Skylar pero hay muchas miradas sorprendidas y confusas cuando es la secretaria de Paul quien aparece casi trotando en dirección a Edwin.

No debió ser muy difícil para Skylar hacer que Laura accediera a ayudarnos, después de todo, a ella nunca le ha gustado Edwin, siempre me decía que le parecía demasiado arrogante e hipócrita, y ahora vemos que tenía mucha razón. La dulce Laura es un amor de señora con todo el mundo, pero ponle alguien que le da mala espina enfrente y su rostro inmediatamente adquiere una mueca que expresa su desagrado.

― Necesito hablar con usted en privado― le dice a Edwin en voz baja una vez que llega junto a él. Esa debe ser mi señal para huir de aquí.

― No entiendo que hace aquí, pero si tiene que decir algo dígalo de una vez para poder continuar con mi boda.

― Señor, creo que sería mejor si…

― Por si no se ha dado cuenta, estamos a mitad de algo muy importante, no pienso ir a ningún lado― veo como Laura aprieta sus labios en señal de molestia y luego se endereza.

― Ya que quiere hacerlo de esta manera. Le informo que la señorita Montgomery ha llamado para avisar que no se presentará― Edwin frunce el ceño y se acerca más a ella.

― ¿Qué quiere decir con que no se presentará?― habla en un susurro que solo podemos escuchar los que estamos cerca.

― En otras palabras: no se casará con usted.

Pagaría por tener una cámara y fotografiar la cara de Edwin y Amanda, sus expresiones no tienen precio; lucen entre sorprendidos, confundidos y asustados. Por mucho que me gustaría quedarme a ver el espectáculo que de seguro se formará, aprovecho la distracción de todos y me alejo silenciosamente, casi corriendo cuando llego a la puerta.

Vamos a deberle una muy grande a Laura por esto, estoy segura de que todos se irán sobre ella con un millón de preguntas pero mi amiga dijo que se encargaría de hacerle saber lo que debe decir.

Entro rápidamente al coche que trajo hasta aquí a la secretaria del padre de Skylar y le pido que se dirija al aeropuerto lo más rápido posible. Una vez que estamos lejos del hotel dejo salir un largo suspiro.

Solo espero que todo salga como lo planeamos.

Capítulo dedicado a pilucbs

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