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Capítulo 24

●Skylar●

― ¡No!― protesto de inmediato.

― No voy a dejar que vayan solos.

― Mi padre estará ahí.

― Ni siquiera has hablado con él― devuelve y parece molesto.

Ah, pues yo también lo estoy.

― Ya soy bastante mayorcita para cuidarme sola― sacude su cabeza y yo resoplo frustrada―. Es mi madre, no es que vaya a hacerme daño.

― Tal vez no físicamente pero ya he oído bastante de ella como para saber que tiene una lengua afilada.

― ¿Crees que no puedo defenderme sola?― estoy a punto de levantar la voz pero trato de controlarme―. Tú no eres nadie para decirme que puedo hacer y qué no ¡Además, no es asunto tuyo!― remato y observo como su rostro se arruga. Ahora si está molesto.

― ¡Cuando decidiste preguntarme qué opinaba se volvió mi asunto!― escupe con los dientes apretados―. Y todo lo que involucre a Ty, tiene que ver conmigo― señala el pasillo donde se encuentra su habitación y eso me hace recordar que no estamos solos. 

― Despertaremos a los demás― susurro y Tyler suspira dejándose caer en el sofá. Se frota la cara luciendo realmente frustrado.

No esperaba terminar un día tan maravilloso como el de hoy con una discusión.

― Lo siento― descubre su rostro―. No quería gritarte.

― Yo también lo hice― me siento a su lado y ambos nos quedamos mirando el suelo―. Es mi madre, Tyler. Sabes cuánto he esperado que ella se interesara al menos un poco en mí y en nuestro hijo. Te lo había dicho.

― Lo sé― se pasa las manos por el cabello haciendo que quede desordenado―. Solo no quiero que las cosas se compliquen― me dirige una mirada suplicante―, todo estaba yendo tan bien, ¿por qué justo ahora?

― Tampoco sé a qué se debe su repentino interés. Escucha― pongo mi mano en su hombro―, aún no he decidido si voy a ir o no. Primero quería hablar con mi padre pero aún no me devuelve las llamadas.

― No quiero que se expongan a un escenario posiblemente catastrófico.

― He lidiado con mi madre casi veintitrés años, sé que esperar de ella.

― ¿Y Ty?― voy a responderle pero él se me adelanta―. Al menos déjame estar ahí y cuidarlo mientras tú y ella conversan. Cuando nos aseguremos de que todo está bien lo dejaré contigo y me iré, ¿qué dices?

― Jessica puede hacer eso― digo solo para molestarlo, su idea no me parece mala.

― ¿Por favor?― junta sus manos y hace un puchero. Quiero reír pero me contengo―. No seas mala. Di que sí.

¿Qué sucedió con el Tyler serio que conozco?

Al final no lo soporto más y se me escapa la risa, él me acompaña. El ambiente tenso e incómodo fue dejado atrás.

― De acuerdo― levanta su puño en señal de victoria―. Si decido ir vendrás conmigo.

― Eso me deja más tranquilo― se recuesta poniendo los brazos detrás de su cabeza―. Ya ni recuerdo por que discutíamos.

Es increíble como pasamos de estar gritando a relajarnos en el sofá en tan solo unos minutos, por un momento creí que de verdad tendríamos un problema.

― Ya es bastante tarde― comento mirando el reloj en la pared― ¿Te quedarás a dormir?

― ¿Me harás lugar junto a ti?― levanta una ceja y sonríe de lado.

― Gracioso. Pasas demasiado tiempo con Adam― lo empujo levemente―. Si te quedas trata de no despertar a Ty cuando te acuestes.

― No es la primera vez que me quedo, tranquila. Sé que hacer― cierra los ojos y vuelve a acomodarse.

― Cierto― murmuro para mí misma.

No es la primera vez que se queda a dormir. Hay muchas cosas que ya ha hecho varias veces y todas ellas involucran a nuestro hijo.

¿Cómo esperas que te demuestre que puede hacerlo si tú no lo dejas encargarse de nada?

Desde que Jessica me dijo eso las cosas cambiaron, y para bien.

Durante un mes he visto como la relación entre padre e hijo se ha ido fortaleciendo, cada vez se vuelven más unidos. Cuando veo que eso sucede siento miedo, pero a la vez me voy sintiendo más confiada y segura, porque me digo que estamos yendo por buen camino.

Una parte de mi sabe que ya es momento de darle pase libre a Tyler con nuestro hijo, mientras tanto la otra parte, una pequeña, se siente aterrada por llegar a ser desplazada. Creo que todo padre siente miedo de que su hijo ya no lo necesite.

Ese miedo es lo que yo siento cuando veo que Tyler puede cuidarlo de la misma manera que yo, e inclusive, hay cosas que hace mejor.
Soy consciente de que debo seguir trabajando en esa parte insegura de mí, porque hay momentos en los que me traerá problemas, pero mientras tanto, seguiré avanzando un paso a la vez.

― Tyler― lo llamo y él abre un ojo― ¿Qué tienes pensado hacer el próximo viernes por la noche?― eso definitivamente atrae su atención y hace que abra ambos ojos.

― No tengo ningún plan, ¿por qué?― se muestra curioso.

― No es nada, solo pensé que es buen momento para estrenar la habitación que tiene Ty en tu casa― el asiente mientras voy hablando y cuando procesa lo que dije abre mucho los ojos. Me mira estupefacto y su expresión casi me saca otra risa―. Me gustaría ir al cine con Jess así que podrías pasar por Ty como a las seis, ¿qué dices?

― ¿Cuidarlo… yo solo?― su voz sale con dificultad, aun no puede creerlo.

― ¿Hay algún problema?― se apresura a negar―. Bien, entonces le diré a Jess que…

Repentinamente se arroja sobre mí haciendo que quede recostada en el sofá con su rostro enterrado en mi cuello. Puedo sentir su respiración igual de agitada que los latidos de mi corazón en este momento. Sus brazos me tienen prisionera, aunque quisiera moverme, no podría hacerlo. Su peso me mantiene presionada contra el sofá.

― Gracias― su voz se quiebra y siento algo húmedo en mi hombro. Está llorando―. No sabes cuánto significa para mí. Gracias.

Y realmente no lo sé. Lo último que esperaba era esta reacción de su parte. No era consciente de lo importante que era para él tener mi aprobación.

― Lo has hecho muy bien― extiendo mi brazo tanto como puedo para darle unas palmadas en la espalda―. Confío en que estará bien a tu cuidado.

― No le quitaré los ojos de encima, lo prometo― se aparta repentinamente y en su mirada puedo ver lo extasiado que está, luce como si no supiera que hacer primero―. Me encargaré de todo. Gracias― dice otra vez y me agarra ambos lados de la cabeza.

Mi respiración se queda atascada y en mi mente todo ocurre en cámara lenta. Veo como su rostro se acerca, yo me paralizo y sin saber qué hacer, solo se me ocurre cerrar los ojos con fuerza.

Siento la ligera presión de sus labios en mi coronilla y como se levanta a toda velocidad. Se mueve tan rápido que para cuando abro los ojos lo único que logro ver es su espalda casi al final del pasillo.

― No tienes que…― pero no me escucha, ya ha cerrado la puerta de la habitación de nuestro hijo.

Me quedo tumbada en el sofá sin poder moverme. Parpadeo varias veces e intento que mi cuerpo responda. Mi corazón late a toda velocidad en mi pecho, es como si quisiera salir corriendo de allí.

Por un momento creí que iba a besarme.

Suelto un largo suspiro, y no sé si es de alivio o decepción. Tal vez ambos.
No le habría tomado tanta importancia al gesto si no fuera por la conversación que tuve con Sean en la tarde. Ahora sobre analizo todo y eso solo sirve para jugar con mis nervios.

― ¡Maldito, Sean!― mascullo y decido ir a dormir de una vez para dejar de pensar en ello. Aunque tengo la ligera sospecha de que no descansaré mucho.

(***)

― Te ves terrible― dice Jessica mientras mastica un trozo de su panqueque.

― No dormí bien anoche― es toda la explicación que le doy.

Tal y como pensaba, me pasé la noche dándole vueltas al asunto, lo que trajo como consecuencia pocas horas de sueño y una cara de muerto viviente para esta mañana.

― ¿No te gustan los panqueques, Sky?― me sobresalto cuando Tyler posa su mano en mi hombro― ¿Todo bien?― deja otro plato con más comida para el desayuno sobre la mesa.

Se levantó antes que todos para hacer el desayuno. Luce muy enérgico esta mañana y tengo la leve sospecha de que es por lo que hablamos anoche. Es muy obvio que está rebosante de felicidad.

― Si… solo― tanto él como Jessica me miran preocupados, soy muy consciente de que estoy actuando de manera extraña―… tengo muchas cosas en la cabeza, ya sabes, lo de mi madre y asuntos del trabajo. No se preocupen― mi amiga empieza a toser sin control, parece que se atragantó con lo que tenía en su boca.

― Entiendo― me aprieta el hombro.

― ¿El tío Paul ya te dijo?― pregunta apenas recoge un poco de aire, yo frunzo el ceño.

― ¿Decirme qué?― su cara se torna pálida y alterna la mirada entre Tyler y yo repetidas veces― ¿Hay algo que deba saber?― no habla―. Jess…

― Es mejor que hables con tu padre― mete más comida en su boca evitando decir otra cosa.

― ¡Jessica!

― Esto huele como el paraíso― Sean entra en la cocina mientras se estira, tiene toda la pinta de que acaba de despertar― ¡Buen día, familia! Uh, ¿quién hizo el desayuno? Se ve bien.

― Fui yo, adelante, come― Tyler le acerca el plato con panqueques y mi amigo no tarda en sentarse y comenzar a devorarlo―. Iré a despertar a Ty.

― ¿Qué es este ambiente tan tenso?― pregunta con la boca llena. Abro mi mano y lo golpeo en el brazo― ¡Ay! ¿Y eso por qué fue?

― Por tu culpa no pude dormir anoche.

― ¿Qué se supone que hice?― cuestiona confundido.

― Ayer me metiste ideas locas en la cabeza. Es tu culpa.

― ¿Yo?― frunce el ceño pero no tarda ni dos segundos en cambiar su expresión, ahora está sonriendo con picardía―. Entonces si pensaste en lo que te dije, ¿ya vas a aceptar que te gusta?

― ¿Quién te gusta?― interrumpe Jessica― ¿De qué me perdí?

― No lo sé― me encojo de hombros y la miro fijamente― ¿Qué se supone que debía decirme mi padre?―devuelvo.

No me gusta cuando la gente sabe cosas que me involucran y no me lo dicen. Esto puede ser algo importante y me desespera no saber que es.

― Sky, de verdad creo que es mejor que te lo diga tu padre― parece afligida.

― Bien― acepto a regañadientes.

― Ahora yo me perdí, ¿de qué hablan?

― Sigue desayunando― rio viendo como sus mejillas llenas de comida lo hacen parecer una ardilla.

●Tyler●

Apenas abro la puerta de mi departamento oigo los pasos apresurados de Adam acercándose, cuando llega frente a mí lo primero que hace es cruzarse de brazos y fruncir el ceño.

― No tengo nada en contra de que te quedes a dormir en casa de mi encantadora cuñada, pero un mensajito avisándome que no vendrás no estaría demás. Haces que me preocupe.

― Creo que estás pasando demasiado tiempo con mis padres― decido ignorar que la llamó “cuñada” y sigo caminando hacia mi habitación, no necesito mirar en su dirección para saber que me está siguiendo.

― Solo envíame un mensaje diciendo “Oye, me quedaré a dormir con mi novia esta noche, no me esperes” ¡Hasta te guardé la cena!― reclama.

― Duermo en la habitación de Ty― respondo y me siento en mi cama para sacarme los zapatos―… y no es mi novia― agrego luego de unos segundos.

― Todavía― señala y no digo nada para contradecirlo. Ahora mismo solo necesito una ducha y dormir un poco para recuperar las horas de sueño que perdí anoche.

Es todo lo que quiero justo ahora.

Haber pasado la noche sin poder pegar ojo no me sienta para nada bien. La emoción me ganó por completo y se me hizo imposible conciliar el sueño. Mi mente estuvo ocupada pensando en qué hacer cuando traiga a mi hijo aquí el viernes.

― ¿Por qué me estas siguiendo?― pregunto cuando me doy cuenta de que al parecer planea entrar conmigo al baño.

― Estamos hablando― responde como si fuera obvio.

― Planeo ducharme, Adam.

― Adelante, no pretendo molestarte― frunzo el ceño y me quedo parado simplemente viéndolo pero él no parece entender mi mirada.

― Como sea― me resigno y dejo que entre conmigo, él decide sentarse sobre la tapa del inodoro y eso me dice que definitivamente no saldrá― ¿Luego podrías ayudarme a reacomodar algunas cosas?

― ¿En el apartamento?― asiento― ¿Para qué?

― El viernes Ty pasará aquí la noche y hay algunas cosas que quiero mover. Por ejemplo la mesa de cristal que hay en la sala y unos cuantos adornos.

Eso me tiene bastante inquieto, me siento tan ansioso de que llegue ese día. Tengo miles de ideas en la cabeza y sé que cuando lo tenga aquí no podré decidirme en qué hacer primero.

― ¿Se quedarán aquí? Entonces tengo que ordenar mi habitación también para…

Decido cortarlo porque me doy cuenta de que no entendió lo que quise decir.

― Solo vendrá Ty, Adam.

― ¿Sky te dejará cuidarlo solo?― luce sorprendido― ¿Cómo la convenciste?

― No tuve que hacerlo― digo orgulloso y cierro los ojos dejando que el agua de la ducha me caiga en el rostro. Me permito disfrutar este momento en el que me siento victorioso.

Lo hice. Lo logré.

― Felicitaciones, sé lo mucho que querías esto― todas la veces que se lo mencioné seguro lo tenía harto―. Dime que lo tendremos para nosotros todo el fin de semana.

― Es la primera vez que me dejará traerlo aquí. No presionemos mi suerte― mi plan es ir con calma, sin apresurarse―. Con el tiempo extenderemos los días que pasará aquí.

― Después tal vez podríamos llevarlo a Seattle, Jay aun no lo conoce, ¿verdad?

― Ni siquiera sabe de su existencia. Últimamente anda de aquí para allá, apenas me cruzo con él y cuando lo llamo siempre dice que está ocupado y que me llamará en otro momento. Cosa que nunca hace― me quejo.

― ¿No estas preocupado?― parece extrañado de verme tan tranquilo.

― Un poco― me encojo y hombros y salgo de la ducha cogiendo mi toalla―. Estoy dejándolo pasar porque parece estar feliz. De lo contrario estaría con los nervios de punta.

― Si tú lo dices. Intentaré hablar con él en la noche― apuesto a que correrá con la misma suerte que yo pero prefiero dejar que lo haga―. Hoy será día de limpieza y remodelación para la visita de mi sobrino.

― En la tarde, primero voy a dormir un poco.

― ¿Qué estuviste haciendo que te mantuvo despierto toda la noche?― una sonrisa pícara adorna su rostro.

― Pensar.

― ¿En cómo hacer que Skylar caiga ante tus encantos?― frunzo el ceño y lo miro molesto.

― No volveré a contarte nada― refunfuño.

― ¡Vamos, Tyler! Mi deber como mejor amigo, es darte ánimos en tus lentos intentos por conquistar el corazón de la persona que te gusta, y al mismo tiempo, molestarte con eso. Estoy cumpliendo con mi papel.

― No hace falta que lo hagas tan bien, gracias― a veces me arrepiento de decirle todo.

― Aunque si te aconsejo que seas mas directo. Al paso que vas le dirás que te gusta en el año 2050.

― No molestes― le lanzo la toalla a la cara pero no parece importarle porque ríe.

― Puedes pedirme ayuda si la necesitas. Yo te apoyo, hermano― salto cuando me da una nalgada sin que me lo espere.

― ¡Adam!― chillo y él se apresura a salir del baño riendo― ¿Qué demonios…?

Hay días en los que parece levantarse más loco de lo normal. Al parecer hoy es uno de ellos.

(...)

●Skylar●

― Vamos, ¿por qué no contesta?― pregunto a la nada y resoplo cuando obtengo la misma respuesta por enésima vez; correo de voz.

No importa cuántas veces haya llamado a mi papá en estos días, el resultado sigue siendo el mismo. Nunca respondió mis llamadas, es como si me estuviera ignorando. Por más que le he preguntado a Jessica que es lo que tenía que decirme, sigue insistiendo en que debería ser mi padre quien me lo haga saber.

La cuestión es que no hay manera de que se lo pregunte si no me responde. También le he dejado mensajes pero ni siquiera los ha leído.

― ¿Qué haces?― me sobresalto ante la repentina aparición de Sean bajo el marco de la puerta.

― Otra vez trato de hablar con mi papá y…

― No― interrumpe y entra a la habitación― ¿Por qué hay dos mochilas?― señala las que hay encima de la cama―. Solo será una noche, Sky. No es como si fuera a ir de campamento.

― Estoy nerviosa, ¿sí?― paso mis manos húmedas por mi vestido intentando secar el sudor en ellas―. Tengo mucho en la cabeza y el que Ty no duerma aquí esta noche no ayuda.

Suspira como pidiendo paciencia y luego se ubica detrás de mí masajeando mis hombros.

― Ya quedamos en que Tyler es un buen padre que sabe cuidar muy bien a nuestro pequeño angelito. Van a estar bien, además también tiene a Adam, así que serán dos personas a su cargo que nunca dejarían que algo malo le pase.

― Ajá― asiento distraída.

― Trata de relajarte un poco. No puedes vivir preocupándote por todo― como si eso fuese tan sencillo―. Esta noche no quiero escuchar nada de pensamientos negativos viniendo de ti. Mente positiva y relajada el día de hoy.

― Mente positiva― repito y me propongo desconectar mi mente, el propósito de nuestra salida es divertirnos, no tiene sentido si estoy pensando en otras mil cosas.

― Estoy muy seguro de que Ty no necesita la mitad de las cosas que empacaste― en eso tiene razón pero no sabría que quitar―. Deja que yo prepare su mochila mientras tú sigues intentando hablar con tu padre.

Apenas termino de asentir, escuchamos el timbre y vemos a mi hijo pasar corriendo por el pasillo tan rápido como sus cortas piernas le permiten.

― ¡Papi!― su grito resuena en todo el apartamento.

― Al parecer ya llegó. Ve a saludar, yo me encargo de esto― asiente hacia la puerta indicando que salga.

Lo primero que veo al llegar a la sala es a Tyler cargando a nuestro hijo, quien entre balbuceos intenta decirle todo lo que pasó esta semana y mostrarle un dibujo indescifrable que hizo el otro día. Jessica mientas tanto los observa con ternura.

― Veo que ya te mostró su obra de arte― comento para llamar su atención.

― Hola, Sky― sonríe―. Se supone que soy yo― alza la hoja hasta que queda junto a su rostro―, pero no estoy muy seguro, creo que me falta algo de cabello ¿tú que dices?

Hago como si analizara el montón de garabatos, es obvio que eso no tiene pies ni cabeza pero aun así le seguimos el juego al pequeño.

― Creo que te dejó un poco pelón en el lado izquierdo pero esos son detalles.

― Se ven hermosas las dos― comenta y desde aquí logro distinguir el sonrojo que tiñe sutilmente las mejillas de Jessica.

― Gracias― musita tan bajo que apenas se escucha y le da una sonrisa tímida a Tyler.

Yo también le agradezco el cumplido y me acerco más a ellos mientras mi amiga dice que terminará de arreglarse en su habitación.

― ¿Qué tienen planeado para hoy?― pregunto curiosa.

― Adam ahora mismo fue a recoger a Marcus, él también pasará la noche con nosotros. Pensamos que así Ty tendría más diversión.

― No dejes que se duerma tan tarde― pido y él asiente―, se pone irritante al día siguiente.

― Marcus igual, dormirán temprano. No te preocupes ¿Ustedes a donde irán?

― Primero iremos a cenar y luego a encontrarnos con unos amigos de Sean. Dijeron que querían ir a bailar― hago una mueca―. La idea no es que me encante pero no me quejo.

― ¿Lo de bailar o encontrarte con esos amigos?

― Un poco de ambos― rio de manera nerviosa―. Bailo pésimo y socializar tampoco es mi fuerte. Por eso nunca fui alguien de muchos amigos.

Mi grupo de amigos se reduce a Jessica, Sean, y ahora Tyler junto con su familia. Es verdad que conozco a mucha gente debido a mi padre pero no es que vaya a eventos sociales muy seguido, y mi tiempo libre la mayoría de las veces lo paso en casa, por lo que relacionarme con la gente no es algo que suceda con frecuencia. 

― Tenemos eso en común.

― Ya tengo lista su mochila― llega Sean―. Hola, Tyler.

― ¿Qué tal?― coge como puede la mochila y se la cuelga en un hombro―. Gracias.

― Estoy emocionado de que al fin podré hacer que estas dos salgan de su cueva― resopla y rueda los ojos―. No sabes la cantidad de veces que usan la excusa del trabajo para no salir.

― Ir de fiesta es lo tuyo, Sean. Jess y yo preferimos quedarnos en casa, o ir a un sitio más tranquilo que una discoteca.

― Mentirosa― me acusa―. Ni eso quiere hacer. Yo solo deseo que se diviertan un poco de vez en cuando. Necesitan relajarse.

Esta vez no puedo replicar porque en serio necesito distraerme. Estos días han sido un martirio con todo lo que tengo en la cabeza; mi padre sin dar señales de vida, mi reciente “interés” por Tyler, y la repentina llamada de mi madre.

Esto último es lo que me ha tenido más inquieta y hace que no pueda dormir bien por las noches. Prácticamente me quemo el cerebro intentando descubrir la verdadera razón por la que quiere verme, porque mientras más lo pienso, menos me creo eso de que quiere arreglar las cosas tan repentinamente.

Tengo un mal presentimiento que no desaparece y dudo que lo haga mientras no descubra lo que en verdad sucede.

― Hoy no te llevaré la contra y trataré de disfrutar la noche― ojalá que al menos sirva de distracción.

― ¡Al fin!― se pone a aplaudir―. Ahora solo debo hacer que Jessica piense igual.

― Espero que se diviertan― dice Tyler―. Creo que es momento de que nos vayamos.

― Si me necesitan o pasa algo no dudes en llamarme. Lo digo en serio― le advierto―. Llámame.

― Todo estará bien― me asegura―. Tú solo debes preocuparte por pasarla bien hoy.

― Hazle caso― apoya Sean.

― ¿Mami?― pregunta cuando ya están saliendo del departamento y se da cuenta de que yo no voy con ellos.

― Está bien, cielo. Mami irá mañana por ti― sé que no tendrá problemas al irse con Tyler.

El que duerman juntos de vez en cuando ayuda mucho a que no se muestre reacio a macharse sin mí.

― Nos vemos mañana― se despide y mi hijo agita su manito.

― ¡Adiós! Cuídense― agrego antes de que se cierre la puerta.

Apenas dejo de verlos quiero rogarle a Tyler que se queden, o que me lleve con ellos. Ya estoy tan acostumbrada a la presencia de ambos que me siento rara ante su ausencia. En el especial a la de mi hijo.

― No te vas a poner a llorar, ¿verdad?― pregunta burlón―. Irás a buscarlo mañana.

― No seas molesto. Solo estoy nerviosa. Es la segunda noche que Ty pasa fuera de casa, tomará tiempo acostumbrarme a no tenerlo cerca.

― Al menos esta vez sabes que está en buenas manos― palmea mi espalda y se voltea hacia el pasillo―. Traeré a Jess, también es hora de que nosotros nos vayamos.

― Si…― contesto distraída mientras sigo mirando la puerta.

Estarán bien. Tyler sabe qué hacer.

(***)

Salgo casi tambaleándome por la puerta trasera del local en busca de aire fresco. Adentro me siento como pollo en un horno. Siento el sudor deslizarse por mi espalda, lo cual es realmente incómodo.

Mis oídos están agradecidos por el silencio en el que se encuentra el callejón al que da la puerta. Solo hay dos personas además de mí, y están lo suficientemente lejos como para siquiera notar mi presencia.

Contra todo pronóstico, me lo he pasado genial la mayor parte de la noche. Cumplí con mi propósito, que era divertirme y despejar mi mente.

Para mi desgracia ya me siento cansada y con los pies bastante adoloridos. Me quitaría los tacones de no ser porque el suelo está lleno de fluidos que prefiero no saber que son.

La brisa sirve bastante para refrescarme y aclarar un poco mi mente. Hace muchísimo tiempo que no bebo, por lo que dos vasos de cerveza fueron suficientes para hacer que mi cabeza de vueltas. No me siento ebria pero definitivamente tampoco estoy completamente bien.

Pasa el tiempo mientras recargo mi cabeza en la pared y en algún momento me aburro de estar parada sin hacer nada, pero ya no tengo ganas de volver adentro y soportar el ruido. Ahora el deseo de ir a casa está empezando a hacerse presente.

― Me pregunto cómo estarán mis chicos― suelto a la nada y una sonrisa boba se forma en mi rostro cuando pienso en ellos―. Los voy a llamar.

Saco mi celular de mi bolso y busco el número de Tyler entre mis contactos. En eso, me doy cuenta de que me envió una foto hace varias horas junto con un mensaje.

“Por aquí todo va genial, súper mamá. No hay nada por lo que debas preocuparte
Espero que la estén pasando tan bien como nosotros”

Y justo debajo está la imagen de nuestro hijo con Marcus mientras juegan con Adam. Parecen estar pasándola tan bien que me invaden unas ganas inmensas de estar ahí con ellos.

Un segundo antes de llamarlo miro la hora y me doy cuenta de que ya pasó media noche, lo que significa que ya deben estar dormidos y si llamo a Tyler corro el riesgo de despertar a los niños.

Me resigno a esperar hasta mañana para verlos cuando vaya a recoger a mi bebé.

― Yo también quiero estar allí con ustedes― suelto un largo suspiro y cierro los ojos pero una llamada entrante hace que me sobresalte y mire inmediatamente la pantalla de mi celular otra vez. Mi corazón salta cuando veo que se trata de mi papá y contesto―. Hola― silencio― ¿papá?― intento otra vez.

― Hola, cariño― su voz se oye desanimada.

― Al fin me hablas. No sabes lo preocupada que estaba.

― Lo siento, hija. Tenía unos asuntos que resolver y…

― ¿Qué asuntos?― cuestiono inmediatamente. No me conformaré con una respuesta tan vaga luego de tener el corazón en la boca durante días―. Sé que hay algo importante que tienes que decirme.

― Preferiría que toquemos ese tema en persona. Iré a Nueva York la próxima semana y podremos…

― No puedo esperar tanto― replico―. Me he pasado toda la semana preocupada sin saber que sucede. Jessica no quería decírmelo y luego con la llamada de mamá solo me puse más…

― ¡¿Qué?!― grita y tengo que alejar el celular de mi oreja― ¿Co-como que te llamó? ¿Cuándo?― se escucha entre desconcertado y molesto.

Esto me confirma que él no estaba enterado de que mamá iba a llamarme.

― El fin de semana me llamó diciendo que quiere verme y conocer a Ty. Me pidió que vaya a verla en mi cumpleaños― en realidad casi me lo ordenó pero él ya sabe cómo es ella.

― ¿Se atreve a…?― suspira y no necesito verlo para saber que se está frotando la frente. Hace eso cuando está estresado―. No creo conveniente que vengas.

― ¿Por qué no? ¿Qué pasó?

― De verdad creo que es mejor que hablemos esto la próxima semana cuando…

― No― lo corto de inmediato―. Si no me lo dices ahora, iré a ver a mamá para preguntárselo.

― No te lo había comentado para no hacerte sentir mal― esto no suena muy bien―. Hace unos meses que tu madre y yo venimos teniendo muchos desacuerdos.

― Me imagino que tiene que ver conmigo― no lo niega y eso me hace saber que tengo razón.

― No te voy a mentir. Últimamente todo terminaba en peleas y la situación se volvió insoportable― la voz se le quiebra y yo me alarmo―. De verdad intenté hacerla entender pero no pude…― solloza y eso rompe mi corazón.

― Papá, no tienes que…

― Nos vamos a divorciar― suelta de repente y yo no sé cómo reaccionar. Tal vez tuvo razón al decir que debimos hablar esto en persona―. Lo he pensado bastante y creo que es lo mejor para todos. Ya no puedo ni quiero seguir soportando este matrimonio en el que ambos somos infelices.

― Yo…― no se me ocurre nada que decirle, mi cabeza está en blanco. Todavía sigo intentando procesar la noticia.

Entonces algo hace click en mi cerebro y por fin tengo la respuesta que tanto quería. Ahora entiendo el por qué ella se puso en contacto conmigo el otro día. Quiere hacer que papá cambie de idea, y de alguna manera debe necesitarme para conseguirlo.

El nudo empieza a formarse en mi garganta y yo trato de contenerme para no llorar en medio del callejón. Una pequeña parte de mi quería creer que de verdad ella tenía intenciones de arreglar las cosas. Que ella, al igual que yo, tenía el deseo de que volviéramos a ser una familia.

Esa parte de mi quería creer que yo de verdad le importaba aunque sea un poco.

Fui tan ingenua al tener esperanza de que eso pasara. Ahora puedo darme cuenta de que eso ya ni siquiera es una posibilidad.

¿Desde cuándo se arruinó la relación que tenía con mi madre? ¿Siempre estuvo rota y yo nunca me di cuenta?

Sea cual sea el caso, ahora sé que ya no debo esperar nada de ella.

Al final pierdo la lucha y siento como una lágrima se desliza lentamente por mi mejilla.

Vaya forma de terminar la noche.

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Capítulo dedicado a:

Nadia458
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LeticiaHernandez660
NicolRosario630
MoraGaby

No saben cuantas veces me apareció la mierda de "wattpad se ha detenido" mientras estaba editando los capítulos. En serio no-saben-cuanto :)

Me pasé dos horas porque en mi país ya es miércoles pero aquí tienen la actualización, justo como lo prometí.

Cuenta como doble porque uní los dos capítulos que iba a publicar. La aplicación ya estaba fastidiandome y preferí evitar más problemas al actualizar dos capítulos.

En fin, espero que disfruten el capítulo y si quieren que les lleguen avisos de cuando voy a actualizar o cuando no voy a hacerlo pueden seguirme o checar mi muro de mensajes cada tanto. Ahí informo esas cosas.

Que tengan linda semana ♡.

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