El rey toda la noche del día que se entero del romance secreto de su hija y su soldado, no durmió tratando de crear un plan para sacar para siempre al plebeyo de la vida de la princesa, pero no logro pensar nada debido a la rabia que sentía de solo imaginar a su hija en los brazos de un plebeyo.

El día siguiente, el rey se comunico con el padre de Vegueta para comunicarle lo que estaba sucediendo, este fue inmediatamente al castillo para que juntos encuentren un plan que no tenga falla alguna y así sacar para siempre a Kakaroto de la vida de la princesa.

Oficina:

Cálmate Ox, alterándote no encontrarás la solución, decía el rey Ouji.

Cómo quieres que me calme de solo imaginarme a mi hija con ese me da rabia, decía el gigantesco rey.

No creo que esa relación tenga tiempo, a lo mejor recién están iniciándola, claro ese chiquillo estúpido estuvo de seguro acosando a mi ahijada, de otra forma no me explico que ella terminara aceptando a ese miserable, decía el rey Ox.

No me importa como se hayan dado las cosas, lo único que quiero es desaparecer a ese chiquillo estúpido de la vida de mi hija y luego casarla con Vegueta, dijo el rey Ox.

Ahora comprendes porque no me gustaba la idea de que tuvieras guardias reales tan jóvenes, dijo el rey Ouji.

Eso no tiene nada que ver, este chiquillo es un irrespetuoso, no comprendo como es así, Bardock y su hijo Raditz son muy leales pero este ni su hijo parece, decía Ox, con rabia.

¿Le dirás a él lo que esta sucediendo?, ¿los echarás del castillo?, dijo el rey Ouji intrigado.

No, Bardock y Raditz no tienen porque pagar por el mal comportamiento de ese chiquillo, además si los hecho mi pueblo se vendría en mi contra esto tengo que manejarlo con cautela, dijo el gigantesco rey.

Si tienes razón y ya has pensado que hacer con el chiquillo, dijo el rey Ouji.

Si quiero eliminarlo, pero no aquí, quiero que todo parezca un accidente para que así nadie me lo reproche nunca, menos mi hija, dijo el rey Ox.

Si gustas yo puedo ayudarte, a cumplir ello, dijo el rey Ouji.

Mientras tanto: "Bosque"

Vegueta y Kakaroto luchaban convertidos en súper Sayajin mientras la pelinegra los observaba mientras estaba sentada en el piso.

Has mejorado mucho Vegueta, decía Kakaroto lanzándole una patada al joven cabello de flama que logro esquivar.

Tú también, cada día me sorprendes más, decía Vegueta sonriendo.

Paremos un rato, decía Kakaroto mientras flotaba, al tiempo que miraba a la pelinegra oler una rosa.

Esta bien, ve con ella, hagan de cuenta que no estoy, yo seguiré con el entrenamiento dijo Vegueta.

¡Gracias¡ dijo Kakaroto bajando al piso y yendo junto a su amada.

¡Te amo¡ dijo Kakaroto dándole un sorpresivo beso a la pelinegra que ella inmediatamente correspondió.

Luego de algunos minutos:

¿En qué pensabas mi muñequita bella?, decía Kakaroto abrazándola.

En nuestro futuro, dijo Milk.

¿En nuestro futuro?, dijo Kakaroto intrigado.

Si, ¿Cuántos hijos quisieras tener?, dijo Milk besando la mejilla del joven de cabello alborotado.

No lo sé, tal vez dos como mis padres, dijo Kakaroto sonriendo.

Yo también quisiera tener dos niños tan bellos como tú, dijo Milk sonriendo.

No como tú, dijo Gokú besando la mejilla de la pelinegra.

¿Y como te gustarían que se llamen?, decía Milk sonriendo.

No lo sé, tal vez Gohan y Goten como los guerreros del cuento que nos contaba a Mamá a Raditz y a mí cuando éramos niños, claro sin son niños, decía Kakaroto apegando a la pelinegra más a él.

Me gustan esos nombres, si son niñas se llamaran como tu madre y la mía, decía Milk entristeciendo.

Mi niña, no estés triste, tu mamita decidió que tu vivieras y ella desde donde se encuentre esta cuidándote siempre, decía Kakaroto.

Eso me dice mi padre, dijo Milk sonriendo.

Porque es la verdad, dijo Kakaroto sonriendo.

Oficina:

¿Qué te parece mi plan?, decía el rey Ouji.

Perfecto, decía el rey Ox.

Tú solo encárgate de enviarlo a él en el grupo de soldados, mis hombres se encargaran de lo demás, eso si, sus familiares no pueden ir con él, decía el rey Ouji.

Eso esta entendido, dijo el rey Ox.

Entonces mañana a primera hora dale a conocer su misión, mientras tanto yo hablare con mis hombres más leales para que lleven a cabo el plan, decía el rey Ouji.

Así quedamos entonces, dijo el gigantesco rey estrechando la mano del rey Ouji.

Así quedamos, dijo el rey Ouji.

Horas después:

Kakaroto salía del castillo junto a Raditz cuando una peliroja corrió a darles alcance.

Kakaroto, ¿todo bien?, dijo irónica Cirys.

Si todo bien, ¿por qué?, dijo intrigado Kakaroto.

Solo quería saber si estabas bien, es todo precioso, dijo Cirys sonriendo.

Al día siguiente: "Oficina del rey"

Ve a decirle al soldado Kakaroto que venga, necesito hablar con él, decía el rey.

Como usted mande su majestad, decía una de las empleadas del castillo.

Fuera del castillo:

Kakaroto junto a los demás soldados reales recibía instrucciones de su padre cuando una empleada llego al grupo de soldados.

¡Disculpe señor Bardock¡ pero el rey me mando llamar a Kakaroto, dijo la empleada.

¿A mi?, dijo el joven de cabello alborotado sorprendido.

Si a ti Kakaroto, dice que vayas a su oficina, dijo la empleada.

Kakaroto miro a su padre quien con la mirada le dio a entender que fuera donde el rey.

Kakaroto entro al castillo encontrándose en su camino con Cirys que le sonrío de manera irónica.

¿A dónde vas?, dijo la peliroja.

Con el rey, dijo Kakaroto.

¿Qué has hecho Kakaroto para que el rey mande llamarte a su oficina?, dijo irónica Cirys.

No comprendo tu pregunta, dijo Kakaroto con seriedad.

Hay Kakaroto no tienes sentido del humor, mejor ve no hagas esperar al rey, dijo Cirys irónica.

Kakaroto prefirió no continuar hablando con Cirys mucho menos darle importancia a sus palabras y continuo su camino a la oficina del rey.

Oficina del rey:

Toc toc toc

Adelante, dijo el rey con molestia.

¡Buenas días majestad¡ ¿mando llamarme?, dijo Kakaroto luego de hacer una reverencia al rey.

Si, te quiero encomendar una misión, dijo el rey.

¿Qué misión su majestad?, dígamela para cumplirla, dijo Kakaroto con firmeza.

Necesito un producto que no existe aquí en nuestro planeta y aprovechando que mi compadre siempre anda visitando diferentes planetas buscando tecnología nueva que pueda servirnos en nuestro planeta quiero enviarte con sus soldados al próximo planeta que visitaran, si te elijo a ti es porque esta será tu primera prueba para que me demuestres tu lealtad ya que lo que irás a traerme es algo muy valioso, decía el rey mientras Kakaroto escuchaba con atención.

Minutos después:

No es una misión difícil, yo le traeré lo que necesita, ¿pero cuantos días me llevara el viaje?, dijo Kakaroto preocupado.

Yo calculo un par de meses, a menos que haya algún percance, dijo el gigantesco rey.

No se preocupe su majestad yo le traeré lo que necesita, decía Kakaroto mientras pensaba: Cuando vuelva de ese viaje, me llevare a mi princesa conmigo.

Bueno, entonces ve a alistar lo que llevaras para esos dos meses, mañana temprano vendrá alguien del castillo del rey Ouji a llevarte a donde tienen las naves, dijo el rey.

Esta bien su majestad, dijo Kakaroto saliendo de la oficina del rey.

Estás son tus últimas horas chiquillo estúpido, eso te pasa por poner los ojos en mi hija, pensaba el rey al ver salir al joven de cabello alborotado de su oficina.

El rey Ox se comunico inmediatamente con el rey Ouji, dándole a conocer que el plan fue puesto en marcha.

Horas después: "Bosque"

Tres jóvenes después de arduo entrenamiento platicaban mientras estaban sentados sobre el pasto.

¿Una misión?, decía Vegueta intrigado.

Si, decía Kakaroto.

Pero, ¿por qué papá te envía a ti?, decía Milk con tristeza.

Dice que quiere probar mi lealtad, dijo Kakaroto.

¿Irás con los soldados de mi padre?, dijo Vegueta intrigado.

Si, mañana a primera hora, dijo Gokú.

Dos meses, dijo Milk con tristeza.

Princesa, se pasaran rápido, cuando menos lo imagines estaré aquí, para irnos a nuestra casita, decía Kakaroto abrazando a la princesa mientras el joven cabello de flama miraba a ambos con preocupación.