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Capitulo 6:🪐


El resplandor incandescente del sol se poso sobre mi rostro lo que me hizo despertar. Me encontré sobre el asfalto frío de la cuadra, había personas a mi alrededor, pero era incapaz de comprender sus facciones borrosos. Me levante entonces del suelo con un dolor de cabeza punzante y un terrible escándalo me torturo de pronto. Era una camioneta que llegaba desde lejos y chocaba con cada automóvil que habitaba a sus costados.

Impresionado me quede paralizado sin poder hacer nada, viendo como con rapidez la camioneta se acercaba a mi estando a punto de atropellarme.

La preocupación que tenía por mi vida se traspaso a la vida de otro ser cuando vi a Jimin en medio de la pista.

— ¡Cuidado! — grite, pero mi voz se escuchaba como un eco. No llegaba tan clara — ¡Jimin! — vocifere queriendo ir por él.

Lo continúe llamando cuando corría tanto que sentía que en lugar de encontrarme cerca estaba cada vez más lejos. Podía sentir a mi corazón acelerándose y a mis manos humedecidas con mi sudor. Las lágrimas se estaban haciendo propensas en mis pupilas y pensé que caería desmayado sobre el asfalto cuando mis piernas débiles fallarán en su misión por alcanzar al joven.

— ¡Jimin!

Él escuchó el último grito y se volvió a mi. En sus ojos visualice inocencia e intriga, era como si Jimin no entendiera lo que estaba ocurriendo, la razón de porqué lo llamaba con tanta urgencia.

Yo le sonreí, sintiendo como su aura familiar y pacífica abrigaba mi espíritu. Estire mi mano para tocarlo y él hizo lo mismo intentando alcanzarme, pero la camioneta y el tiempo fueron más rápidos que nosotros, haciendo que Jimin terminara atropellado y por lo tanto muerto en el acto.

Yo grite entre lágrimas cayendo de rodillas al suelo. Contemplando mi expresión de dantesca agonía en el charco de sangre que ahora se formaba debido al descenso de ese ser, que yo veía como un ángel. En sus pupilas ya no existían estrellas y el universo desapareció cuando su corazón dio su último latido.

— ¡Aaaah!

Desperté en medio de la oscuridad de mi minúscula habitación e intente recobrar la respiración, la cual había perdido dentro de mi propia pesadilla. Con mi palma sostuve mi pecho e inhale y exhale todas las veces que fueron necesarias antes de  tomar mi teléfono y hacer una llamada.

— Mmm...¿Hola?

— Jimin, soy yo Jungkook ¿estas bien?

— Bueno...estoy medio dormido, pero supongo que bien — dijo soltando bostezos cada tanto.

— Oh gracias a Dios, estaba muy preocupado — mencioné feliz, pudiendo soltar suspiros en paz.

— Jungkook son las tres de la madrugada ¿porque me llamas a esta hora?

— Ah es que...tuve un sueño un poco feo contigo y me asuste — respondí como si no fuese nada, solo para que él no pudiera preocuparse.

— Mmm bueno me gustaría pasar la noche discutiendo contigo todas las razones por las que soñaste conmigo, pero resulta que en unas horas tengo examen y necesito descansar así que...

— Ah si, si. No te preocupes, que tengas un buen descanso — hable con prisa sintiéndome un poco mal por él.

— Si, eso intentaba — expreso con risas — qué descanses igual Jungkook — menciono antes de colgar.

— Qué descanses — dije finalizando la llamada.

Luego de colgar me sentí tan estúpido. No podía creer que enserio había llamado a Jimin en medio de la madrugada para preguntarle sobre su estado de bienestar. Aquello solamente había sido un mal sueño y debía tomarlo con tal. No había nada más detrás de ello o ¿quizás si?

Desde ese momento se me dificultó dormir, tanto por la vergüenza que pase con Jimin como también por los cientos de pensamientos que aparecían en mi cabeza uno detrás de otro. No entendía porque mis sueños habían empeorado y porque ahora veía a Jimin morir en estos. Sin tener las respuestas claras, tuve que preguntarle a la única persona que podía responderme.

— Busan es una ciudad puerto de Corea del Sur, y es popularmente conocida por sus playas, montañas y también templos. Dispone del puerto más importante en Corea del Sur y el quinto en...

— ¡Aah! ¿Q-que? ¿Qué? — pregunte aturdido luego de haber recibido una bofetada qué retumbo todo mi cerebro.

— ¡Tienes que prestar atención Walter Jungkook! ¡Esto es importante! — exclamó Jin.

— ¡Pero si estoy prestando atención! — refunfuñe, sobando la mejilla qué aun me ardía.

— Tu  baba recubriendo la mesa del pupitre opina lo contrario.

Baje la quijada y certifique de que Jin tenía razón. Había estado babeando por quien sabe cuantos minutos.

— Lo lamento — me disculpe limpiando la comisura de mi boca — es que no pude dormir muy bien anoche.

— ¿Más pesadillas? — pregunto cuando limpiaba el pizarrón frente a nosotros.

— Así es, pero esta vez fue diferente. Vi a Jimin morir como si no lo hubiera salvado ese día del accidente.

Me acongojaba pensar que lo que observaba en mis pesadillas eran visiones de un futuro que se precipitaba.

— ¿Así? ¿Qué más soñaste Walter Jungkook? — preguntó con curiosidad.

— Nada más, luego de eso no pude pegar un ojo de nuevo. Creo que me estoy enfermando — mencioné al tocar mi cuello y sentirme temperatura alta.

— ¿Y ha sucedido algún evento nuevo con la misión que quieras platicarme?

Jin camino hacia mi y usando solo sus manos materializo un pupitre nuevo en donde él se sentó.

— No hay mucho que decir...solo que agradezco que no vaya a estar yo aquí por siempre, porque en definitiva no somos el uno para el otro — respondí sin ánimos. La incomodidad que sentí con los amigos de Sunjin todavía me perseguía.

— ¿Porque lo dices? — indago a fondo, y creo ante él una tetera y una taza de café, sirviéndose entonces del líquido caliente.

— No me adapto a esta época ni a este lugar. La gente es tan distinta y todo lo que tiene que ver con Sunjin es tan superficial que aburre. Siento que debo ser otra persona para poder enamorarla — exprese soltando todo. Absolutamente todo lo que me afligía.

— Es que de hecho esa esa es la idea Walter Jungkook, permíteme mostrarte.

Sorbiendo de la taza Jin se levantó del pupitre y de un segundo a otro toda la pizarra tenía de nuevo escrituras, parecía magia.

— Tú estas usando una vida prestada para poder llevar a cabo la misión de Destinados. La persona que eras ya no existe, y lo único que hay de ti en este plano astral es tu alma junto a los recuerdos de tu vida pasada — decía señalando cada palabra subrayada en color rojo —. Cuando termines tu misión tu alma será devuelta a tu cuerpo. En tu tiempo, en tu plano astral, en tu época...aquí no existe Walter Duncan, y las personas con las que interactúas a diario te reconocen solamente como Jungkook. Así que por lo tanto en definitiva sí, eres otra persona.

— Yo entiendo esa parte, lo que me sucede es que siento que las únicas veces que me sentí tranquilo es cuando he estado junto con Jimin — afirme y Jin se detuvo en secó, como si yo hubiese dicho algo incorrecto.

— ¿Te has visto mucho con ese tal Jimin? — cuestionó.

— No demasiado. Nos hemos reunido solo dos veces, pero nos enviamos mensajes casi todos los días.

Jin desapareció la taza luego de chasquear sus dedos, y pareció verse preocupado por algo.

— Jungkook sé que te he dicho miles de veces que no debes descuidar tu misión, y por ello sé que no lo estás haciendo, pero crear lazos con otras personas de esta época tal vez te confunda, y es probable que por eso te sientas de esta forma con Sunjin. Tal vez los estas comparando.

— No creo estarlo haciendo — mentí solo porque yo mismo no aceptaba creer que mis lazos con un hombre fueran más positivos que con una mujer.

El hombre delgado frente a mi se calló y pensó las cosas por un largo tiempo, hasta que decidió hablar y concluir nuestra clase del día hoy.

— Bueno es todo por hoy, espero que hayas aprendido un poco más de Busan — sonrió con sus dientes, tambaleándose de adelante hacia atrás.

Yo me levanté y un segundo más tarde el pupitre en donde había babeado se esfumo en el aire.

— Nos vemos — pronuncie cabizbajo buscando la puerta de la habitación blanquecina.

— Oye Jungkook antes de que conocieras a Jimin ¿Sunjin te fastidiaba?

Su pregunta era interesante, pero no sabía si podía responderle pues ni yo mismo lo había pensado así.

— Mmm no lo se...quizás — conteste como si no me importara. Cuando en realidad lo hacía, y mucho.

Mis días siguientes fueron complicados debido a que intente e intente sin descanso sacar de la boca de Jin información que deseaba saber, no tanto por necesidad sino más bien como un capricho, pero no funcionó. Él continuaba repitiéndome qué no debía molestarme por mis sueños pues eran solo eso (sueños), no obstante, las coincidencias que tenia con Jimin y los detalles que él conocía no se veían solo como aciertos al azar. Él estaba en este tiempo y en este lugar por algún propósito, y estaba completamente convencido de que el hecho de yo haberlo salvado no contaba como una casualidad.

Apenas teniendo ratos libres averigüe en la biblioteca sobre sueños y sus significados. También leí docenas de artículos de periódico en donde personas atestiguaban haber salvado a otros de un accidente trágico. Ahí leí como las personas que habían sido salvadas y sus salvadores formaban después de ese evento un lazo de amistad, así como Jimin y yo lo estábamos haciendo, pero no encontré o no busqué bien ni una sola historia en donde estas personas tuvieran conexiones qué no podían ser aclaradas, tales como: sueños en donde se visitaron o hablaron, o también conocimientos de la otra persona antes del suceso. Todo esto que descubrí me dejaba algo muy claro, y eso era que tal vez nuestro caso era único en el mundo, una anomalía, una excepción a la regla.

[...]

Jimin y yo estuvimos varias semanas teniendo la intención de reunirnos a tomar algo, pero nuestras agendas acumuladas de tareas no nos permitían tener ni un momento libre, y él deseaba salir con sus amigos antes de que comenzará su primera rutina laboral.

El momento indicado se dio un día de viernes cuando ya yo había terminado con mis exámenes y él hubo acabado su última exposición con un éxito brillante.

Se me hizo saber que Jimin iba a presentarse con dos amigos, y de ser este también un encuentro incómodo para mi debido a la actitud de los nuevos jóvenes, entonces yo me resignaría a vivir encerrado o en la facultad.

Antes de llegar al bar use la luna de un auto como espejo, y acomode mis cabellos encrespados al mismo tiempo que también lo hacía con mi atuendo. No entendía esta nueva moda de los jóvenes de ahora, pero Jin me había certificado que el sabia escoger muy bien mis ropas.

Cruce la puerta del bar y salude con una reverencia al portero, un poco después observé a Jimin viniendo hacia mi y junto a él su enorme sonrisa blanquecina.

— Buenas noches Jungkook, luces muy bien hoy — saludo con una reverencia y luego dio unas palmadas en mi hombro, se notaba exultado.

— Buenas noches y gracias. Tu te ves como todo un caballero — mencioné pues hoy Jimin usaba un peinado hacia atrás, teniendo su frente por completo descubierta.

— Gracias, se hace lo que se puede — respondió con encanto, riendo hasta formar estrellas en sus pupilas — oh ven, ya tenemos mesa.

Señaló hacia la derecha y ahí vi a dos jóvenes esperando por nosotros. Seguí a Jimin e intente mostrarme lo más natural posible. Como si conociera todo y no fuera un novato en esto de ser coreano.

— Te presento ellos son Seojun y Hyeon — dijo el peliplateado y ambos jóvenes se colocaron de pie para hacerme una reverencia de presentación.

— Hola Jungkook, Jimin nos ha hablado muy bien de ti — mencionó Hyeon.

— Si, nos alegra conocerte — agrego Seojun inspeccionándome en un segundo solo usando su mirada.

— El gusto es mío — pronuncie bondadoso expresando una media sonrisa y entonces nos sentamos.

— ¿Tienes algún licor favorito Jungkook? — preguntó Jimin abriendo el menú de licores.

— Me gusta mucho el whisky.

— Uuh licor para hombres temerarios - menciono con asombro Hyeon — yo a duras penas puedo beber solo soju.

— Eso es porque tienes la fuerza de un niño de siete años — se burlo Jimin.

— No hables mucho, recuerda que tú eres quien más papelazos ha hecho — agrego Seojun.

— ¿A qué te refieres? — pregunte teniendo interés.

— No es nada... — vaciló Jimin con falsa ingenuidad.

— Lo que sucede es que Jimin cuando bebe se desconoce — comentó Seojun y Jimin solo pudo carcajear, cubriendo su rostro con evidente vergüenza.

— No es tan cierto, pero si puedo beber mucho más que estos dos habladores y te lo demostraré — aseguro Jimin sacudiendo un poco su cabello.

Él era de esas personas que adornaban sus lóbulos con aretes, pero en esta ocasión utilizaba pe dientes mucho más largos que aros; sus ropas eran negras y por algún motivo tenía las uñas pintadas de blanco. Tenía curiosidad por el último detalle, pero no pregunte nada, solo me deje llevar por el alcohol y las buenas pláticas.

Treinta minutos más tarde y la mesa ya se hallaba repleta de platos y botellas vacías. Habíamos tenido una buena comelona, pero el alcohol había sido lo mejor.

El joven llamado Hyeon ya se estaba descompensando sobre la mesa y en cuanto a Seojun no para de hablarme de todos los temas que le venían a la mente. En mi caso era un poco complicado entender mi estado, pues oía hablar al chico al mismo tiempo que escuchaba la música del lugar. Mis oídos retumbaban un tanto y mi vista no era la mejor, pero aún así tenía la capacidad de contemplar la manera en la que Jimin elegía mirarme.

Él estaba a mi lado y posaba su barbilla sobre su mano para no caerse del sueño, pero en sus ojos existía una constelación enorme y abominable de infinitas estrellas y planetas. Su dentadura irradiaba al igual que el sol  cuando me sonreía y el calor de su cercanía me hacia sentir pleno y confortable. Cuando lo observaba me hacia pensar que su rostro era la vía láctea, pues Jimin era indescifrable y había tanto por explorar de él. Pero a pesar de eso sabía que en sus pupilas habitaban estrellas y también planetas. Mi curiosidad por él era descomunal como el universo existente.

— Quiero ir al baño... — mascullo Seojun levantándose se asiento con torpeza.

— ¿Podrás? — le pregunto Jimin preocupándose por él.

— Si...ustedes solo sigan en lo suyo — pronunció el joven para luego guiñar y ojo. Yo no había entendido bien.

Sujete la última botella de soju qué nos quedaba y estando mareado vertí el licor en mi pequeño vaso, desperdiciando un poco de la bebida en la mesa, las manos me temblaban y eran casi incontrolables.

— Entonces... — oí a mi lado y vi como Jimin recortó nuestra distancia — ¿te gusta mucho tocar guitarra?

— Si, pero hace mucho tiempo que no lo hago. Ni siquiera tengo una guitarra — chiste mi lengua y luego bebí del vaso.

— Bueno si vas algún día a verme en la academia puedo decirle a un compañero que te preste su guitarra — mencionaba cuando había decidido recorrer el dorso de mi mano con su dedo — podríamos hacer un dueto.

— Sería interesante — conteste, pero él no detenía sus caricias ni tampoco la forma tan poco convencional en la que le gustaba mirarme.

Baje la mirada queriendo entender la razón de su actitud, pero solo me encontré con sus luceros los cuales me anonadaron logrando que yo ni apartará la vista. Era la primera vez que conectábamos miradas y se percibía gratificante.

— Te ves muy bien, bueno la verdad siempre luces guapo, pero hoy... — Jimin me hablaba y cada vez subía sus dedos con más frecuencia, ya que ahora acariciaba mi brazo llegando casi a mi hombro.

Esto me hacia suspirar pesado y me sentía confundido, no sabía lo que estaba sucediendo o experimentando, pero no podía tampoco dejar de mirarle.

— ¿Quieres saber lo que hice la última vez que me embriague? — pregunto entre susurros acercándose despacio a mi rostro, aún acariciando el dorso de mi mano.

Lo sentí tan cerca, pero no pude alejarme, era como si yo no estuviese controlando mi cuerpo, y certifique esta duda cuando mi rostro también avanzó al suyo.

— Uuff casi me quedo dormido allá — expresaba Seojun quien había interrumpido esta extraña situación — ¿están bien? — pregunto cuando nos observó asustarnos y por lo tanto también separarnos.

Pedimos otras tres botellas y Jimin mantuvo distancia conmigo cuando se encontraba con nosotros Seojun y su amigo casi muerto en la mesa. Esa distancia no duró mucho y menos cuando nos separamos de sus amigos para tomar un taxi.

Al ser yo la persona que tenia más racionamiento dirigía los pasos de Jimin y los míos propios, cuando él se reía por todo y tropezaba hasta con cosas invisibles.

— Tu perfume huele muy bien... — expreso olfateando mi cuello y eso hizo erizar a mi piel frágil.

Yo no respondí, solo continúe caminando hacia la parada de taxis. Ahí llamé a uno e hice memoria de la localización del hogar de Jimin para poder mencionársela al conductor. Por suerte el lugar en donde el peliplateado vivía era un lugar turístico, por lo que el taxista no tuvo problemas para ubicarse en el mapa.

Me subí al auto queriendo actuar como una buena persona y también como un buen amigo, ya que si mal no recordaba Jimin tenía que subir docenas de escaleras para poder alcanzar su hogar.

Era de noche y por consiguiente era obvio que la oscuridad nos inundaba. Yo permanecía recostado sobre la ventana del auto entreteniéndome con los automóviles qué transitaban y las luces de colores de los tantos locales abiertos, mientras Jimin hacia cualquier cosa en su teléfono y se reía de vez en vez. Eso cambió cuando sentí como su mano comenzaba a acariciar con sutileza mi muslo derecho. Me volví enseguida por ser tomado así sin ningún aviso, y contemplé como su mano subió hasta llegar al costado de mi parte íntima, rozando con los nudillos de sus dedos mi zona privada.

Su mano permaneció ahí cuando aún tecleaba en su teléfono usando su mano libre, y no hizo nada más. Lo deje pasar creyendo que solo estaba muy borracho, pero entonces sus dedos se afincaron en mi pierna, y sus nudillos continuaban rozando cada tanto mi sexo.

Él no me observaba a los ojos, pero me tocaba de una manera que no podía interpretarse como algo más que no fuera un desquicio. Era verdad aquello que había dicho el tal Seojun, Jimin cuando bebía se desconocía, porque yo no sabía quién era este hombre que me tocaba ahora de una manera tan imprudente.

Me recosté sobre el asiento intentando relajarme, mi intención no era actuar como un imbécil con la única persona con la que podía llevarme bien. Pero su mano rozando mi entrepierna era algo que no podía permitir, así que siendo sereno toque la mano de Jimin para apartar la suya propia cuando entonces el taxista nos avisó de que habíamos llegado a nuestro destino.

Y era verdad, ya estábamos en Gamcheon eso era increíble. Lo único que podía suponer es que había estado más tiempo tratando de buscar una solución al problema que tomando atención al tiempo que transcurría en cuanto me decidía por actuar.

Le pagué al hombre y tome el brazo de Jimin para que pasara alrededor de mi cuelo y así subimos, al menos tres escaleras debido a que ya en la cuarta Jimin se estaba resbalando y casi no podía mantener los pies sobre la tierra, y siendo sincero yo tampoco. En mi vida pasada no era mucho de beber y en esta al parecer tampoco.

Hice lo que me pareció más propio y subí al hombre a mi espalda, cargando al mismo desde sus muslos. Ahí note que Jimin no era muy pesado, de hecho era muy fácil de transportar y se sentía cómodo llevarlo de esta forma. Me sentí estúpido por no haberlo pensado desde un principio.

Subimos los últimos escalones que quedaban y me agradecí a mi mismo por mi buena memoria, Jimin por su lado seguía aferrándose a mi cuello con sus dos brazos rodeándome, ahí creí que se encontraba dormido, pero de igual manera debía despertarlo para preguntarle por sus llaves.

No hizo falta molestarlo cuando encontré el juego de llaves en el bolsillo de su abrigo, y luego de utilizar cuatro llaves en la cerradura al fin pude dar con la que necesitaba. Abrí la puerta y todo era oscuridad, lo más probable era que toda su familia se encontrará durmiendo, ya que estaba seguro de que eran pasadas las doce de la madrugada.

Quise hacer mi labor completa y subí con cuidado las escaleras hacia el segundo piso en donde las habitaciones se encontraban.

— Jimin ¿cual es tu recamara?

— ¿Mmm? — expreso desde el mundo de los sueños.

— Tu habitación ¿cual es? — pregunte intentando buscar respuesta de mi amigo borracho, debido a que estaba delante de tantas puertas que tenía miedo de abrir la incorrecta.

— Tiene...tiene mi nombre — mencionó él señalando hacia la nada.

Yo me di la vuelta e intente buscar algún detalle en la madera de las puertas, ahí fue cuando me encontré con que cada una tenía un nombre diferente. Encontré la habitación de sus hermanas pequeñas y luego la de sus padres, un poco a la derecha la de su hermana mayor y luego estaba la de él, una puerta azul oscuro con estrellas fluorescentes pegadas. Gire la perilla y me adentre con el desmayado encima mío.

Situé su cama usando el brillo de la luna que se posaba sobre sus frazadas e intente tumbar allí al hombre quien no tenía intenciones de soltar mi cuello.

— Jimin vamos, debes descansar — le rogué para que me soltara, pero debido a un tropiezo yo terminé cayendo encima de él en la cama.

Él carcajeo formando una media luna con sus ojos y me sorprendí de que estuviera despierto. Reí un poco también queriendo salir de su espacio, pero él situó su palma derecha sobre mi mejilla y me sonrió una vez más en esta ocasión observándonos atentamente, sin perder un solo detalle del cutis del otro.

Esto no duró mucho, pues una electricidad magnética como la que hube sentido el día que lo salve se encargo de adueñarse de mi sistema y me hizo sentir sentimientos extraños e incomprendidos.

Luego imágenes se hicieron presentes en mi cabeza y me vi a mi mismo y a Jimin besándonos. Nos tocábamos y además intentábamos desprendernos de nuestras ropas, fue muy turbio.

Has que vuelva a ti — oí en mi mente.

Brinque lejos de la cama y caí al suelo, con mi trasero sufriendo la peor parte de la caída.

Asustado y soñoliento hui de la casa de Jimin sin despedirme o hacer algo más, ya habían sido demasiadas situaciones incoherentes y ameritaba  huir de estas, a decir verdad había soportado demasiado hasta el momento.

Esa fue la primera vez que me imagine a Jimin en una posición íntima, porque luego vinieron muchas más visiones y todas me ocurrían cuando teníamos contacto físico.

Holaa!! Estaré subiendo los capítulos más temprano para que puedan verlos rápido jeje, muchas gracias por leer ♥️.

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