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Capítulo 23:🏙️

📝Nota: a partir de este capítulo la historia será contada a través de la perspectiva de Jimin ya que al fin nuestros protagonistas están juntos. También "habrá relatos en tercera persona" de vez en cuando.

Walter Duncan. 27 años.

Él me estaba besando a pesar de que nunca había actuado así de impulsivo. Cuando nos separamos me ofreció una sonrisa qué parecía ser honesta y luego de eso acarició mi cabello.

— Jungkook, ¿qué es esto? ¿Qué esta pasando? — en mi mente no conservaba muchos recuerdos de lo que me había ocurrido antes de ingresar al hospital, pero no estaba comprendiendo a que se debía su cambio drástico de actitud.

— Lo  que debió suceder hace muchos años, con el tiempo lo irás entendiendo — respondió y acarició mi mejilla con sus dedos —. Pero ahora debemos irnos, nos están buscando y tengo por seguro que llegarán aquí en segundos.

— ¿Nos están buscando? ¿Quienes? — desorientado pregunte.

Jungkook caminó hacia la ventana y busco los seguros que le impedían abrirla. Retiró las cortinas y consiguió abrir una de dichas ventanas, se notaba muy paranoico y eso en verdad me estaba inquietando.

— No puedo explicarte mucho ahora, quizás Walter ya te ha comentando algo sobre esto — dijo él sacando la cabeza y parte de su cuerpo por la ventana.

— ¿Walter? — repetí y me sentí mareado debido a la confusión.

— Si logramos burlarlos podremos escapar hacia Seúl — decía Jungkook.

— ¡¿A Seúl?! ¡Yo no quiero ir a Seúl, tengo que ir con mi familia! — exclame sin sentirme cómodo.

Jungkook se acerco a mi y me observó con lástima, luego me sonrió y poso una mano sobre mi hombro.

— Jimin, lo lamento pero ahora no podemos ir con tu familia.

— ¿Porque no?

— Porque...

Se escuchó un golpe seco y posteriormente mucho ruido fuera de la habitación, como si hubiesen muchas personas hablando al mismo tiempo, aunque no se entendía lo que decían.

— Están aquí — manifestó como si estuviese aterrado —, debemos irnos ahora.

— Yo no voy a moverme de aquí - proteste —. No estoy entendiendo nada de lo que esta ocurriendo y pareciera que hubieses perdido la cordura, no voy a ir contigo a ningún lado.

El Jungkook que conocí durante todos estos meses no estaba aquí, en cambio estaba un hombre loco que me hablaba sobre cosas que parecían ser una fantasía.

— Jimin no es momento para discutir, nuestro tiempo es limitado y tenemos que irnos —mencionó yendo hacia la ventana abierta, invitándome a ir con él, pero yo no le seguí.

— Mis pies no van a moverse de este lugar. — declare cruzando mis brazos.

— Entonces tendré que hacerlos moverse — dijo para luego sujetarme del brazo con brusquedad y halarme hacia él.

— ¡Oye! ¡¿Qué crees que estas haciendo?! ¡Suéltame! — forcejee aunque él por supuesto era más fuerte.

A nuestras espaldas alguien intentó abrir la puerta, pero esta permanecía con el seguro puesto.

— ¡Suéltame! — seguí peleando cuando Jungkook me subía en su espalda.

— ¡Jimin, tienes que confiar en mi! ¡Confía en mi! — exclamó y la puerta fue derribada. Allí vi a personas vestidas con un tipo de uniforme de combate color beige, y estos se notaban amenazantes.

En un segundo Jungkook se arrojó por la ventana conmigo cargado en su espalda, y estuvimos a pocos centímetros de ser tocados por un rayo de luz azul que esos desconocidos nos habían lanzado.

— ¡Aaah! — grite cuando caíamos, y me aferraba a el cuello de Jungkook hincándole mis uñas.

El pánico me invadió cuando creí que caeríamos muertos sobre el asfalto, pero entonces Jungkook se impulsó hacia arriba, utilizando una ráfaga de luz amarilla muy parecido a aquello que nos habían lanzando los que nos perseguían. Me encogí como un niño pequeño en cuanto Jungkook corría y saltaba en los techos de edificios y viviendas en general, poseyendo una velocidad y destreza sobrehumana.

— ¡Jungkook! ¡Nos vamos a caer! — le gritaba cuando sus saltos eran tan bestiales y desproporcionados qué por momentos llegué a pensar que nos encontrábamos volando.

Me sentí obligado a voltear hacia atrás cuando escuche disparos al mismo tiempo que nos vimos atacados, y muchos edificios fueron afectados cayendo algunas partes de estos en escombros. El desastre era descomunal y estábamos llamando la atención de todos, podía ver como patrullas de policías se apilaban en la entrada del hospital, y luego estos mismos nos perseguían desde abajo en la calle.

Aquellas personas desconocidas no se estaban deteniendo a pesar de que la policía estuviese cerca. Se acercaban muy rápido a nosotros, de pronto desaparecían y aparecían en otro lugar, tal y como si se estuvieran teletransportando. Intentaban acorralarnos, pero Jungkook podía esquivarlos a la mayoría, y utilizaba esos destellos de luz que brotaban desde sus manos como si fuesen un arma.

Viendo todo esto comenzaba a considerar que Jungkook no me había mentido. El mundo en el que vivía era una mentira, y esto era una prueba de que existían demasiadas cosas que yo no conocía.

En algún lugar.

Relato en tercera persona:

Walter estaba abrumado ante la idea de que existiera un Jimin que le hablará de tal forma. Lo común es que el joven que conocía fuera amable, pero este Jimin de cabello negro se mostraba renuente y muy malhumorado.

— ¿Vas a quedarte ahí todo el día? ¿O es que tu trasero se pego a la grama?—  pregunto este Jimin quien dio un salto para bajar del árbol.

— Eeeh...¿Cómo es que estas aquí?, creí que estabas en el mundo — pregunto Walter levantándose del césped.

— Nos hemos estado preguntando eso por años, pero no tenemos ni idea de como llegamos aquí — respondió Jimin alzándose de hombros, e investigando a Walter de arriba a abajo.

— ¿Llegaron? ¿Hay más personas aquí? — pregunto volviendo hacia todas partes, presenciando que este mundo no era muy distinto a aquel en donde antes vivía Jungkook.

— Por supuesto y es un asco...encima acaba de empeorar con tu llegada. No entiendo que haces aquí, no eres uno de nosotros — decía Jimin cruzado de brazos, deseando quizás abandonar a Walter a su suerte.

— ¿Uno de ustedes?, perdona pero no estoy entendiendo nada — expreso Walter un poco cansado de que este Jimin fuese tan pedante.

— Aaiissh...se supone que debo llevarte con ellos, vamos sígueme — le ordenó Jimin quien comenzó a caminar hacia algún lugar.

Walter aceptó a regañadientes porque no le agradaba la idea de no comprender nada, pero aún así siguió a el joven solo porque se trataba al final del día se trataba de Jimin.

Pasando las colinas y los inmensos árboles habitaba más allá una ciudad, la cual se notaba demasiado lejos como para llegar a pie. Pero no tuvieron que preocuparse por caminar cuando llegaron a un transporte aéreo parecido a un teleférico. Ahí Jimin le invito a entrar y entonces descendieron por las montañas. En cuanto se encontraban sentados Walter observaba a través de las ventanas que este transporte disponía. Mientras más iban bajando más cosas era capaz de contemplar. Podía ver a personas caminando de un lado a otro, utilizando autos y pareciendo llevar una vida normal y común, pero aunque no fuese posible llegar a ver sus rostros a tanta altura, estaba comenzando a deducir qué todos eran hombres, pues no lograba ver las características femeninas por ningún lado.

— Ya llegamos. — aviso Jimin y el transporte de detuvo.

La puerta fue abierta y ahora se encontraban como en una estación subterránea. Walter siguió los pasos del joven y cuando pudieron subir todas las escaleras, se encontraron con algo que hizo a Walter parpadear infinidad de veces. No sabía si estaba viendo doble o triple o cuádruple, pero a su alrededor habitaban una infinidad de Jimins totalmente incalculable a la vista. Estos caminaban por ahí haciendo sus vidas, hablando entre ellos, algunos llevando trajes con corbatas, portaban diferentes atuendos, también diferentes tonos de cabello y todos parecían no haber envejecido nunca, se veían  de la misma edad.

— ¡Están aquí! — exclamó Walter llevándose las manos a la cabeza, anonadado por su descubrimiento.

— ¿Qué cosa? — pregunto el Jimin quien iba con él cuando Walter se detuvo en medio de todos.

— J-Jungkook, él los estuvo buscando por años, ¡y están aquí! — expresó Walter quien no cabía en sí.

— ¿Jungkook nos ha estado buscando? — le cuestionó muy dudoso de lo que afirmaba —. A ese idiota le quiero dar una buena golpiza cuando lo vea — expreso Jimin tensando su mandíbula a la par de sus puños — ¿entonces él te mando aquí?

— No, bueno casi...la verdad es que no creo que sepa que existe este mundo — aclaró Walter.

— No puede ser verdad...si en serio conoces a Jungkook entonces debo llevarte con el superior — dijo Jimin sintiéndose muy frustrado.

— ¿El superior? — cuestionó Walter con una ceja elevada.

— ¡Si!, es el primero de todos nosotros. Pero antes debemos ir con el Jimin del 2010.

— ¿Cómo que el Jimin del 2010? — pregunto Walter, pero antes de que Jimin pudiera decir algo fueron interrumpidos por otro.

— ¡Hey Jimin del 1976! ¡Creí que nos íbamos a ver ayer para jugar cartas! — dijo un Jimin con cabello de color verde quien se notaba muy animado y jocoso. Este mismo llevo su brazo al hombro del Jimin pelinegro y lo acercó a él en forma amistosa.

— Lo siento, tuve que quedarme hasta tarde en...

— ¡¿Y él quien es?! — preguntó con gritos señalando a Walter, observando a este como si fuese un ser extraterrestre...y es que quizás si lo era.

— No es nadie, ya déjanos en paz... — expresó Jimin muy cansado, apartando el brazo del otro de su hombro.

— ¡Pero no es un Jimin! — vocifero y ese fue el momento en que el mundo se detuvo, y todos los demás se volvieron hacia ellos.

Ahora todos los Jimins contemplaban a Walter de una forma no muy racional. Estos parecían embelesados ante la idea de que alguien como él estuviese en su mundo, alguien que no se viera exactamente como ellos.

— ¡¿Qué hacen manga de entrometidos?! ¡Vayan a trabajar! — grito el Jimin pelinegro, y después de ese regaño los demás Jimins continuaron con sus rutinas (aunque algunos no apartaron del todo la mirada) - ¿ya ves lo que provocas? — le dijo con mal temperamento al Jimin teñido de verde.

— Lo lamento — se disculpo avergonzado y riendo con nerviosismo — ¿lo llevaras con el Jimin del 2010?

— ¡Así es! ¡Y nos estas haciendo perder el tiempo! ¡Vámonos ya! — al exclamar lo último el Jimin pelinegro se aferro a la muñeca de Walter y lo hizo avanzar con apremio.

— ¡Suerte! — expresó el Jimin teñido de verde.

Al salir de la estación subterránea tuvieron que tomar un autobús. Dentro de este nadie paso por desapercibido a Walter, y todos se notaban curiosos por el nuevo invitado. Algunos intentaban evadirlo o ignorarlo, pero la gran mayoría tenía los ojos puestos en el hombre de rasgos americanos.

Por su parte el Jimin pelinegro no se la estaba pasando bien, y estando de piernas cruzadas sentado en el bus, les pidió a todos que se ocuparan de sus propios asuntos.

Bajaron tres paradas después y Walter quedo deslumbrado por lo que sus ojos veían. Se hallaba en medio de una utopía, los Jimins habían hecho un excelente trabajo y eso se podía saber debido a sus estéticas y prominentes edificaciones, a sus espacios verdes muy bien cuidados y a la convivencia sana que estos parecían tener, no necesitaban de nadie para ser prósperos. A Walter le era increíble pensar como durante todo este tiempo que conocía a Jungkook este creyera qué Jimin había sufrido, cuando todos y cada uno de esos jovenes que llego a conocer y a amar estaban aquí, haciendo sus vidas como en la tierra.

El Jimin pelinegro lo guio a el edificio central, ese que era mucho más grande y más estético que los otros, el cual también estaba siendo resguardado por rejas y cuidadores en la entrada.

— Buenos días, soy el Jimin vigía del 1976, exijo hablar con el Jimin del 2010 — dijo este a los cuidadores, los cuales se hicieron a un lado y permitieron que las rejas se accionaran para ingresar.

Los cuidadores los acompañaron y  contemplaban con extrañeza a Walter por obvias razones. Dentro de la edificación encontraron todavía más Jimins (como sino fuese suficiente ya). Estos acataban distintas labores  portando uniformes diferentes qué representaban a sus trabajos variados.

— ¿Qué es este lugar? —  tuvo curiosidad Walter.

— Es la Asamblea. Aquí es donde tomamos todas y cada una de las decisiones importantes para nuestro país. — menciono Jimin y subieron por un ascensor.

Este mismo ascensor los llevo al último piso y allí, fueron recibidos por...más Jimins...

— Buenos días Jimin del 1968, el Jimin vigía del 1976 esta pidiendo una autorización para poder hablar con el Jimin del 2010 — dijo uno de los cuidadores al Jimin de cabello castaño y lentes quien se encontraba en un mostrador, afuera de una puerta gigante y de color dorado.

Este Jimin castaño despegó su  mirada de la computadora, y contempló por encima de sus lentes.

— ¿Tan temprano? ¿Porque deseas tener una reunión tan temprano? — pregunto al Jimin pelinegro.

— Bueno creo que es fácil de responder... — dijo e hizo espacio para que el Jimin castaño observara a Walter.

Cuando descubrió qué un hombre extraño los acompañaba casi brinco de su asiento, y sin decir otra palabra acciono la gigante puerta dorada para que pudieran entrar.

A este nuevo lugar ingreso Walter junto el Jimin pelinegro y los dos cuidadores. Era una sala basta que portaba demasiadas bibliotecas con libros, el techo estaba adornado con estrellas y planetas hechos con pinturas de distintos colores. Había adornos, había cuadros y había esculturas de muchos dioses, en su mayoría dioses griegos.

Al frente y casi al final de la sala habitaba un solo escritorio en el cual se encontraba un Jimin pelirrojo.

— Buenos días Jimin del 2010, le he traído noticias — dijo el Jimin pelinegro.

— ¿Noticias buenas o noticias malas? — pregunto dejando los lentes que usaba para leer a un lado, y caminó entonces hacia sus invitados (sin pasar ignorar la presencia de Walter ciertamente)

— Solo noticias... — respondió Jimin luego de soltar un gran suspiro.

Los Jimins cuidadores seguían custodiándolos, pero a Walter se le hacia especialmente curioso que no portaran ningún tipo de arma, solo llevaban uniformes como si fuesen policías cuando en verdad estaban lejos de ser eso.

— Bien veo que traes a alguien que jamás hemos visto, ¿Quién es? — pregunto caminando alrededor de Walter, intentando adivinar que era y como había llegado aquí.

— Se llama Walter y dice conocer a Jungkook — menciono el Jimin pelinegro y los cuatro restantes en la sala quedaron sorprendidos.

— ¿A J-Jungkook? — titubeo el Jimin pelirrojo, pareciendo consternado.

— Yo vengo de la tierra, es una historia muy larga pero les puedo decir que Jungkook nunca se ha olvidado de ustedes, los ha estado buscando durante años — reveló Walter y todos se veían impactados, excepto el Jimin pelinegro quien decidió alejarse de la situación.

— ¿Pero cómo lo conociste? ¿Eras su pareja? — cuestionó Jimin del 2010, desesperado por saber la historia.

— N-no no, yo fui parte de la misión "Destinados", la Cumbre me ingreso a su cuerpo para que pudiera crearle una nueva historia con una mujer, pero no funcionó porque conocí a Jimin cuando le salve la vida.

— ¡¿Salvaste a un Jimin?! — exclamó el Jimin del 2010, mientras que los restantes estaban igual de abrumados, incluso el Jimin pelinegro.

— ¡Pero eso no es posible! ¡Ningún Jimin  ha sobrevivido nunca! — vocifero el Jimin pelinegro como si estuviese enfadado, regresando a su puesto inicial.

— Es la verdad, lo juró. — dijo Walter quien todavía no estaba entendiendo la magnitud de lo que le revelaba a estos Jimins.

— Entonces eres un héroe. — dijo el Jimin pelirrojo y le sonrió a Walter cuando dejaba caer su mano sobre el hombro de este —. Ya pueden irse, necesito que Walter me cuente más sobre todo lo que sabe.

Los Jimins cuidadores hicieron una reverencia antes de marcharse, y en cuanto al Jimin pelinegro este también hizo una reverencia pero sin ganas, manteniendo en su rostro una expresión apática, como sino estuviera feliz de absolutamente nada.

Walter le contó todo lo que había sucedido desde el inicio hasta el final, y este Jimin pelirrojo le aclaró que él era quien estaba a cargo debido a que era el último Jimin en ingresar a este mundo, pues desde hace cientos de años habían dejado de llegar Jimins a su mundo. Ahí Walter aclaró que eso se debía a la captura de Jungkook por parte de la Cumbre.

En este mundo que apenas estaba conociendo Walter recibió hospitalidad, mientras que en la tierra Jimin y Jungkook libraban su propia batalla...


Muchas gracias por leer, hasta la semana próxima ❤️❤️.

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