Capitulo 17:💋
A mi teléfono llegaron incontables mensajes de Jin pidiéndome explicaciones sobre mi situación con Sunjin, pero no conteste a ninguno. Ya estaba más que claro que él conocía qué había fallado en mi misión, solo esperaba que no se le diera por aparecer ahora cuando estaba esperando a Jimin para tener nuestra corta reunión.
Me había tomado la molestia de ir a una licorería cercana y comprar soju qué mezclaría con cerveza para crear una mejor bebida. Estaba a punto de hacerse las nueve y cuarto en mi reloj y estos nervios que estaba sintiendo eran extraños, era como si estuviera experimentando ansiedad por ver a Jimin.
— ¿Muy tarde? — le escuche a Jimin preguntar cuando se acercaba a mi. Este llevaba una mochila y se había cambiado su uniforme por su ropa casual.
— No, estamos a buena hora aún — mencioné sonriendo —. Creo que sé donde podemos beber.
— Esta bien, te sigo — afirmó devolviéndome la sonrisa.
Aquí en Busan había parques en donde era legal fumar, y por supuesto en las noches también era legal beber solo debíamos ser precavidos.
Llegamos entonces al parque en donde el cartel de: "zona de fumadores" nos recibía, y allí escogimos una banqueta en donde poder sentarnos.
— ¿Comes doritos? — preguntaba Jimin quien extraía de su mochila bolsas de frituras.
— Si claro — acepté con gusto y metí mi mano en la bolsa para coger uno de esos triángulos.
Todas estas nuevas comidas llamadas frituras eran curiosas, pero aunque sentía que no eran muy nutritivas, podía comerlas al tener un cuerpo prestado qué no tenia que preocuparme por cuidar.
— ¿Entonces terminaste todos tus deberes? — me interrogaba Jimin en cuanto yo me ocupaba de servir las bebidas en esos vasos desechables que la licorería me facilitó.
— Así es, ahora solo falta la calificación — respondí guiñando un ojo.
— Mmm pues yo no — rio echando su cabello hacia atrás —, creo que voy a dejar la carrera.
— ¿La dejaras? — pregunté preocupado.
— Así es, de todos modos ni siquiera quería estudiar esa estúpida carrera, solo pierdo el tiempo, gracias — me agradeció cuando yo le entregue el vaso con licor combinado, y entonces bebió de este.
— Si es verdad, ¿pero que hay de tu padre?
— ¿Qué hay de él? — se cuestionó a sí mismo.
Observé como sus cejas se juntaron en el medio y luego su mirada decayó al suelo, se encontraba pensando en su padre y en lo que él deseaba para sus herederos. Se quedo en silencio por algunos segundos y más tarde pudo darme una respuesta.
— Él estará bien, yo se que si. Un padre siempre desea que su hijo sea productivo, pero también desea que pueda ser feliz y yo puedo ser las dos cosas al mismo tiempo, pero lo haré a mi manera. Ya no pienso vivir cumpliendo sueños de otros.
Eso que Jimin había dicho me enorgulleció porque fue lo que siempre desee decirle a mi padre, pero jamás tuve el valor de hacerlo.
— Que orgullo... — susurre tocando su hombro cuando le sonreía.
— ¿Q-qué cosa?
— Que pienses así, es un orgullo escucharte hablar así — mencioné con más fuerza a la hora de hablar para que pudiera escucharme.
— Gracias... — musito él escondiendo su rostro detrás del abrigo que traía puesto, aún así pude ver su sonrisa y sus mejillas coloradas.
Bebimos y fumamos cuando contábamos historias de nuestro pasado, esta parte era un poco agotadora para mi ya que tenía que estar al tanto de todos los datos que ofrecía para no mezclarlos o desmentirme a mí mismo; era muy cansado venir de otra época y no poder decirlo.
Cuanto más se subía el alcohol en nuestro sistema más libertad tenía Jimin para moverse y hablar. Ahora sonreía y se le veía feliz, mientras sentado en el suelo daba la última calada a su cigarrillo cuando se lo terminó.
— Por eso terminé en esa inútil y vieja tienda, porque fue lo primero que pudo encontrarme Jiyeong. Además quería tenerme vigilado cuando saliera de la universidad, ya sabes que ella estudia por aquí.
— ¿Vigilado? ¿Porque? — pregunté con risas.
— Porque ella piensa que soy el mismo Jimin de antes...
— ¿Y cuál es ese Jimin?
— El Jimin que se enamora de todo hombre que ve — respondió mostrando seriedad en su mirada, y esa mirada se mantuvo en mi rostro por varios segundos hasta que decidió romper el hielo y carcajear —. No es cierto, solo era una broma.
— Oh jeje...no esperaba eso — respondí incómodo bebiendo del poco licor qué me quedaba.
— La verdad es que ya esas cosas no me suceden, aprendí de mi lección — decía cuando intentaba colocarse de pie, pero supe que iba a fallar cuando piso una de las hojas húmedas y por poco cayó al suelo.
Me apresure a ayudarlo y sostuve su muñeca antes de que ocurriera un accidente.
— ¡Oh te cuidado! — exclame asustado y él se volvió para mirarme.
En sus pupilas me encontré a mí mismo y entonces vi mi mirada perdida en el rostro de Jimin, en sus facciones y en todo lo que tenía que ver con el joven. Él tampoco era capaz de apartar sus ojos de mi y cuando pensé que esto podía empeorar debido a mis torpezas solté su muñeca y actúe como si nada hubiese sucedido.
— Eres mi héroe Jungkook — mencionó sentándose a mi lado en la banqueta.
— ¿Ah?
— Eres mi héroe, pero ¿en dónde está tu capa y tus botas? — pregunto carcajeando, expandiendo esa linda sonrisa que tenía, creando luceros en sus ojos semi cerrados debido a tanto alcohol.
— Las he olvidado en casa — respondí para seguirle el juego.
— Sabes algo Jungkook...si mi papá llega a salir bien de la próxima operación qué le van hacer estoy pensando en organizar una fiesta. Claro no sería en mi casa porque es obvio que es demasiado pequeña para hacerla ahí, así que quiero pedirle a Hyeon qué me preste su casa, ¿lo recuerdas? Fue el idiota que se durmió en la mesa cuando bebimos.
— Si claro que lo recuerdo — conteste asintiendo (para este punto ya me encontraba demasiado nervioso)
— Bueno él tiene una casa enorme en la que casi no pisan sus padres debido a que tienen negocios en el extranjero, y la razón por la que deseo organizar esto es porque si te soy sincero jamás he estado en una fiesta o en una discoteca...me he encontrado muy ocupado, ¿tú que opinas?
— Me parece bien — respondí en un segundo para otorgarle confianza.
— Claro que tú estas invitado y también la persona con la que desees ir, como...no lo se...tu novia supongo.
¿Mi novia? ¿Estaba hablando de Sunjin?
— Oh claro... — mordí mi labio encontrándome avergonzado cuando entendí que tenía que explicarle a Jimin qué ya no tenía novia — la verdad es que ya no estoy con Sunjin, rompimos.
— ¡¿De verdad?! — exclamó y le fue difícil ocultar esa expresión de felicidad — digo...que mal...¿Qué ocurrió? — me preguntó fingiendo una falsa tristeza que no pude creer.
— Mmm la verdad es que no nos complementábamos. Éramos dos personas muy distintas qué intentaban formar una relación, pero cuando se es tan diferente es muy difícil no tener problemas con frecuencia — respondí a sus preguntas usando la sinceridad que me definía.
— Comprendo, lo lamento mucho.
— Gracias — agradecí asintiendo con mi cabeza, pero entonces él hablo de nuevo.
— Pero no te preocupes, ya encontraras a alguien con quien si tengas cosas en común. Eres un hombre joven y apuesto, además tienes buenos gustos y eres músico, a todos les gustan los músicos — dijo bebiendo hasta la última gota de soju.
Jimin había definido cada cosa que le gustaba de mi y eso no había manera de refutarlo, había sido una indirecta demasiado directa y lo peor o lo mejor es que me había gustado.
— Gracias, la verdad es que opino lo mismo de ti, por lo que sé que también encontraras a alguien.
Jimin giro su rostro para observarme y entonces me sonrió, pero al segundo algo le hizo reír por lo que soltó varias pequeñas risas viéndose tímido.
— ¿Qué ocurre? — pregunté sonriendo también.
— Es que me estoy debatiendo conmigo mismo... — dijo sin mirarme.
— ¿Debatiendo? ¿Sobre que?
— Entre si besarte o no besaste. — confesó y esta vez no tuvo miedo en observarme.
— ¿Q-qué?
Jimin no lo medito demasiado y fue más valiente que yo cuando decidió acercar sus labios a los míos. Sentí como nos tocamos y luego el mundo se detuvo. Los autos en las avenidas se paralizaron al igual que los transeúntes qué a estas horas caminaban a sus hogares. La brisa dejó de soplar, las hojas marchitas qué caían desde la copa de los árboles también detuvieron su caída quedándose estáticas en el aire. Hasta las mascotas que eran paseadas por sus respectivos dueños se quedaron inmóviles, nada se movía, ni siquiera Jimin y yo. Mi expresión era de total sorpresa y luego fui jalado por una fuerza invisible hacia atrás, pero mi cuerpo (o el que estaba usando) no se movió, fue como entonces comencé a ver todo desde tercera persona mientras mi espíritu o lo que fuera permanecía flotando en el aire. Una vez más el mundo retomo su rumbo y todo transcurrió de forma natural.
Contemplé como nuestros labios ahora se movían y creaban un beso que yo no creí posible, porque yo no lo estaba controlando. Nos vi besándonos y no era capaz de hacer nada solo podía entender que lo estaban disfrutando, o yo lo hacía...la verdad no estaba entendiendo nada, pues era como si ese cuerpo prestado ahora se manejará por sí solo, era descabellado. Bracee intentando llegar al cuerpo, pero aunque lo tocará nada estaba ocurriendo, era como si yo fuese un fantasma.
¿Esto era lo que Jungkook quería? ¿Acaso él tenía que ver con esto?
Y cuando di todo por perdido pude regresar al cuerpo para controlarlo. La misma fuerza que me había jalado ahora me estaba haciendo ingresar. Fue una sensación en verdad inigualable y difícil de explicar, era como haber despertado luego de un largo coma. Al segundo percibí a los labios de Jimin husmeando en mi boca y también a su aliento a tabaco y alcohol, entonces debido a mi pánico sujete a este de los hombros apartándolo de mis labios.
— Jimin... — susurre su nombre y él me observó con desconcierto, y lo entendí. Yo también estaría desconcertado si la persona que me acepto el beso en completa complicada ahora me estuviese apartando — yo...
— No, no digas nada — dijo levantándose de la banqueta —. Vas a decir que estas confundido y que no sabes que paso, ¿verdad? — expreso furioso.
— ¿Qué?, no yo no...
— Basta Jungkook, he oído esta historia miles de veces y en realidad es muy cansado escucharla una vez más, así que te pido por favor que no hables — decía al momento de acomodar su mochila en la espalda.
— Jimin, por favor... — le pedí levantándome también.
— No Jungkook... — me pidió con su mirada llena de desilusión — no...
Jimin se marchó, pero su perfume quedo impregnado en el lugar, en mis fosas nasales, y ese hecho me estaba ayudando a tranquilizarme aunque supiera que traía una pesada carga sobre mi espalda.
Día siguiente. 12:30pm.
— Walter Jungkook, ¿sabes que número es este? — me preguntaba Jin cuando nos encontrábamos en su mundo.
— El uno — dije observando lo que él escribió con anterioridad en la pizarra.
— ¡Exacto!, y ese era tu número de misiones ¡una!, solo una... — camino al rededor del pupitre donde yo yacía y me contemplaba con desaprobación — y aún así decidiste saltártela para actuar por tu propia cuenta como si no le debieras nada a nadie.
Sus pasos lo llevaron de vuelta al escritorio y e sentó sobre la mesa, negando con su cabeza cada que podía.
— Lo lamento. — me disculpe aunque en realidad no sentía pena por nada, pues creía que había actuado de la mejor manera posible.
— ¿Lo lamentas? ¡Pues yo lo lamento más!
— Jin de verdad no es necesario crear una discusión, yo...
— No Walter Jungkook, no — me interrumpió —. Yo creí en ti cuando me diste tu palabra de que cumplirías y es lo menos que has hecho...cumplir. Te deje libertad, te di opciones, te apoye como nunca he apoyado a nadie, ¿y así decides pagármelo? ¿Y todo para que? ¿Para ir detrás de ese llamado Jimin?
— No era lo que planeaba, es que...
— ¿Sabes como me deja esto ante la Cumbre?, como un idiota, como un idiota me deja — me interrumpió mostrándose ofendido —. Tú misión era enamorar a una chica, no tenias que hacer nada más. Se supone que eres un veterano, no creo que esto sea más difícil que tus misiones en la guerra. Pero te dio igual y abandonaste el proyecto por ir detrás de Jimin cuando te dije miles de veces que no debías buscarlo, que no debías ir detrás de él, y sigo sin entender porque lo hiciste, es tan inusual que...
— ¡Por que no me estas diciendo la verdad! — exclame para que Jin tomara atención a mis palabras.
— ¿Disculpa? — pregunto confundido.
— Siento que no me estas diciendo la verdad, siento que no me estas diciendo todo lo que sabes.
— Por que no es tu deber saberlo todo Walter.
— La primera vez que vi a Jimin te dije que sentí sensaciones inexplicables para el ser humano. Te dije como lo salve y la forma en la que conectamos sin siquiera conocernos, pero tu no me prestaste atención — exprese con mi voz gruesa.
— ¿Y eso que tiene que ver?
— Tiene mucho que ver — con ira me levante de mi asiento —. Yo simplemente no puedo alejarme de él, es como si el mundo no quisiera apartarnos. Y lo intente de hecho lo intentamos los dos, pero fue inútil. Cada vez que estamos juntos y tenemos algún tipo de roce se enciende una fogata en mi corazón, que hace arder hasta la fibra más frígida de este cuerpo. Siento que Jimin y yo fuimos hechos para estar juntos, y no lo digo de una forma metafórica o teatral lo digo enserio. No puedo apartarme de Jimin aunque lo intente, y por lo que veo él tampoco puede apartarse de mi.
— Basta Walter, no te concierne saber de más — me intento silenciar.
— ¡Pero si esa es la razón por la que no logro terminar mi misión! — exclame estando disgustado.
— Esas son solo excusas...
— ¡¿Así?! — con furia me acerque a Jin y el hombre retrocedió pensando que iba a golpearlo — ¿entonces porque me ocurre todo esto? ¿Porque Jimin me impide querer a alguien más? ¿Porque nos besamos y fue tan especial?, porque sí, nos besamos y sé muy bien que lo viste.
— Tu no lo entiendes Walter... — susurró sobando sus sienes.
— Entonces hazme entender, y si me ayudas yo puedo ayudarte con la misión — dije para traer de vuelta su atención a mi.
— ¿Si te digo toda la verdad cumplirás entonces con tu misión? — me pregunto enderezándose frente a mi.
— Si. — acepté a pesar de que mi palabra fuera una mentira.
— Entonces es un trato — dijo acercando su mano hacia a mi.
Lo observé y luego a su mano, entonces me disculpe con mis hijos y también con mi ESPOSA por ser tan mentiroso.
— Es un trato. — afirme estrechando manos con el hombre.
— De acuerdo, ven sígueme — me pidió y una puerta se abrió ante nosotros llevándonos a otro lugar.
Camine detrás de él y descubrí un nuevo lugar que no conocía, se trataba de la dichosa Cumbre. Las paredes estaban hechas de cristal transparente y podía ver desde nuestra altura que habitaban muchos más pisos debajo de nosotros, en donde había gente de cualquier tipo de nacionalidad laburando. Anduvimos por el pasillo largo y tuve que prestar especial atención cuando Jin comenzó a hablar.
— Jungkook y Jimin llevan existiendo desde hace muchos años, mucho antes de que tú nacieras. La primera vez que se conocieron tenían solo diecinueve años y su vínculo fue inmediato. Ellos comenzaron una relación y se veían realmente felices, los estábamos monitoreando al igual que hacemos con cada persona de este mundo, pero lamentablemente había algo que ellos no conocían, y eso era que el destino de Jimin era morir.
Jin continuó hablando mientras subíamos por los aterradores e inestables ascensores transparentes, y tuve tanto miedo de caer qué no preste atención a todas las palabras de Jin, excepto a una.
— ¿Morir? — pregunté.
— Si, Jimin murió entonces. La primera vez que murió fue porque un auto lo arrolló y Jungkook estaba tan desconsolado que se quito la vida para estar con él. Nos apenamos con su caso y la Cumbre decidió darle una oportunidad de vivir, fue así como llegó a nuestro mundo porque pensamos que nos sería útil y lo fue por muchos años, pero luego descubrió nuestra magia y todo se acabó...
— ¿Porque? ¿Qué ocurrió?
— Él nos traiciono — susurro cuando las puertas del ascensor se abrieron —. Aprendió a usar el reloj del tiempo y con este viajo a su fecha para evitar el accidente en donde Jimin había muerto, pero no pudo...esto lo frustró por lo que entonces lo intento tantas veces como quiso fallando en todas las ocasiones. Lo apresamos, lo enjuiciamos y él se arrepintió de sus irresponsables acciones. Poco tiempo después regreso con nosotros a la Cumbre, pero ya no era el mismo y cuando pensamos que todo terminaría Jungkook hizo algo que ni siquiera yo pude haber predicho.
Recorrimos otro largo pasillo y a mi izquierda leí en una puerta "Sala de Amnistía" tal y como Jungkook me había dicho, me encontraba en el lugar correcto. Jin saco unas llaves de su bolsillo delantero y entonces abrió la puerta frente a nosotros.
— Jungkook uso una nueva tecnología con la que estábamos experimentando. La estudió y la uso para su conveniencia. En su mente insana dedujo qué sino podía tener al Jimin de su mundo tendría al de otros mundos. Uso "La Brújula Atemporal" para viajar a estos mundos, a otras realidades alternas y en estas consiguió a Jimin sí, pero como su destino siempre fue morir Jimin continuaba muriendo. Padecía enfermedades incurables, también fue asesinado y hasta se quito la vida en muchos mundos, pero Jungkook seguía sin poder salvarlo. Walter... — se volvió a mi — si entiendes que existe un Jimin diferente en todos esos mundos entonces creo que sabes que también existían otros Jungkooks.
— ¿Qué ocurrió con ellos? — pregunté temeroso por una respuesta negativa.
— Los asesino, a ellos y a muchas personas; personas que intentaban detener la catástrofe qué él estaba causando — caminamos hacia el centro de la habitación enorme y llena de máquinas que nunca había visto. Allí, al final, vi a mi cuerpo flotando en una especie de pecera y este se encontraba conectado a lo que parecían cables, era como ver una película de terror —. Es verdad que te mentí Walter, te dije que el cuerpo que usabas no tenía dueño, pero lo tuvo.
— ¿Qué ocurrió con él? — susurre atónito observando mi cuerpo flotante.
— Pudimos extraer su alma de su cuerpo, pero no sabemos en donde esta. No se encuentra vivo, pero tampoco está muerto y sé que intentará regresar en cualquier momento es por eso que te impuse la misión. Una vez y Sunjin se enamoré de ti podremos crearle una nueva vida a Jungkook, todo se acabará.
— ¿Y qué ocurrirá con Jimin? — pregunté sin obtener una respuesta inmediata.
— Él estará bien. — expresó Jin sin convencerme, era claro que mentía.
— Pero Jimin no puede...
— Walter escúchame. Tú deber es hacer la misión, cumplir con esta. Jungkook es un criminal, no debes sentir pena por él — decía sosteniendo mis hombros — y Jimin solo ha sido su títere, ni siquiera debería estar vivo.
— Pero yo lo salvé — le hice recordar.
— Así es, pero no hay nada que hacer con él. Más temprano de lo que crees la muerte lo alcanzará, ese es su destino.
No podía ser cierto...¿Jimin iba a morir?
Muchas gracias por leer 😁😁, ¿pudieron ver "Are you sure"?, lo vi y hay muchas cosas por comentar 👀...
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