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Capitulo 16:🌉

Estaba perdiendo la fe, pues era el tercer día en que intentaba comunicarme con Jungkook y él simplemente no atendía a mi llamado. Lo necesitaba ahora y no cuando ya fuese demasiado complicado continuar con nuestro objetivo.

Me encontraba en mi cafetería favorita bebiendo de un capuchino, esperando a que quizás algo mágico sucediera, como escuchar una voz extraña o presenciar un evento inexplicable; pero de nuevo Jungkook me decepcionaba y me dejaba sin respuestas.

Sujete el vaso de anime en donde bebía y me lleve este conmigo queriendo irme a una biblioteca quizás, pero cuando atravesé la puerta de la cafetería tropecé con alguien que iba con apremio, y mi café se derramó sobre su ropa.

— Agh disculpa, soy un idiota — me disculpe en un segundo antes de que la persona me deseara hasta la muerte. Pero cuando ella levantó la mirada supe de quien se trataba, era esa chica de cabello verde quien hoy no traía una peluca.

— Me pregunto ¿porque serás tan torpe? — dijo ella quien con su abrigo intentaba limpiar el desastre en su polo.

— Oh hola...realmente lo lamento, espera — dije para entonces caminar a una mesa y tomar las servilletas de esta para ayudar con lo que acababa de provocar — tal vez esto sea de ayuda — dije entregándole dichas servilletas.

— Gracias...diría que hasta estas enamorado... — mencionó secando el café.

— ¿Disculpa? — cuestione alzando una ceja.

— Por eso de que siempre actúas distraído y torpe, ¿estas enamorado Jeon Jungkook? — me pregunto e hizo contacto visual conmigo.

— Eeh no, para nada — negué con la cabeza, pues ni siquiera Sunjin se había ganado mi corazón.

— Entonces en ese caso, ¿te gustaría algún día salir? — me pregunto peinando su cabello corto el cual ahora se asemejaba al césped recién crecido.

— ¿Ah? Pensé que me odiabas — dije luego.

— Claro que no, ¿porque te odiaría?

Y ella tenía razón no había motivo para odiarme, pero sucedía que yo era bastante exagerado.

— Entonces salgamos algún día...con amigos — aclaré de prisa para que ella no creyera otras cosas, no quería ilusionar a nadie más.

— Me parece apropiado — asintió volviendo su mirada a mi —. Pero te preguntaré algo, ¿aún recuerdas cómo me llamo?

Una tumba había sido cavada específicamente para mi después de su pregunta. Siempre la nombraba como "la chica de cabello verde", nunca recordaba con exactitud su nombre porque ni siquiera éramos amigos. Para no quedar como un completo idiota me esforcé por encontrar algún recuerdo que me llevará al día en que se presentó conmigo, pero solo pude recordar "Min"

— Min...

— Minji, no estas tan mal — afirmó cruzándose de brazos e hizo una media sonrisa.

— Entonces, ¿me pasas tu número para quedar?

— Aja... — extrajo su teléfono e intercambiamos números.

Minji me acompañó y hablamos sobre la materia que habíamos decidido estudiar, aunque en realidad en mi caso fui básicamente obligado por Jin.

— Al final no fue tan malo que me derramaras café — dijo intentando sonreír, pero no le salía de forma natural.

— Me disculpo una vez más por eso, fui tan torpe — conteste expresando una sonrisa incómoda.

— No te disculpes esta bien, nos vemos luego — se despidió caminando lejos mientras sacudía su mano en el viento.

— Esta bien, adiós — dije actuando de igual manera, pero cuando abrí la puerta de la residencia caí en un agujero que me llevó hacia las nubes, hacia un lugar que se asemejaba al cielo — ¡aaah! — grite mientras caía, con mis brazos y piernas estiradas, y el viento azotando mi rostro, haciendo que mi cabello se despeinara y mis orejas se taparan.

No se por cuanto tiempo estuve cayendo, pero cuando llegué al suelo nada me dolió, fue como si hubiese caído sobre una cama acolchonada.

— ¡Hey! ¿Te gustó?, cada vez puedo hacer más cosas — decía quien deduje era Jungkook.

— ¿Porque... — me levante con dificultad — no me avisas cuando vas a contactarme? ¿Y porque cada inicio de contacto es peor que el anterior? — pregunté haciendo referencia a todas las veces en donde de alguna forma extrema o disparatado yo ingresaba a su mundo.

— Si te avisará no sería divertido ver tu reacción — mencionó sonriendo.

— Oh ¿entonces te estas divirtiendo con mi sufrimiento?

— Algo así — respondió ensanchando su sonrisa.

Volví los ojos y sacudí mi ropa, recordando como en tantas ocasiones Jungkook me decía que era inútil sacudirme la tierra y las flores cuando apenas estaba llegando. Igual lo hice.

— ¿Porque no te habías presentado?, jamás respondiste a todas esas veces que te llamé — le cuestione.

— No sabía que tenía un teléfono... — respondió con sarcasmo.

— Hablo de llamar tu nombre a la nada, porque eso hacía... — explique sintiéndome avergonzado pues acababa de admitir que hablaba solo.

— Eso es muy tierno Walter, pero lamento decirte que tu no posees una forma de llamarme — decía caminando hacia los árboles y yo le acompañaba desde atrás.

— ¿Así?, yo pensé que así era. — ahora me sentía más estúpido que antes.

— Solo yo puedo llamarte, por ahora...cuando descubra la forma en la que puedas contactarme te lo diré — dijo y se sentó sobre la grama, posando su espalda en la corteza del árbol, yo le seguí.

 — ¿Ya tienes un plan para que ambos podamos recuperar nuestros cuerpos?

— Tengo uno, pero necesito saber si una ubicación todavía esta existiendo para poder llevar a cabo el objetivo — mencionaba cuando con una rama de árbol dibujaba una especie de mapa en la tierra —.Dentro de la Cumbre se encuentra el centro de operaciones de "Destinados". Allí es donde visualizan cada cosa que hacen los participantes y deciden si intervenir o no en sus vidas.

Jungkook recorría con sus dedos los espacios que había creado en el suelo, los cuales hacían semejanza a pasillos y habitaciones.

— Si mi memoria no me falla, el lugar en donde quiero que vayas se encuentra aquí, al lado de la "Sala de Amnistía" — dijo señalando en el medio, en donde él había creado la habitación más grande —. Solo he visto este lugar una vez y no conozco su nombre, pero se que ahí tienen tu cuerpo y por lo tanto mi alma terrenal.

— ¿Estas seguro de eso? — pregunté intentando recordar todo lo que me decía.

— No tanto, por eso necesito que convenzas de alguna forma a Jin para que te deje entrar a este lugar, tenemos que encontrar tu cuerpo Walter — explico.

— ¿Y luego?

— Luego podremos ejecutar el plan. Verás muchas veces fui desterrado de la tierra y todas esas veces logré regresar, yo se como hacerlo, pero primero necesito asegurar el lugar para estar al tanto de todas las cosas que han cambiado desde la última vez que pise la tierra —  decía él.

— ¿Y como lo veras tu? — interrogue.

— A través de la mariposa. El día en que yo esté listo para presentarme de esa forma te lo haré saber, y tendrás que buscar la manera de que Jin te llevé a este lugar, debes pedirle ver tu cuerpo como evidencia de que no estás haciendo esta misión de a gratis.

— ¿Y que pasa si no lo convenzo?

— Pues entonces tendrás que intentarlo de nuevo. Lo intentaremos cuantas veces sea necesario, pero de tendremos un final feliz, tendremos un final feliz. — me certificó con optimismo, con una sonrisa enorme en su rostro.

— Solo deseo que me estés diciendo la verdad, es lo único que pido — mencione soltando un suspiró.

— Por supuesto que si, yo no soy como Jin — dijo para luego suspirar al igual que yo —. No sabes como me muero de ganas de ver a Jimin de nuevo...

Cuando mencionó al peliplateado una sensación singular pellizco a mi alma. Me sentí deprimido y con nostalgia, pensando en como después de todo esto yo no vería nunca más a Jimin, y él ni siquiera recordaría que alguna vez existí, era tan injusto.

— Hablando de eso, creo que él está teniendo sentimientos por ti o por mi...ya ni tengo idea de nada — mencione negando con mi cabeza debido a la confusión y a los pensamientos negativos qué siempre me atormentaban.

— Claro que va a sentir esos sentimientos, Jimin y yo fuimos hechos para estar juntos, y ni Jin ni nadie va a impedir eso. Nuestro destino está escrito. — dijo teniendo certeza de ello. Yo solo quería que me estuviera hablando con la verdad.

— Por cierto Jungkook quiero una prueba de lo que me dices.

— ¿Disculpa? — pregunto volviéndose a mi.

— Así es, necesito una prueba de que Jimin y tu se conocieron alguna vez. Quiero estar seguro de que estoy haciendo lo correcto — dije siendo firme.

— ¿No te parece suficiente con todas las cosas que han pasado? ¿Los sueños, los detalles que tienen en común?

— No, quiero algo más. Quiero que me muestres un recuerdo del pasado — aclaré con intenciones de hacer entender mi punto.

— Como quieras...

Jungkook se movió hacia donde yo estaba y colocando un dedo sobre mi frente fui tele transportado a un lugar desconocido.

Las calles estaban semi vacías y las pocas personas que la habitaban vestían de traje. Las edificaciones me recordaban a las que habían en mi tiempo y todo a mi alrededor se rememoraba mucho más a mi época que a otra cosa.

A lo lejos me encontré con el rostro de Jimin quien iba vestido también de traje, uno de color gris que le quedaba a la medida. Iba también con un sombrero y en su mano derecha sujetaba un maletín, se le veía con apremio.

Lo seguí y el hombre llegó a un callejón. Se detuvo en la mitad y observó hacia los lados como si se estuviera escondiendo de alguien (era evidente que no podía verme). Después abrió la puerta frente a él e ingresó. Yo fui detrás de Jimin y subimos algunas cuantas escaleras encontrándonos entonces con una habitación la cual cerró con llave al entrar.

— ¿Jimin? ¿Eres tú? —  pregunto un hombre.

— ¡Si! — afirmó él quitándose el sombrero, ahí pude ver que su cabello era negro y lo tenía peinado hacia atrás, se veía muy galante.

— Creí que no vendrías — dijo quien era Jungkook el cual se acercaba a Jimin.

Ambos hombres se reconfortaron con un abrazo y luego fueron sus labios los que se unieron para besarse con deseo y amor.

— Sabes que no puedo vivir sin verte por tanto tiempo — expreso Jimin cuando se separaron, y acarició la mejilla de Jungkook, contemplando a este como se contempla a un amante.

Quede anonadado, tanto que mi quijada llego hasta el suelo y mis ojos estuvieron a punto de abandonar sus cuencas. Era extraño observarnos en esta situación cuando nada de eso había ocurrido en la vida real.

— ¿Viste si alguien te siguió? – preguntaba Jungkook quien se quitaba su propio saco y dejaba este sobre el comedor de mesa redonda.

— No para nada, la calle estaba desierta — dijo Jimin quien al igual que su contrario se despojaba de su saco, y también del reloj elegante en su muñeca.

— Debemos empezar cuanto antes, esos malditos deben estar cazándonos — dijo Jungkook quien con urgencia se arrancaba los botones de su camisa blanca, siendo algo torpe.

— Si hay que hacerlo... — Jimin no termino de quitar su propia camisa cuando ya había acorralado a su contrario contra la pared.

Se besaron de nuevo tan desesperados como ansiosos por desnudarse. Sus prendas estaban cayendo al suelo más pronto de lo que creía y cuando se tumbaron sobre la cama fue demasiado para mis ojos.

— ¡Jungkook! ¡Ya me quiero ir! ¡No puedo ver... — grite por ayuda cubriendo mis ojos con las manos, y en un parpadeo me encontré de vuelta en el campo de flores.

— ¿Qué ocurrió? ¿Te asustaste? — se burlo carcajeando como si acabará de hacer una travesura.

— Fue demasiado, no necesitaba ver todo eso — dije algo furioso, había visto mucho más de lo que necesitaba.

— Eso fue en 1953. Jin y la Cumbre ya nos habían encontrado y deseaban separarnos...fueron días terribles — se lamento y pude visualizar agonía en sus pupilas.

— ¿Y que sucedió después? — pregunté por curiosidad.

— No importa eso ya, lo que importa ahora es que encontremos tu cuerpo y yo pueda regresar con Jimin — expreso y la alarma de su reloj comenzó a sonar —. Si quieres que esto termine rápido debes hacer lo que te dije, debes convencer a Jin de enseñarte tu cuerpo.

 — ¡¿Y que hago con Jimin?! — pregunté casi gritando pues el tornado de siempre no me permitía escuchar ni mi propia voz.

— ¿Con Jimin? — carcajeo — ya lo sabrás... — dijo para guiñarme un ojo y luego desapareció junto al tornado.

Aterrice en mi cama y por primera vez en todo este tiempo sentía confianza en mí mismo. Creía que ahora si estaba yendo por el buen camino.

Día siguiente. 07:30pm.

Al finalizar mis trabajos me dispuse a caminar a la tienda más cercana para comprar una caja de cigarros y una lata de cerveza. Necesitaba emborracharme para liberar un tanto de estrés, y eso haría aunque fuera a solas.

Entre a la tienda y fui directo a una de las neveras. Curiosee las marcas de bebidas y aunque no conociera ninguna tomé la primera qué vi. Cerca de la caja registradora se encontraban los cigarrillos, busque el paquete que siempre llevaba y luego dejé mis dos productos sobre el mostrador para que el encargado pudiera cobrarme. Pero de inmediato noté algo extraño en este encargado, algo familiar...y como no iba a serlo si se trataba de Jimin.

— ¿Jimin? ¡Hey hola!—  saludé amistoso.

— Oh Jungkook, no te había visto ¿Cómo estas? — saludo con su sonrisa que se asimilaba a las estrellas y sus párpados cerrados en media luna.

— No te reconocí , la gorra no me permitió ver tu cabello tan característico — dije pues la gorra de su uniforme cubría gran parte de su cabello peliplateado.

— Ah si... — sonrió tomando los productos y usando esa cosa que parecía una pistola y no tenía ni idea de que era, pero hacia un ruido extraño.

— ¿Desde cuando estas trabajando aquí?, no tenía ni idea de que estuvieras por este lugar — pregunté sacando la billetera para pagar.

— Solo llevo unos cuantos días, me estoy acostumbrando, son 6.600 wones — me decía viéndose algo avergonzado, y sus mejillas coloradas eran prueba de esto.

— Oh si claro — desperté de mi ensueño y busque los billetes para pagarle.

— ¿Cómo van tus clases? — preguntaba mientras buscaba el vuelto.

 — Todo bien, de hecho ya termine mis deberes así que me toca relajarme — dije alzando las compras qué ahora yacían dentro de la bolsa de plástico.

— Genial — sonrió — qué disfrutes tu cerveza.

— Gracias, te llamaré luego para quedar un día.

— Esta bien — asintió sin dejar de sonreír y luego bajó la mirada.

Di unos pasos para salir de la tienda hasta que se me ocurrió una idea.

— Oye Jimin, ¿a que hora termina tu turno?

— A las nueve ¿porque?

— ¿Te gustaría tomar conmigo después de tu turno?

— Mmm... — lo dudo.

— Todo bien si estas muy ocupado y no puedes — mencione rápido para que no se me mal interpretará.

— Bien aceptó, yo también necesito fumar un poco — afirmó y la sonrisa regresó a su rostro.

— De acuerdo, avísame por un mensaje cuando ya hayas salido — le pedí.

— Eso haré — me confirmó y yo salí de la tienda para ir a la habitación.

Fume un cigarro y estudie un poco mientras lo esperaba. Me hubiera gustado admitir que tuve el control de la situación esa noche, pero en realidad no supe cómo terminamos con besos.

Muchas gracias por leer, disculpen que subo el capitulo hoy, estos días han sido muy difíciles 😥 y no tenía ni ánimos de escribir, pero ya para la semana que viene el horario será el habitual. De nuevo muchas gracias abrazos 💖💖.

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