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Capitulo 15:🍃

 

— Revisen todo, que no quede ni un solo espacio por revisar — decía Jin quien en conjunto con sus trabajadores inspeccionaban mi habitación y parte del edificio luego de lo que me ocurrió con el sujeto extraño.

— ¿Crees que estoy enloqueciendo? — le pregunte.

— No, te prometo que llegaré al fondo de esto para saber quien se atrevió a ingresar sin ser invitado — decía Jin cuando creaba donas con sus manos — ¿Quieres una? — pregunto acercándome la dona, pero yo no quería comer, yo quería respuestas.

— No gracias. Jin, ¿Alguna vez había ocurrido algo así?

— La verdad no. Pero siempre hay una primera vez, ¿no? — sonrió viéndose despreocupado. 

Sabía que mi labor era confiar en sus palabras, pero no se porque ahora tendía a pensar que Jin o alguien de la Cumbre eran quienes habían ingresado a mi habitación, pues hasta donde conocía ellos eran los únicos que poseían eso llamado magia, y era claro que el sujeto había usado magia para escapar de mi.

— ¿Y si fue alguno de tus trabajadores? — pregunté para conocer como iba a huir de mis cuestionamientos.

— ¡¿Que?! Jajajaja, no nada que ver. Nosotros no tendríamos porque hacer algo así. No hay nada en esta habitación que pueda interesarnos — decía sin poder dejar de carcajear.

¿Entonces había algo en mi habitación de interés para alguien más? ¿Se trataba de Jungkook?

— Señor todo parece estar en su lugar y la cerradura no fue forzada — decía uno de los trabajadores.

 — ¿No fue forzada? — cuestione con asombro, eso no tenía sentido para mi.

— ¿Le has entregado la llave a alguien más, Walter Jungkook? — pregunto Jin.

— Claro que no, soy el único que puede acceder aquí — decía —, además de ti por supuesto.

— Mmm bueno yo no he sido así que debió ser alguien más, pero en vista de que no se ha perdido nada investigaremos esta situación por nuestra propia cuenta, Walter Jungkook — dijo y observé como los trabajadores se marchaban uno por uno.

— ¿Qué?, pero usando esa magia ¿no tienen alguna manera de saber quien estuvo aquí?

 — Vamos a controlar a el portero para que nos enseñe la grabación de las cámaras, si conseguimos algo de importancia en los videos guardados te informaremos, ¿de acuerdo? — me explico Jin —. Por cierto, ¿cómo vas con tu misión?

¿Mi misión?, pues había fracasado rotundamente.

— Bien, creo que estamos mejorando — mentí solo para despistar.

— Qué bueno — sonrió — ¿ya no esta molesta contigo por haberla dejado sola en su presentación de ballet?

¡¿Sabía eso?!, si sabía eso entonces sabía todo.

— Eeh yo, lo estoy arreglando — aseguré.

— Me parece bien, solo deseo que te concentres en tu misión porque es lo único que importa — menciono para luego palmear mi espalda y sonreír —, hasta entonces Walter Jungkook.

Y con un chasquido de dedos el también desapareció al igual que sus empleados. Me quede a solas en el extenso pasillo pensando en que mientras el tiempo más avanzaba menos comprendía las cosas, y Jungkook no me estaba ayudando.

 
Día miércoles.

Solo, en mi escuálida habitación terminaba con los trabajos que me ayudarían a tener un mejor rendimiento en la universidad. Solo le faltaban algunos detalles a mi maqueta para que esta estuviese terminaba, y era oportuno admitir que esa cosa llamada Internet me había ayudado mucho, aunque todavía se me hacia más difícil usarlo qué disparar con un rifle.

Observaba un video tutorial cuando un mensaje se visualizo en la esquina del teléfono, era de Jimin.

Jimin:

— Hola Jungkook! Puedo llamarte ahora?

Me comunique con él para enviarle mi afirmación y tres segundos después ya se encontraba llamándome.

— Hola Jimin, ¿cómo has estado? ¿Cómo sigue tu padre? — fue lo primero que pregunte.

— Hola...bueno él no ha mejorado mucho, pero tampoco ha empeorado solo se ha mantenido estable — mencionó con su voz siendo escasa de alegría.  

— Comprendo, es bastante difícil su situación, pero ¿tu como te encuentras?

— ¿Yo?, he estado intentando hacer lo mejor en todos los ámbitos de mi vida. Continuo estudiando, he buscado empleo aunque aún no he encontrado nada y me despedí de mi sueño para formar uno nuevo...sí esa es mi vida — expresaba con sus ánimos por el suelo. No podía verlo ahora, pero sabía que en sus pupilas no existían estrellas.

— Si, lamento mucho eso. Eres muy bueno tocando, quizás cuando tengas más edad puedas continuar con la música. No te rindas por favor — le pedí.

— Lo intentaré porque es lo único que en verdad me llena, y hablando de eso...quería decirte que tu tampoco tocaste nada mal, a pesar de que no conocías la canción se te dio muy bien — halago mis pocos dotes artísticos —, se nota que tu padre realmente se esforzó en ensañarte.

Si, mi padre real amaba la música, pero ninguno de los dos pudimos cumplir el mismo sueño. Solo deseaba que Jimin si pudiera, era lo que más anhelaba para él.

— Me esfuerzo más cuando la música que tengo que tocar me gusta, y esa me gustó. Gracias a ti estoy conociendo a muchos artistas — dije luego.

 — Qué curioso eres Jeon Jungkook...no conoces a artistas modernos, no tenías ni la menor idea de cómo usar YouTube, a veces hablas como si fueras alguien mayor y me salvas de todo como si fueras mi ángel guardián...

— Si — reí — ¿y que opinas de eso? ¿Te preocupa?

— Me gusta...

Fue como si una delicada y suave melodía romántica se alojara en mis oídos cuando Jimin susurro las últimas palabras. Mis ojos brillaron llenándose de luz y mis labios se curvaron para formar una sonrisa. No podía verme ahora, pero sabía que mis mejillas estaban coloradas porque las sentía arder.

— Es bueno escuchar eso, creí que era un raro — exprese riendo.

— Para nada, todo mundo es diferente y es esa diferencia lo que nos hace especiales. Tú eres especial Jungkook, cuando te veo tocando la guitarra siento que adoras la música tanto como yo, y eso hace que me identifique contigo porque me siento menos solo — musito con su voz tierna.

— ¿Te sientes solo?

— No cuando estoy a tu lado — se apresuró a decir.

— Pensé que yo era el único que sentía eso — dije sintiendo vergüenza, pero mi instinto me orillaba a ser sincero con él.

— ¿Tu también lo sientes? — pregunto impactado.

— Si...la verdad es que eres indispensable para mi estado emocional — reí como un tarado —, sin ti es muy difícil continuar.

¡¿Porque le decía eso?!, no lo sabía, pero se sentía bien desahogarse desde el fondo del alma.

Jimin no habló por dos segundos y pensé entonces que lo había arruinado. Al tercer segundo decidió contestar.

— Jungkook...¿Sabes que ocurrió la última vez que pude hablar con mi padre?

— ¿Qué ocurrió?

— Me preguntó por mi orientación, porque había escuchado rumores sobre mi homosexualidad y tenía miedo de que fuese cierto...tuve que mentir y fingir ante mi padre, eso fue tan doloroso. Hace muchos años cuando entendí mi orientación siempre creí que lo peor era no ser aceptado por mis padres, pero ahora sé que lo peor es que los defraude, y que mi padre pueda morir si llega a saber de mi anormalidad...

— No hables así, no es justo que hables así de ti, tú eres tan normal como cualquiera — así es, esas palabras salían de mi boca como si nunca hubiese pensado nada diferente.

— ¿Eso crees? — pregunto y sabía que estaba al borde del llanto. 

— Eso sé. Solo mírate, eres increíble tal y como eres. Jamás pienses en cambiar nada de ti.

— Gracias...por aferrarme a la vida, de todas las formas posibles y existentes — musito y mi corazón palpito más rápido —. Tú también eres increíble. Me has salvado desde que me conociste sin siquiera pedirlo, y eso es tan noble. No se de donde viniste Jeon Jungkook, pero quédate en mi vida.

Ahora mi corazón se encontraba eufórico y sentía ese tipo de alegría que solo podía experimentar cuando estaba ebrio. Las palabras dulces de Jimin me embriagaban y se convertían en mi tipo de alcohol predilecto, era magnífico.

Descendí mi mirada hacía mi pierna cuando escuche un aleteo, y ahí vi a una pequeña mariposa azul, reposando en mi muslo izquierdo como si ahí se encontrará su hogar, se veía tan pacífica. La ignore y continúe hablando con Jimin por veinte minutos más, hasta que nos despedimos entre risas y con el anhelo de vernos cuanto antes para charlar cara a cara.

Esta vez no sentí que la cama me trago, pero si tuve que pasar la agobiante caída desde
el cielo hacia el campo de flores; ese campo que ya conocía y que cada vez que pisaba se me había más real.

— Eso fue hermoso... — oí decir.

Me levante del suelo y me encontré con Jungkook y sus mejillas rojas, se veía mucho más feliz que cualquier día.

— ¿Qué cosa? — pregunté sacudiendo la grama y la tierra de mi ropa.

— Tu conversación con Jimin. Fue la primera vez que hablaron de sus sentimientos de una forma bastante sincera.

— Oh ¿viste eso?

— Lo vi todo. Yo era la mariposa — confesó.

— ¡¿Tú eres la mariposa?! — exclame.

— Así es, ¿qué opinas de mi nueva transformación? — me pregunto divertido guiñando un ojo.

— No sabía que podías hacer eso...

— Puedo hacer eso y mucho más, pero es lamentable que este tan limitado por culpa de la Cumbre —dijo después —. Jimin esta enamorado y estoy seguro que piensa que tú también lo estás.

— Yo no creo estar enamorado, no estoy seguro del porqué dije todo eso — me negué a la idea, eso no era lo que yo sentía.

— ¿No sabes porque lo dijiste? — carcajeo —, porque tienes mis sentimiento y mis pensamientos. Todo lo que sientes para con Jimin esta aquí — dijo tocando mi cabeza —, cuando hablas es como si yo lo hiciera, porque siempre estuve enamorado de él y siempre lo voy a estar.

— ¡¿Así?! ¿Y que debo hacer ahora? ¿Cómo debo actuar? — pregunté intentando buscar respuestas rápidas.

— Lo primero que debes hacer es acercarte a Jimin, tienes que aceptar su amor mientras yo descubro como podemos cambiar de cuerpos.

— ¿Qué aún no lo sabes?

— No es tan fácil Walter, entiende que yo me encuentro prisionero en este plano astral y solo puedo hacer cosas muy limitadas en la tierra — explico y ahí fue cuando recordé algo.

— Jungkook, ¿fuiste tu quien entró a mi habitación? —cuestione.

— ¿Ingresaron a tu habitación? ¿Quién? — pregunto con preocupación, entendí entonces que no había sido él.

— Era una persona vestida de negro no pude ver su rostro, y Jin no lo ha descifrado aún, pero quien haya sido puede usar la magia porque desapareció frente a mis ojos como si fuera polvo.

— ¡¿Qué?! ¡¿Porque no me dijiste eso antes?! — grito alterado tomándome de los brazos.

— ¡Porque no se como buscarte!, y creí que habías sido tu.

— ¡Imposible!, yo no puedo presentarme en la tierra de una forma humana. Tuvo que haber sido la Cumbre — decía sentándose sobre el suelo en posición indio.

— Pero Jin me aseguró que no fueron ellos. 

— Ellos mienten. Solo son unas condenadas ratas que no nos quieren ver juntos, pero yo no permitiré que nos separen a mi y a Jimin...ya no más — mascullo, estando absorto en sus pensamientos hasta que su reloj comenzó a sonar —. Nos veremos muy pronto Walter, mantén a Jimin a salvo y no le digas cosas dolorosas.

Cuando el tornado se lo llevó yo desperté entonces en mi habitación. Pero era absurdo lo último que Jungkook me había pedido. Yo no quería decirle cosas dolorosas a Jimin, yo solo quería que él fuera feliz.

Viernes. 06:04pm.

 
Usando los aparatos llamados audífonos que compre gracias a Jimin, iba caminando por las calles teniendo como destino mi habitación, con la finalidad de poder descansar luego de una semana ajetreada.

Pase entonces por la parada de siempre y me gire para mirar solo por curiosidad teniendo la esperanza de encontrar a Jimin pero no fue así, en reemplazo a él me encontré con Sunjin quien iba sola y enviaba mensajes con su teléfono.

Pensé entonces que lo apropiado para hacer ahora era ir a ella para resolver nuestros inconvenientes, eso haría un caballero. Me acerqué con calma y llamé a su nombre cuando estuve cerca, pero como era de esperar su reacción no fue positiva.

— ¡No quiero hablar contigo! — exclamó caminando lejos de mi como si yo intentará hacerle daño.

— ¡Espera, Sunjin! — le pedí sin detener mis pasos hacia su dirección.

— ¡No quiero escucharte!, hemos estado días sin hablar ¿y aún te atreves a buscarme? ¡Eres un descarado! — grito queriendo continuar su huida, pero se lo impedí al sujetar su brazo.

— Por favor Sunjin...solo quiero disculparme es todo — musite intentando dar lastima.

— Bien, ¿qué tienes para decir? — me dejo continuar cuando se cruzó de brazos, observándome.

— Lamento mucho haberme ido así sin decirte actúe como todo un patán — mencionaba en tono bajo.

— Tu de verdad que eres idiota...

— ¿Porque? — pregunté cuando pensé que ya no era justo que me siguiera insultando.

— Porque ni siquiera entiendes el motivo de mi enojo. Yo me enojé porque te fuiste y me dejaste en mi presentación por una estupidez sin sentido.

— ¿Una estupidez?

 — ¡Así es! ¿Desde cuando ese don nadie llamado Jimin es tan importante para ti que tienes que ir corriendo a él apenas te llame? — me cuestionó expulsando fuego de su boca.

— Te dije que fue una emergencia, él me necesitaba — mencioné disgustado, no entendiendo su falta de empatía.

— ¡¿Él te necesitaba?! ¡¿Y yo que, Jungkook?! ¡¿Yo que?!

— Ese día mientras iba en camino para verlo me cuestione mucho en si había tomado la decisión correcta. Pero supe que la había tomado cuando Jimin me declaró que a su padre recién acababan de diagnosticarle cáncer, y se encontraba grave en el hospital. No todo es sobre nosotros Sunjin, en el mundo ocurren cosas terribles y a veces no podemos controlar todo aunque quisiéramos.

— Es triste escuchar eso Jungkook, pero sigues sin tener justificación, porque siempre estaré yo primero ante cualquier amigo que tengas — declaro retándome con su mirada penetrante. Clavando dagas en mi piel con su insensible respuesta.

— No es así... — susurre teniendo ganas de llorar cuando pude recordar el llanto desesperado de Jimin ese día. Ni Jin ni Sunjin podían determinar que era más importante para mi, no era justo y no era empático.

— ¿Qué dices? — pregunto aturdida, creyendo no haberme entendido.

— Que no es así. Es mi vida y yo puedo poner como prioridad a quien desee. Lo lamento Sunjin, pero no puedes apoderarte de mis decisiones.

Sabía que no era correcto lo que le decía y tampoco la forma en que decidía hacerlo, pero haberla escuchado hablar de forma tan apática, hacía que no manifestara ni un solo sentimiento noble en mi.

— ¡Soy tu novia Jungkook! ¡¿Cómo te atreves a decir eso?! ¡Jimin no es tu novio, yo si lo soy! — vocifero indignada.

— ¿Así? ¿Qué instrumento amo tocar? — pregunté sin sentir paciencia.

— ¿Eso que tiene que ver?

— No lo se, ¿puedes responderme?

— No lo recuerdo...el piano quizás... — respondió como si fuese pregunta.

— Era de esperarse...

Cerré mi boca y me alejé de ella, caminando con mis manos ocultas en los bolsillos de mi pantalón de jean. Su respuesta era de esperar de alguien que no me conociera y sabia muy dentro de mi que no iba a ser capaz de responderme. Este hecho me impulsó a decidirme al fin por algo, ayudaría a Jungkook para que él me ayudará a mi.

Muchas gracias por leer, que tengan un bonito fin de semana 💖💖

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