POV MEW:

Ya estaba harto de estar aquí, había quedado de verme con Kao después de semanas que renuncié a la empresa y mi buen amigo había decidido traer a su querido novio Mild.

-Enserio me largo – Dije poniéndome de pie.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Soy una tercera rueda aquí, ni siquiera hemos hablado nada desde que llegaron.

-Lo siento amigo – Kao estaba sonrojado.

-No, está bien. ¿Sabes? Mejor si me voy, ustedes disfruten. Después te veo.

-Espera. ¿Vas aceptar el puesto en la empresa de aplicaciones? – inspire, no sabía aun. Tenía varias ofertas de trabajo y no sabía qué hacer. Por una parte quería disfrutar más de mi libertad pero por otra sabía que el dinero no era eterno y las propuestas podían de ofrecérseme.

-Tenía ganas de viajar – levantó una ceja.

-¿Con Gulf? – Claro que con Gulf idiota. ¿Con quién más?

-Sí, pero como apenas comenzó a trabajar hace poco.

-Vayan un fin de semana- Mild por primera vez me dirigió la mirada mientras estaba ahí.

-Sí, sería buena idea. ¿Sabes que le gusta?

-Nunca ha visto la playa. Siempre soñó con visitarla.

-Es perfecto – Sonreí.- Los veo después chicos, felicidades por su noviazgo.

-Igual a ti. Bye – Salí del café hacia la casa. Sería bueno salir de viaje con Gulf. Tal vez este fin de semana. Además Gulf había dicho que ya podíamos dormir juntos. No puedo esperar.

Cuando iba entrando a la casa mi teléfono comenzó a sonar. Eran las 2 pm, as que Samanta debio de haber salido a comprar las cosas de la comida.-

-Mew Suppasit – Dijo la voz.

-Soy yo – Debía ser otra de las propuestas que he estado recibiendo.

-Creo que Gulf lo tiene como contacto de emergencia después de un tal Mild, aunque no me contesto – No me estaba gustando nada esto. Mi corazón se apretó.- Soy Amanda, una compañera de trabajo de Gulf.

-¿Qué pasa con Gulf? – Mi voz se escuchó más alterada de lo que hubiera deseado.

-Tranquilo. Gulf está... mire necesito que venga al hospital – Ahora realmente estaba aterrado.

-¿QUÉ LE PASA A GULF?

-Hubo un accidente en la planta de minerales, se soltaron unos gases. Gulf entró a ayudar a unas personas y estuvo mucho tiempo en contacto con los gases. Los bomberos lo sacaron cuando ya se había desmayado – Mi pecho dolía, dolía mucho. Estaba asustado, estaba aterrado. ¿Era grave? ¿Gulf iba a estar bien?- Se lo llevaron en una ambulancia. Los paramédicos dijeron que se tenía que ver que tal mal estaba.

-Mándeme el nombre del hospital. Iré hacia allá.- Colgué de inmediato.

Mientras conducía hacia el hospital mis manos temblaban. El dolor de mi pecho no cedía.

De pronto mis ojos se llenaron de lágrimas. Tenía que estar bien. Gulf debía estar bien. No podía perderlo. No ahora. Sentía que algo apretaba mi pecho pero no podía sacarlo. Si algo le pasaba a Gulf no sabía que haría.

-No me dejes – Susurré con dolor – No me dejes mi pequeño gatito.

Cuando ingresé al lugar donde tenían a Gulf me topé con quien debía ser su compañera. Se acercó a mí, mis lágrimas aun bajaban pos mis mejillas.

-¿Cómo esta él?

-El medico dijo que está en estado crítico. Respiró mucho humo. Le están haciendo pruebas, sus vías respiratorias podrían estar comprometidas.

Me alejé de ahí sin responder nada. Mi corazón se sentía desgarrado, sentía como que no podía respirar. Jamás había estado preocupado por alguien, Nunca había estado en un hospital porque alguien importante estuviera aquí.

Kao y Mild llegaron media hora después, les mandé mensaje cuando Salí de la casa. Parecían tan preocupados como yo. Kao me dio un fuerte abrazo.

-¿Tan grave esta?- Dijo al verme.

-No lo sé – sollocé.

-Se pondrá bien Mew.

-¿Y si no es así? ¿Y si lo pierdo?

-No digas esas cosas.- sobó mi hombro.

-Es que no lo entiendes, jamás había estado en estas circunstancias. Mi pecho jamás había dolido como ahora.- Mis lágrimas caían – Él quiere escucharme decirle que lo amo. ¿Y si ya no puede escucharlo?

-No creo que sea tan grave – Volvió a decir mi amigo. Pero él no había visto la mirada de la mujer cuando me contó cobre Gulf. Ni cuando una enfermera se acercó y nos dijo que estaba en observación porque seguía muy grave.

-Si lo pierdo ¿Cómo le diré lo que quiere oír? Siento que mi pecho va a explotar. – M e toqué ahí donde me dolía.- Debí de decirle esta mañana, quería decírselo pero estaba tan perdido en otras cosas y en mis tontos sueños.

-Mew, no es tu culpa. Y no pasará nada.

-¿Quién lo asegura?- Mild había comenzado a llorar.

-Mew – Me alejé de ellos a sentarme a pensar en silencio.

Las horas pasaron, Mild y Kao fueron a conseguir algo de comer pero yo estaba sin apetito. Samanta me pidió que le contara cuando supiera algo. San había venido pero tenía que irse por su trabajo. Yo, nadie lograría moverme de aquí hasta que supiera como estaba Gulf.

Había sido muy mala idea buscar en internet lo que pasaba cuando se estaba expuesto a minerales como esos. Desearía jamás haber buscado.

Llamé a Davika porque sentía que iba explotar. Había llorado por mucho tiempo.

Ahora entendía completamente cuando una persona dice que no dejes para otro momento las cosas. Quería decirle tantas cosas, contarle sobre mi vida, mi infancia. Todo lo que estaba planeando con él.

Pensar que no volvería a ver la sonrisa de Gulf me partía el alma. Pero demonios yo era tan malditamente pesimista. Gulf estaría golpeando mi cabeza.

A media noche, una de las enfermeras se acercó a nosotros.

-El señor Kanawut esta fuera de peligro. Aún sigue en observación. Por ahora esta sedado. ¿Alguien dormirá con él? – Levante mi mano de inmediato.

.Yo – L mujer me inspeccionó y asintió.

-Sígame.

Les dije a mis amigos que se podían ir, no era necesario estar aquí toda la noche. Pidieron que los comunicara si algo pasaba.

Me entregaron una manta y me llevaron al cuarto de Gulf.

Cuando entre me dolió tanto verlo así, Gulf parecía tan débil, tan frágil. Estaba pálido y sus labios estaban secos. La mujer se fue y yo me acerqué a mi bebé.

-Gatito – Susurré dándole un pequeño beso en la coronilla.- Si vuelves a asustarme así te castigare – Gulf no contesto.

Me dolía mucho verlo así, quería que abriera los ojitos y que me diera una de sus grandes sonrisas.

Pasé la noche ahí, sosteniendo su mano y esperando que el día siguiente fuera mejor.

Cuando desperté eran las 7 am aproximadamente, pero había sido el movimiento en mi cabello lo que me había despertado. Levanté él rostro y Gulf me sonreía con esa preciosa sonrisa. Acariciaba mi cabeza.

Me levanté de inmediato y lo besé con ternura, él me sonrió. Ni siquiera dijo algo pero parecía contento de verme.

-Te amo – Dije soltando algunas lágrimas- Te amo tanto.