Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15: CELOS

POV GULF

Me giré en la cama con los ojos cerrados, sin embargo era difícil hacerlo. Me sentía aprisionado a algo. Parecía que el sol ya estaba o había salido pues por mis parpados entraba mucha luz. Cuando comencé a abrir los ojos, vi entonces que era lo que me tenía preso. Mew se había quedado dormido aquí y estaba rodeándome con mis brazos. Sonreí al verlo así. Nunca habíamos dormido juntos.

-¿Cómo pude ser tan guapo en la mañana? – dije pasando mis manos por sus cabellos.

Mew se veía tan pacifico, tan tranquilo. No veía en sus ojos a esa persona fría y con miedo que alguna vez pude ver.

Ayer Mew me había dicho que quería dormir aquí, aun cuando tenía una enorme y cómoda cama en la otra recamara, aun así había querido dormir conmigo.

-Muchas veces estuve tentado a dormir contigo cuando nos veíamos – Eso me sorprendió. Creí que Mew siempre me había visto como solo un ligue.

No sabía cómo sentirme en estos momentos. Había llorado a Mew por semanas, había llorado a mi amor no correspondido, a mi amor unilateral, mi corazón roto y aun así me tenía aquí como una polilla a la luz. Siguiéndolo cuando me lo pedía, creyéndole todo lo que me decía. Ilusionándome.

-No sé si puedo corresponderte Gulf pero dame tiempo – Dijo ayer después de que vergonzosamente le preguntará si aceptaría mi amor.

Era tan patético, me arrepentí justo después de que saliera de mis labios. Y él quería tiempo, un tiempo que no había porque estaba comprometido.

-¿Me estoy metiendo entre un matrimonio? ¿Soy una mala persona? – seguí jugando con el cabello de Mew, Davika era una buena mujer. Sabía que ellos dos no se amaban pero al final de cuentas eran una pareja comprometida, eso me hacía a mí un rompe hogares. - ¿Estamos durando hasta su boda? – Pensarlo me dolía.- Ja, ¿Durando en qué? Ni somos nada.

-Deja de divagar – susurró un Mew con los ojos cerrados. – No puedo dormir contigo parloteando.

-Buenos días.

-Buenos días bebé – contestó con una media sonrisa, me atrajo más a su cuerpo y abrió los ojos despacio.- Hola- susurró sobre mi oído – Te ves sexi.

-Pues tú pareces un bebé – rio aun soñoliento.

-Deja de ser pedófilo- Oh dios.

-Hey, idiota. No seas un asno – metió su nariz en mi cuello.

-Te encantaría – Ok, me agradaba este Mew con humor negro.

-¿Por qué? ¿Te duele que la tengas tan chiquita? – me burlé.

-Tu sabes que no está chiquita – reí bajito. Mew me planto un beso corto en los labios.- Podría dejarte sin caminar una semana si quisiera.

-Yo soy quien debería de querer – rio. Dios, que bueno despertar así. – Creo que tienes ir trabajar, Samanta debe de estar a punto de llegar.

-Quiero quedarme así- volvió a cerrar sus ojos, seguía en sus brazos.

-Mew.

-Hmmm.

-Tu mamá estuvo aquí anoche – Abrió los ojos grandes.- Dijo que le llamaras – me soltó como si le hubiera dicho algo espeluznante.

-¿Te dijo algo? –O más bien parecía nervioso.

-No, solo preguntó por ti – asintió.

-Si te dijo algo no dudes en comentarme.-No dijo nada. ¿Qué podía decir?

-Con mi madre nunca sabes – asentí. –Debo ir a trabajar.

Mew se fue a su recamara y no dijo nada más. La mañana fue pacífica. Mew salió a trabajarme que quedé con Samanta. A medio día recibí una llamada, tenía el puesto en la empresa de Electrónica a la que había asistido por dos entrevistas. Estaba tan feliz, empezaría a trabajar la semana que viene y tendría capacitación el miércoles, jueves y viernes de esta. Estaba contento.

Al fin iba a ganar dinero, podía buscar un lugar donde vivir y no molestar a Mew. Quizá si llamaba a mi casero anterior podía regresar a mi departamento. Aunque era muy caro. ¿Me estaba precipitando? Esta noche le contaría a Mew. Y entonces no sabría donde quedaba nuestra relación o lo que sea que estábamos teniendo él y yo en estos momentos.

Oh, mi cabeza iba a explotar de solo pensarlo. Tomé mi teléfono y marqué el número de mi mejor amigo.

-Mild, necesitamos hablar –Dije una vez que me contestó.

(-)

Mi gripe se había ido por completo, además creo que tenía mejor color en mis mejillas. Tl vez Mew tenía razón y era lo que había necesitado. No preocuparme por nada por un tiempo. Ya era el sexto día en la casa de Mew. Samanta y yo preparamos la cena.

Mew llegó temprano, me sonrió mientras se sentó a cenar. Parecía de buen humor, de hecho Samanta se sentó con nosotros a cenar también con nosotros. Hablamos un poco sobre lo que hicimos durante el día. Mi celular comenzó a sonar cuando Samanta se disponía a levantar la mesa y Mew salía del comedor.

-San – contesté.-Hey – mi exnovio estaba al otro lado de la línea.

-Gulfy, bebé. ¿Cómo estás?

-Estoy bien, mucho mejor.

-Oye, escuché que tienes el trabajo en la empresa.

-sí, así es. Me llamarón más temprano. Empezaré el lunes a trabajar – Cuando me di cuenta Mew había entrado de nuevo en el comedor. Me veía con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

-Felicidades cariño – dios, esos motes cariñosos de San.

-Gracias.

-¿Ese tío te ha tratado bien?

-Sí, estoy bien San. Me la he pasado de maravilla.

-Que bien. Hey, si algún día quieres que tomemos algo, llámame.

-No tendré una cita contigo – soltó una carcajada.

-Claro que lo sé, en plan de amigos – Que se lo crea su mamá. – Vale, me voy Gulf. Descansa.

-Nos vemos.

Cuando hube colgado Mew seguía ahí viéndome, ahora parecía esperar a que dijera algo.

-¿Ya tienes trabajo?

Camine hasta la sala, Mew me siguió y se sentó.

-Sí, me llamarón temprano. Te lo iba a decir justo ahora – Iba a sentarme junto a Mew pero este me jalo por las piernas y terminé sentado en su regazo.

-Felicidades – susurró en mi oído, me apretó contra su duro pecho.

-Gracias, creo que pronto podre buscar un lugar donde vivir – su nariz estaba sobre mi cuello olisqueando – podre dejar de ser una carga.

-No eres una carga y lo sabes – besó mi cuello.

-Lo soy, te vas a casar y yo estoy aquí. Imagino que cuando se casen se viene a vivir aquí. ¿O compraran una casa? – Si, era masoquista, me gustaba el dolor.

-Deja de decir eso – Me acomodo de modo que pudiera verlo a la cara – no quiero que te vayas – Sentí un nudo en mi pecho.

-Mew, ambos sabemos cómo están las cosas.

-Odio esto. Todo es tan complicado- Mew besó mis mejillas, cerré mis ojos.

- Cuando me vaya nos olvidaremos del otro. No quiero un corazón roto - ¿A quién engaño? Ya lo tenía roto.

-No- Me pegó aún más si fuera posible a su pecho – Gulf, apenas comencé a explorar esto que siento. No podemos olvidarnos, yo no puedo – Me dejo un pequeño beso sobre los labios.

-No voy a ser tu amante, aunque sea un matrimonio arreglado, no lo seré. – Colocó l cabeza sobre mi hombro y cerró los ojos. Suspiro.

-Estaba celoso porque el idiota de tu exnovio llamó.

-No deberías.

-Si debería. Lo odio – sonreí tomando su barbilla.

-Jamás volvería con San, lo que vivimos como pareja... no lo quiero.

-Jamás me contaste la razón de su rompimiento.

-El idiota me era infiel todo el tiempo que anduvimos – Mew me miró.- El día de mi cumpleaños estaba follando con alguien en alguna playa.

-Idiota.

-Tú eres igual que él. Estas engañando a tu prometida.

-Ella lo sabe.

-¿Qué?

-Ella sabe que me gustas y que no puedo alejar las manos de ti.

-¿Le dijiste? – Estaba sorprendido.

-Es mi mejor amiga, ella fue quien me pregunto si me gustabas. Le dije que sí el día de la cena.

-Pero ¿No se molestó? Es tu prometida.

-Tampoco se quiere casar. Le gusta alguien de su trabajo – Oh, Guau.

-¿Y porque lo hacen entonces?

-Por imagen, por dinero, por la empresa.

-¿Y serás feliz?- Pensar en un Mew desdichado me molestaba.

- ¿Importa?

-Sí, importas Mew- Mew me sonrió con inocencia y beso mis labios despacio.

-¿Qué estás haciéndome Gulf? Me tienes maravillado. No sé porque no me di cuenta antes.

-Solo herí tu ego cuando te dije que te odiaba y ya no te amaría. Después comenzaste a notarme.

-Estas equivocado. Te noté desde la noche que te conocí en el club. Eras la cosita más linda y sexi del lugar y tenías esa mirada que muchas veces vi en mi espejo.

-¿Alguna vez me dirás porque tienes esa mirada Mew?

-Quizá después de besarte completito – Dijo y comenzó a besarme de nuevo.

Sus labios estaban sobre los míos. Calientes, suaves, húmedos y embriagadores. Dando leves mordidas y metiendo su lengua mientras yo me revolvía en sus brazos.

Después de unos minutos, sus labios besaron mi cara, cuellos y pecho. Dios, iba a morir por este hombre.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro